Partida Rol por web

Una figura solitaria se vió a las puertas de la casa. Alguien había venido a buscarle. Alguien que como él, no era de este lugar. La piel azulada, los colmillos amenazantes, las trenzas y rastas mezcladas con sangre. La piel como vestimenta, los tatuajes místicos, y los ojos de felino. Sin duda era una troll, y sin duda no era de Innistrad.

Traía un papel entre las manos.

- ¡Vengo a entregar un menzaje! - Dijo con una voz que parecía susurrar en tono fuerte. Voz femenina.

La troll dejó un pergamino en el suelo y retrocedió unos pasos a la espera.

Parecia que tenia visita , y al igual que el era de mas alla por decirlo d ealguna manera.

Me quede mirando a la troll parecia una mujer al menos eso decai su voz y quizas sus pintas.

Con cuidado me agache cogiendo la carta que esta extraña habia traido .

¿Que mensaje portaria quien se interesaria en el?

-¿Quien te envia ,cual es el nombre de tu señor?-Pregunte a la extraña

Los ojos de la troll miraban al vampiro con la curiosidad de un gato, tanteandole.

- El nombre de mi zeñor ez Zjach - Dijo relamiendo el nombre, por su constante ceceo podrías pensar que el nombre era Sjach.

Sjach.

Al oirlo una punzada en tu mente abrió una pequeña puerta, era un enemigo de aquello que te derrotó y te llevó a este estado, fuese lo que fuese.

- En el pergamino encontraraz una manera de llegar a zu dominio - La trol parecía amenazante incluso sin haber sacado las armas que se intuían a su espalda. - Aprezurate, no le guzta ezperar y no da zegundaz oportunidadez. Tienez mucho que ganar.

De repente desapareció en un destello rojizo y verdoso.

Sjach,aquel nombre le era vagamente familiar.

Al parecer alguien le buscaba ,como aliado tal vez.MMm este podria dar respuesta a algunas de sus preguntas quizas .

Alli parado no hacia nada asi que abrio el pergamino mientras en su mente habia varios hechizos tanto defensivos como ofensivos a usar si algo salia mal.

Lo ultimo que se le paso por la cabeza antes de comenzar a leerlo fue.

¿A que sabra la sangre de troll?

PLANO DE MERCADIA

Miro hacia un lado y el otro del zoco mientras camino, no encuentro lo que busco, no demuestro sintomas de intranquilidad o ansiedad pero necesito ese elixir como sea, la gente se cruza y choca contra mí, pero no siento su presencia ni tampoco quiero sentirla, mi concentración esta absolutamente centrada en todos aquellos objetos y alimentos que pasan por mi vista.

-Lo necesito, tengo que encontrar el "agua Reguia"- Pienso mientras busco.

Pero en ese instante una presencia con una energia muy fuerte me recorre por todo el cuerpo, siento que alguien o algo me observa y vigila. La empuñadura de mi espada empieza a calentarse, señal inequivoca de que algo esta rondandome. Continuo andando, pero esta vez en alerta.

-¿Quién está buscandome?- Me pregunto.
-Lo encontré, por fín-

Pregunto al tendero el precio del frasco y le pago gustoso. Me doy media vuelta y conttinuo caminando en tensión.

- Volvemos a encontrarnos - Una voz grave y firme habló a la espalda de Vaubol - No importa como acabaron las cosas entre nosotros la última vez, necesito tu ayuda.

Al darse la vuelta, el caminante vió una mole broncínea de carne y metal con ojos peligrosos y retales rojos como ropa. Era Koth del Martillo, su antiguo maestro hasta que pasó aquello...

- Mirrodin ha sido conquistada por completo - Dijo con voz seria - No hay vuelta atrás para ella, pero si podemos intentar que la plaga que allí habita pueda viajar a otros planos. Ven con nosotros y ayúdanos.

Detrás de el estaba una mujer envuelta en sedas blancas y armadura de plata, que sin duda no era de este lugar. La situación parecía apremiante.

Reconocería esa voz aunque me hablase en el mayor de los susurros. Al girarme veo esos ojos tan familiares y llenos de fuego, era como no, mi maestro y mentor. Pero detrás de él había una figura misteriosa, una mujer bellísima.
Escuché con atención las suplicas y la desdicha de Mirrodin, por su puesto que aceptaría salvar esa gran creación, tan necesaria para mis poderes, tan bella, tan perfecta.
Pero quién era esa mujer, que quería de mí.

