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MidNight: El Pozo de la Rebelión

E1.- En el poblado de Koln

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14/06/2019, 07:11
Konut

Konut se acercó tras escuchar las palabras de Girolamo. – Yo soy cazador y curtidor de pieles, y en mis años de trabajo llegue a trabajar fabricando algunas pocas armaduras de cuero y cuero tachonado. Probablemente pueda ayudar. A mi hijo Tolmer le he enseñado bien el arte de la cacería – señaló a lo cual su hijo asintió sin formular palabra alguna. El viejo Konut parecía un hombre simpático y generoso, pero su hijo siempre tenía una postura y semblante amenazadores, muy propio de muchos jóvenes de aquella época.

Necesitaremos pieles, muchas pieles, y probablemente ya no queden muchas bestias que cazar en esta época. Incluso necesitaremos algunos metales, madera, carbón, aceites y también mucha mano de obra – explicó Konut a Girolamo y los allí presentes.

Notas de juego

Girolamo y todos: Si quieren indicar que hablan en otro idioma los invito a que lo hagan de dos modos.
1.- Narrando textualmente que hablaron en cierto idioma, lo cual puede llevar a confusiones en ciertos momentos por la falta de habito.
2.- Indicando, como ha hecho Girolamo, el cambio de Idioma, pero para evitar confusión con la narración, háganlo entre paréntesis, por ejemplo: (Hablando en Mediano). Si les parece bien, esta segunda opción, podríamos ponerla como una regla a fin de que todos lo tengan claro.

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14/06/2019, 07:12
La Reina Bruja (Narrador)

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 8)

El ambiente en el poblado había quedado tenso, la gente no se confiaba de que los orcos no anduvieran cerca aún, o de que no fueran a volver pronto, a la par de que los rumores sobre las tareas que el legado habría de haberles exigido, se fueron propagando con gran rapidez entre todos los pobladores. Girolamo en aquellos momentos esperaba una pronta respuesta de Arvin antes de pasar a otra de las múltiples cosas que habrían de atender si querían corregir el problema que habían creado, a lo cual, con las palabras de Wendell y Konut sobre sus capacidades como herrero y curtidor de pieles, quizá habría cierta esperanza para aquel pueblo. No obstante estaba aún el problema del alcalde, tema que por la reacción de varios de los pobladores en la cercanía, era lo más urgente. Jonad y Manfred tenían la intención de acudir en ayuda, ante la sugerencia de Girolamo, a lo cual también parecía unirse Durghall pues sin decir palabra, iba tras Manfred; aunque quizá si era realmente su guardaespaldas y eso explicaba su continuo andar tras Manfred, algo muy raro de ver en aquellos tiempos pues pocos viajeros tenían el recurso como para pagarse un guardaespaldas personal.

El grupo que había llegado en la caravana, algo disperso en aquel momento, fue sorprendido por el grito de una niña del pueblo, la cual de pié señalaba hacia la entrada del cuartel del sheriff.

¡Orco! – gritó ella al ver salir algo corriendo de la casa del alcalde. Los miembros de la caravana pudieron ver entonces al instante de lo que se trataba, un enano, una de las fatas a las que combatía con acérrimo odio del Dios Izrador. El enano seguramente había estado escondido en el cuartel del sheriff, lo cual traía más preguntas. Dicho enano corría a toda prisa sobre la calle principal del poblado de Koln, cruzando desde el cuartel hasta entrar por la puerta de la casa del alcalde.

La reacción fue inmediata, todos corrieron tras él al no saber sus intenciones, primeramente Manfred y Durghall quienes junto a Jonad ya estaban de por si en camino; y tras ellos, el resto, incluyendo a Tolmer, Konut y Hamil, aunque este último llegaba tras ellos motivado quizá por el miedo de quedarse solo en tierra de desconocidos.

En pocos pasos, toda la comitiva de la caravana estaba ya en la casa del alcalde o al menos en su exterior inmediato. Lo que allí presenciaron les tranquilizó de momento, y de cierta forma fue aclarando algunas cosas.

No deberías estar aquí, te ordené que te quedaras allí arriba y esperarás – exclamó el sheriff con furia en su rostro apuntando con su brazo al ala izquierda de su cuartel. Aquel día había sido duro para él y aquello claramente estaba colmando su paciencia ante la impotencia de que surgiese un problema tras otro sin que el pudiera siquiera tener el tiempo de prevenirlos. A sus pies, junto al maltrecho alcalde, el enano que habían visto antes correr, no hacia caso de momento a las palabras del sheriff, y de rodillas en el suelo, daba de beber agua al alcalde de un odre aún atado a sus robustos hombros. El alcalde, semi-inconsciente, apenas podía pasar el agua por la garganta mientras tocía sangre reiteradamente. No tenía buen aspecto, tenía sangre en los costados de su torso y en los brazos, además tener el rostro muy desencajado por los golpes que ya se iban hinchando.

El sheriff maldecida al tiempo que daba vueltas en la amplia sala que daba acceso a la casa del alcalde. Si algo le pasaba a aquel hombre, el sheriff tendría que hacer cargo de todo en el peor momento, y eso lo tenía sumamente intranquilo, no sabía como empezar. Afuera, aquella mujer seguía llorando amargamente clamando por algo o alguien, aunque sus palabras ahogadas por el llanto no se lograban entender.

