Partida Rol por web

Memorias de Idhún

Impaciencia

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08/05/2014, 22:14
Narrador

La ciudad estaba totalmente cambiada con el nuevo día, el bullicio era enorme y La Plaza de los Haais estaba llena de gente, así como de artistas callejeros de todo tipo.
Las tabernas de toda la ciudad estaban a rebosar, a pesar de que mucha gente había decidido descansar a las afueras de la ciudad. Ni un puesto ambulante de comida ni de bebida echaba a faltar clientela. La música sonaba por todas partes, tanto dentro como fuera. Durante parte de la noche y el alba se habían montado escenarios donde se interpretarían actuaciones de diferente índole. Y ahora no estaban vacíos ni un segundo, siempre ofreciendo las actuaciones de artistas importantes con magníficos espectáculos, sobre todo musicales, pero también de otras artes, como equilibrismo, malabarismo, funanbulismo, prestidigitación, ilusionismo, magia y otras muchas facetas más extrañas aún.

Aunque estos escenarios se concentraban entorno a las calles circundantes de la Plaza de los Haai , al Museo y la Biblioteca, no eran los únicos, dado que unos cuantos desperdigados estaban en las plazuelas más coquetas y hermosas, adornados y floridos para deleitar exclusivamente a la población feérica.

Entre todas las posadas destacaba la de la Plaza de los Haais, por la cantidad de gente y la rapidez con que las ninfas  y celestes atendían los pedidos sin perder la sonrisa. Entre los chiringuitos el más concurrido era uno enorme con forma de dragón, que formaba una taberna desplegada en lo que era un carro y regentada por un yan, Garamm Destilador, que invitaba a todo el mundo a pasarse por su universalmente famoso concurso de bebida que tendría lugar por la tarde.

Juegos y pruebas de habilidad aparecían por doquier y rápidas colas que no cesaban de despacharse y volver a llenarse mostraban los lugares de inscripción de las actividades populares de más éxito: la previa del concurso de tiro con arco que sería el plato fuerte de las actividades antes del colofón que todos esperaban con la aparición del unicornio y la carrera de sacos, para la que ya desde la fila de inscripción pueden verse los primeros piques amistosos entre amigos, vecinos y miembros de otras razas.

A pesar de la numerosísima asistencia, no parece haber tumultos, los celestes patrullan completamente estresados, de un lado a otro atendiendo consultas, ayudando en emergencias y llamando la atención de los muy borrachos o un poco vándalos. 

Todas las calles y los jardines estaban adornados con luces mágicas, ilusiones y adornos convencionales. La población parece haber crecido al triple e incluso puede verse aquí y allá todo tipo de criaturas, algunos silfos bebiendo en las tabernas e incluso un par de duendes jugando y haciendo bromas por todas partes.

Las conversaciones giraban sobre todo acerca de la llegada del unicornio, pero se mezclaban con lo que parecía ser la historia del día que, como solía ser habitual, había ido mutando al pasar de boca en boca hasta haber más versiones que gente la repetía. Por lo visto se habían producido dos hechos inusuales que, según quien lo contase, estaban o no relacionados. Por un lado parecía haber habido una gran pelea en una taberna entre un grupo de szish y unos parroquianos de los que casi nadie sabía nada. El motivo tampoco estaba claro, había quien decía que robo, otros secuestro, los menos una guerra entre celestes y szish.

El segundo acontecimiento de la noche, que era la discusión entre dos varus dentro de una de las fuentes de la ciudad; los motivos tampoco estaban claros, iban desde un ataque de celos, hasta quizá maltratos o incluso violaciones. Otros defendían al varu quejándose de que ella le había abandonado a su suerte o por haber estado casada con un miembro de la realeza de los de su raza.

Notas de juego

Postead de manera individual, excepto si alguno de vuestros personajes quieren ir juntos.

Podéis elegir dónde queréis ir o qué queréis hacer. Pero no podéis hacer mil cosas en el mismo post como visitar varios sitios.

La sucesión del tiempo la marcaremos nosotros, no os preocupéis por eso.

Si alguien quiere decir algo en la escena del "Prólogo", aún no la cerraremos.

