Partida Rol por web

Muerte en la Nieve

Cantar de la Gran Compañía 4: Sin Escape

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01/10/2019, 11:46
Luelar Tyrundlin
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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01/10/2019, 11:49
* Juglar *

Por supuesto, las preguntas que el caballero de Stumlad, en su ignorancia, dejó en el aire, hicieron recapacitar a la elfa oscura. Luelar, con todos los estudios que había desarrollado durante su preparación para convertirse en Señora Negra, atesoraba bastante información acerca de la muerte en vida. Sencillamente, apenas había tenido experiencia directa con ella, y necesitaba procesar todo lo que había sucedido, antes de alcanzar conclusiones. Pero, al igual que a todos, quien más quien menos, nos ha sucedido, en ocasiones hablar con quien propone desde la ignorancia y la inocencia nos ayuda a meditar mejor las cosas. ¿Acaso este humilde juglar es el único que ha logrado alcanzar una revelación gracias a las palabras de un inocente infante?

Lo primero que había propuesto el caballero, y que él mismo sentía que podía ser una necedad, fue la posibilidad de que los muertos estuvieran sencillamente errando. No era ninguna locura, en realidad. Un muerto alzado debía obedecer las órdenes de su amo, pero cuando éste no le daba instrucciones que seguir, se limitaba a permanecer en un lugar, aguardando. Si el lugar era lo bastante grande, podía moverse por él, sin rumbo fijo. ¿Era posible que aquel ejército se moviera por aquellos territorio sin rumbo fijo, aguardando una orden? Era, sin duda, una de las opciones posibles, en efecto.

Más compleja era la cuestión de las bestias murtas vivientes. No era imposible obrar un sacrílego milagro de tal magnitud, pero el alzamiento de muertos acostumbraba a limitarse a los cuerpos de aquellos seres que una vez habían sido seres mínimamente inteligentes. Elfos, hombres, gigantes azules, orkos... Que la magia nigromántica alzase animales o grandes bestias no era lo usual, y sin embargo era perfectamente posible. Si saber más acerca de la magia que había alzado aquel ejército, era imposible saberlo.

Tampoco era sencillo discernir la identidad de aquel ser que comandaba a los muertos. Un simple vistazo en la distancia no permitía saber con exactitud si aquel ser era otro muerto más o un ser inteligente. ¿Era el amo, o un servidor? Y si era lo segundo, ¿cómo es que no era como los demás? También sus lugartenientes parecían diferentes al resto. ¿Y si eran otra cosa? Por la mente de la sagaz clériga de Izz asomó una posibilidad.

Había leído acerca de los espectros. Espíritus poderosos que llevan largo tiempo entre los dos mundos. En muchos casos se trata de seres que se han liberado de las ataduras que les apresaban a un lugar, pudiendo vagar a su antojo. Según se cuenta, son capaces de invocar armas espectrales de aspecto translúcido, pero que causan terribles heridas. Su contacto gélido roba la vida de los seres vivos y, empleando su perversa voluntad, son capaces de alzar como zombis a aquellos a los que han dado muerte. ¿Era posible que aquellos seres fueran espectros, y por tanto fueran ellos quienes habían alzado a los muertos, gobernándolos con su férrea voluntad?

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02/10/2019, 02:00
Dhorne

Me había acostumbrado al crujir de las viejos suelos del Havgudinnen, a dormir con el suave murmullo del mar incluso en sus más álgidas tormentas, a distinguir comentarios, frases y órdenes entre risas, ruido y el viento más feroz, y por ello, justamente por mi vida hasta entonces había carecido de silencios, es que la escases de ruidos me resulta incluso ensordecedor. Intentando mesurar el furioso rugir de mi corazón que para entonces, amenazaba con explotar mientras que en su vigoroso latir adolora mi pecho, mi mirada siguió paseando de intermitente manera por el entorno, buscando un detalle disonante, un sonido lejano, algo que dada la situación, pudiese darnos aunque fuese una mísera ventaja que poder aprovechar. Pero sin que nada raro sea capaz de encontrar, en aquella postura que en lo absoluto me era ajena gracias al mismo oficio que en mi vida se había convertido, es que me acerco a Vennya cuando así, entre silencios me lo pide, mientras que, y de inconsciente manera, mi mano se aferra con mayor ahínco al mango de mi espada. 