Fue en ese momento cuando Manfred y Durghall entraron en acción, este último hizo acopio de algún poder interno, pues de pronto varias heridas menores del alcalde sanaron frente a los ojos de todos.

Magia – exclamó una anciana que ayudaba a limpiar las heridas del alcalde.–

FUERA, TODOS FUERA – gritó el sheriff dirigiéndose solo a los pobladores que estaban allí de curiosos o con la necesidad de ayudar. – Ustedes no – le dijo a los miembros de la caravana y al enano – ustedes se quedan –.

Notas de juego

Todos: Recordad que siempre que no se indique el idioma, se estará hablando en la lengua del comercio. Si sienten que no tiene sentido, regañenme con toda confianza.

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14/06/2019, 07:26
La Reina Bruja (Narrador)

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 8)

El ambiente en el poblado había quedado tenso, la gente no se confiaba de que los orcos no anduvieran cerca aún, o de que no fueran a volver pronto, a la par de que los rumores sobre las tareas que el legado habría de haberles exigido, se fueron propagando con gran rapidez entre todos los pobladores. Ulfrin no iba a esperar más, la situación era desde su perspectiva apremiante, y a su vez el quería unirse a los rebeldes para ayudar y no para quedarse mirar escondido a la distancia.

¡Orco! – gritó una niña al ver salir al enano de la casa del sheriff a toda prisa. Fue tal el insulto y la sorpresa, que el enano estuvo apunto de olvidar por que estaba corriendo, pero los llantos de una mujer a la entrada de la casa del alcalde le permitieron no perder el sentido de las cosas que consideraba tenían que hacerse cuanto antes.

Los miembros de la caravana que habían llegado al poblado esa mañana, pudieron ver correr al enano sin dificultad, y no sabiendo sus intenciones, su reacción fue inmediata, entrar tras el enano a la casa del alcalde. En pocos pasos, toda la comitiva de la caravana estaba ya en la casa del alcalde o al menos en su exterior inmediato. Para ese momento, Ulfrin ya se encontraba a atendiendo al alcalde herido, por lo que al menos de momento, todos pudieron comprobar que el enano no tenía malas intenciones.

No deberías estar aquí, te ordené que te quedaras allí arriba y esperarás – exclamó el sheriff con furia en su rostro apuntando con su brazo al ala izquierda de su cuartel. Aquel día había sido duro para él y aquello claramente estaba colmando su paciencia ante la impotencia de que surgiese un problema tras otro sin que el pudiera siquiera tener el tiempo de prevenirlos. A sus pies, junto al maltrecho alcalde, el enano que los miembros de la caravana habían visto antes correr, no hacia caso de momento a las palabras del sheriff, y de rodillas en el suelo, daba de beber agua al alcalde de un odre aún atado a sus robustos hombros. El alcalde, semi-inconsciente, apenas podía pasar el agua por la garganta mientras tocía sangre reiteradamente. No tenía buen aspecto, tenía sangre en los costados de su torso y en los brazos, además tener el rostro muy desencajado por los golpes que ya se iban hinchando.

El sheriff maldecida al tiempo que daba vueltas en la amplia sala que daba acceso a la casa del alcalde. Si algo le pasaba a aquel hombre, el sheriff tendría que hacer cargo de todo en el peor momento, y eso lo tenía sumamente intranquilo, no sabía como empezar. Afuera, aquella mujer seguía llorando amargamente clamando por algo o alguien, aunque sus palabras ahogadas por el llanto no se lograban entender.

Fue en ese momento cuando Manfred y Durghall entraron en acción, este último hizo acopio de algún poder interno, pues de pronto varias heridas menores del alcalde sanaron frente a los ojos de todos.

Magia – exclamó una anciana que ayudaba a limpiar las heridas del alcalde.–

FUERA, TODOS FUERA – gritó el sheriff dirigiéndose solo a los pobladores que estaban allí de curiosos o con la necesidad de ayudar. – Ustedes no – le dijo a los miembros de la caravana y al enano – ustedes se quedan –.

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14/06/2019, 07:27
Azahn Dowl

¡Pero que demonios se creen ustedes, no ven que ya han causados suficientes problemas! – el sheriff había iniciado sus quejas a gritos, pero pronto fue bajando la voz, quizá preocupado por aquellos que pudiesen escuchar.

¡Un enano y un maldito mago!. Eso es todo lo que necesitamos para que los orcos regresen y nos maten. Por suerte el legado no tenía más de esas bestias que pueden oler la magia. O al menos eso es lo que yo creo. Maldita sea – el sheriff daba vueltas a medida que hablaba y levantaba su brazo en alto cada vez que uno de los allí presentes quería levantar la voz.

Aunque su enojo era notorio y estaba plasmado en sus palabras, el sheriff Asahn no les había impedido seguir atendiendo al alcalde mientras le escuchaban e incluso en un par de ocasiones distintas les apuro que ayudasen en curar al alcalde.

Realmente no se dan cuenta de lo que le han hecho a este pueblo. Nos han condenado al hambre, a la muerte. ¿Y todo para que?, ¿para salvar su propio pellejo? – aquello claramente iba en reprimenda a Arvin, quien había tenido la atinada idea de que el pueblo tenía que fabricar recursos para la guerra.

