Partida Rol por web

Muerte en la Nieve

Cantar de la Gran Compañía 1: Posada en mitad de ninguna parte

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18/04/2018, 23:15
[Abandono] Nrog

En unos instantes los acontecimientos comenzaron a sucederse. Cuando aquella criatura azul desafío a los tres trozos de carne humana todos empezaron a reaccionar de una forma u otra. Hubo quien trato de alejarse de los problemas y hubo quien se unió a ellos. Entre los que se unieron al alboroto se encontraba mi acompañante y también aquel otro humano con su arco y flechas, si es que a aquellas astillas se les podía llamar flechas.

Resultaba de lo más divertido ver como aquellas pequeñas criaturas comenzaban a desenfundar sus pequeñas armas. Me parecía increíble pensar que aquellas herramientas fueran capaz de matar, pero tal vez el motivo de usar esas minúsculas armas era que unas criaturas tan pequeñas no podían usar armas de verdad, como mi martillo.

Finalmente, incapaz de aguantarme la risa, comencé a producir una sonora carcajada en mitad de la taberna. – ¡HAHAHAHAHAHAHAHA!. Está bien…Nrog aburrido. Nrog jugar también. – Apoyándome en mi martillo me levanté de aquel pequeño asiento. Por suerte, en el piso inferior en el que nos encontrábamos podía mantenerme erguido con cierta comodidad.

Una vez en pie, aparte una lámpara que me incomodaba el paso y me acerque un par de metros a aquellos tres, arrastrando el martillo por el suelo y produciendo un fuerte sonido cuando este arañaba el suelo de la taberna. Una vez avancé lo suficiente para quitar las lámparas de mi visión, alcé el martillo y los señalé. – ¡Eh, carne!¡Entretener Nrog, vamos!

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19/04/2018, 09:59
Tyron Stark

Las palabras de aquella mujer se me clavaron dolorosamente en el pecho, a pesar de que a buen seguro no era esa su intención. A pesar de todo lo que había visto y padecido, mi fe en la Orden de Stumlad no había menguado. Si acaso, se había reforzado en la creencia de que era preciso limpiarla, del mismo modo en que se limpiaba y reforzaba una armadura, o se aseaba y afilaba una espada. Necesitaba creer que aquellos caballeros que habían descarriado su camino eran minoría, una manzana podrida en el interior de un gran tonel. La orden hacía mucho bien al mundo, llevaba el orden y la justicia allá donde nuestros estandartes alcanzaban a ondear, haciendo de Valsorth un lugar mejor.

Pero gente como el sargento Feinsavan y sus acólitos hacía que mucha gente, como aquella mujer, desconfiase de quienes debían ser fuente de inspiración, respeto y esperanza.

Aquellos tres hombres suponían un peligro, pero cada vez estaba más convencido de que no sería ni inmediato ni directo. La reacción de los presentes les situaba estratégicamente en una posición de inferioridad, y dudaba que unos rastreros cazafortunas como ellos tuvieran el arrojo necesario para afrontar algo así. El arquero junto a la entrada fue el primero en reaccionar, apuntándoles con su arco. Su intervención me pilló tan por sorpresa como las del resto, como la mujer que amenazaba con sus dagas, o la elfa oscura que no sólo parecía dispuesta a espantarles de allí, sino también a extraerles información si se terciaba. Pero lo que me resultó más rocambolesco fue el modo en que el gigante azul intervino, poniéndose en pie con su impresionante tamaño, y hablándoles como si la posibilidad de comenzar una trifulca en aquel lugar le resultase un divertimento infantil.

Mis ojos recorrieron el lugar, contemplando el modo en que varios comensales huían en busca de protección hacia las paredes del comedor. Uno de ellos no pudo hacerlo, evidentemente preocupado por la niña, a la que vi en las escaleras tras el aterrado posadero.

Señores... -Dije alzando la voz, dando un paso al frente con el espadón sujeto en mi mano derecha, con la hoja hacia abajo. Con un gesto solemne, deposité el arma frente a mí, con la punta apoyada en el suelo, sujetando el enorme mango con ambas manos, una sobre otra- ...no es el momento ni el lugar para esto, me temo. Les ruego que desistan de lo que sea que tuvieran en mente, y abandonen el lugar sin montar mayor alboroto. Pueden aguardar a una mejor ocasión, o hacerse un favor y buscarse un modo más honrado de ganarse la vida. Pueden también transmitir un mensaje a su patrón: la justicia de Stumlad alcanzará a aquellos que ensucian su estandarte.

