Partida Rol por web

-Seguir el rollo?

Aquella propuesta dejó algo preocupado a Gregori ya que, lo que proponía Marek, era engañar de algún modo a los responsables de aquella matanza. Ponerse cara a cara frente a los asesinos de inocentes como quién no quiere la cosa. Y, en solo unos segundos, una idea pasó fugaz por la mente del superviviente: "Si habían matado a mujeres y niños, qué impediría que fueran ellos los siguientes?".

-No me jodas, Marek...

Tarde, las luces de las linternas estaban cada vez más cerca y no podían esconderse si ser vistos. Ratón intentaba buscar mentalmente excusas para utilizar en aquella situación. Qué motivo podía ofrecer para explicar estar en aquel lugar? Como debería reaccionar al estar rodado de cadaveres?

Y fue entonces cuando su idea sobre los asesinos cambió. Y entonces susurró a su compañero:

-Y si no son los asesinos de esta gente? Y si son sus familiares? Puede que vengan a recuperar sus cuerpos y poder despedirse de ellos de forma decente. Joder Marek: ahora pensarán que somos nosotros los asesinos!- y apretando los dientes continuó -Mierdamierdamierda...

Gregori preparó su lolife por si fuera necesario hacer uso de ella. Fueran de un bando u otro, tenían un marrón encima y a saber como salían de él.

Anna no se lo pensó dos veces en cuanto escuchó las voces ahogadas de algún grupo que se aproximaba hacia ellos y los haces de luz y sombras intermitentes que se podían vislumbrar a medida que avanzaban los desconocidos. No tenía mucho tiempo, así que se situó a cobertura de una de las columnas y arrastró un par de cadáveres cerca de si, hacia uno de los laterales del lugar, para tener la mayor visibilidad posible mientras permanecía tumbada simulando ser otro de los tantos cadáveres que abarrotaban el lugaf, cubriendo su arma con una camiseta y apuntando a los que se acercasen. Era posible que tuviesen que intercambiar disparos, por lo que recargó su pneumática y aguardó en sumo silencio para ver qué acontecería, al mismo tiempo que veía a sus compañeros tomar decisiones distintas. Mientras que Andrey se tumbó y depositó varios cadáveres sobre si, parecía que Svet, Jorji buscaron otras posiciones como había indicado Marek. Lo más arriesgado parecía lo que trataban de hacer ratón y Marek...¿Y si disparaban antes de preguntar? Aquello no le gustaba pero ya estaban las cartas sobre la mesa, defendería a sus compañeros pasase lo que pasase, aunque con ellos se jugase la vida.

Vamos Anna, no es momento de asustarse... Mantén el pulso firme y guarda máximo silencio mientras les cubres... Este es un buen sitio, a resguardo de una de las columnas, simulando ser un cadáver más y con un buen ángulo de disparo... El arma es silenciosa y está cubierta con una camiseta... Puede que puedas disparar un par de veces antes de que adviertan quién dispara de ser hostiles... ¡Confía en tí misma!

Svet asintió lentamente y dejó salir un suspiro de alivio, esperando que de verdad fuesen asaltantes los que habían acabado con ellos. La realidad no le dejó pensar mucho más, ya que un murmullo de voces empezó a oírse en el túnel y las luces que se acercaban corroboraban que se acercaba alguien. La doctora apretó los puños, mirando los cuerpos y luego las linternas, sin poder evitar relacionarlos. 

El plan de Marek le parecía bueno, y aunque en otra situación habría decidido ser ella la que hablase también, sabía que su condición y lo que sentía por dentro no iban a ayudar para nada. Así que mirando con resignación a Andrey y a Anna, buscó otro hueco para esconderse entre los cadáveres, cerca de una de las columnas, y se mantuvo atenta con su bastarda. "Espero que Ratón tenga razón y por lo menos sea gente inocente. Porque si les disparan a esa distancia, poco vamos a poder hacer..."