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09/05/2014, 11:59
ZZ Jon-Asgeir
Sólo para el director

El día había amanecido esplendoroso, y su humor había crecido. Baja a la ciudad, y el ambiente hace que todavía su ánimo sea mejor. Al fin y al cabo, hoy puede ser un gran día. Pero bueno, vamos a ver qué se puede hacer.

Caminando con el ánimo renovado, Jon decide dirigirse al centro de la ciudad, donde más animación habría. Manteniendo su bolsa bien a su vista, en una zona delantera de su cuerpo y bien protegida, se dirige en camino hacia allí.

Parece que va a haber varios concursos de habilidad. Hum... igual podría apuntarse a alguno. El de bebida no, no le apetece estar borracho si el unicornio decide aparecérsele. Parece que va a haber un concurso de tiro con arco. Pese a ser cazador, tampoco es que sea ninguna maravilla en esto, pero bueno, si tiene una buena clasificación... Así pues, se dirige hacia allí, dispuesto a apuntarse al concurso de tiro con arco, y luego gastará algo de tiempo y dinero viendo obras y quizá comiendo alguna cosa.

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09/05/2014, 17:44
Ceya

A la mañana siguiente, y habiendo dormido como nunca, Ceya se encontraba en perfecta forma. No se había desvestido, por lo que rápidamente se encontraba lista para proseguir su viaje, peinándose un poco con un cepillo que había en el cuarto, el cual al principio había mirado con desconfianza, hasta que June le explica para lo que lo usaban. 

Tras un espectacular desayuno, digno de todo rey (para la forma de ver el mundo de Ceya) se marchan del lugar dándole las gracias con una cálida sonrisa a la celeste que les había atendido cuando llegaron a la noche. 

-¿Pero qué...?- con lo que la muchacha no contaba para nada era conque en ese mismo día había alguna clase de fiesta en el lugar, y que toda la plaza donde habían circulado la noche anterior estaba ahora llena de puestos. Mira todo sin terminar de creérselo, sin saber lo que hacer, pero se gira hacia su compañera con ojos brillantes -¿podemos...ir a ver?- casi sin esperar respuesta la agarra de la mano y comienza a caminar hacia algún puesto, aunque uno en particular había llamado su atención y tiraba hacia ese lugar : el concurso de tiro con arco.

Veía a la gente hacer cola para apuntar su nombre, y no dudaría en hacer lo mismo, por lo que se coloca en la cola. 

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10/05/2014, 15:08
Meerelu
Sólo para el director

Los acuosos ojos de la varu se abrieron a la luz del nuevo día, mientras un débil suspiro escapó involuntariamente de sus labios. Se frotó la frente, tratando de librarse de las confusas imágenes de su sueño. La lectura le había afectado más de lo que pensaba, puesto que serpientes, sombras, dioses, incluso los conceptos más abstractos como el bien y el mal... todos habían campado a sus anchas por la mente de la chica mientras esta intentaba dormir.

-Todavía soy demasiado impresionable...- pensó para sí misma, mientras se preparaba para presentarse al mundo un día más.

Una vez cubierta con su túnica de sacerdotisa, Meerelu forzó a sus labios a que compusieran una sonrisa que nada tenía que ver con sus verdaderos sentimientos. Era exactamente igual que ponerse una máscara, solo que hecha de su propia de sus propias escamas y de su propia sangre.

La ciudad bullía de actividad, y nada le apetecía más que salir a las calles y empaparse de toda la novedad que suponía la vida en tierra firme frente a la tristeza y monotonía del Oráculo. Sin embargo, no debía precipitarse. Ya tendría tiempo, una vez que encontrara al unicornio.

Así que se dirigió al encuentro de la Madre Venerable, ante la que se inclinó levemente como muestra de respeto. Como siempre, la sangre le hervía ante esa humillación, pero no dejo traslucir ninguno de sus sentimientos. -Madre, disculpad mi tardanza, pero el cansancio del viaje me ha impedido despertarme- dijo telepáticamente la varu, interpretando su papel de perfecta sacerdotisa. Tampoco es que se hubiera retrasado, pero la humildad siempre quedaba bien en la gente de su profesión -Me preguntaba si necesitabais cualquier cosa, o si tenéis alguna tarea que encomendarme. Pese a estar lejos del Oráculo, quiero asegurarme de seguir sirviendo a los Seis...