- Pués claro Koth, vayamos pero dime,
-¿Quién es ella?, pregunté a Koth

La mujer se adelantó.

- Mi Nombre es Elspeth Tirel, y mi mundo ya fue devastado por la plaga que asola Mirrodin. - Dijo la mujer con ojos tristes - Intentamos salvar Mirrodin pero no fuimos suficientes, ahora debemos salvar el resto del multiverso.

Ambos se prepararon para el viaje y esperaron a que te unieras a ellos.

Hijos de puta. Hora de mancharse las manos supongo. Al menos todavía no han descubierto mi posición y eso me va a dar ventaja en los tiempos de ejecución. De momento intentaré confundirlos mientras preparo mi estrategia de ataque. A ver qué les parece un buen garrazo en la cara.

Ambas criaturas, ven al oso y se convierten en una réplica mercurial de este. Se acercan hacia él para "tocarlo" con sus tentáculos. A lo lejos, Claire pudo ver una marabunta de criaturas blancas.

Por aire engendros alados que podrían haber sido dracos o halcones pero que ya son sólo masas oseas con tentáculos y músculos, goteando líquido por sus bocas y gritando con chillidos ensordecedores.

Por tierra más engendros de músculos y hueso de doble tamaño humano que apenas emitían sonidos al moverse, y caminaban de manera mecánica. Su silencio parecía más aterrador que los gritos de los engendros aereos.

En primera linea, engendros parecidos a los anteriores iban cortando y asesinando a todos aquellos que encontraban por medio, dejando caer espiras a su espalda y avanzando soin retraso.

La visión global era la de un ejercito comandados por un ser que se veía en mitad del ejercito, acompañado por pajes y de igual manera hecha de músculos y tendones recubierta de un hueso "metálico". Si bien nadie parecía querer hacerle frente, eventualmente encontraban a una criatura que era asesinada o llevada ante los silenciosos donde sufría una transformación dolorosa.

Interesante, así que sólo copian lo que tienen delante. Ahora quiero ver si son más o menos fuertes que aquello que copian.

Lanzo al oso a entablar relación con ellos... una relación demoled... 

¡Pero qué... coño...!

A lo lejos veo acercarse toda una legión de cyborgs metacárnicos recién salidos del taller de reparaciones. El tiempo se agota, si esos tipos llegan aquí no va a haber dios que les pare.

Acabemos con esto. Llamaré a un viejo amigo. 

- Hora de sacar la calculadora, Flanagan... ese oso parecerá mentira, pero la ostia que meta les va a doler de verdad.

De los dos Metamorfos uno había quedado convertido en una especie de insecto volador y el otro en un oso de platino. 

Ambos intentaron atacar al  oso, acabando de inmediato con él, pero muriendo en el acto. Por un momento, Claire sintió como si su oso se hubiera debilitado antes de morir, de manera distinta a como había hecho tras veces.

Otro estruendo anunció otra espira derribada.

El ejercito dejaba a su paso campos sembrados de pozas de liquido negro supuránte donde eran echados los cadaveres.

Tche... hijos de puta. Estos tipos no son normales.

Me hago mis apuntes: Tipos duros pero no invencibles, al menos siguen estando limitados a los sentidos que todos tenemos, no sienten miedo (lo cual da miedo), no les interesa negociar, no quieren nada, sólo destruir. 

Su forma de ataque parece seguir siendo la rudimentaria aunque se basan en copiar lo que ven (eso no es tan mal, como mucho serán igual de fuertes que su adversario). Sin embargo, no soy gilipollas, es posible que no todo el mundo en este plano funcione de la misma forma.

Necesito más información. Y ahí adelante tengo todo un campo de pruebas. Prepararé mi ataque.

Veo a lo lejos a la reina de estos mecanos carniceros. Sonrío.

Hora de pasar a la ofensiva.

Según alzas el vuelo junto al Señor de lo irreal, ves como las escuadras de "Legionarios de Porcelana" están algo dispersas, y como los "Sacerdotes de Norn" van en grupos reducidos. A su espalda, Elesh Norn los dirige con sonidos guturales.

Aunque carece de ojos, la dama de Porcelana parece sentirte y dirige su cabeza hacia ti. Un sentimiento de pavor se apodera de ti.