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20/04/2018, 00:46
[Abandono] Shiral de Litdanast

El trío del juego reacciona ante su clara situación de desventaja. Mientras que algunos se apartan o se mantienen al margen, velando únicamente por su seguridad y la de los suyos, o directamente ignorándola aparentemente, otros abogan por amedrentar a esos desgraciados con diferentes filos, flechas, y hasta el propio tamaño del gigante azul presente.

A pesar de la aparente de la tranquilidad de algunos de los presentes, yo sólo me tenso, a pesar de que la situación no parece complicada de manejar, dada nuestra superioridad numérica frente a ese grupo. No creo que me calme hasta que se hayan marchado, y las miradas de dos de ellos me hacen dudar de si eso llegará a ocurrir. El gigante nos apoya, pero no estoy segura de que sea capaz de comprender lo complicada que puede llegar a resultar su petición. 

Tomo mi arco y una flecha, preparándome para tensar el arco de llegar a ser necesario. De momento, todas las advertencias y amenazas que les rodean me parecen suficientes, pero eso no quiere decir que no me vaya a preparar en caso de que precise actuar. 

Tyron aboga por una resolución pacífica de la situación, y hasta de la vida de esa escoria. Es una bonita petición, aunque demasiado optimista en mi opinión. A mí, además de eso, me preocupa que el gigante no se contente con ello. 

- Gigante. Nrog, cálmate. - Le pido, apartando únicamente la vista de mis tres objetivos durante un instante para dedicar una mirada en busca de apoyo a la sombra. - No queremos que nadie cause problemas, pero tampoco causarlos nosotros. Se van a marchar, y se van a olvidar de esto. Por su propio bien.

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20/04/2018, 10:25
* Juglar *

¡Oh, mis buenas gentes! Ojalá pudiera contarles que aquellos tres rufianes mostraron tal falta de sensatez que no dudaron en enfrentarse a cuantos hombres y mujeres armados les advertían de la inconveniencia de continuar con lo que tenían entre manos. Este humilde juglar estaría encantado de narrarles la épica escaramuza en que tres asesinos osaron enfrentarse a nuestros héroes, tan sólo para perecer en una batalla imposible. Esa sería una gran historia que narrar, sin duda.

Pero no sería esta historia en concreto.

No, aquellos asesinos, cazarrecompensas, o simplemente buscafortunas sin redaños, tenían ante sí, nada más y nada menos, que a un salvaje gigante azul sosteniendo un martillo capaz de aplastar a un hombre de un sólo golpe, a un caballero de Stumlad armado con un espadón bien equilibrado, dos arqueros de pulso firme, una mujer de lengua tan afilada como las dagas que parecía ser capaz de emplear con inaudita destreza, y por si eso fuera poco por sí mismo, a una elfa oscura. Y era bien posible que alguno de ellos fuera lo bastante osado, mas no tan estúpido, como el caso del tipo de la sonrisa permanente, que alternaba su mirada entre Luelar y el caballero de Stumlad, con el nerviosismo a flor de piel, dispuesto a saltar en cualquier momento pero negándose a hacerlo de no ser imprescindible. También que alguno de ellos fuera suficientemente estúpido, mas no osado, como su orondo compañero, que no era capaz de apartar la mirada del rostro de Nrog, con labios temblorosos. Pero el tipo de mirada gélida que parecía llevar la voz cantante, estaba claro que no era ni cobarde ni estúpido.

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20/04/2018, 10:44
x Bosko

No tenemos nada contra vosotros. -Dijo alzando la voz para que todo el mundo pudiera oírle, con más calma de la que podría esperarse- Ni vosotros contra nosotros, salvo la palabra de una elfa oscura. Y todos sabemos lo que vale la palabra de su raza, menos que un puñado de estiércol. -Añadió, desviando la mirada hacia Luelar de soslayo, con desprecio. Varios de los presentes, especialmente entre el grupo de leñadores, se miraron entre sí, dudando de la veracidad de aquellas palabras. Estaba claro que los elfos oscuros contaban con escaso crédito y una muy mala fama precediéndoles allá donde iban, aunque aquellos tipos tampoco parecían trigo limpio- Nos vamos, en paz. -Indicó, mirando fijamente a Tyron, quien les había ofrecido precisamente aquella salida- Tened todos un buen día... y cuidado en esos caminos. -Advirtió, con una mirada gélida- Son... traicioneros.