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10/05/2014, 16:05
Khazlian

Poco después del alba, ya estaba de pie en la habitación volviendo a vestirme con las ropas que había traído conmigo. Poco me importaba que estuviesen llenas del polvo o la arena del desierto. Al contrario, eso era a lo que estaba acostumbrado.

Vuelvo a la sala principal, donde la anoche anterior habíamos estado festejando, a la manera de aquí entiendo, la noche previa a la aparición del Unicornio. Saludo a Shivei y me siento esperando para desayunar.

-Buenas Shivei. Siento como haya quedado la habitación -me disculpo- pero es imposible quitarse toda la arena del desierto -y sonrío-. Me gustaría comer algo antes de salir y esta vez pienso pagarlo -no era bueno abusar de la hospitalidad-. ¿El resto ha salido ya?

Notas de juego

No estoy seguro de si esto iría en esta escena o en la del prólogo, pero es por si alguien se quiere venir o continuar en solitario.

Siento lo del prólogo, Aylandris, no me fijé en que habías preguntado ^^U

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12/05/2014, 18:32
ZZ Yu-Len
Sólo para el director

Cuando me levanto bajo las escaleras de mi habitación y me acerco a nuestra invitada, tras agradecerle la comida y el alojamiento, me despido y  comienzo a  caminar por las calles de la ciudad, era sobrebio como todos se estaban esmerando para la llegada de la semi-divina criatura y alababa los esfuerzos de todos; durante toda la mañana, no paro de ir de u lugar a otro ayudando a la gente que lo necesitaba y acallando algunos de los rumores absurdos como el de un guerra entre celestes y szish.

A la hora de comer vuelvo a la taberna para comer y por la tarde sigo la misma rutina que por la mañana

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13/05/2014, 23:04
Aylandris

La habitación era grande, mucho más grande de lo que se esperaba, acostumbrada al lugar donde dormia normalmente en casa. Pero no podía quejarse por que no tendría que pagar, lo que supondría que podía conservar unas cuantas monedas para más adelante, lo cual siempre venía bien. No sabía lo que podría depararle el futuro.

Y además de grande, era fria. No se quitó sus ropas, sino que aprovechó las que había sobre la cama para liarse en ellas y conservar su preciado calor. Se sentía rara y desprotegida, como si le faltase algo...

Como siempre, el amanecer llegó después de unas horas que se le hicieron eternas. Siempre pensaba que el día tardaba demasiado en llegar con todas las cosas que tenia que hacer, pero le habían dejado claro que, fuera de casa, andar por la noche dentro de la ciudad tal vez fuera peligroso para alguien como ella. Conforme una débil claridad se dejó ver en el cielo, saltó de la cama, se aseguró de llevar las pocas cosas que llevaba con ella en su sitio y bien aseguradas, y bajó a la carrera casi buscar a la celeste que la había invitado a dormir aquella noche. Ella tal vez tuviera respuestas. Tal vez al ser tan temprano no encontraría a nadie con ganas de pelea y si a alguien con ganas de ayudarla. La ciudad era demasiado grande y había demasiada gente como para vagar sin rumbo fijo al principio.

Cuando llegó al final de las escaleras, vio que ya había gente en la sala. No tardó en localizar al semiyan de la noche anterior hablando con la mujer de la noche anterior. Pensó en esperar a que terminaran de hablar pero, ¿cuanto tardarían? No tenía tiempo que perder.