¿No te dije yo que escondieras la maldita caravana? – el sheriff hablaba con severidad al tiempo que oprimía el pecho de Girolamo con su dedo índice, quizá envalentonado al no tratarse de alguien tan fornido como Wendell o Durghall. Girolamo quiso defenderse con su arte de la palabra, pero el sheriff lleno de furia no se lo permitio – ¿No te lo dije?, claro que te lo dije. ¿Pero que hiciste tú?, ¿pensar en lo correcto?, ¿en lo justo?. ¿Es así?, ¿realmente es así?, ¿Es acaso justo lo que le han hecho a este pueblo? – el sheriff habría continuado descargando su ira sobre los allí presentes, de no ser por que el alcalde en un repentino espasmo de tos, empezó a recobrar la consciencia.

Notas de juego

Todos: A partir de este punto van juntos.

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14/06/2019, 07:33
La Sombra [Director]

Notas de juego

Ulfrin (Sanar): Te parece que el alcalde tiene varios huesos rotos en el pecho. No sabes mas.

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14/06/2019, 07:34
La Sombra [Director]

Notas de juego

Manfred (Sanar): Consideras que el alcalde tiene varios huesos rotos en el pecho y brazos, a la par tiene heridas superficiales múltiples en todo el cuerpo.

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14/06/2019, 07:35
La Sombra [Director]

Notas de juego

Durghal (Sanar): Consideras que el alcalde tiene varios huesos rotos en el pecho y brazos, a la par tiene heridas superficiales múltiples en todo el cuerpo. Consideras que hay que entablillarle el brazo izquierdo, limpiar sus heridas y vendar su torso firmemente. Sanará muy lentamente.

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14/06/2019, 08:42
Manfred

Aquello estaba siendo una detrás de otra, ahora veía a un ser fortachón de aspecto humanoide pero de baja estatura, ¡un enano!, esto no evitó que Manfred se asombrara pero siguió su camino hacia la casa del alcalde, el hecho de que un miembro de la compañía por entrar en la sala hubiera restablecido algo la salud del hombre lo contradijo todavía más. Aquello ya pasaba de castaño oscuro, y encima un montón de aldeanos allí viendo todos los sucesos, gracias al sheriff que los largó aunque iba recriminando sobre todo a Arvin. Manfred se mantuvo sin intervenir en aquella conversación solo se acercó al alcalde, y vio que la mujer lo estaba limpiando, - tengo algo de conocimientos de sanación con su permiso... dijo Manfred a la vez que miró a Jonad... ¿qué opinas?, veo que tiene varios huesos rotos en el pecho y brazos, lo demás son heridas superficiales. 

Vio como el enano le daba de beber al alcalde, pero Manfred hizo como si fuera otro hombre más, sin ningún signo de abatimiento, aunque su cara era de sorpresa pero evitaba centrarse en el enano, solo en el herido. Después habló al Sheriff: - señor, por favor, estamos intentando sanar al alcalde, aconsejo que estos temas se hablen en otro sitio, y solo se queden aquí aquellos que puedan auxiliarlo y sanarlo. En cuanto a su enfado debo de decirle que esa posición de la caravana era mala, muy mala, y los siervos del señor oscuro pasaron por sus narices, menos mal que no hubo ningún muerto, en cuanto a sus argumentos ya veremos cómo lo hacemos, por ahora sugiero que se tranquilice. 

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia con el alcalde

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 16(+1)=17 (Exito)

Notas de juego

En la tirada era diplomacia con el Sheriff

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14/06/2019, 17:58
Girolamo Savonarola

Cuando Konut aportó su granito de arena, asentí complacido. Parecía que todos intentaban prestar su ayuda a estas gentes, y quizás, entre todos, lo lográramos. Asentí a Konut, y a su hijo en señal de aceptación estupendo, seguro que vuestras habilidades vendrán muy bien. Contesté moviendo levemente los ojos, sin perder mi concentración en Arvin, sin embargo.....

Todavía pendiente la contestación de Arvin, escuché todos los gritos, haciendo que, esta vez sí, perdiera mi atención para enfocarla en esa nueva amenaza. 

Se oía la palabra orco, magia y gritos del sheriff, por lo que negué con la cabeza y me dirigí hacia allí. Al entrar, casi no salgo de mi asombro. No me lo podía creer.

Si el hecho de que ese "guardaespaldas" Durhill tuviera el don de la magia de la sanación no era algo extraordinario, único y peligroso, ahí estaba, plantado, una fata, un enano, condenado a muerte por los ejércitos de la sombra, al igual que todos aquellos que los protegían o ayudaban.

Mi cabeza volvió a girarse hacia Arvin: Si era un espía de la sombra, este sería el momento. No podía pasar por alto algo así, era simplemente imposible.

El sheriff comenzó a vociferar sobre el enano y el mago, lloriqueando de un lado a otro. Eso era una clara señal que igual el sheriff no era su contacto, si no el mismísimo Alcalde, pero antes de que pudiera hacer nada, tuve que dar un paso atrás cuando Azahn se dirigió hacia mí esgrimiendo su dedo acusador.

Mirándole fijamente, con una sonrisa en la boca, esperé pacientemente a que acabara de ladrar, girando la cabeza cuando aquel hombre tranquilo, Manfred, habló. Sus palabras estaban llenas de razón y sabiduría y no pude más que asentir agradecido de su apoyo. Sin embargo esto no iba a acabar así.