Mis azulada mirada entonces, se clava en la suya, y ante lo oído, mi mandíbula se tensa al punto del dolor al igual que mi cuerpo, permitiéndome al menos de aquella manera, comprobar que no he perdido gracias al frío, toda la sensibilidad corporal. - No tenemos más opciones me temo, así que si crees que lo mejor es entrar y acabar con todos... Cuanta conmigo para ello. - Respondo con completa vehemencia, fiándome ciegamente de su instinto gracias a lo que ella misma, con el paso del tiempo me ha demostrado. Y por ello, bajo esa confianza que sin duda me haría seguirla ahí donde el mismo mundo amenazase con terminar, es que espero ansiosa por su plan, por sus ideas, dejando que sea su propia vívida experiencia, la que hable por las dos. 

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02/10/2019, 12:10
* Juglar *

Y así, nuestras protagonistas recorrieron la distancia que les separaba de la posada, siguiendo cuidadosamente el camino ya trazado por Vennya en su primer acercamiento. Fue un trayecto tenso, pero silencioso y sin contratiempos, aunque mi buena audiencia ya sabe que este cantar no está exento de emociones fuertes, y seguro que estarán deseando llegar a esa parte. Las dos aguerridas mujeres alcanzaron la fachada exterior de la edificación, situándose cerca de la puerta. Apenas se oía nada en el exterior, más allá de alguna pisada crujiendo sobre la madera, y cuchicheos nerviosos e incomprensibles.

Era el momento de que nuestras heroínas decidieran cómo obrar...

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02/10/2019, 18:01
[Abandono] Vennya

Vennya reflexiona durante unos largos segundos en los que el rudo viento mueve su cabello haciéndolo flotar como ingrávido a su alrededor y azotándola momentos después de manera inmisericorde. Con un ágil y descuidado movimiento de su mano derecha agarra la espada por el mango y aprieta hasta que sus nudillos, de haber sido visibles, se hubiesen tornado blancos. Dhorne está esperando que ella trace algo parecido a un plan, un suerte de instrucciones sencillas que puedan poner la situación de nuevo en orden. Por supuesto, su amiga no quiere defraudarla, así que intenta estar a la altura pensando en una idea en la que Dhorne no corra con el grueso del peligro.

—Atacarremos desde dos direcciones distintas —sugiere en voz baja, aún a pesar de que es imposible que las puedan escuchar desde el interior de la cabaña—. Buscaré otra puerta de entrada, una ventana o algún otro hueco. Entraré, les despistaré y cuando grite echarás la puerta abajo. No antes. Te quiero viva. ¿Entendido?

Vennya coge la mano de la marinera y la aprieta ligeramente como expresión de afecto y para infundirla confianza.

Notas de juego

Por lo tanto, mi Personaje intenta encontrar un hueco (excepto la puerta de entrada) por el que poder colarse en la casa sin ser detectada.

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03/10/2019, 00:20
Luelar Tyrundlin

Al escuchar la sugerencia del caballero de Stumland sobre que los muertos vivientes pudieran estar simplemente vagando por aquel lugar, alcé una ceja. Aquello no sonaba nada descabellado, de hecho...

¿No era eso lo que hacían cuando no tenían una orden que seguir?

No había reparado antes en ello, pero si bien era cierto que los alzados desde la muerte respondían a las órdenes de su amo, también debían aguardar por estas; y ello no significaba necesariamente permanecer en un mismo lugar.

A medida que reflexionaba acerca de aquella idea, y escuchaba las preguntas que iban surgiéndole a Tyron mientras nos hablaba de los posibles objetivos de aquel ejército y tras compartir esa información, iba haciendo memoria y sacando conclusiones. Había estudiado la muerte en vida tiempo ha, pero era la primera que me encontraba con algo parecido, y me estaba costando procesar todo cuanto había sucedido.

Me había quedado mirando a la nieve, con la mirad agacha y comenzando a jugar de manera nerviosa con un mechón de mi blanco cabello. Mi rostro sin duda debía ser un reflejo de mi preocupación, esa que acrecentaba a medida que recordaba informaciones e iba estableciendo conexiones. Terminé alzando mi rostro, mirando a Tyron e Ivar con un gesto propio de una estúpida criatura desvalida, obligándome a demostrar seguridad al mismo tiempo que soltaba mi cabello.

- Demasiadas preguntas seguidas. - le dije de pronto a Tyron. - Las responderé, pero estás en deuda conmigo. - le  sonreí con cierta malicia. - Tendrás que responderme otras a cambio... Con sinceridad.