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20/04/2018, 10:50
* Juglar *

El hombre hizo un gesto a sus compañeros, quienes lentamente recogieron sus cosas, encaminándose a la salida. Eso sí, como ustedes comprenderán, lo hicieron sin perder de vista a las personas que les continuaban amenazando con sus armas. Irdon se hizo a un lado, bandeja en mano, de forma temblorosa, para dejarles vía libre por las escaleras. Su esposa, también amedrentada, sujetó a la niña pequeña por los hombros con firmeza, guiándola hasta situarse ambas detrás de su esposo. La pequeña no dejaba de mirar en dirección al hombre que la observaba, impertérrito, desde la mesa que antes ocupaban.

Mientras los tres hombres enfilaban las escaleras, el arquero que se encontraba en la mesa junto a éstas no dejó de apuntarles con su arco. Con nervios de acero, a pesar de la cercanía de los hombres no mostró emoción alguna en su rostro, ni el menor temblor en sus manos. La flecha tensada no se movía un milímetro del punto al que el explorador pretendía dirigirla, dispuesto a arrojarla si alguno de aquellos hombres hacía el menor movimiento en falso. Y cuando los perdió de vista, se separó de la mesa, destensando la cuerda del arco y asomándose a la propia escalera, hasta que perdió de vista a los tres hombres escaleras arriba, y sintió que el aire exterior accedía al interior de la taberna al abrirse la puerta y salir aquellos hombres. Sólo cuando se oyó el cierre de la misma, miró a Irdon.

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20/04/2018, 10:57
x Perdest

Irdon, ¿podrías servirme un poco de queso, cuando tengas un momento? -Le pidió, guardando su flecha en el carcaj, como si lo que había sucedido no albergase importancia alguna ni fuera digno de hablar de ello- Y otra jarra de cerveza, si no te importa. -Añadió, tomando asiento de nuevo.

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20/04/2018, 11:00
Irdon

P-por supuesto, Perdest. -Respondió el posadero, aún con el miedo en el cuerpo. Aquella situación se había ido de las manos, y estaba bien convencido de que él no podría haber hecho nada por evitar el desastre. De hecho, eran aquellas gentes quienes, con sangre fría, habían solucionado el problema- Muchas gracias, ¡muchas gracias a todos! -Agradeció, con una sonrisa nerviosa, recorriendo los rostros de quienes habían participado en la buena conclusión de aquella situación- Por favor, tomen asiento, en seguida les serviré una ronda cortesía de la casa, por las molestias...

La esposa del posadero, soltando a la niña que salió corriendo hacia el hombre que la esperaba con los brazos abiertos para fundirse en un abrazo, puso los brazos en jarra con gesto contrariado, susurrando palabras de desprecio hacia su esposo por lo que ella consideraba un derroche innecesario. Ambos desaparecieron escaleras arriba, discutiendo, y la paz regresó de nuevo a aquel comedor, mientras los leñadores regresaban a su mesa aún con el miedo en el cuerpo.

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22/04/2018, 19:52
Luelar Tyrundlin

Rodeados como finalmente se encontraron, aquellos asesinos, pues no eran otra cosa, terminaron por darse por vencidos. Incluso el gigante azul había terminado uniéndose al grupo que amedrentaba a aquellos tipos, justo antes de que el caballero herido les dirigiera unas palabras.

Aquellos que ensucian su estandarte…

Tuve que tragarme una maliciosa sonrisa al darme cuenta de que mis sospechas se confirmaban, aunque se me quitaron las ganas de sonreír al escuchar a la elfa de los bosques, cuya voz simplemente me causaba náuseas.

Finalmente los tres asesinos se esfumaron, aunque no sin tratar de desacreditarme antes, como si aquello les fuera a librar de lo que muchos ya sabíamos en aquel lugar: que nada bueno habían ido a hacer allí.