- Vayamos entonces. Digo mientras me preparo junto a ellos para un viaje a lo desconocido

- ¿Eh, estas bien? - La joven que sacudía a Sira para que despertarse poseía cabellos azules y una sonrisa deslumbrante - Necesito que despiertes ya, está subiendo la marea.

A su alrededor, todo el bosque comenzaba a inundarse de agua y las chicas, en una rama subidas, podrían ser alcanzadas en cuestión de minutos.

Sira despertó poco a poco del aturdimiento. Despacio, muy despacio, fue tomando consciencia de dónde estaba y de la chica que le había despertado, sin embargo, no podía recordar quién era esa joven de pelo azulado ni qué estaban haciendo encaramadas en la rama de un árbol.

Hizo un terrible esfuerzo por recordar… el viaje entre planos… aún no se había acostumbrado del todo a ello. Kamigawa… miró a su alrededor, contemplando el frondoso bosque… Sí, decididamente seguía allí. Y ya llevaba unos cuantos días. Había venido a la búsqueda de una mítica criatura, un dragón del cual había oído hablar. Un espíritu alado con la habilidad de crear vida desde su muerte… sí, siempre estaba buscando cosas parecidas, era su obsesión y el sentido de su existencia.

Sonrió satisfecha. El encuentro se había producido y ella había conseguido capturar su esencia, añadirlo a su colección de conocimientos mágicos. Sí, lo había hecho, pero… ¿y después? ¿qué había ocurrido después?

Sira no podía recordarlo. 

- ¿Qué... que hago aquí...?  ¿...arriba? -preguntó confusa mirando a la chica con sus ojos trasparentes abiertos como platos y algo de preocupación en el semblante.

- A mi no me mires - Dijo la otra joven - Acabo de llegar. Mi nombre es Suni y he estado buscándote

Si bien la joven no parecía del lugar, por sus ropas, por sus facciones y por su manera de hablar, si que parecía de algún plano que Sira había visitado antes... Quizá de su Ravnica natal. Aunque, desde luego no parecía Golgari.

Vestía como una Azoria, o quizá como una Orzhova, aunque su túnica era blanca y sus motivos verdes y rojos. Parecía que la ropa de la joven no tenía que ver con los gremios. ¿Quizá una de aquellas personas que no estaban alineadas?

Sea como fuere la joven siguió hablando.

- Mi tutor, el Maestre Alb ha estado reuniendo caminantes de planos en Ravnica - Parecía que lo tenía memorizado -para combatir las fuerzas que puedas amenazar al multiverso, y ahora que hay una que parece hacerlo estamos reclutando miembros... por eso - sacó un pergamino que llevaba a Ravnica, por lo que pudiste apreciar - Nos gustaría hablar contigo en un lugar menos... salvaje.

La joven parecía esperar una respuesta. Sin duda energía no faltaba en ella.

- Ya... -Sira valoró la propuesta de la otra. Mirando al suelo donde el agua subía cada vez a mayor altura, quedarse allí no parecía una opción muy halagüeña. Y lanzarse al agua, tampoco era algo que le apeteciese demasiado.

Rávnica, ¿por qué no? Ya llevaba demasiado tiempo fuera de su plano natal y su tarea en Kamigawa había concluido. Podía quedarse una temporada más deambulando por esas tierras pero también podía no hacerlo. Seguramente los golgari no esperarían su regreso así que, si tomaba unas mínimas precauciones, podría volver a su ciudad sin demasiado peligro. Al fin y al cabo Rávnica era una urbe muy grande, donde fácilmente podía pasar desapercibida.

Además, algún día u otro tendría que volver a su mundo. En su vida apenas había coincidido con otros caminantes, así que la perspectiva de conocer a más gente como ella le resultaba atractiva.

Con el agua cada vez más cerca suyo, casi mojando sus pies, tomó la decisión.

- No hablemos más de ello -dijo impulsivamente, sin apartar la mirada del agua- Marchemos a ver a tu tutor... ¡cuanto antes!

A tu lado, el Elfo que ya viste antes vuelve a aparecer.

- Parece que te estas divirtiendo mucho, pero... quisiera hablar contigo antes de que los Phirexianos arrasen la zona.

Con un movimiento de mano, uno de los enemigos quedó convertido en una oveja, y el otro se deshizo como las ilusiones que la propia Claire invocaba. al parecer eran copias muy fieles al original...