Aquel jueguecito que me acababa de sacar de la manga había nacido como una manera de tranquilizarme y aparentar normalidad, pero si el caballero accedía, podría ayudarme a acercarme un poco más a mi objetivo.

- Hay cosas que permanecían enterradas en mi memoria y que han tardado en aflorar, pero creo que... Podemos hacernos más o menos una idea de lo que puede estar sucediendo. - comencé a explicar, con seriedad, pero manteniendo la compostura. - Es perfectamente posible que los muertos vivientes estén vagando sin más por la zona. Como os conté, responden a las órdenes de su amo, pero podrían estar vagando a la espera de estas. Aunque... - tuve que detenerme un instante, solté aire en un breve suspiro y continué. - Pensaba que el amo de esos seres tenía que ser un hombre, pues es la magia negra quien los gobierna. Las criaturas que comandaban el ejército no parecían seres vivos... Pero tampoco son como las demás criaturas... Creo que podrían ser otra cosa. - anuncié antes de hacer una nueva pausa. - Espectros, espíritus poderosos atrapados entre la vida y la muerte. Su gélido contacto es capaz de arrebatar vidas, pudiendo convertir a aquellos a quienes han dado muerte en zombis. Esta podría ser una posibilidad más, pero... Hay otra cosa que me hace pensar que son espectros a lo que nos enfrentamos. Su armas. Se dice que son capaces de invocar armas espectrales de aspecto traslúcido nada desdeñables.

Todo aquello daba miedo, mucho miedo, tanto; que por mi mente pasó la idea de renunciar a mi misión y volver a la Infraoscuridad, donde aquellos seres no podrían llegar. Me sentí culpable de inmediato, por el simple hecho de pensar en no ofrecerle a mi diosa aquel sacrificio que tanto se merecía. Me merecía un castigo, pero aquel no era momento ni lugar.

- Desconozco si derrotar a los espectros sería suficiente para acabar con todo su ejército. ¿Podría haber en la Torre de Korth alguna información al respecto? - pregunté a ambos, mirando después a Ivar. - ¿Has oído algo sobre ellos alguna vez? - se me ocurrió preguntarle, pues era quien conocía mejor aquellas tierras. - Suelen ser criaturas que se han liberado de lo que les ataba a un lugar concreto.

No tarde mucho en volver a tomar la palabra, recordando algo más.

- La magia nigromántica es capaz de animar cadáveres de animales o grandes bestias, aunque no es un práctica habitual. Si efectivamente nos encontramos ante espectros, no sé si ellos también serían capaces de ello, aunque en principio no veo por qué no. - comenté antes de tornarme nuevamente pensativa, desviando mi mirada hacia la dirección en la que se suponía que estaba la posada. - Quizás deberíamos seguir hablando de camino a nuestro destino. Y podéis hacer las preguntas que queráis, no os preocupéis. - añadí burlona.

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03/10/2019, 19:41
Ivar el Cuervo

Aquella conversación logra que se me pongan los pelos de punta. ¿Espectros? ¿Muertos caminando por el mundo de los vivos? ¿Qué clase de magia puede lograr algo así?

Buenos o malos hombres, ricos o pobres, la muerte siempre ha sido la balanza que nos devolvía a todos al polvo. Pero ahora...ahora nada tiene sentido. ¿Será esto el castigo que merezco por la sangre derramada en el pasado? ¿Serán aquellos a los que una vez llamé hermanos o por el contrario, serán aquellos a los que llamé enemigos parte de esa legión sin fin?

-Ya hemos descansado demasiado, continuemos.

Sí, será mejor regresar al camino antes de que el miedo se apodere de mí y que la boca vuelva a saberme a bilis. Nos espera una dura jornada y si deseamos salvar a esas pobres almas, más nos vale ser rápidos y que los grandes espíritus nos sonrían.

-Un ejército de ese tamaño dejará un gran rastro a su paso. Quizás no sea tan importante el saber hacia donde se dirigen, sino de donde provienen. Quizás así logremos dar con lo que atormenta a esos espectros y liberarlos para que continúen su paso hacia...bueno, hacia el renacimiento.

Si Shiral y Sombra logran escapar y dar la voz de aviso, puede que logren reunir una fuerza suficiente como para presentar batalla al ejército de la muerte. Pero tras ser testigo con mis propios ojos de la capacidad para resistir el dolor de los muertos y más aún, su apabullante número, me cuesta pensar en algún ejército capaz de plantar cara.