Irdon se hizo a un lado para que salieran, y mientras lo hacían aquel arquero continuó apuntándoles, relajando la cuerda de su arma tan solo cuando desaparecieron de su vista; aunque aun así después quiso asegurarse de que efectivamente abandonaban el lugar. Cuanso así lo hicieron se dirigió al posadero, quien terminó dando las gracias a todos y ofreciendo una ronda gratis por las molestias.

Bellona soltó a la niña, que regresó junto a los suyos, e increpando a Irdon se fueron escaleras arriba; momento en el que me decidí a acercarme al arquero, no sin antes pasar junto al grupo formado por el caballero de Stumland, la mujer de ropajes oscuros, el gigante azul y la indeseable de los bosques.

- Espero que te haya quedado claro que las últimas palabras de ese tipo han sido una amenaza. – le dije al caballero, evitando mirar a la elfa de los bosques y observando momentáneamente a sus otros dos acompañantes. – Podría hacer algo con esas heridas. Si quieres volver a salir ahí en mejor estado, búscame.

Sin esperar respuesta, continué mi rumbo hasta el arquero.

- Perdest, ¿no? – pregunté, habiendo escuchado a Irdon. – Tengo algo que quizás te interese… - comenté sin acercarme demasiado, sacando despacio aquel arco corto. – Me gustaría venderlo si recibo alguna buena oferta. – comenté, esperando a su reacción.

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23/04/2018, 14:27
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

El ambiente estaba de lo más tenso y aquello no parecía tener un buen final. El que parecía el líder de aquellos hombres era frío y estaba demasiado sereno y confiado. No me gustaba nada, pero mi postura no iba a cambiar y estaba decidida a dar muerte a cualquiera de los tres que se aventurase a dar un paso en falso, aunque en esta ocasión no cobrase por el trabajo. Mi mirada se mantenía fija en aquellos hombres, atenta a todos sus movimientos. Que uno de ellos estuviese cagado de miedo era bueno para mí. - El último en morir, el más inofensivo.

Entonces escuché a Norg moverse y hablar. Sonreí ante sus palabras, pero seguí sin moverme. No iba a perder la concentración en ese momento tan delicado. Las palabras del caballero se alzaron sobre las demás, acompañadas por las de la elfa de los bosques y aquellos hombres parecieron entrar en razón y, tras lo que era una clara amenza contra aquel hombre, los tres abandonaron el lugar. No guardé mis dagas hasta que no estuve segura de que se habían ido, entonces las volví a enfundar en su sitio.

La elfa oscura se dirigió entonces al caballero, me sorprendió su ofrecimiento, pero aquella ya no era mi conversación y mi cometido estaba hecho. - Si me disculpan. - Dije a la curiosa pareja antes de regresar a mi mesa. Miré a Nrog al llegar a su lado. - Creo que les asustaste demasiado. - Le sonreía. - Buen trabajo. ¿Qué tal si nos sentamos de nuevo? - Le indiqué a mi azulado compañero mientras ocupaba nuevamente mi asiento.

Desde mi nueva posición observe como todo volvía más o menos a la normalidad, preguntándome que había hecho el joven caballero para que unos matones de poca monta tuviesen tanto interés en él.

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24/04/2018, 23:27
[Abandono] Nrog

Tras mi intervención, aquel humano de la espada había hablado con aquellos tres trozos de carne. Tal vez habían decidido retirarse por la inmensa superioridad numérica de todos los que se les oponían, pero yo estaba seguro de que habían huido por no enfrentarse conmigo. El caso es que se habían ido, frustrando mi diversión ahora que me había hecho partícipe de aquella trifulca.

Los minutos posteriores a su marcha la posada fue recuperando la normalidad. La encapuchada se había acercado al humano de los “dardos” y el arco. Los clientes habían recuperado sus asiento y mi acompañante había decidido volver a la mesa que ocupábamos, haciendo mención a cuanto había asustado a aquellos tres individuos. – Criaturas pequeñas tener boca muy grande. – Dije con desprecio mientras guardaba mi gran martillo en mi espalda, tomando asiento de nuevo en aquella pequeña silla.

Apoyé mi codo sobre la mesa y mi mentón sobre mi puño cerrado, emitiendo un pequeño gruñido de frustración. Aquello no había sucedido como tenía pensado, ya que en mi mente ahora debería estar aplastando sus cráneos con mi martillo y no sentado en aquel minúsculo trozo de madera, aburrido. – Nrog odiar cobardes.