-Ehhhh...yo....perdónyonecesitopreguntarleunacosa -dijo conforme llegó a su lado mirando a la celeste- Serásolounmomento -le dijo al semiyan volviéndose un instante hacia él antes de dirigir de nuevo su atención a Shivei- Bueno, loprimeroesdargraciasporlahabitación -dijo con una pequeña inclinación de cabeza que hizo que una de sus trezas se escapara de su sitio y aterrizara entre sus ojos- Descansébienycómoda. Ahorayotengoquepartir, estardeya -hizo una pequeña pausa, acordándose de algo, algo que tenía que tener presente y...que había olvidado. Tomó aire y se dispuso a hablar más lento, para que la celeste pudiera entenderla bien. Era muy importante hacerse entender, le habían dicho, aunque ella no entendía que los demás considerasen que los yan hablaban rápido, ¿para que hablar más despacio? ¡No era necesario! ¡Era perder el tiempo!- Necesito encontrar un mago. ¿Sabe donde puedo encontrar a alguno? -preguntó esforzándose en pronunciar cada palabra con una pequeña pausa al final.

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14/05/2014, 20:01
Khazlian

Escuchar las palabras pisadas en las veloces frases de la yan me hacía sentirme casi como en casa, todavía faltaba mucho para que eso ocurriera, pero era un buen principio. No puedo evitar reírme ante la reacción de la celeste al intentar comprender lo que la yan le estaba diciendo tan apresuradamente.

-Si te sirve de algo -respondo a la pregunta de la yan, aunque no me la haya hecho a mí directamente- he compartido mi camino con un mago, tenía asuntos que atender con todo esto del unicornio. No será difícil encontrarle, o eso creo.

No podía dejar pasar la oportunidad de ayudar a uno de los míos, aunque ahora que lo pensaba, si, si que será difícil encontrarla entre tanto bullicio como tiene que haber en la ciudad. Ya me había ofrecido y no iba a retirar mi palabra. Sólo espero que me deje comer algo antes de echarnos a la calle, no se puede dejar pasar la comida más importante del día.

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15/05/2014, 10:44
Narrador

Shivei estaba allí, atendiendo a los clientes que se iban levantando y a los nuevos que entraban a tomar algún desayuno. Su sonrisa era como un amanecer, renovaban la energía de las personas que la contemplaban.

Buenos días saludó con educación a Khazlian, llevándole hasta una mesa en la que no había nadie. Me temo que el celeste y el humano de ayer salieron temprano. Estarán contemplando la ciudad, que parece otra sus ojos se mostraron risueños mientras terminaba esa frase. En ese momento, Aylandris llegó y empezó a hablar de manera rápida. Shivei, aunque se había acostumbrado en pocos días a la velocidad de los yan, tuvo que concentrarse. Además, la fuerza y la inquietud de la joven la abrumaba, pero no hubiese sido de buena educación hablar sobre los sentimientos de ella.

La ciudad está hoy llena de magos, querida dijo, mirando alrededor por si reconocía alguno. Magos, semimagos y gente no mágica, la verdad. Si sales a la calle te encontrarás a muchos, pero... Si necesitas la ayuda de alguno de ellos, me temo que no es el mejor momento. No habrá ninguno que te conceda tus deseos ahora. No hasta que vean al unicornio. Su sonrisa decayó, pero las palabras de Khazlian la recobraron. Bueno, quizá si es amiga tuya, puede que te ayude se alejó de vosotros para traeros el desayuno.

Unos minutos más tarde, se presentó con dos tazones de un líquido semitransparente con gachas azules en su interior. Era un plato típico de la zona, pero vosotros no lo sabíais. Comed, os sorprenderá el sabor y se volvió a alejar para atender a otras mesas.

El plato, como no, era más que exquisito.

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15/05/2014, 10:53
Narrador
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Mientras estabas buscando el lugar para apuntarte al concurso de arquería escuchaste hablar a dos hombres. Aquellos dos llevaban en su espalda sendos carcajes con sus flechas. En sus ropajes se podía apreciar las pieles de los animales, algo que sin lugar a dudas les delató como miembros de las tribus bárbaras del norte.

Aquellos dos hablaban sobre afinar su puntería, afilar sus flechas y cuidar de su rebaño. Los dos bárbaros habían venido con gran parte de su tribu a la ciudad para conocer al unicornio, habían traído consigo gran parte de su rebaño con ellos y lo habían dejado a las afueras de ciudad. Las mujeres cuidaban de los animales, mientras que los hombres paseaban por la ciudad negociando o participando en las actividades que poco a poco habían ido surgiendo en la ciudad. Pero lo que más te preocupó de su conversación fue que las primeras noches que habían pasado a las afueras de la ciudad no habían tenido ningún problema, pero que a partir de una determinada noche algunas criaturas del rebaño comenzaron a desaparecer, y a medida que el tiempo iba pasando, los animales desaparecían en mayor número.