El grupo corrió a dividirse, unos a esconderse cerca entre las sombras, y Marek y Ratón en medio del túnel listos para llevar a cabo su osado plan. El riesgo que corrían era alto, pues estaban al descubierto, y si las cosas salían mal, dependerían de que sus compañeros fueran rápidos al cubrirlos, o podrían acabar llenos de agujeros.

Los haces de linterna ya estaban casi encima de ellos. Eran dos, y a esa distancia podían incluso oír hablar a dos hombres. Uno apuntaba la luz hacia adelante mientras otro la iba pasando por las paredes y el techo. Charlaban animadamente sobre temas triviales, hasta que la luz alcanzó a la pareja de aventureros y se sobresaltaron.

- ¡Hostia! - gritó el que llevaba la luz al frente. El otro también enfocó su linterna hacia Marek y Gregori, obviando al resto del grupo, que seguía escondido. Los dos llevaban Kalashnikovs, con los que apuntaron a los otros dos tras amartillarlos, aunque todavía algo presa del susto - ¿De dónde coño habéis salido? - espetó uno. La  voz sonaba algo amortiguada porque llevaban pasamontañas negros que impedían ver sus rostros.

- ¡Da igual! - respondió el otro - ¡Vete a llamar a los demás! - se llevó el arma de la cadera al hombro, sin dejar de apuntarles en ningún momento - ¡Tenéis dos segundos para responder antes de que os cosa a balazos, venga!

Muy poco tiempo para reaccionar, subconscientemente calculo varias posibilidades a la velocidad del pensamiento inconsciente y mediante un impulso sin premeditación reacciono diciendo en voz alta: -¡QUIETOS LOS DOS! ¡Estáis rodeados! ¡Que nadie dispare! ¡Repito, quietos todos! -dejo un segundo para que asimilen mi presencia y continúo: -¡Nuestras armas están frías, podéis comprobarlo si os quedáis quietos los dos y bajáis las armas! ¡No vamos a disparar! ¡Estáis rodeados, tenéis las de perder! -y diciendo esto me mantengo preparado para disparar si la situación lo requiere. Ya ha muerto demasiada gente aquí... Pienso para mí. 

Es cierto que gritando puedo alertar de mi posición, pero no me muevo lo más mínimo con el objetivo de que no sepan encontrarme con el eco del túnel y el montón de cadáveres entre el que me oculto.

-Vamos a tranquilizarnos todos, de acuerdo!

La reacción de Andrey había cambiado por completo el plan. Bien, de hecho, no habían planeado ningún plan... Así pues, la cosa iba de improvisar. Y en esas situaciones, dependía mucho de como se jugaban las cartas para salir airoso de situaciones comprometidas como aquella o con un balazo entre ceja y ceja.

-Mi compañero tiene razón, estáis rodeados. Ahora mismo tenéis diez armas que os apuntan directamente a la cabeza, y al mínimo movimiento que pueda parecer sospechoso... BAM! Vuestros sesos decoraran las paredes. Por lo tanto, dejad vuestras armas en el suelo y relajaos. Será lo mejor para vosotros.

En aquel instante, Gregori decidió tirar de la mezcla de intimidación, bañada con una "pequeña" dosis de mentira, para dejar claro que aquellos dos hombres tenían las de perder. Puede que se hubiera pasado con lo de las diez armas, pero puestos a exagerar siempre estaba bien utilizar un número considerable.

Ahora era momento de aclarar posibles dudas sobre la escena que habían encontrado al entrar en el metro. Ellos no eran responsables y debían aclararlo cuanto antes mejor.

-Como hemos dicho, esta masacre no es cosa nuestra. Hemos llegado del exterior y nos hemos encontrado todos estos cadáveres. No sabemos quién ha sido ni el porqué... tampoco nos importa. Solo queremos continuar nuestro camino sin problemas.

Era momento de destensar un poco la situación.

-Pero tranquilos... como os llamáis y que hacéis por aquí?

