Partida Rol por web

Ya te encontrabas fuera de la casa de tu sire, caminando por las calles bien arregladas de ese elegante barrio lejos del centro. Mirando a todos lados encontrabas pruebas que ahi vivia la parte mas adinerada de Mont Real, de paso notabas que era un lugar sin ningun tipo de basura o vagabundos ambas cosas no parecian durar mucho en estos barrios.

Pero mientras pensabas en tu suerte de estar ahi o de que ningun poli te haya hechado hasta ahora sentiste algo familiar en tu interior. Las palabras de tu sire seguian en tu mente respecto a tus opciones y a los posibles conflictos que podrian ocurrir, eso te llenaba con algo de angustia que se sumaba a las cortas y algo frias palabras de tu lider por el telefono.

Sentias algo de necesidad de calmarte y una voz en tu cabeza que sonaba como Avery te recordaba que estabas mas relajado con algo de marihuana en tu interior. En verdad la necesitabas hace rato y pensando en el encuentro con los negros esperabas que ellos tuvieran algo de eso en sus venas.

La necesidad llama de nuevo, y una diferente a la habitual. Vicios humanos, costumbres humanas como lo llamaría KUruka o mi sire si se lo comentara. Ya lo podía sentir, esa voz como pedía que tenia que calmarme con lo que sea, probar el lectar verde y olvidar todo lo que he visto. Si, importante es lo se tengo que pensar y poner en practica lo de mi sire. Pero ahora solo quiero relajarme, un momento de relajación con esa droga.

Por ende, empiezo mi andar por las calles. Buscando los ricones mas oscuros, en donde se reunieran la gente como yo, necesitad del elixir verde. Aquellos vendedores que lo dan por un mordisco precio.

Incluso en un área con dinero como esta Albert no perdia la esperanza de que hubiera un dealer. Aunque las calles oscuras no abundaban en ese barrio que con luces que parecían casi nuevas por su intensidad y vitalidad le costaba encontrar un lugar oscuro donde podrían producirse esos tratos turbios.

Al pasar ya un tiempo se empezó a sentir mas nervioso, con la voz en su cabeza pidiéndole calma para pensar que hacer y necesitando marihuana para lograrlo. Aunque lejos estaba esa voz de ponerlo tranquilo.

Pronto sintió que no estaba solo en la calle aunque no sabia bien de que se trataba. Pero un vehiculo se estaba a punto de llegar a su calle.

un sentimiento de perdida nace, la creciente necesidsad de mi droga ya esta haciendo que mi cuerpo reacione hacia ello, un ador y picason. Cuya proposiones ya es suficiente como para me empieze a rascar mi brazo. Tenias que pararlo, ¡Y debo hacerlo! antes..antes.....¡oh! ¡Que importa! ¡Solo debo cumplir el deseo y ya esta!. No importa mas nada, debo comer mi felicidad-¿Vehiculo? Que importa.......mientra no moleste-Y acelero mi paso. Urgeando, oliendo y mirando, me daba igual la señal. Lo que importaba era el objeto.

Mientras Albert rectaba por el lugar tardo en darse cuenta que clase de vehiculo se trataba. Era una patruya encargada de patruyar el barrio, algo no muy usual en otros barrios pero imaginabas que aca contribuian lo suficiente para tener a la policia como una guardia privada.

Pronto sentiste la luz del copiloto que habia sacado una linterna para alumbrarte. "Ey...vagabundo. Que mierda haces aqui?" Pregunto sin mostrar gentileza alguna.

estando tan absorto en mis pensamientos, que ignoro la fugaz apariciendo de aquellos demoniacos vehiculos blancos. La policia corrupta y malsaba de Montreal, que sin esperar al cuento. Ya me interrogan sobre mi estadia por esta zona.

-¿ah? ¡oh! Yo me perdi señor, andaba caminando y me meti donde no debia. Yo ya me estaba alejando de esta zona, no se preocupe ya me largo de aqui.

¿Mas asesinato debere realizar? ¡carajo con eso! Solo necesitaba Marihuana, solo eso. ¿Que tanto podria ser? Ojala se valla, si irse. No quiero mas ploblemas oscuros.

“Mas te vale, este es un barrio familiar. Tu clase no debería ni acercarse a este lugar.” Dijo el hombre que buscaba molestar aun mas a Albert apuntándole en la cara con la fuerte linterna. “Ahora daremos una vuelta y espero por tu bien no encontrarte.” Comento el hombre casi riendo como si esperara que fallaras en el pedido.

Dicho eso hablo algo con el conductor y este siguió avanzando por la calle, casi perdiéndose de la vista de Albert. A pesar de eso su corazon m,uerto parecia latirle con mucha prisa y el pensamiento de matarlos lo tenia algo perturbado.