-Si llegamos a tiempo a la posada, debemos de hacer que apaguen cualquier fuego que tengan. El humo puede ser olfateado a gran distancia. Propongo que mientras Tyron establece un perímetro defensivo, nosotros dos...   -Indico mirando de reojo a la dama elfa.    -Salgamos en busca de ese ejército y que nos dejemos ver para obligarlos así, a seguirnos. Si logramos alejarlos de la posada, será una pequeña gran victoria. En caso de lograr engañarlos y se nos acerquen demasiado, podrás guiarlos hasta algún lugar peligroso y después, transformarte en uno de ellos para pasar desapercibida.

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04/10/2019, 11:40
Tyron Stark

La elfa oscura afirmó contar con respuestas a las preguntas que había formulado. Sin embargo, antes de responderlas hizo una exigencia que me dejó completamente descolocado. Incómodo, me sentí fuera de lugar, sin saber qué hacer ni qué decir, pues no alcanzaba a comprender a aquella mujer que me miraba con aire malicioso, ese del que parecía disfrutar a pesar de que, hasta el momento, sus acciones hablaban de ella en otro sentido muy diferente.

S-sí, claro, te contaré cuanto esté en mi mano... -Terminé aceptando, visiblemente nervioso.

Finalmente resultaba que la posibilidad de que aquellos muertos estuvieran simplemente errando sin rumbo no era tan descabellado como había temido. Y el alzamiento de grandes bestias era otra posibilidad factible. Sin embargo, lo más espantoso fue ver a la dama élfica de tez oscura concluyendo que todo aquel mal podía deberse a la presencia de espectros.

Espectros... -Repetí, bajando la mirada y maldiciendo para mis adentros. Si un hombre era complejo de matar, y un muerto viviente resultaba mucho más duro, ¿qué desafío suponía una criatura como aquella que describía Luelar? Y si lo había entendido bien, no se trataba de un espectro, sino de varios. Uno de ellos debía ser aquel que los comandaba, pero aquellos con espadas que le hacían de lugartenientes también debían corresponderse a tan maléfica naturaleza- ¿En la torre? Bueno... supongo que existe esa posibilidad. Todo templo de Korth acostumbra a mantener una biblioteca de textos sagrados, para consulta de los clérigos. Lo más probable es que en esa torre también tengan una, y podría haber algo relacionado en sus textos.

Me incliné para agarrar el asa de mi mochila y cargármela a la espalda, poniéndome acto seguido el yelmo de nuevo y tomando mi bastarda por la hoja, cargándola en la mano con la punta hacia atrás en lugar de buscar colgarla a mi espalda del arnés. Ivar, tras la sugerencia de Luelar, dio orden de retomar la marcha, de modo que comenzamos a caminar, con menos premura de la que traíamos al llegar, pero lo bastante ligeros. Aún así, nos podíamos permitir conversar durante el recorrido, sorprendiéndome la propuesta del explorador.

¿Pretendéis hacer de cebo con ellos? -Quise asegurarme de haberlo entendido bien- Es una propuesta... temeraria, Ivar. -Le concedí, a medio camino entre la negación y la alabanza a su valor- En plena noche os será complicado verles, si se os echan encima, aunque Luelar pueda ver mejor que tú. Y un lugar peligroso... ¿como agua cubierta de hielo? -Sugerí, recordando la ruta por la que el gigante azul había decidido acudir hasta el campamento, y a través de la que parecía no haber logrado alcanzarnos. Una capa de hielo podía quizás aguantar el peso de una persona, pero no el de un ejército numerosos como aquel. Miré a la elfa oscura, incómodo de algún modo ante la idea de que fueran a exponerse de aquella forma mientras yo permanecía a resguardo en la posada, incluso sabiendo que de ninguna ayuda les podría ser siguiendo un plan como aquel. Mi lugar estaba protegiendo a las gentes de aquel lugar, pero eso no lo hacía más sencillo- ¿Estáis seguros de querer hacerlo? Y eso que hiciste antes, ese... cambio de aspecto... -Indiqué a la elfa- ¿Puedes hacerlo cuantas veces quieras?