Marek había preparado el encontronazo lo mejor posible. Su bastarda estaba colgando de su hombro, bien situada para parecer como si estuviese relajado distrayendo al potencial enemigo de su fiel Lolife oculta y preparada por si la cosa se torcia. Las manos en pose tranquila levantadas a la altura del pecho indicando que no buscaban problemas era la manera más eficiente de apaciguar a un potencial hostil a la vez que estar preparado por si empezaban los tiros. Andrey y Raton se le adelantaron, pero en cierto modo era bueno, ya que le permitiría jugar la baza del tipo calmado que sabe lo que hace.

- Quiero hablar con vuestro lider, no tiene sentido derramar sangre por un mal entendido. Mis hombres y yo venimos sin intenciones hostiles tras explorar el exterior. Es lo que haciamos, cartografiar la superficie y buscarnos las habichuelas claro esta. Os aseguro que sea quien sea, le interesa charlar con nosotros...

Intento que su voz sonase autoritaria pero calmada, usando los trucos que le enseñaron sus viejos mentores Setsev y Rezno para cambiar la voluntad de los interlocutores usando ciertas palabras y gestos clave. Si eso no funcionaba, se montaria una sangria una vez mas y todo para nada. 

Al oír la voz de Andrey, Svet sintió cómo le daba un vuelco el corazón hasta el punto que temía que su sonido rebotase en las paredes del túnel. "¡Ese no era el plan!" se contuvo en decir, mordiéndose la lengua casi literalmente. Mientras hablaban con los recién llegados, Svet se preparó para lo peor y les apuntó sin moverse apenas. Esperaba que el grito y las palabras de Ratón y Marek hubiesen sido suficientes para calmarlos, pero ni por esas bajaría la guardia.

Anna estaba preparada para actuar, a resguardo y en completa tensión, apuntando con su pneumática al par que acababa de llegar. No sabía si sus intenciones eran hostiles o si estaban en peligro, pero trataría de ceñirse al plan y ver cómo transcurrían las negociaciones. Marek y ratón iban a ser los que estableciesen contacto, pero Andrey tomó la iniciativa y amenazó con que eran un grupo numeroso y que permaneciesen quietos si querían conservar la vida. 

La joven apuntó de inmediato al que pensaba ir a dar la voz de alarma, y tuvo claro que sí daba un par de pasos más alejándose de alli, lo abatiría sin miramientos. Esperaba que fuese lo suficientemente sensato para hacer caso, no deseaba derramar sangre pero lo haría si su vida dependía de ello. Su vida y la de sus amigos. 

Los repentinos gritos de Andrey sobresaltaron al par de hombres, que se pusieron a buscar el origen de la voz con sus linternas, visiblemente nerviosos. Pero, bien oculto como estaba el antiguo soldado entre los cadáveres y con el túnel distorsionando el origen de la voz, no consiguieron encontrar su paradero. Lo que los puso aún más nerviosos, pero consiguió retrasar unos momentos al que estaba a punto de irse.

Eso le dio tiempo a Gregori para decir su parte, pero el saber que había más de dos personas allí tenía a los dos desconocidos con la mosca detrás de la oreja. Los hombres se miraron y bajaron un poco las armas, pero no las soltaron. Uno de ellos respondió - Joder, Pero qué sois ¿Espartanos? - les espetó.

Entre las palabras de Gregori y Marek, y el hecho de no saber cuantos más había ocultos en el túnel, pareció convencerlos. Un poco, al menos. Bajaron sus fusiles de nuevo hasta la cadera e intercambiaron varias miradas. Los pasamontañas impedían discernir cualquier expresión que estuvieran pusiendo - Vale. Hablaréis con nuestro jefe. Pero antes tenéis que salir todos a la luz. Y esperaréis primero hasta que mi compañero dé el aviso, y luego hastaque vuelva y nos diga que podéis acercaros.