Tienes razón amigo mío, toda la razón. Espero que el "Sheriff", digo con evidente desprecio en la voz deje de lloriquear y se preocupe más por lo que debe de hacer, que por lo que no puede hacer. 

Azahn, digo bajando la voz para no molestar al alcalde, como ha dicho mi amigo, ese escondite era una mierda, y no teníamos tiempo para esconderlo. Si lo hubiéramos intentado y nos hubieran visto, estaríamos todos muertos. El problema es que tú no lo tenías controlado, viendo lo visto digo señalando con la cabeza al enano pero yo sí, al menos si nadie hubiera intervenido.

Y será bueno que lo recuerdes la próxima vez que quieras hacer algo. Antes pregúntame y yo te diré lo que hay que hacer. dicho esto, esquivo al sheriff para acercarme a la cama del Alcalde, sin dejar de mirar al enano. Había oído a Manfred, pero no estaba dispuesto a salir de esa habitación cuando ese enano estaba allí.

(Hablando en enano) ¿Qué hace alguien como tú tan lejos de su hogar? ¿de dónde eres?

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14/06/2019, 19:57
Jonad

No hacia falta saber demasiado del idioma para darse cuenta que el sheriff estaba muy enfadado. Para la tranquilidad del mediano parecía que el objetivo de sus palabras era otro de los miembros de la caravana. Jonad había cumplido guiándolos hasta el pueblo y compartiendo su buena fortuna, algo que seguro había sido decisivo para eludir al legado, de eso no cabía duda... Tampoco ayudaba a aliviar la tensión del momento la aparición de un enano, sin duda las cosas se ponían mas divertidas y emocionantes cada minuto para disfrute del montaraz.

Jonad espero que Manfred terminara, para posteriormente revisar el al alcalde. El mediano miraba el buen hacer de Manfred y comprendió que aquel hombre tenia una gran habilidad, estaba satisfecho pues sabia que aquella relación enriquecería a ambos. Estaba claro que había mal interpretado algo, aquel hombre no podía ser su aprendiz, una pena ya que le ilusionaba la idea. Cuando llego su turno palpo con cuidado y examino al herido minuciosamente.

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14/06/2019, 22:22
Arvin

Si bien Arvin observó complacido por cómo se había desarrollado todo, sabía que por algunas miradas de hostilidad apenas encubierta, o que peligrosa y descaradamente transmitían odio hacia su persona, sabía que su engaño había sido perfecto y el legado no había sospechado nada.

Por supuesto, también supo al hacer la treta, que todos aquellos de la caravana se la jugarían ante un legado, ya que nadie trató de contradecirle, y aunque había sido una treta peligrosa, contaba con su labía para tumbar a cualquiera que le contradijera. Pero lo más importante no fue eso, lo más importante es que había descubierto una chispa de rebeldía en ellos, al ver que no le denunciaban. Y eso fue lo que realmente le complació.

Claro, que bien podrían pensar que iba por libre y que había dicho la verdad, dado la magnifica interpretación. Y uno de esos que lo debían sospechar debía ser el gnomo, a juzgar por cómo le paró. Miró la mano que le había agarrado, dando a entender que no toleraría ningún contacto prevíamente aceptado y esperó a que separara la mano, antes de atender su interrogatorio.

Aunque preferiría ir a aclarar las cosas con los habitantes, mientras los juzgaba interiormente por sus actos, reacciones y aquello que no se decía, vio que iba a ser prioritario dar una respuesta a Girolamo.

¿por qué dijiste eso? Intento ayudar a la sombra cuando digo esto, le miro directamente a los ojos para ver su reacción. Si se trataba de un seguidor de la sombra que intentaba infiltrarse a costa de mi caravana, tenía que saberlo. Pero sabes tan bien como yo que no pueden llevar a cabo esa misión. Es absurdo. Una pérdida de recursos valiosos. ¿Acaso sabes si hay aquí algún foco de resistencia? Si es así, te agradecería que me lo dijeras, pues no me gustaría verme en medio de una trifulca entre esos orcos y una banda rebelde.

-Dije algo que seguramente la propia Sombra ya se dio cuenta. Con mis palabras he ganado tiempo a este poblado para probar ser útiles. De otra manera, si el legado no hubiera sido satisfecho probablemente habría estado gustoso de derramar algo de sangre para dar ejemplo, y a juzgar por el escaso aguante que tuvo hacia vuestra lengua, yo diría que habían grandes probabilidades de que fuerais el cordero a sacrificar.

En cuanto a la pregunta de la resistencia, se encogió de hombros sin dar respuesta alguna. No iba a informar de nada a un maldito gnomo que pudiera ponerle en entredicho, sobretodo cuando todos sabían que los gnomos eran las fatas más chaqueteras de toda Eryth. Era capaz de entregarle por una mísera palmada en la cabecita por parte de un orco, y no iba a ser Arvin el regalo de nadie.

-En mi opinión, os he sacado de un buen lío...

...y además, a juzgar por la reacción del Sheriff y el Alcalde, que no són amigos reales de la sombra, les he dado la oportunidad de justificar ante la sombra tener herreros capacitados, para hacer llegar armamento de contrabando a rebeldes próximos sin levantar sospechas.

Después de esa breve pero intensa conversación, en la que no esperaba gratitud alguna pues así era el mundo que les había tocado vivir, pero que se conformaba con engañar a la Sombra, vio la escena del enano y no pudo evitar seguir al resto en su busca, mientras pensaba perplejo en que a veces la suerte estaba entre los más osados o los más inconscientes.