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05/10/2019, 00:46
Dhorne

Intentando acostumbrarme al silencio, mientras que el frío y la humedad, eran viejas conocidas con las que más que alguna vez me había tocado lidiar, mantengo mi respiración bajo una lentitud que, profunda, me permita encontrar un atisbo de tranquilidad cuando todo parece quedar únicamente en las manos de aquellos dioses en los que jamás, había llegado del todo a creer. Pero mientras el viento en su ulular ofrece secretos que tan difíciles son de desentrañar, mientras tenso mi mandíbula para que el castañetear de mis dientes no se convierta en un ruido a descubrir, mi mirada se fija en los de la asesina, desde aquella profundidad que por momentos, tanto recuerda a las más profundas aguas de aquel mar que, hacía días, habíamos dejado atrás. No soy una líder, nunca lo había sido y estando alejada de que fuese el convertirme en una mi deseo, escucho con atención lo que Vennya traza como plan. 

Ni los más cruentas tormentas en altamar han podido conmigo... No te preocupes por mi, estaré bien. - Respondo a las palabras de mi tan querida amiga, mientras que, ante el apretar de mi mano con la suya, aquella que libre tengo de momento, deja sobre su mejilla, una efímera caricia. Ve con con cautela, tampoco quiero que te suceda nada. - Susurro desde aquella sinceridad que, tan manifiesta en mi, no dejaba ápice de duda hacia el cariño que por ella siento y que, sin importar lo experimentada que pueda ser en este tipo de cuestiones, siempre para mi, traerán una tangible preocupación. Pero así como todo lo dicho termina dejando a su paso un silencio que tan difícil es de corromper, espero a que la Vennya desaparezca de mi vista, para, y afianzando la cimitarra a mi mano, acercarme con paso sigiloso y postura gacha hasta apostarme a un lado de la puerta, agudizando el oído para cuando sea mi momento de patear la puerta y comenzar a dar caza, de ser menester.

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05/10/2019, 11:56
* Juglar *

Nuestras dos heroínas optaron por separarse. Con lo que nosotros ya sabemos, mis buenos oyentes, seguramente no habríamos optado por tal opción, pero ¿qué sabían ellas del mal que anidaba en aquellas montañas? ¿Cómo podían siquiera haber augurado lo que aguardaba en su infortunado destino? Con apenas unos retazos de la verdad ante ellas, sin duda aquella elección resultaba la más lógica.

Vennya continuó caminando sobre la nieve, rodeando aquella desvencijada edificación de madera, burda y tosca pero que había soportado incontables inviernos de las duras montañas Durenses, lo que bien hablaba de su resistencia. Lo hizo con sumo cuidado, pegada a la pared para aprovechar mejor las sombras, y mimando cada paso que se hundía en la ya espesa nieve para evitar sonido alguno. Alargadas y peligrosas puntas de hielo sobresalían y se descolgaban del tejado, amenazando con caer sobre ellas en cualquier momento si el gélido viento las azotaba con suficiente fuerza, motivo por el que la asesina lanzaba rápidas miradas cada poco tiempo hacia las alturas.

Nuestra fingida mercenaria fue rodeando la edificación, fijándose en que todas las ventanas, y no únicamente las del frontal del edificio, estaban bien cerradas. No obstante, alcanzó la parte trasera de la posada dando con una segunda puerta, que por el cálculo que pudo hacer debía tratarse de una salida de servicio, seguramente desde las cocinas. Al menos, esa impresión le dio por el conocimiento que ella, como todos nosotros, tenemos de las posadas como ésta en la que nos encontramos. Claro que aquella posada no tenía punto de comparación con este palacio de los sentidos en que nuestro buen posadero ha tenido a bien permitir a este humilde juglar compartir con sus clientes este cantar...

El caso es que Vennya trató de empujar aquella puerta, pero parecía cerrada. No mostraba cerradura alguna, por lo que seguramente estaría cerrada desde dentro con algún tipo de madero sencillo. Por la holgura que mostraba al ejercer presión sobre ella, no daba la impresión de ser muy resistente, por lo que un buen empujón o una patada quizás podrían abrirla, aunque eso alertaría a los ocupantes del interior, y podría resultar fatal si finalmente no lo lograse a la primera. Había otras opciones, claro, como sencillamente llamar a la puerta y esperar a ver qué respondían desde el interior...

Notas de juego

Abrir la puerta por la fuerza implicaría una tirada de Fuerza a dificultad 10. Y haría ruido, obviamente.