El otro hombre empezó a retroceder lentamente, sin perder de vista a Marek y Gregori.

Anna no era tonta, aquel par no se había sorprendido en absoluto de la multitud de cadáveres que había en el suelo, de lo que se habían sorprendido es de ver a Marek y Gregory allí de pie, y de la voz de Andrey. ¿Quién no les asegura que no les hubiesen disparado ya de saberse en igualdad numérica? Pero no solo fue aquello, pretendían dar la voz de alarma antes de si quiera dialogar mínimamente. No, aquel no sería el trato. No iban a meterse en una ratonera y que quizá se los cargasen sin previo aviso al acercarse y estar yo todo el grupo de bandidos preparados. Vaya que no. 

En cuanto empezó a alejarse el tipo que iba a dar la voz de alarma hacia atrás, mientras el otro seguía pendiente de Marek y Gregory apuntándoles, Anna disparó con "silenciosa" al primero, una vez estuvo fuera de la vista del segundo, cercenándole la yugular y las cuerdas vocales, viéndolo como caía de rodillas y acababa desplomándose muerto en el suelo. Y en cuanto se compañero se giró para ver lo ocurrido, disparó nuevamente para abatir al segundo de ellos, al que seguía apuntando a sus compañeros hasta entonces, disparándole a la caabeza. Así estaban las cosas, no habría negociaciones.

Sin saber cuantos eran realmente o en qué posición estaban, el par de hombres no pudieron ver venir los silenciosos proyectiles de Anna. El hombre que retrocedía se encontró de repente con dos afiladas barras de hierro atravesándole el cuello de lado a lado. Cayó de rodillas borboteando sangre, pero en el segundo en el que su compañero se giró hacia él, otros tantos tornillos impactaron en su cuerpo, lanzándolo hacia atrás.

La Helsing de Anna había acabado con ellos con menos de tres segundos de diferencia y sin alzar más sonido que el de los cuerpos al golpear el suelo. Sus linternas quedaron enfocando e iluminando al techo. Aunque nada de aquello había sido hablado de antemano, ahora lo hecho estaba hecho. Jorji salió de entre las sombras, se acercó a los cadáveres y apagó sus linternas antes de examinarlos. Cogió un cargador lleno de uno de los muertos y se lo metió en uno de sus bolsillos, antes de indicar al resto que no hicieran ruido y que lo siguieran.

No tuvieron que avanzar mucho antes de tener que detenerse de nuevo, habiendo llegado al centro de la estación. Por el camino, la oscuridad del metro fue siendo iluminada poco a poco por una luz parpadeante, que provenía de una hoguera central. Alrededor de ella había varios hombres, todos armados. También había tiendas y barreras hechas con escombros... y una ametralladora pesada apuntalada en una de ellas, apuntando hacia la boca de la estación. Sin duda se trataban de bandidos que se habían apostado allí, y que depredaban a todo el que pasara, aprovechando la huida de refugiados desde la Línea Roja. Si en vez de entrar por el túnel de mantenimiento lo hubieran hecho por el principal... los habría sorprendido una lluvia de balas.

Por suerte, eran ellos los que estaban en posición de flanquear a los bandidos, habiendo acabado sigiliosamente con los que ahora era evidente que eran un par de vigilantes. Quizás usando las sombras podían pasar inadvertidos hasta la estación Prospekt Mira, pero el caso es que tenían que continuar por ese camino para llegar a su destino.

Marek se tiró al suelo en cuanto vio los proyectiles atravesar el cuello del centinela y se dispuso a sacar su Lolife cuando se dio cuenta de que Anna había acabado con ambos tipos en apenas un par de segundos, lo que significaba que este viaje le había enseñado un nuevo camino a la joven al igual que a todos ellos. Agarró el fusil del cadáver así como el contenido de su chaleco, apenas unas balas sucias de fusil, antes de ponerse rodilla en tierra a escrutar a su alrededor. Estaban todos bien de momento, eso contaba para algo al menos. Asintió lentamente en dirección a la joven antes de moverse junto al resto sin decir una palabra, preparado para avanzar. La idea más sensata sería escabullirse y pasar de largo, dar el chivatazo a las estaciones cercanas y dejarles a ellos el problema. La otra alternativa sería pasar a cuchillo al enemigo mientras dormía y acabar con una ensalada de granadas.