El Sheriff le recriminó, y eso intensificó una sombría sonrisa en Arvin, producto de un humor negro y cínico que no pudo contener y que rompía cualquier formalidad y etiqueta dada la situación, pero... ¿qué podía hacer? Nadie era inmune a los traumas, ni tan siquiera Arvin, y la muerte de su padre le jodió algo por dentro hacía tiempo.

Manfred trató de poner orden, mientras Arvin examinaba la magia sanadora con una mirada pensativa.

Cada vez tenía más claro que de los presentes nadie rendía cuentas a la Sombra de corazón, aunque eso no significara que no pudieran haber delatores. Como el gnomo...

Así que respondió con cautela al Sheriff, pero firme.

-Estamos en un mundo dónde pedir explicaciones a un desconocido es lo más estúpido y absurdo que se puede hacer si alguién valora no sólo su propia vida, sino la de sus amistades y conocidos. Ni tan siquiera sabéis quién soy exactamente. Pero me pilláis en un día bueno, así que voy a deciros que sé. Mi pellejo iba a estar a salvo de todas las maneras, podéis confiar en lo que digo o pensar que estoy loco, pero esa es la realidad. En cambio, el resto de la caravana, y por extensión las cabezas del Sheriff aquí presente y el alcalde iban a estar en la picota si el legado les hacía responsables de esconder individuos. Y especialmente, si os detenéis a pensarlo, esconder a un enano, cuando estarían buscando a más gente oculta tras descubrir a los primeros probablemente habría acabado con el resto del poblado, sacrificado al Dios oscuro para dar ejemplo a los demás poblados.

Hizo una pausa para que pensaran en eso.

-Y probablemente yo habría salvado al pellejo denunciando todo y mostrándome como fiel ciudadano de la Sombra, mientras vuestros huesos se deshacían con los lametones del calor de múltiples hogueras adornando un sangriento atardecer. Sin embargo, tenéis suerte, de que yo estaba aquí, porque he logrado convencer al legado y a esos orcos animosos, de que valéis más vivos que muertos, o por lo menos que merecéis la pena de poder demostrarlo. ¿Me vais a recriminar algo? Pensad atentamente vuestras siguientes palabras, pensar siempre es mejor que actuar sin hacerlo.

Cabeceó hacia Wendell. Le sabía mal meterle en el ajo pero no había vuelta atrás:

-Wendell es prospector de minas, eso significa que reconoce los minerales y tiene un mínimo de conocimientos, estoy seguro de que algo sabrá de minerales, y del hierro, y de cómo trabajarlo, o por lo menos como encontrarlo y reconocer las aptitudes de los demás. Si os ponéis a ello, en vez de lamentaros, seguro que algo podréis hacer para complacer al legado. Yo mismo le convenceré de que sois más valiosos que los Reyes de la Noche, si demostráis tener la inteligencia para aceptar el reto.

No tenía claro si sabían leer entre líneas, ni entender la maravillosa oportunidad que les había dado de sobrevivir, y quizás de usar la oportunidad para la resistencia, pero ahora sólo cabía esperar que aprovecharan el giro de acontecimientos. De derrotistas e inútiles, las filas de Caidos estaban repletas.

 

 

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15/06/2019, 02:21
Azahn Dowl

Calla – respondió el Sheriff a Manfred, – el legado solo se detuvo en su marcha al verles, y solo por que ese imbécil sarcosano se puso a hablar llamando la atención. Si se hubieran escondido tras el cuartel y se hubieran dispersado y callado, poco problema habían causado. Es un pueblo de más de doscientas personas, joder – continuó claramente enfadado y vociferando en todo momento.

Girolamo fue entonces quien tomó la palabra, y estás no le gustaron nada al sheriff cuyo rostro se desencajaba más a cada instante. Aquel hombre seguramente había sido un guerrero en otra vida pues tenía múltiples cicatrices que daban fe ello, pero sus años habían pasado y ya solo le quedaba la corpulencia, la fea y gruesa voz, así como el mal carácter.

Tras el gnomo vino Arvin, el carismático sarcosano, que de carismático parecía tener muy poco, al menos en apariencia. Sus palabras fueron hielo y sangre, una daga ardiente que se clavó con saña en la mente del sheriff Asahn Dowl. Y si bien escuchó las palabras del sarcosano, solo puso anteción a las primeras, había llegado a la conclusión de que ya era suficiente, y todo lo último que Arvin, dijo realmente calló en oidos sordos.

Largados, largaos ya – exclamó con firmeza pero sin levantar la voz ni mirarlos, como si aún no estuviera decidido y cogiera fuerzas de si. – Marchaos por donde habéis venido o seguid el camino que les ha marcado el legado, no importa, servid a la sombra como mejor les parezca y dejad de fastidiar a este pueblo. Como sheriff del poblado de Koln les exigió que se marchen – exclamó tomando ya con valor a Arvin del hombro, jalándolo para que se girase y mirase hacia la puerta, en una insinuación de su ya firmemente tomada decisión.

Pero algo le sujeto de la bota, lo cual le hizo detener sus acciones y soltar de inmediato a Arvin. El alcalde, recargado en un brazo, intentaba incorporarse y hablar. – No, Asahn, les necesitamos. Les necesitamos – exclamó con dificultad para luego toser algo de sangre.