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05/10/2019, 13:16
* Juglar *

Nuestras dos heroínas optaron por separarse. Con lo que nosotros ya sabemos, mis buenos oyentes, seguramente no habríamos optado por tal opción, pero ¿qué sabían ellas del mal que anidaba en aquellas montañas? ¿Cómo podían siquiera haber augurado lo que aguardaba en su infortunado destino? Con apenas unos retazos de la verdad ante ellas, sin duda aquella elección resultaba la más lógica.

Vennya continuó caminando sobre la nieve, rodeando aquella desvencijada edificación de madera, burda y tosca pero que había soportado incontables inviernos de las duras montañas Durenses, lo que bien hablaba de su resistencia. Lo hizo con sumo cuidado, pegada a la pared para aprovechar mejor las sombras, y mimando cada paso que se hundía en la ya espesa nieve para evitar sonido alguno. Alargadas y peligrosas puntas de hielo sobresalían y se descolgaban del tejado, amenazando con caer sobre ellas en cualquier momento si el gélido viento las azotaba con suficiente fuerza, motivo por el que la asesina lanzaba rápidas miradas cada poco tiempo hacia las alturas. Dhorne se pegó a la pared junto a la puerta principal, observando cómo su compañera de fatigas y peligros desaparecía en la oscuridad, rodeando el edificio.

Agudizando el oído como pudo, logró oír voces lejanas al otro lado de la pared. Apenas lograba discernir lo que decían, pero se oían voces tensas, varoniles, aunque una algo más aguda, de mujer. También una especie de llanto, una vocecita propia de, quizás, una niña que sollozaba. No estaba claro qué sucedía dentro, pero se palpaba la tensión.

El caso es que Dhorne trató de empujar suavemente la puerta, pero parecía cerrada. No mostraba cerradura alguna, por lo que seguramente estaría cerrada desde dentro con algún tipo de madero sencillo. Por la holgura que mostraba al ejercer presión sobre ella, no daba la impresión de ser muy resistente, por lo que un buen empujón o una patada quizás podrían abrirla, aunque eso alertaría a los ocupantes del interior, y podría resultar fatal si finalmente no lo lograse a la primera. Había otras opciones, claro, como sencillamente llamar a la puerta y esperar a ver qué respondían desde el interior...

Notas de juego

Abrir la puerta por la fuerza implicaría una tirada de Fuerza a dificultad 10. Y haría ruido, obviamente.

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07/10/2019, 01:23
Luelar Tyrundlin

El caballero de Stumland aceptó mi exigencia, lo cual me satisfizo. Sin embargo, noté en él un nerviosismo que, a pesar de que me divertía, puede que no fuera conveniente seguir fomentando; no sin conocer el origen del mismo.

Algo más que tengo que preguntarle...

¿Acaso me temía? No me había dado aquella impresión, pero puede que entre los suyos estuvieran acostumbrados a mostrarse como valerosos caballeros salvadores de los hombres. Esperaba que no se tratara de eso.

Tras revelar lo que había recordado y hacer algunas preguntas, Tyron me respondió en lo relativo a encontrar en la torre más información sobre los espectros. Al parecer todo templo acostumbraba a contener una biblioteca con textos sagrados, algo que no distaba de las costumbres de los elfos oscuros, y quizás allí pudiera haber algo de información.

- Tendremos que consultar esa biblioteca. Si aún quedan clérigos en la torre, puede que alguno de ellos sepa algo sobre los espectros. - señalé pensativa.

Ivar no respondió directamente a mi pregunta, pero por las palabras que pronunció cuando volvimos a retomar la marcha, pareció claro que no había oído nada sobre los espectros. Especulaba sobre la importancia de conocer el origen de aquellos seres, contemplando el “salvarlos” como la manera de salvarnos a todos. No era mala idea.

No volví a pronunciarme por el momento, caminando sujeta a las asas de mi mochila y mirando hacia delante, con la mirada fija en la nieve que habría de pisar poco después. El explorador seguía hablando, habiendo comenzado a decir por dónde tendríamos que empezar si llegábamos a tiempo a la posada. Sin embargo, su discurso fue pronto por otro lado, adjudicando funciones a cada uno de nosotros.

Me paré en seco al oírle decir que nosotros podíamos ejercer como cebo para alejar al ejército de muertos vivientes de la posada. Pero no le bastaba con eso, teniendo que ser yo quien arriesgara mi pellejo si aquel peligroso plan se torcía.