Ambos bandidos cayeron muertos al suelo sin posibilidad de responder, y aunque no era lo que la joven hubiese querido, no había visto mejor opción, dada la forma de actuar de aquellos dos. Al igual que Marek, Anna se acercó y se quedó con lo que quedaba de munición sucia y la AK47. Desde que perdiese la escopeta anteriormente, no había tenido otra arma salvo "silenciosa" y creyó que no le vendría mal tener otra por si acaso. Comprobó que el arma estuviese cargada, guardó el cargador extra y se la colgó a la espalda,...se sentía más cómoda con la Helsing como arma principal, y no tardó en tratar de recoger todos los tornillos que pudiese recuperar de los cuerpos, para suerte suya, todos estaban intactos, por lo que podía decir que había hecho un trabajo perfecto.

En silencio y un tanto cabizbaja por haberse visto forzada a arrebatar dos vidas humanas, siguió a Jorji hasta llegar al centro de la estación, y sin lugar a dudas, supo que había hecho bien, eran bandidos apostados allí para matar y saquear a gente inocente. ¿Qué sería de ellos si hubiesen ido por la vía principal? Probablemente serían un grupito más pudriéndose sobre las vias del metro...

- ¿Qué deberíamos hacer? ¿Tratamos de pasar en sigilo y seguir a lo nuestro o incapacitamos al menos esa ametralladora para que no veamos barbáries como la de antes? Eran mujeres y niños que probablemente huían de la guerra. En otras circunstancias podríamos haber sido cualquiera de nosotros... ¿No creéis que deberíamos hacer algo?

La pelirroja siguió en tensión cuando los hombres decidieron quedarse a hablar con ellos. No le había gustado nada eso de "hablar con el jefe". "¿Qué hay que hablar? ¿Que son asesinos? ¿Que nos dejarán pasar a cambio de todas nuestras cosas?" No tenía muy claro cómo pretendían negociar sus compañeros, pero entonce vio cómo los dos caían abatidos al suelo. No se movió, pensando que habría un tercer bando preparado, hasta que Anna se levantó y recogió su munición. Durante unos segundos, la médico se quedó sin saber muy bien cómo reaccionar, pero finalmente se acercó a su compañera y le dio un par de palmadas en el hombro.

- Bien hecho. - le susurró un momento antes de seguir avanzando.

En cuanto llegaron a la estación y pudieron ver el campamento, Svet se sintió más segura de que Anna había hecho lo correcto. Al ver la ametralladora apuntando hacia la zona de la Línea Roja, sintió cómo se le aceleraba el corazón y le temblaban los hombros de rabia. "Ni siquiera ven quién es, si hombres armados o niños... Y todos han recibido lo mismo." La imagen del "cementerio" que acababan de pasar se quedó fija en su cabeza, todos sus compatriotas... "Ni siquiera es por una maldita guerra como había pensado, son una panda de sucios ladrones que matan por gusto."

- Y vamos a hacer algo. Vamos a ir a por esa ametralladora y vamos a destrozar todo este puto campamento. No se merecen nada mejor. - siseó Svet, aferrando con fuerza su bastarda, mientras buscaba la mejor forma de llegar hasta ella sin que les vieran.

Habían acabado con la vida de aquellos dos hombres con la misma rapidez con que habían aparecido en la boca del túnel. No había dado tiempo a mucho más, ya que la cosa se había torcido en pocos segundos.