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26/04/2018, 01:10
[Abandono] Shiral de Litdanast

Los amenazados deciden hacer caso de las advertencias y marcharse, no sin antes dedicarnos unas bonitas palabras, con cuyo significado coincido con el que la elfa oscura interpreta. Una vez se han marchado por completo mi arma y me siento, mientras el ambiente comienza entonces a volver a la normalidad; pedidos, reuniones, discusiones matrimoniales... La tensión se rebaja, aunque no del todo tras lo ocurrido y el desconocimiento del motivo, y no sólo la presencia, si no la aproximación de la elfa oscura a mi protegido. Afortunadamente no tarda en marcharse, pero prefiero asegurarme de que no tenga nada que considerar sobre su ofrecimiento.

- No te preocupes, con un poco más de descanso mejorarás por ti mismo. - Aunque sus intenciones parecen buenas, dudo sin otro motivo del que me dan mis entrañas de que sean verdaderas y no esté ocultando nada, pero de momento prefiero no ahondar en el tema, y creo que aun tenemos un asunto más importante que tratar. - Tyron. - Hago una ligera pausa tras llamar su atención, tratando de hacer notable la seriedad del mi petición. - Entiendo que tengas asuntos que no quieras compartir, pero si corremos peligro, si corro peligro mientras esté a tu lado, creo que tengo derecho a conocer la razón, o al menos algo, para saber por donde pueden venirnos los palos, o con quién pueda estar metiéndome. - 

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07/05/2018, 09:54
Tyron Stark

Mis ojos apenas se desviaron un instante de la gélida mirada de aquel asesino, pues eso es lo que era exactamente para mí, cuando pretendió dejar claro que nada teníamos contra ellos salvo la palabra de la elfa oscura, recordando a los presentes lo que la palabra de su raza valía. Aquello era lamentablemente cierto, no había ley basada en el orden civilizado que pudiera juzgarles, a pesar de las fundadas sospechas. No era menos cierto que en aquellas tierras no reinaba la Ley. Yo había creído que sí, que mi orden se encontraba allí para imponerla y ofrecer seguridad a los habitantes de tan inhóspito territorio, pero aquella idílica idea había quedado contrarrestada por la dura realidad.

Sin embargo, había logrado mi propósito, que no era sino evitar una escabechina en aquel lugar, de la que inocentes pudieran salir dañados innecesariamente. Sabía a lo que me arriesgaba con ello, que a buen seguro sería más provechoso para mí acabar con ese escollo allí y en ese instante, y que seguramente aquellos tipos volverían a intentarlo en otro momento que les resultase más ventajoso. Pero era un precio que con gusto pagaba.

Lo tengo claro, mi señora. -Indiqué a la elfa oscura ante su advertencia. Estaba claro que se trataba de una amenaza, la cual habría sido igualmente innecesaria. Estaba tan claro como el agua de un estanque con las primeras luces del alba, lo que aquel hombre pretendía, y que la relación que nos había unido en la vida sólo terminaría con la muerte de uno de los dos- Os agradezco de corazón vuestra intervención. -Indiqué inclinándome en una reverencia hacia ella, antes de hacer lo propio en dirección a todos quienes habían participado en el enfrentamiento- Un agradecimiento que hago extensivo a todos.

Poco a poco, los presentes se fueron disolviendo, regresando a sus quehaceres. La elfa oscura decidió dirigirse a la mesa cercana a la escalera, a parlamentar Korth sabía qué asuntos con el arquero. Sombra se despidió regresando junto a su amigo el gigante azul, quien despotricaba acerca de la cobardía de aquellos hombres. Si es que no nos metía a los demás en el mismo saco, cosa que no terminó de quedarme clara. Nunca había tratado con gigantes azules, pero siempre había oído que tenían una visión bastante... particular de la vida. Mucha gente les odiaba por sus orígenes, al haber sido creados y utilizados para la guerra por el Rey Dios. Sin embargo, se rebelaron contra él para obtener su libertad, no me parecía justo juzgarles por algo ajeno a su voluntad y contra lo que se habían opuesto.