Muevo mi cabeza con confusion ante el bombardeo con su linterna. Ahora no veía casi nada, y me estaba doliendo la cabeza por unos momentos, al menos tenia la fortuna que aquellos hombre se habian ido lejos de mi presencia.-Idiotas- Dijo en voz baja apenas empiezo a caminar. El encuentro me puso nervioso, y solo hace que me empieza a rascar mi brazo derecho con mas deprisa, tenia que encontrar aquella deler de una vez. Si no explotaria.

De nuevo volviste a explorar las calles de ese barrio, no porque escucharas a los policías sino que estuvieras pensando en tu vicio. Para tu suerte notaste a unos cuantos jóvenes vestidos con ropa que esperarías de raperos aunque siendo blancos y rubios chocaba un poco con lo que sabias.

Siguiéndolos con cuidados fueron a una especia de casona abandonada, esta se se encontraba en venta aunque parecía llevar mucho tiempo en ello porque aun en la noche se notaba algo de suciedad en sus paredes y ventanas. Saltando los jóvenes una pared corta de tablones verticales siguieron internándose en el lugar. A pesar de ello parecía que estaban esforzándose de no hacer mucho ruido.

Espiando por uno de los agujeros de la pared podias ver que no demasiado lejos de esta se encontraban hablando con un hombre. Dinero se cambiaba por bolsas de plástico por lo que podias intuir bien lo que pasaba.

En vista de mi pobres intentos en conseguir el preciado vicio, doy con la conclusión que seria imposible para mi persona encontrarlo por esta zona. Por la sencilla razón que soy un desconocido en esto lares, no lo conozco en nada. Pero esto no quiera decir, que no pueda encontrar otras formas de llegar, y por esta razón me dejo guiar por esos jóvenes que guiándome por mi intuición pienso que ellos buscan lo mismo que yo.

Y teniendo éxito en mi idea, termino llegando hacia un casa abandonada. De cuyo interior existe un intercambio de dinero, por una pequeña bolsa que sin esforzar demasiado la imaginación doy con el hecho que es el preciada droga. Esperando que esto jóvenes salga, que yo me interno caminando erraticamente y con claro signo de desearla. --¿Tienes ? Yo deseo, aquí,aquí tengo dinero. Mira, mira- Y reviso mis bolsillos, en busca de dinero pero al recordar lo estupidez del acción, levanto la mirada y lo miro confundido-¡No dinero! ¡Tonto! ¡Siempre es asi!- Me regaño internamente, hasta que una pequeña idea llega a mi mente. El consejo de usar mis dones vampirismos, mi maldición para mi beneficio, asi que riendome un poquito vuelvo a hablar.-Oye, oye. has escuchado de "¿Muestra gratis?" no te importaria, "darmelo". Ya sabes, hablare bien de ti hacia los grandes proveedores. ¡Es un negocio ideal! Y todo por una muestra.

El hombre que se encuentra Albert anda con un traje, un traje que lo hace ver mas como un proxeneta que como un dealer de los barrios por donde viene este. Aunque ya habias notado por sus expresiones mientras le vendia a los chicos, que este trataba de forma innecesaria de hacerse mas refinado de lo que en verdad era.

De cualquier forma cuando Albert salio de la nada y con su aspecto horrible el hombre se asusto y retrocedio un poco. “Claro que tengo, pero quédate ahí no te acerques.” Dijo el hombre haciéndole un gesto con la mano para que no se acercara mas.

A pesar del susto el hombre parecía dispuesto en comerciar con este nuevo cliente, aunque al verlo revisar sus bolsillos y volviendo sin nada empezó a molestarse. Aunque peor se puso con las supuestas ordenes de Albert.  “Esto no es un super y yo mismo puedo hablar con mis jefes drogata.” Le respondio sin obedecerle.

“Mira infeliz si no tienes dinero no te dare ni coca, mariguana, ni lo demás que tengo. Pero si sigues insistiendo te dare plomo.” Le amenazo moviendo su mano dentro de su traje

Ese hombre es mas resistente de lo que pense, ha logrado rechazar mis ordenes y de paso darme una amenaza. Esto nos llevaria a medidas mas extremas-Es hora, temia yo que esto sucediera. Pero es el momento, ¡no debo tener miedo!-Y flotando mis manos, me muevo en circulo preparado para el ataque-Oh dios, si tan solo la juventud de ahora consumiera mas Marihuana- Y con este funesto pensamiento, que me lanzo al sus piernas ¡Por favor!- Dijo mientra me aferraba a su cuerpo, poco me importarse que me dispara ya que en ese caso me haria el muerto y lo asustaría con mi levantamiento-¡Recapacita! ¡Dame una muestra gratis! Tengo contactos, uno de lo mas fabuloso. ¡Ganarías mas de lo que tu piensas! Piensalo de esta manera, como una inversion,si,si una inversión. Usted da una muestra, yo la pruebo y os lo recomiendo al Señor Liciano, o--Y dijo mi oración en suspenso, mientra mis manos subia por sus piernas, para ahora aferrarme a su chaqueta--¿Es mala droga ? ¿Marihuana barata ? ¿No garantizas calidad ? Como temia, sabia que tenia que desconfiar, otro que no tendra recomendacion. Que lastima- Y soltandolo, que me levanto de nuevo, y hago un ademas de darme la vuelta. Esperando que mi sangre despertara en el, su codicia.