Las mujeres habían estado haciendo guardia todas las noches, pero por más que se empeñaban, cada amanecer había desaparecido alguna res. Alguien las estaba robando, alguien que resultaba imposible de ver en la oscuridad y sin lugar a dudas aquellos dos bárbaros estaban dispuestos a defender lo que era suyo.

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15/05/2014, 10:54
Narrador

Mientras estabais buscando el lugar para apuntaros al concurso de arquería escuchasteis hablar a dos hombres. Aquellos dos llevaban en su espalda sendos carcajes con sus flechas. En sus ropajes se podía apreciar las pieles de los animales, algo que sin lugar a dudas les delató como miembros de las tribus bárbaras del norte.

Aquellos dos hablaban sobre afinar su puntería, afilar sus flechas y cuidar de su rebaño. Los dos bárbaros habían venido con gran parte de su tribu a la ciudad para conocer al unicornio, habían traido consigo gran parte de su rebaño con ellos y lo habían dejado a las afueras de ciudad. Las mujeres cuidaban de los animales, mientras que los hombres paseaban por la ciudad negociando o participando en las actividades que poco a poco habían ido surgiendo en la ciudad. Pero lo que más te preocupó de su conversación fue que las primeras noches que habían pasado a las afueras de la ciudad no habían tenido ningún problema, pero que a partir de una determinada noche algunas criaturas del rebaño comenzaron a desaparecer, y a medida que el tiempo iba pasando, los animales desaparecían en mayor número.

Las mujeres habían estado haciendo guardia todas las noches, pero por más que se empeñaban, cada amanecer había desaparecido alguna res. Alguien las estaba robando, alguien que resultaba imposible de ver en la oscuridad y sin lugar a dudas aquellos dos bárbaros estaban dispuestos a defender lo que era suyo.

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15/05/2014, 10:55
El Gato

Notas de juego

Postead para los tres, que estáis juntos.

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15/05/2014, 10:57
Narrador

Mi querida hija comenzó la Madre Venerable cuando terminaste de hablar. Mande que te llamaran para los rezos de la mañana, pero dormías tan profundamente que me dio pena. El viaje había sido agotador para todas y se que tú estuviste hasta muy altas horas en la Biblioteca. Es más impresionante de lo que te habían contado, ¿verdad? Sonrió tras estas frases, pero aún no había terminado.

He decidido que todas podéis hacer lo que queráis en el día de hoy. Exceptuando los rezos del medio día y de la media tarde, que espero veros a todas aquí. Ve a disfrutar de la fiesta que se ha montado en honor al Unicornio, querida... Y, sobre todo, mantén los oídos abiertos... Si el Unicornio convierte a todos los que están aquí en magos, volverá a haber un desequilibrio en la balanza...

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15/05/2014, 11:00
Narrador
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En una de tus idas y venidas ayudando a los celestes, te acercaste hasta la entrada de la ciudad. Allí descubriste unas pisadas excesivamente extrañas.

Debían pertenecer a una bestia enorme que había estado cerca de la ciudad. El rastro se perdió, pues en seguida se fundían con el resto de terreno del lugar.

Algo en tu interior te decía que podía ser un peligro, aunque de ser algo grave se hubiera enterado todo el mundo.

Notas de juego

Recuerda que el paso del tiempo lo marcamos nosotros, no te adelantes :)

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15/05/2014, 11:36
ZZ Jon-Asgeir
Sólo para el director

Notas de juego

antes de postear, me gustaría saber si reconozco la tribu a la que pertenecen y qué relacción tiene mi tribu con ellos. si no los reconozco, pues ya actuaré en consecuencia.

Bueno, la relación será la que tuvieran cuando me fui de la tribu, lógicamente.

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18/05/2014, 11:03
El Gato
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Notas de juego

Conoces la tribu, pero la tuya no se ha relacionado nunca con ellos. Ni os molestan ni vosotros a ellos. O, al menos, hasta donde tu sabes.