Sí, supongo que sí... -Acepté el consejo de Shiral acerca de mi recuperación, llevándome una mano al hombro mientras lo movía arriba y abajo. Aquella elfa oscura me había ofrecido ayuda con ello, pero no estaba seguro de hasta qué punto confiar en ella, a pesar de todo. Algo de lo que había dicho aquel desgraciado era cierto, así obraban los manipuladores, empleando la verdad entretejida con sus mentiras. Los elfos oscuros arrastraban una mala fama que, en la mayoría de ocasiones, les hacía justicia- En realidad, me encuentro prácticamente reestablecido. Aún arrastro algunas molestias, pero diría que estoy en condiciones para afrontar lo que tengo por delante. -Admití apoyando mi espadón en la pared de nuevo, junto al fuego- Llevas toda la razón, Shiral de Lidtanast. He sido injusto contigo manteniéndote ajena a mis problemas, cuando éstos podían convertirse en tuyos en cualquier momento, como ha quedado demostrado. -Reconocí con pesadumbre, inclinando mi rostro con la mirada en el suelo- Y por más que haya pretendido convencerme de que lo hacía buscando tu bien, lo cierto es que los acontecimientos que me han arrastrado a esta situación son dolorosos para mí, y probablemente ese sea el motivo principal por el que he evitado hablar de ello. -Tomé aire, soltando un suspiro con las manos a ambos lados de la cintura. Mi rostro a buen seguro reflejaría el dolor de mi ánimo, mientras recorría aquella estancia con la mirada. Pronto habría de partir, abandonar la seguridad de aquel lugar y afrontar un viaje lleno de peligros, si quería devolver a la Orden de Stumlad el honor que le había sido arrebatado.

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07/05/2018, 10:29
x Perdest

Perdest se había sentado de nuevo en la bancada de la mesa que ocupaba en soledad, aguardando a que Irdon le llevase algo más que llevarse al buche. Lo hacía, sin embargo, sin perder de vista cuanto sucedía en aquel comedor. Sus ojos se movían inquietos de un punto a otro, observando con cautela el modo en que los leñadores regresaban a su mesa en un intento de recuperar la normalidad de rehacerse del temor pasado. Tampoco le pasó desapercibida la forma en que Luelar se encaminó en su dirección, a pesar de que en un principio no tuvo claro si se encaminaba hacia él o hacia las escaleras de salida. No hizo el menor movimiento, no obstante, cuando la elfa oscura se plantó ante él, satisfecho con la distancia prudencial que ésta había dispuesto entre ambos.

Escuchó la oferta con curiosidad, no dudando en recorrer a la mujer con sus ojos de arriba a abajo, llegando a inclinarse ligeramente hacia un lado. Era difícil saber en qué estaría pensando aquel hombre, pues su mirada hosca y su gesto no ofrecían demasiadas respuestas. Sin embargo, al final se dignó a mirar aquel arco, aunque con un atisbo de desprecio.

¿Un arco corto? No estoy tan desesperado... -Dijo al final, apartando la mirada lo justo para tomar su jarra y apurar las últimas gotas espumosas de cerveza- Soy un tirador profesional, ese cachivache es un juguete propio de niños para mí. Y tampoco voy sobrado de dinero como para hacer gastos estúpidos. -Explicó con desgana, limpiándome los labios con la manga- Prueba con Irdon, el posadero. Le gusta adquirir cosas que luego puede vender a otros clientes, aunque te advierto que no le sacarás un precio lo que se dice "justo". -El explorador te dedicó una sonrisa sarcástica- Comprar barato y vender caro, es la única forma de sacar beneficios.

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07/05/2018, 10:59
Irdon

El posadero, de hecho, no tardó en regresar por las escaleras, visiblemente animado, a pesar de que su frente mostraba el brillo de un sudor incómodo. Portaba en sus manos regordetas una amplia bandeja con seis jarras de generoso tamaño, rebosantes de espuma, alrededor de un queso de bola completo, acompañado de un cuchillo y una hogaza de pan de buen tamaño.

¡Señoras, señores! -Alzó su voz, sonriente- Háganme el favor, acepten mi agradecimiento por el mal evitado a mi establecimiento. En seguida las bajaré también un poco de carne, que está terminándose de hacer. -Indicó mientras situaba la comanda sobre la mesa más amplia del comedor, cercan a la que habían ocupado Nayí y Nrog- En esta mesa cabrán todos cómodamente, espero que sea de su agrado. No les importa cambiar de asiento, ¿verdad? -Preguntó sin aguardar una respuesta, girándose para encaminarse de nuevo a la planta superior.