Las tristes suplicas de Albert no le ganan mucho afecto del hombre sino al contrario algo de asco aparece en su rostro mientras sigue retrocediendo pero entonces se detiene sintiéndose extraño.

“Ey espera… Hombre ya dije que no necesito que me des una recomendación.” le dice al verlo con la intensión de irse. “Pero te ves algo mas hombre, mira yo puedo darte un poco de lo que quieres pero no se lo tienes que contar a nadie.” Le dijo cambiando su tono yendo mas por pena hacia el cainita y acercándose èl.

“Quieres mariguana cierto? Si quieres te doy un poco hasta que te sientas mejor. Estas muy palido hombre.” Termina comentando metiendo otra vez su mano en su traje y sacando una bolsita de plástico esta claro que hay mariguana en ella.

-¡Ohhhhh! ¡Sabias que verias las luz en esta ciudad de tinieblas! ¡Uraaa!- Decia mientra agarraba la bolsita de marihuana, ¡hoy sera noche de paranda y fiesta! ¡Dichosos el que puede satisfacer sus deseos, sin sufrir penalidades del plano!-Ya que me diste uno, ¿Deseas experimentar algo INCREIBLE? ¡Te aseguro que es el mejor!- Tenia lo que deseaba en mi poder, ¿Pero porque no un poquito mas ? Quizas, algo con el cual usar-Volteate, vamos, le pondre un ingrediente secreto. Confia en mi, ¡Sera un viaje!-Usando mis uñas, me doy un corte hacia mis venas, dejo que la sangre escurra hacia la Marihuana--¿Preparado ? Es un ingrediente secreto, pocos lo conocen. MUY pocos, afortunado seras jo jo jo jo jo. Vamos,empezemos con el viaje- Y muevo la bolsa, estaba ya preparado para empezar el viaje, sea que me acompañe el negro como si no.

El hombre de traje era de piel blanca, no tan palido como muchos de los hermanos de Albert pero parecia ser que no fuera muy de andar en el sol. De cualquier forma por el olor de su sagre y gesto quedaba claro que era un humano mas del resto.

El humano lo veía con curiosidad sonriendo con facilidad aunque mas era por el poder del vampiro. “Estoy trabajando amigo, no creo que sea lo mejor hacerlo ahora.” Comento declinando la invitación con educación. Mostrando algo de resistencia aunque no se sabia cuanto.

Nego con la cabeza aunque se volteo un poco, tuvo que ser Albert quien se tendria que voltear para permanecer en secreto su ingrediente especial. Aunque ante la insistencia termina negando divertido por la actitud del cainita. “Empeza vos, que ya con verte contento seguro me divierto.” Comento el ultimo comentario saliendo con algo de burla aunque siguiendo siendo amistoso.

Saco la primera hoja y le doy un mordisco, dejo que mi lengua lo sabore firmemente y con lentitud.Dejando que sea mis emociones que se libere del acto, luego de acabarlo me vuelvo a dirigir al blanco, lastima que no fuera negro si no seria mi presa-Ohhhh amigo, dame un encendedo para la accion.- Y con ello en mi poder, empiezo de una vez mi viaje. Nada de preocupaciones, nada de intriga, hoy solamente seremos la Marihuana y yo.

El hombre lo miro sacando un zippo con una calavera pira envuelta en llamas, nada demasiado destacado aunque seguro que buscaba que hiciera conjunto con su traje. Le ofrecio el fuego aunque conservo el zippo en su mano. “Acércate.”

El fuego costaba en encender el envoltorio, no porque hubiera viento o algo en el lugar, aunque la humedad de la sangre si estaba provocando que fuera casi imposible lograrlo. Pero tambien provocaba una sensación de fracaso en el vamprio que miraba cada vez con mas rabia como volvia a fallar y su adicción aunque cerca no la podía alimentar.  

Mis nerviosismo esta ha máximo, mi cuerpo al tener el preciosa hoja en mi poder no puede esperar un minuto mas para saborearlo tanto asi que sueltos bulbuceo ante el fallo del mechero con mi porro en mi boca. La bestia se me agita y siendo como me desgarra mi interior, desea salir. Quiere salir, tanto es el dolor, que me alejo del hombre y me siento en el piso,rascandome el cabello como un loco-Controlate,controlate. Solo uno mas,uno mas, otro intento-Repito tanta veces como se me sea posible,hasta que finalmente la voz se detiene y vuelvo a tomar el control de nuevo-Que asco, no prendio. ¿Tienes otra marihuana ?, como sea. Volvamos a intentarlo, ¡ese mechero no me detendrá!