Partida Rol por web

El Edificio tiene dos plantas, se accede a él a través de una puerta de cristal de doble hoja que hay al final de unas escaleras. Cuando llegáis a lo alto de las escaleras, véis como el coche con vuestros "colegas" se marcha del lugar, la puerta que da acceso al edificio está abierta.

Entráis en el interior:

El aspecto del hall es propio de una película apocalíptica, sillas, mesas, papeles, basura, todo revuelto y tirado por el suelo. Frente a vosotros, hay unas escaleras ascendentes en las que se puede ver una barricada y casquillos de bala por todas las escaleras así como agujeros en las paredes y en el suelo.

A la derecha de la entrada hay varios boxes de oficinas, desde donde estáis, no véis a nadie y en la parte izquierda,hay una puerta  cerrada bastante grande de color blanco.

No se ve ningún podrido por la zona.

Jack, elige por donde ir, yo te cubro -le ordeno al viejo político, señalándole las distintas rutas posibles y preparando mi arma.

- Dame un segundo. - comento a Leon. - Quizá sea éste un buen momento para decirte que trabajé para la CIA. - digo mientras cambio de arma y saco una de mis fiables pistolas. Me manejo mucho mejor con ellas que con la escopeta.

- Si encontramos armas automáticas déjame una. La usaré bastante bien. -

Las barricada improvisada en las escaleras, te da la sensación que fue ampliamente superada. Parece como si los podridos llegasen hasta ella y ... pasasen por encima. Con lo cual si queda alguno en el edificio, lo más probable es que estén arriba.

En cuanto a los boxes de oficinas, desde donde estás no te parecen interesentes. ¿Qué te vas a llevar ? ¿una grapadora?

Lo que más te inquieta es la puerta que hay a la izquierda, ¿a dónde conduce? estás pensando en un parking y quizás vehículos blindados.

Me dirijo hacia la puerta de la izquierda, la grande de color blanco y examino si hay algún tipo de cerradura.

- Ven, Leon. Puede que detrás de esta puerta encontremos algo interesante. - le hago un gesto con la cabeza hacia las escaleras y la barricada: - Creo que los podridos superaron la barrera, si hay alguno en el edificio estará en el piso de arriba. -

No hay cerradura en la puerta ¿extraño no? sólo hay un pomo dorado circular.

Acerco mi oreja a la puerta y trato de escuchar algo al otro lado, movimiento, algún ruido, conversación o lo que sea.

Nada se escucha.

Miro a Leon por si tiene alguna idea y le susurro:

- No oigo nada al otro lado... pero no deberíamos hacer mucho ruido para no alertar a los posibles podridos del piso de arriba. -

Me acerco a Jack con sigilo, portando en la mano mi rifle de caza. Una vez al lado de la puerta le hago una señal a Jack para que se aparte y trato de abrirla con mucho cuidado. A continuación miro en el interior de la habitación, sin moverme de la puerta, buscando objetivos para mi rifle.

Al tocar el pomo de la puerta, León da un salto y retira la mano corriendo pues el pomo está ardiendo. Os dáis entonces cuenta, de que la puerta desprende un intenso calor.

Mierda, ¿estará ardiendo al otro lado?

Indico por gestos a León que se aparte a un lado de la puerta. Me situo al otro extremo y le doy una patada a la puerta para abrirla... si hay llamas saldrán hacia delante por el hueco de la puerta abierta, y estando uno a cada lado no podrán alcanzarnos.

Me aparto a un lado pero hago un gesto al viejo para que se detenga, indicándole las escaleras para subir por ese lado y dejar el fuego en paz.

Cuando León se aparta a un lado,  aún con la mano dolorida, Jack  haciendo caso omiso a la objeción de León da una patada a la puerta y se echa al otro lado del quicio de la puerta, ninguna llamarada emerge del interior de la puerta como en las películas.

Tras unos segundos de prudente espera, os asomáis al umbral de la puerta al ver el interior:

En efecto hay un incendio allí dentro, las llamas crepitan y devoran la parte central de la estancia que no es otra cosa, que un almacén para material de la guardia.

Al fondo de la habitación, detrás de las llamas pueden verse varios estantes con uniformes verdes de la guardia, con cascos, botas y un par de rifles automáticos, M4 sin duda además de abundante munición.

Miro a mi alrededor, buscando algún mueble o algo que me pueda servir de puente improvisado y de poca duración para correr a por los rifles y volver con rapidez.

En la habitación tan sólo hay estanterías, pero el fuego impide que uses una de ellas. No obstante puede valerte la mesa de recepción o cualquier escritorio de oficina o incluso una de las paredes de uno de los boxes.

Agente Jackson, ayudame a llevar unas de las paredes de los boxes de oficinas hasta la habitación. Si amontonamos varias podré pasar dándome mucha prisa por encima del fuego, cogeré las armas y volveré -le digo al viejo político -eso o seguimos investigando para ver si encontramos más cosas en la planta superior antes de que se extienda más el fuego.

- Vamos a revisar rápidamente los boxes de oficinas, tiene que haber extintores. Por muchos podridos que hayan venido dudo que nadie haya quitado los extintores de sus sitios. - comento a León... 

Salgo corriendo en dirección al primer despacho que vea, pistola en mano y sin descuidar la vigilancia por si veo podridos o "cadáveres". Mis ojos recorren las paredes buscando extintores... tiene que haber a miles.

Dejando la puerta del almacén abierta, cruzáis el hall hasta el lado contrario hasta llegar al box de oficinas, el político era perro viejo y entendía de esto.

Encontrásteis cuatro extintores en los boxes que aunque revueltos, estaban completamente vacíos. Sólo cogísteis uno cada uno, llevando el extintor en una mano y el arma en la otra os dispusísteis a cruzar de nuevo el hall cuando escuchásteis que alguien bajaba por las escaleras, estábais ya casi frente a la puerta del almacén.

Al giraros, vísteis que por las escaleras bajaba un hombre muy joven (apenas un veinteañero) vestido de soldado, con el uniforme de la Guardia Nacional, pero sus andares no eran normales, andaba casi como los podridos pero llevaba una pistola en la mano derecha.

Del susto soltásteis los extintores pero antes de que pudiéseis apuntar al hombre con vuestras pistolas habló: No era un podrido.

¡Váyanse! ¡Huyan!

¡Agente Jackson, vaya a por los rifles, ahora! -le ordeno al viejo político.
Y tu, capullo, dime que ha ocurrido arriba y no te acerques más hasta que no respondas ¿lo entiendes? -le pregunto al hombre apuntando con el rifle a la escalera qu hay tras él, esperando ver podridos.