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17/05/2018, 18:33
Luelar Tyrundlin

No sabía si el caballero respondería a mis palabras y ofrecimiento, así que había optado por continuar directamente con mi camino. Sin embargo, recibí una pronta respuesta por su parte, deteniéndome brevemente mientras escuchaba que tenía clara la amenaza de aquellos tipos. Su posterior agradecimiento y reverencia me impidieron retomar el paso antes de lo que me hubiera gustado, sorprendida por aquel acto. Aquel hombre no sólo era de los pocos presente que no me miraba con desdén, sino que me estaba demostrando su respeto mediante gestos y palabras.

Retiré pronto mi rostro, tratando de ocultar que aquello me hubiera sorprendido, y continué hacia el arquero. Tras hablarle permaneció unos segundo en silencio, observándome antes de responderme. Aquello ni me extrañó, ni me molesto, pues la fama de los míos me precedía, y seguramente mi acercamiento no había sido visto con buenos ojos por aquel hombre. Finalmente me respondió, dejando clara su falta de interés en aquel arma, considerándola poca cosa para alguien tan diestro como él. Aquel dato llamó mi atención, pero no quería precipitarme, así que de momento no añadí nada más. Al proponerme que tratara de negociar con el posadero miré en derredor en busca de este, dándome cuenta de que aún no había vuelto.

- Por poco que me dé por él, creo que saldré ganando. – comenté ante su chascarrillo final, contemplando venderle el arma al posadero como había propuesto.

En ese momento escuché cómo Irdon llamaba la atención de los presentes y me giré, viendo que portaba varias jarras de algún tipo de bebida junto a una hogaza de pan y lo que parecía ser queso. Se trataba de un gesto de agradecimiento hacia los presentes que completaría con algo de carne que aún estaba cocinándose, y dejando lo que traía en las manos en la mesa más grande del lugar, nos invitó a todos a cambiar de asiento antes de regresar por donde había venido.

- ¿Me acompañas? – pregunté al arquero, volviendo a girarme hacia él. – Quizás podrías orientarme un poco sobre cuánto puedo pedir por esto… - dije en referencia al arco, levantándolo ligeramente. – Yo invito. – bromeé con una media sonrisa.

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17/05/2018, 23:07
[Abandono] Nrog

Desde mi asiento puedo observar los movimientos que se van desarrollando en la sala. Por un lado, aquella criatura sospechosa a la que habían llamado elfa oscura se había acercado al humano del arco y los dardos. No pude escuchar su conversación, aunque tampoco podía decir que me interesara hacerlo.

Por otro lado, el humano de la espada y la hembra que le acompañaba parecían tener también una conversación. Suponía que tenían mucho de lo que hablar, teniendo en cuenta que el humano parecía el objetivo de aquellos tres cobardes que habían huido instantes antes.

Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue el posadero trayendo viandas a una gran mesa e instándonos a cambiar de asiento para dar cuenta de aquella comida y bebida. Al parecer iba a haber carne en el menú, pero por el momento todo lo que había traído era pan y un queso de bola.

Lo cierto es que no tenía interés ninguno en compartir mesa con toda aquella gente y seguía sin fiarme de nadie de los que estaban allí, pero debía admitir que había comenzado a sentir apetito. Con esto en mente, decidí aceptar la invitación del posadero y levanté mi enorme cuerpo de aquella silla para dirigirme posteriormente a una de las sillas que rodeaban la gran mesa.

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18/05/2018, 03:59
[Abandono] Shiral de Litdanast

Mientras todos regresan a sus mesas o asuntos tras el evitado incidente, Tyron aclara que está prácticamente recuperado, sacándome así una sonrisa sincera, de alivio. No podemos permitirnos estar aquí todo el tiempo que queramos, y no sería fácil llegar a un lugar seguro desde aquí con un herido, no con lo que puede rondar, no con quienes pueden rondar. - Me alegro. 

Acto seguido, se disculpa por la falta de información con la que me ha mantenido, justificando sus motivos. Puedo respetar que cada uno mantenga sus asuntos en privado, más aun si creía que con ello me libraría de cargarme a mí con sus problemas, aunque haya resultado el caso contrario. - Está bien. - Contesto al caballero. Al menos ahora conozco el motivo de su silencio, pero más que explicar lo que lo causaba, lo ha justificado, y no me parece suficiente, pues aun desconozco los peligros que podría correr mientras lo acompañe, o por qué estaría luchando, si hubiera que hacerlo. 