Claro, ¿a quién le importa si una horda de zombies se come a una odiosa elfa oscura?

Levanté mi rostro brevemente antes de seguir caminando, cabizbaja, escuchando cómo el caballero reaccionaba ante aquel plan. Lejos de negarse, trató de colaborar con él, proponiendo un lugar peligroso al que poder dirigir a aquel ejército. A donde yo lo tendría que dirigir llegado el momento.

Continué sin hablar, meditabunda, hasta que el que Tyron se dirigiera directamente a mi me obligó a pronunciarme.

- No, no puedo hacerlo siempre que quiero, pero aún podría intentarlo algunas veces más. - respondí mirando hacia ellos tras alzar mi rostro, visiblemente acongojada, algo que había tratado de ocultar sin éxito. - ¿Alguna vez habéis pensado estar destinados a algo grande? - pregunté de pronto, mientras continuaba tratando de calmar mi ánimo. - Yo no, eso es algo que a los parias no nos permiten, pero quizás pueda alcanzarlo después de todo. - compartí con verdadero pesar, pero pensando en alcanzar algo que no era salvar a aquel grupo de la posada. - Lo haré. - afirmé con rotundidad. - Quiero ayudar a esas personas.

Seguir adelante con aquella locura de regresar a la posada, pretendiendo ganarme al Caballero de Stumland, era una apuesta arriesgada que acababa de doblar de pronto al aceptar aquel plan. Había muchas cosas que podían salir mal, pero si conseguía salir de aquella, no sólo tendría a Tyron comiendo de mi mano; sino que difícilmente alguien podría poner en duda mis buenas intenciones.

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07/10/2019, 09:26
[Abandono] Vennya

Vennya, segura de lo que está haciendo y con la complicidad de su amiga, se prepara para intentar derribar la puerta que consideró que conducía a las cocinas de la destartalada posada en medio de la nada llena de nieve. Respiró hondamente antes de de ello y se lanzó sobre la puerta cerrada preparada para agarrar sus armas en cuanto cayese al suelo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Director: Cuidado al marcar destinatarios. Ahora estás sola, así que no marques a Dhorne.

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07/10/2019, 11:49
Ivar el Cuervo

Aunque mis oídos están atentos a las palabras de mis compañeros, mis ojos otean el horizonte ante la posible aparición de aquel infinito ejército de muertos. Sería de muy mal gusto lanzarnos directamente a sus brazos, así que más vale prevenir. Durante buena parte del trayecto me mantengo en silencio, aprendiendo de las palabras del caballero y la elfa. Esta última asegura ser una paria...¡Dioses! La he visto combatir y usar su magia oscura...¿Realmente es una paria entre los suyos? No me gustaría saber de qué son capaces entonces sus grandes señores.

-Mi mayor deseo ahora mismo, es encontrar un techo bajo el que resguardarme, un fuego para calentarme y una manta sobre la que poder descansar hasta el amanecer. Pero lo más probable es que acabe siendo devorado por esas malditas criaturas. Así que no, no estoy seguro de todo esto. Pero si queréis salvar esas gentes, tenemos que tomar algunas medidas.

La idea del caballero es buena, guiarlos hasta un lago congelado o un terreno que pueda servir para atraparlos. Quizás un paso entre las montañas donde se pueda provocar un derrumbamiento. Pero ahora mismo hay demasiadas preguntas sin responder y ni tan siquiera estoy seguro de que podamos guiarlos hasta una trampa.

-Mis ojos quizás no puedan ver en la noche tan bien como los de Luelar, pero conozco bien estas tierras. Si las cosas se tuercen demasiado, ella siempre puede cambiar de aspecto y evitar así que sea devorada. Yo me temo que no tendré tanta suerte, aunque poca carne podrá arrancar de estos huesos. Quién sabe...quizás decidan no perder el tiempo conmigo y me dejen escapar.

Un poco de humor nunca  viene mal, claro que jamás fui el más hábil para tales tareas. De hecho jamás logré que nadie se riese con mis palabras. Dicho aquello, es el momento de responder a la dama elfa, quién parece adoptar ahora un papel más místico.