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18/05/2014, 21:42
Meerelu
Sólo para el director

-Muchas gracias, Madre. Haré como decís- Indicó la varu respetuosamente, ayudándose de su perfecto autocontrol para evitar que una sonrisa acudiera a sus labios.

Tras salir al exterior, respiró profundamente, dejando que sus pulmones se llenaran completamente de aire seco. -Tiene un olor extraño- se dijo, como siempre que pensaba en ello. Acostumbrada al mar y al salitre, era un cambio bastante llamativo. Sin embargo, los acontecimientos y el ajetreo de la ciudad pronto volvieron a desviar su atención hacia otros temas.

Volver a la biblioteca lo consideraba demasiado peligroso, sobretodo si ya había llegado a oídos de la Madre Venerable. Un interés excesivo podría provocar el recelo de sus compañeras. Además, notaba la piel ligeramente seca, por lo que acudir a una fuente pronto se le presentó como la mejor opción para ese momento.

Comenzó a avanzar por la ciudad, observando con una mezcla de curiosidad y desprecio todo aquello con lo que se cruzaba. Aun así, no pudo evitar detenerse en ocasiones, para observar las maravillas que se mostraban en los distintos escenarios de la ciudad. La música sonaba por todos lados como una dulce invitación al olvido y al disfrute, pero la sacerdotisa se negó a atender a esa llamada. Su corazón se encontraba demasiado muerto como para eso.

Finalmente, se acercó a la primera fuente que encontró, y se dedicó a refrescar su cuerpo, mientras se concentraba en escuchar las conversaciones que se estaban desarrollando a su alrededor. La información era un arma mucho más poderosa de lo que la gente creía. Los rumores y la expectación por la llegada del unicornio no le extrañaron en absoluto, pero había otro acontecimiento que si le llamó la atención.

Ninguna ciudad, sobretodo en un momento como ese, cuando se encontraba llena de forasteros, estaba exenta de conflictos. Pero que en uno de ellos se implicara a una varu casada con un miembro de la realeza era, cuanto menos, llamativo. Aunque, si eso fuera cierto, ganarse el favor de una persona así sería toda una ventaja.

Así pues, se retrasó unos segundos en la fuente, aguzando el oído para tratar de encontrar a alguna persona que estuviese relatando el asunto, y pareciera realmente enterada. Entonces solo tendría que fingir nuevamente su papel de sacerdotisa intachable para sonsacarle lo que quería saber.

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18/05/2014, 23:25
Aylandris

Los ojos de Aylandris brillaron con fuerza cuando escuchó las palabras de la celeste. ¡Aquello estaba lleno de magos! Sus ojos siguieron a los de ella cuando esta buscó por la sala, como esperando encontrar a alguno de ellos con el que la pequeña yan pudiera hablar, pero la reacción de la celeste le dijo que dentro de aquel lugar en aquellos momentos no había ninguno. Pero no pasaba nada ¡decía que estaba toda la ciudad llena! Habían elegido bien el destino. Pero las últimas palabras de la mujer y la expresión de su rostro, le dijo que aunque estaba en el lugar correcto, no era el mejor momento para hablar con ninguno, o que ninguno de ellos estaría predispuesto a escucharla y ayudarla.

-¿No? ¿Tengo que esperar a que el unicornio aparezca? –preguntó confusa y desilusionada. ¿Es que aquellos magos no podían escucharla mientras aquel ser hacía aparición? ¡Qué raro era todo!- ¿Si? ¿Crees que me ayudará? –preguntó con renovada ilusión y un poco de recelo al semiyan cuando este habló mientras veía con el rabillo del ojo como la celeste se alejaba- ¿Lopodemosbuscarcuandosalgamosdeaquí? Talveznoleimportehablarconmigositumeacompañas –preguntó ilusionada. Si él conocía a un mago, eso era mejor que creer al primero que le dijera que era un mago. Era importante que hablara con un mago de verdad.