Quiero indagar en el tema, pero antes de poder hacerlo llega el posadero, alzando la voz para invitarnos a todos a compartir una mesa de la que disfrutar de la bebida y el queso al que nos invita, y la carne que está por venir. Disfrutar. No estoy segura de que vaya a ser siquiera cómodo, compartiendo asiento con una elfa oscura, pero sería muy descortés de mi parte rechazar su invitación.

Supongo que podemos dejarlo para más tarde. - Decido. Tal vez hasta sea mejor idea, dejarlo para un momento más calmado. No es que esos tres vayan a regresar de repente con un ejército de la nada, así que creo que puedo permitirme unos momentos de calma. Además, Tyron está de capa caída, y puede que presionarlo ahora no sea lo mejor. - Al final vamos a sacar provecho y todo. - Resto importancia al asunto, tratando de reflotar los ánimos. - ¿Tienes hambre? - Pregunto, señalando la mesa a la que Irdon nos invita con un gesto de cabeza.

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19/05/2018, 08:37
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

Parecía que todo se había calmado al final y habíamos vuelto a la normalidad. Las voces comenzaron a alzarse entre las mesas y el murmullo de las conversaciones se hicieron con el silencio del lugar. Miré a mi acompañante unos instantes antes de seguir con mi cena, recordando que me dijo que tenía hambre y que se comería a mi caballo. Y en cambio ahora, guarda ayuno. 

Guardé silencio mientras comía, pues aquel gigante azul no parecía tener ganas de hablar y yo ya había hablado demasiado esa noche. No me gustaba llamar la atención ni confraternizar con nadie. Era malo para el trabajo. Al menos para el mío. Cuanto más anónima e invisible para todos, mejor para mi. Aunque, claro estaba que, acompañada por Nrog no podría pasar desapercibida por ningún lugar. 

Da igual, voy de camino a casa y se alejará de mi cuando salgamos de estas tierras.

La voz del posadero me hizo girarme hacia él. Cerveza, pan y queso. Buen inicio. - Pensé mientras mi boca se hacía agua pensando en la carne. Lo cierto era que lo veía excesivo para lo que habíamos logrado entre todos, pero no iba a ser yo quien se lo dijese. Seguro que su mujer ya lo había hecho en el piso superior.

Me sonreí al ver a Nrog levantarse y cambiar de asiento, ocupando uno, bueno... unos cuantos, en aquella enorme mesa. Con mi plato en mano, me levanté de aquel taburete de madera y me senté junto al gigante, pensando en quien sería el o la valiente en compartir asiento junto a Nrog.

Espero que esto signifique que no te comerás a mi caballo. - Le susurré al gigante según me senté a su lado.

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21/05/2018, 09:33
Tyron Stark

Shiral parecía resignarse al hecho de dejar las explicaciones para más tarde, probablemente percatándose de cómo de costoso me resultaba ofrecerlas. Aquel gesto, sin embargo, resultó un acicate para mí, recordándome la deuda de honor que tenía hacia ella, y aunque menor, también con todos aquellos desconocidos que habían intervenido en tan complicada situación. De hecho, la invitación con que el posadero ofreció unirnos en una misma mesa para agradecernos el hecho de no haber llevado aquel enfrentamiento más lejos, con las pérdidas que podría haber supuesto para él, me brindaba una oportunidad.

La verdad sea dicha... no, no tengo demasiada hambre. -Reconocí, suspirando- Pero necesitaré todas las fuerzas que pueda acumular. -Aquella era una verdad inapelable. No sólo necesitaba recuperarme del todo, tras mi convalecencia, sino que precisaba fuerzas suficientes para afrontar la tarea que tenía por delante. Y es que debía abandonar aquellas inhóspitas tierras y acudir a territorios más civilizados en busca de los líderes de mi orden, para encontrar a su amparo la forma de restablecer el honor de los caballeros de Stumlad- Después de ti, Shiral de Lidtanast. -Invité a pasar delante a la elfa, inclinándome en una reverencia caballeresca, cargada tanto de galantería como de la educación propia de un verdadero caballero.