Notas de juego

Todos: Actualización intermedia.
Jonad: Considera que no haces tirada alguna. Yo no suelo pedirlas salvo que sea estrictamente necesario. Si el jugador no tira, es que no desea hacerlo xD.

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15/06/2019, 03:59
Wendell Karim

Wendell quedó confundido por las palabras de Arvin. Ya había compartido camino con él y sabía de su labia, pero no le gustó la posibilidad de que pensara traicionarlos a todos para salvarse a si mismo si le resultara necesario. Dudando de si había hablado en serio o se trataba, simplemente, de otro de sus "argumentos", permaneció en su sitio, moviendo la cabeza entre el Sarcosano y el gnomo, tratando de llegar a una conclusión respecto a lo que había oído y sin conseguirlo.

Sin embargo, cuando escuchó la palabra "Orco" cerró los puños y se encaró hacia donde señalaba la niña, preocupado por la posibilidad de que el legado hubiera vuelto. La presencia del enano lo descolocó. No era el primero que veía, había compartido campamento con más de uno cuando trabajaba con los rebeldes, pero no era algo que esperase ver en el pueblo. Y menos que se dirigiera desde la casa del sheriff hacia la residencia del alcalde de la forma en que lo hizo. Estaba claro que conocía el lugar.

Olvidándose de todos sus compañeros ingresó a la habitación donde el Alcalde permanecía herido y observó, sorprendido la escena. El enano dándole de beber, la milagrosa curación y la reacción del Sheriff.

Finalmente el Ereño se cansó - Basta! - exclamó malhumorado al ver como este último descartaba, de forma totalmente ridícula la ayuda que pretendían brindarle al alcalde y pretendía echarlos - Está claro que no sois capaz de manejar la situación! - insistió - Ocultáis a un enano en vuestra casa, pretendéis que nos escondamos donde no es posible hacerlo y rechazáis nuestra ayuda. Quizás realmente deberíamos irnos y dejar que vuestro pueblo sufra las consecuencias de vuestra poca inteligencia - completó mientras tomaba su mano y la separaba del hombro de Arvin con firmeza - Aunque probablemente ellos no sean culpables de vuestra estupidez -

Dispuesto a descargar sus puños en su cabeza en cuanto el sheriff hiciese algún movimiento agresivo, se sorprendió por las palabras del Alcalde. Esperando que fueran el preludio de un gesto algo más amistoso, soltó el hombro del Sheriff y, manteniéndose preparado para defenderse si resultaba necesario añadió - Parece que alguien es más inteligente que vos -

Notas de juego

Yo también quiero ser diplomático. Lastima mi +0 a la diplomacia, jaja ;-)

Mantengo una acción preparada. Golpeo con ambas manos (para daño atenuado) si el sheriff intenta tocar (o golpear) a alguien del grupo

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15/06/2019, 05:39
Ulfrin

El alcalde está sumamente herido, con varios huesos del pecho y rostro fracturado, con sangre a la vista y una respiración que no me da buena espina. Le ofrezco agua con el odre pero es poco lo que puede beber. Igual me mantengo alerta pues escuché que una niña gritó algo al verme, algo que no entendí pero que seguramente fue en ereño. De todas formas, me queda claro que puede ser que hayan avisado a alguien de que estoy ahí y pronto tenga que luchar por mi vida.

El sheriff aparece y me dice algo de que debería haber seguido escondido. Le respondo sin dejar de mirar al alcalde:

 - "Esperar yo pero... hombre... Herido. Nadie atender elel."

Digo en la lengua del comercio, con un fuerte acento enano y haciendo una pausa en medio para recordar las palabras en este idioma.

En ese momento, un ereño entra en la casa y comienza a atender al anciano con mucha más pericia de lo que yo podría hacer. Luego, con el resplandor clásico, hace una magia que sana parte de las heridas del pobre hombre. Varios aldeanos se sorprenden y el sheriff les echa rápidamente, excepto a mí y a los miembros de la caravana.

El sheriff comienza a discutir con los presentes y, aunque no entiendo mucho de lo que dicen, capto que está molesto por las palabras que ellos le dijeron al legado pero no sé qué fue aquello ni qué repercusiones tendrá aquello aunque según el sheriff parece que son malas. Creo haber escuchado las palabras "hambre" y "muerte".

Un gnomo se acerca y me habla en perfecto idioma enano. Me da mucho gusto oírlo pues hace mucho tiempo que no escucho mi lengua natal. A pesar de lo agradable de aquel sonido, no lo conozco y no contaré mis cosas a un desconocido, sobre todo  uno que vino con quienes consiguieron decir cosas al legado para que los deje tranquilo, quizás un trabajador de la Sombra:

 - "Dame tu nombre, gnomo, y te daré el mío."

Le respondo en el idioma antiguo de los enanos mientras uno de los humanos, aunque de piel más oscura, se enfrenta verbalmente al sheriff, hablando tan rápido que no consigo entenderles bien mas el tono comienza a subir de forma preocupante y uno de los hombres parece prepararse para pelear mientras resuenan cosas como "servir a la Sombra" y que nos echa. Apoyo mis manos en los mangos de mis hachuelas mientras me pongo de pie, dispuesto a hacer caso de las palabras del sheriff y defenderme si fuese necesario. Este me dio comida y fue la primera decente que tuve en semanas, lo que agradezco y por eso planeo continuar sin hacer más ruido pues nunca fue mi intención tampoco causar problemas.