-Gracias... –murmuró a la celeste cuando esta trajo un par de cuencos para el semiyan y ella mientras miraba reticente lo que contenía. Aquellas cosas que flotaban en el agua sucia tenían el mismo color que la piel de Shivei y provocaron la suspicacia de Aylandris, que esperó a que el semiyan probase aquello el primero. Se sentó de un salto en la silla frente a él, en la misma mesa, mientras esperaba que él se decidiera a empezar. Tenía hambre, pero el color de aquella comida le decía que no podía ser nada que no fuera venenoso, nunca había visto nada de ese color que no produjera dolor de estómago.

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19/05/2014, 09:17
ZZ Jon-Asgeir

Los bárbaros, en general, son celosos de su vida, de su intimidad. Pero el que estos dos hablen de su problema tan a la vista, hace que Asgeir se interese. Así pues, decide acercárseles, con una sonrisa en la boca y un saludo en la mano (si aprecia que le vayan a rechazar, olvida el post y supón que se retira).

Buenas, amigos. Un placer ver compatriotas por esta zona. ¿Qué nuevas traeis de las tierras del norte? ¿Teneis alguna noticia de mi clan, los Jon, o del gran clan Uk? Recuerdo haber escuchado hablar de vuestro clan, pero creo que, cuando yo me fui, no teníamos ninguna relación, ni comercial ni de amistad.

El motivo de acercarme, he de reconocer, no ha sido solamente recibir noticias de mi patria natal. No he podido evitar escuchar vuestra conversación. Aunque estoy seguro que contareis con mejores cazadores que yo, os ofrezco mi ayuda para encontrar al animal... o persona... que os está haciendo eso. Quizá os pregunteis, ¿y por qué nos ofrece su ayuda? Bien, mis motivos son tres: primero, porque en tierra extraña, si no nos ayudamos nosotros, los bárbaros, ¿quién nos va a ayudar? Segundo, porque más que nadie en esta ciudad, es un bárbaro quien mejor puede comprender lo que supone perder cabezas de ganado. Y tercero, la verdad, tengo curiosidad por saber quien o qué es capaz de pasar así de desapercibido.  Así pues, si quereis, y tras inscribirnos en el concurso de tiro con arco, puedo ir a ver si yo veo algún rastro que otros no hayan visto.

Asgeir se queda esperando la respuesta. Si esta es afirmativa, acompañará a los dos bárbaros a inscribirse. Si es negativa, de todos modos se inscribirá en el concurso de tiro con arco y luego seguirá explorando la ciudad. En cualquier caso, agradecerá efusivamente cualquier noticia sobre su tierra natal.

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19/05/2014, 17:51
Khazlian

-Supongo que podría preguntarle -mucho estaba diciendo yo sin saber si quiera si nos la encontraríamos- si ha terminado con todos esos asuntos del unicornio no le importará -supongo-. Aunque mientras la buscamos, me gustaría ver un poco qué puede ofrecer la ciudad. No sé tú, pero yo no he visto nada como esto en mi vida.

No era por quitarle la ilusión, pero había que ser realistas, Shela podía tener mal genio si se lo proponía y más si había estado atareada todo el día, o la noche, o lo que sea que haya estado haciendo mientras yo estaba aquí comiendo y disfrutando de la noche.

-Gracias -le digo a Shivei cuando nos sirve los cuencos de... algo azul-. Si está la mitad de bueno que el guiso de anoche, supongo que me lo podré comer -sonrío a la yan cuando la celeste ya se ha ido, por si acaso le sentaba mal mi comentario-. Por si no lo cuento, soy Khaz, y diría que no tengo ni idea de como te llamas.

Cojo la cuchara y la meto en el cuenco, muevo el contenido un par de veces antes de decidirme a sacar la cuchara. Con algo de recelo, y esperando a que tuviera un sabor no muy agradable, me la llevo a la boca. Mastico con lentitud como si no quisiera enfrentarme a eso, pero la idea de decirle a la celeste que no me iba a comer aquello era peor aún. Para mi sorpresa, las apariencias engañan y puedo decir que aquello sabía mejor incluso que lo de anoche.

Vuelvo a llenar la cuchara y a llevármela a la boca. Entre gruñidos y gestos con la mano, le indico a la yan a que coma.