Tras revisar lo que tenían los dos bandidos, el grupo avanzó para descubrir de donde habían salido aquellos desconocidos. Y sus dudas fueron resueltas a los pocos minutos al llegar a avistar el campamento bandido que se apostaba en las entradas principales del metro. 

Sus efectivos eran importantes y muy peligrosos. Aquella ametralladora pesada giratoria era algo a tener muy en cuenta. Podían quedar como un colador si alguno de aquellos hombres se decidía a "hacerlos bailar". Y de momento, solo podían ver a 4 de aquellos bandidos, aunque Ratón estaba convencido que aparecerían muchos más en caso de comenzar a pegar tiros.

Lo más importante que deberían tener en cuenta en aquel momento era avanzar en total sigilo, su especialidad... Y sin saber aún el porqué, Gregori abrió su bocaza y habló.

-Puedo avanzar hasta la ametralladora sin que me detecten. Si llego hasta ella, podremos atacar a la vez y tendremos la ventaja de un arma de gran calibre.

Automáticamente se dio cuenta de lo que estaba diciendo. Y en el fondo se maldijo haber pensado en voz alta. "Otra vez te callas, Ratón!", pensó.

Anna estaba observando el terreno y pensando cuál podría ser la mejor forma de actuar, sin exponer en demasía al grupo pero logrando acabar con aquellos homicidas sin escrúpulos. Habían cuatro hombres bien armados cerca de la hoguera central, y varias tiendas de campaña justo en sentido contrario a la ametralladora. 

Fue entonces que Gregory sugirió hacerse con el arma de gran calibre y asintió de inmediato, exponiendo en susurros un plan que le había venido a la mente mientras analizaba las diversas posibilidades que tenían.

- Definitivamente, si alguien es capaz de ir en sigilo y entre las sombras hasta la ametralladora sin ser visto, ese es Ratón. Sin embargo, siendo cuatro y estando relativamente cerca de la ametralladora, podría ser descubierto si no logramos desviar su atención. Propongo lo siguiente, a ver qué os parece. Empezó a explicar su plan estratégico, ayudándose de señas para ser más clara. Jorji, Andrey y Svet podrían moverse por detrás de las barreras y escombros hasta el fondo, cerca de las tiendas de campaña, donde seguramente habrá gente descansando. La idea sería que uno de vosotros logre prender alguna de las telas de una tienda con el mechero, mientras los otros dos le cubren escondidos, creando de este modo una distracción.

- Gregory aprovecharía la distracción para acercarse con sigilo hasta la ametralladora, aprovechando que casi con total seguridad estarán centrados en lo que ocurre allí, siendo incluso muy probable que algunos de ellos se acerquen a ver qué acontece, alejándose en sentido contrario a la ametralladora. Marek y yo nos encargaríamos de eliminar de forma silenciosa a cualquiera de los bandidos que pudiese advertir la presencia de Ratón, si por un casual se girasen. Continuó explicando su idea realmente determinada a llevarla a cabo.

- En cuanto Gregory gire la ametralladora y dispare a discreción, dudo mucho que ninguno de los bandidos sobreviva, pero de todas formas abriremos fuego para darle apoyo, controlando en especial aquella zona de la estación de la cual desconocemos cuántos bandidos pueden haber. La vía de mantenimiento ya la hemos despejado, y yo vigilaré la retaguardia de Ratón cuando abra fuego, por si viene alguna pareja que estuviese haciendo vigilancia. Indicó en dirección a la vía principal con su pneumática, cargando el arma lista para la acción. Si algo sale mal, la prioridad es darle apoyo a Ratón para que se haga con la ametralladora, o en su defecto, lanzar granadas para inutilizarla. Nuestra vía de escape si la cosa se pone realmente fea o sale mal, es huir por donde hemos venido, la vía de mantenimiento, pero confío en que los eliminemos y logremos armarnos bien, acabando con esta grave amenaza y continuando nuestro camino. ¿Todos de acuerdo? ¿Alguna objeción?