Entonces el alcalde habla y creo entender que dice que necesita algo. Tose sangre y me arrodillo nuevamente para limpiarlo con mi ropa y ofrecerle un poco más de agua.

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15/06/2019, 10:34
Girolamo Savonarola

Cuando el enano me preguntó, por un momento la mente voló hacía apenas unos segundos. Todavía incrédulo ante las palabras del Sarcosano ¿Acaso no estaba convencido de que su intervención nos había salvado? renegando por dentro, si encima se pensaba que tendríamos que haberle dado las gracias. No había tiempo para seguir pensando en esto, teniendo la mierda que teníamos entre manos.

Lo cierto es que mi mente era un torbellino de emociones y dudas. La reacción de Wendell también me había dejado impresionado. El siempre callado y amigable Ereño parecía que también tenía un límite. Y por sus palabras, no parecía un aliado de la sombra. Poco a poco me iba haciendo una idea del grupo que estaba allí reunido, pues no me olvidaba de la misión que me había traído hasta allí. 

Pasándome una mano por la barbilla, intentando mantener una cara lo más inexpresiva posible, me centro nuevamente en el enano que tengo frente a mí.

(HABLANDO EN ENANO ANTIGUO) Con un leve encogimiento de hombros, asentí al enano mi nombre es Girolamo Savonarola. dicho esto, me giro hacia el resto, intentando ver si alguno más hablaba o entendía el viejo idioma de los enanos, aunque por sus caras parecía evidente que no, así que continué no tienes por qué preocuparte por mí. Tengo parientes en las montañas. Mi tía se casó con uno de vosotros, pero no conozco bien al resto. El pequeño y ese de  señaló a Jonad y Manfred se pueden encargar de tu amigo digo encogiéndome de hombros. La verdad es que, ante cualquier fata, me encontraba cómodo hablando, relajado. Mi desconfianza desaparecía, puesto que ninguna fata podía ser siervo de la sombra y, con ello, la tranquilidad de no tener que andar con pies de plomo, eligiendo las palabras adecuadas por si el que tuviera en frente fuera un espía. 

Sin duda mis palabras y mis gestos, ante cualquiera que no tuviera la perspicacia suficiente, les pasaría desapercibidos, y pensarían que estaba sacando información al enano para luego entregarlo a la sombra, como haría casi cualquiera en su situación.

Tenía claro que allí había un núcleo de resistencia, y que el Alcalde era uno de ellos. El Sheriff no llegaba a tener clara su tendencia, vista la reacción ante la magia y ante el enano.  El resto, bueno, todos parecían buenas gentes, dispuestos a ayudar a las gentes de la villa. Todos salvo ese sarcosano del que, de momento, poco podría fiarme. Hablaría con Wendell, que había viajado más con él, a ver qué sabe.

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17/06/2019, 01:48
Arvin

Arvin observó con (le gustaria llamarlo) incredulidad, como aquél Sheriff tenía el miedo tan arraigado en su cerebro, que le impedía valorar tan siquiera la posibilidad de Arvin tuviera razón, por muy horribles que fueran las palabras. O que por lo menos detectara un ofrecimiento encubierto. En cualquier caso, las cosas se estaban agitando, y uno de los momentos tensos, fue cuando el Sheriff le tomó del hombro.

Arvin estuvo a punto de tensarse para desasirse y replicar cuando Wendell saltó, y lo liberó. Asintió hacia él en gesto de gratitud silenciosa, mientras Wendell decía exactamente lo que el propio Arvin decía.

Le frustraba, enormemente, toparse con la inteligencia limitada de los demás de vez en cuando, pero si algo le cabreaba de verdad, era sus propios conocimientos limitados. Mientras Girolamo y el enano hablaban, no entendió nada de nada, y trató de captar algo que en un futuro le sirviera de base para aprender el idioma a base de observación. Por desgracia era demasiado pronto para algo así, y se sintió como una rana tratando de nadar un océano.

Sin embargo, esa abstracción, le sirvió para calmarse a si mismo, e ignorar el insulto del Sheriff y sus propios ánimos,

En vez de eso adoptó una actitud más apaciguadora, al ver que Wendell también hizo lo msmo en parte por las palabras del alcalde:

-Sí, ¿nos necesitáis? Jamás lo habría dicho... -dijo cínico por la actitud del Sheriff, antes de retomar la conversación con un tono más distendido, mostrando las palmas para asegurarles de que si nadie la jodía, iba a perdonarlo todo- Si os parece bien señores, propongo que empecemos de cero y olvidemos los agravios. Es evidente que no todos ven la situación desde un mismo enfoque, hablad Alcalde. ¿Que necesitáis de nosotros? Pedid y veremos que se puede hacer.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+11)=21

Notas de juego

En la tirada de diplomacia saqué 21, pero si fuera un siervo de la sombra seria 23 (a discreción del narrador). La tirada es para calmar la actitud del Sheriff y del grupo en general, en aras de la concordia y de no empeorar aún más la situación.

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17/06/2019, 03:05
Ulfrin

El gnomo no duda en presentarse y, lo que me dice, me parece bien lógico aunque no termina de convencerme del todo. Indica que no sabe mucho de algunos de sus compañeros y eso no es algo que una fata como yo pueda permitirse si quiere ver un amanecer más.