No sabía por qué, pero tenía la confianza en que las cosas le saldrían bien al grupo, pudiendo rearmarse bien y eliminando aquella grave amenaza para los múltiples grupos de refugiados de la guerra. No podían permitirse que más gente muriese a manos de esos asesinos de masas.

Las cuatro figuras del centro del campamentoo seguían hablando entre ellas, ajenas a que estaban siendo observadas desde la oscuridad. Mientras los aventureros decidían que hacer y elaboraban un plan, un quinto hombre apareció de entre dos tiendas y se aproximó al cuarteto.

 - ¿Dónde están Piotr y Fyodor? - preguntó. uno de los otros señaló hacia el túnel en el que estaban con el dedo. El recién llegado miró hacia allí, pero por suerte, la falta de luz era demasiada como para que pudiera distinguir algo a esa distancia - Joder, ¿Todavía no han vuelto? ¿Cuanto cuesta coger un par de muertos y llevarlo hasta donde están los cerdos? Vosotros dos, id a ver que coño están haciendo.

Los dos seleccioandos refunfuñaron unos segundos, pero acabaron por llevarse los fusiles del hombro a las manos, encendieron sus linternas, y empezaron a caminar hacia la entrada del túnel de mantenimiento. Lo que fuera que hubieran pensado hacer para acabar con aquellos bandidos, tendrían que hacerlo rápido.

Marek se preparó para su siguiente movimiento al ver a los dos bandidos moviéndose hacia el tunel. El plan ya había quedado claro para todas las partes involucradas, asi que su parte como matarife junto a Anna estaba a punto de tomar parte. Si él no abatía a uno de los dos, el otro lo haría. Las armas silenciadas daban la ventaja de conservar el anonimato, pero incluso llamando la atención del enemigo, permitirían a Ratón alcanzar la posición y a los otros tomar posiciones en la retaguardia enemiga. Fueran quienes fuesen, esa noche no saldrían con vida del campamento. Hizo un gesto con la mano al resto para dar por iniciado el plan y miró a Anna para hacer ambos su parte del plan. Con paciencia, esperó a que estuviesen a bastante distancia como para no alertar de casualidad al resto. Los cadáveres de los bandidos habían sido reclamados por los montones de cadáveres anónimos, de manera que el par de nuevos fiambres tardaría unos segundos en buscar. Esperó un poco más, mientras estos empezaban a otear la fosa común, y luego otro poco más, mientras levantaban algunos cadáveres en busca de indicios. Y entonces, cuando se irguieron de nuevo, fue cuando abrió fuego con su Bastarda silenciada.

Los dos hombres se fueron acercando a ellos, lentamente. Los aventureros aguantaron la respiración, temiendo ser descubiertos, pero aquél par de forajidos estaban haciendo una tarea que no querían, con desgana y poco interés, por lo que se limitaron a mirar hacia adelante mientras caminaba. Si hubiera algún peligro, habrían escuchado los disparos de sus compañeros, ¿No?

No llegaron muy lejos una vez la luz de la hoguera dejó de alumbraros. Quizás preso de una fría cólera tras ver la cantidad de inocentes que habían matado y tirado a un lado sin más, quizás para que no quedara duda alguna de que ninguno de esos hombres quedaría solo herido y daría la alarma, Marek no tuvo contemplación alguna. Dos ráfagas acabaron con las vidas de ambos forajidos, pero La Sombra que Susurra no se detuvo hasta vaciar el cargador entero sobre ellos, e incluso después les dio varios tiros de gracia.

Cuatro de los bandidos habían muerto ya, pero seguían sin saber cuantos había en total. El campamento seguía en calma, pero los tres hombres que había cerca de la hoguera se habían movido, dispersándose entre las tiendas. Solo uno quedaba visible, situado ahora peligrosamente cerca de la ametralladora, aunque estaba sentado de espaldas a esta sobre la barricada, y había dejado su AK a un lado para sacar y encenderse un cigarrillo.