"Pero tampoco pueden hacerme más daño al saber mi nombre. No me queda nada más que perder que mi vida."

Después de demorarlo un poco, le respondo sin mirarle a los ojos,, en idioma enano mientras miro al alcalde que recién ha hablado:

 - "Soy Ulfrin y él no es mi amigo. Es solo un hombre que necesitaba ayuda y yo alguien que podía darla."

Me quedo callado sin decir nada. No me consta que tenga familia de mi raza y no tengo forma de comprobarlo, así como tampoco es prueba de que no sea un espía de la Sombra. Mi mirada va de reojo a momentos a los otros miembros del grupo, pues no confío en ninguno e intento notar si alguno de ellos va a tomar acción contra mí, así como hacerme con la cara de ellos para vigilarles por si deciden ir a entregarme.

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17/06/2019, 11:28
Manfred
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Sanar al alcalde

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 10(+8)=18 (Exito)

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17/06/2019, 11:29
Manfred

Manfred viendo que Jonad se había quedado en un segundo plano, se fue hacia donde estaba el alcalde y le miró: - Voy a curarle pero debe de guardar silencio, ya está echando sangre por la boca, eso quiere decir que hay varias zonas afectadas, y cuanto más se esfuerce más difícil será que se recupere, ¿entendido? Ahora le pido que se deje hacer... esto puede dolerle algo pero no hay más remedio que poner los huesos dislocados en su sitio, y crear una zona segura para que el cuerpo pueda empezar a recuperarse. Se puso a la tarea de sanar al alcalde pero antes se lavó las manos, y empezó a tocar los miembros fracturados con la intención de que estuvieran bien colocados para su recuperación. Empezó a pedirle a la mujer que lo estaba cuidando gasas y vendas después de la limpieza de la piel, y comenzó a crear una capa protectora con las vendas sobre los miembros afectados, una vez que estaban bien colocados para que no fuese a mayor las consecuencias de la hemorragia interna que estaba teniendo. - Bien vamos bien, debe de descansar y no hablar al menos hasta unas ocho horas, el cuerpo necesita de reposo, en todos los sentidos, si duerme será mejor para vos.

Después de haber estado un rato sanando y habiendo terminado se dirigió hacia los demás: - El alcalde necesita reposo para poder recuperarse, para eso deben de abandonar la habitación, necesita no obstante de una ayudante para que le limpie la posible sangre que pueda echar el cuerpo por la boca de las fracturas. Si hay bayas en los alrededores las necesitaré recién recogidas para ayudar a su recuperación, quiero intimidad al menos hasta mañana, mañana según como esté les comentaré para que puedan dialogar si está mejor. Ahora necesita descansar... y no esforzarse, ni hablar. Comentó por la insistencia que estaba viendo y la presión que estaban ejerciendo en la habitación.

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17/06/2019, 18:59
La Reina Bruja (Narrador)

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 9)

Las palabras de los miembros de la caravana hacia el sheriff consternaron al alcalde, quien algo más lucido, intentaba ponerse de pie, aunque no le era posible por lo que Manfred y otros le solicitaban que tuviera paciencia y cuidado. – ¿Que ha pasado? – preguntó el alcalde a Asahn con una clara duda en su rostro, – ¿Se ha marchado el legado?

Lo ha hecho – respondió el sheriff sin apartar una mirada de furia a varios de los allí presentes, – pero estos imbéciles no han condenado. Este sarcosano le ha sugerido al legado que deberíamos fabricar aquí mismo materiales de guerra para los orcos … – el sheriff habría continuado con sus alegatos de no ser por que el alcalde, levantando su mano derecha, le solicitaba silencio.

Las palabras formuladas en ese momento por Arvin, si bien no eran del agrado del sheriff pues su pensamiento ya estaba sesgado y definido, si permitieron al menos que dejase de discutir y desistiera en echarlos de allí, sobre todo cuando Manfred continuó atendiendo al Sheriff. Con apoyo de Konut y su hijo, trajeron una cama de una de las habitaciones para recostar allí mismo al alcalde y no estarlo moviendo mientras se la atendía. Y aunque podrían ya haberle llevado a un lugar más cómodo, el alcalde se negaba a esto retiradamente y Manfred quería impedir que por su negativa, acabase haciendo movimientos bruscos.

Los presentes se mantuvieron allí en silencio mientras el mediano y Manfred le atendía, y luego de casi media hora, Manfred se pronunció de nuevo a todos.

- El alcalde necesita reposo para poder recuperarse, para eso deben de abandonar la habitación, necesita no obstante de una ayudante para que le limpie la posible sangre que pueda echar el cuerpo por la boca de las fracturas. Si hay bayas en los alrededores las necesitaré recién recogidas para ayudar a su recuperación, quiero intimidad al menos hasta mañana, mañana según como esté les comentaré para que puedan dialogar si está mejor. Ahora necesita descansar... y no esforzarse, ni hablar. -

No hay tiempo exclamó el alcalde de nuevo pasando la mirada por todos con la lentitud que su condición le obligaba.

Notas de juego

Nota: Todos están en la habitación principal de momento. Una sala amplia de la casa del alcalde. Esto incluye al enano, a Konut, Tolmer y Hamill.