-Existen hombres y mujeres que nacen para la grandeza. Puede que vosotros seáis algunos de esos pocos elegidos y por ello me arroje a seguiros incluso a sabiendas, de que todo esto es una locura. Pero una cosa bien puedo asegurarte, dama elfa...Yo no nací para nada grande, soy tan solo un viejo explorador que perdió a sus compañeros y la guerra que estaban librando. En cambio vosotros dos poseéis la fuerza de la juventud y la pasión de unos corazones llenos de esperanza. El caballero bien podría llegar a convertirse en un gran líder, en cuanto a ti...no sé de qué serán capaces los de tu pueblo, pero te he visto combatir y esgrimir el arte de la magia y te aseguro, que no te deseo tener como enemiga. No estoy seguro de conocer a muchos que puedan llegar a hacerte frente. Bien, no debería de quedar mucho camino ya. Una vez lleguemos allí, podremos empezar a trazar planes y veremos si sería posible guiar a ese ejército hacia un lugar donde poder librarnos de ellos...aunque no guardo muchas esperanzas de ello.

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08/10/2019, 01:46
Dhorne
Sólo para el director

Puedo oír el latir de mi corazón retumbando en mis oídos, el sabor de la bilis y la adrenalina danzando en el nacer de mi garganta, y como el sudor se acumula en la mano que, férrea en su agarre, se cierne sobre mi espada. Puedo sentir el miedo y la ansiedad, la angustia y la expectación haciendo y deshaciendo a su antojo en mi convulso interior. Pero por encima de todo, puedo sentir la urgente necesidad de terminar con todo aquello que aún, ni siquiera a comenzado. Por ello, a un lado de la puerta, intentando controlar mi respiración para que se mantenga mesurada y no llegue a convertirse en un frenético jadeo, empujo suavemente la puerta ante una vana esperanza de que se encontrase abierta, sonrío para mi con cierta condescendencia al darme cuenta de lo absurdo que a sido aquel gesto, pero sin bajar la guardia, menos aún cuando la luz del día ya comienza a escasear, pego mi oído a la puerta para oír aquello que dentro se sucede. 

No consigo oír lo que dentro sucede, pero se nota la tirantez, la tensión del momento y como, entre voces que mayoritariamente masculinas son, la de alguna mujer se alza, pero opacada se ve por el llanto incesante de lo que, y en a lejanía, un infante parece. Mi corazón entonces parece detener de golpe su galopante latir solo para reanudar su andar con bravura, y aunque el primer instinto, aunque el primer pensamiento siempre se dirige hacia lo peor, el no encontrar señales más latentes que las que tan notorias son, me hace pensar en que quizás, más que un secuestro, puede ser todo parte de una discusión que, entre hombres y mujeres que en tan fríos y duros paisajes se encuentran, tampoco debía ser una rareza. Suspiro con aprensión, con cierto recelo ante no solo lo oído sino que también, ante la completa desaparición de mi amiga ahora que por su lado se ha ido, danzando entre las sombras para encontrar una forma para entrar. 

Pero aunque sé que patear la puerta traerá hacia mi una tensión que indeseada para estos momentos me es, al empujar la puerta con suavidad, compruebo que aunque solo es un poco, esta se separa de su umbral, y por ello, fisgoneando por aquella ranura que se me ofrece para mirar en el interior, intento no solo ver si quienes dentro se encuentran están cerca, sino que también el saber si la puerta se encuentra bloqueada por algún tipo de tranca, que pueda quitar con el empujar de mi espada o alguna cuestión similar. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Te hice la tirada de Atención al no saber si era esa o buscar... Pero vamos, por el resultado como que lo mismo da XD

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08/10/2019, 11:55
* Juglar *

Por supuesto, aquel pedazo de madera no iba a ser impedimento para que una dura mujer como Vennya lograse acceder a la posada. No le hizo falta más que una buena patada para hacer saltar el tosco pestillo de madera que mantenía la puerta cerrada. Lo que sí hizo, y eso fue evidente para la asesina, habituada a trabajar en absoluto silencio hasta el último instante, si no más incluso, fue llamar la atención más de la cuenta. El golpe fue seco, y resonó en el interior del edificio, más aún cuando aquel taco de madera cayó el al suelo y botó un par de veces antes de terminar descansando en un rincón.

La calidez del interior de aquella posada golpeó el rostro de Vennya, recordándole la agradable sensación de estar a resguardo de la intemperie. Demasiado tiempo llevaba soportando el clima de las montañas Durenses. Sin embargo, no estaba en aquel lugar para descansar. Accedió con cuidado a lo que parecía una sencilla cocina, con un fogón aún encendido pero cuyo calor se estaba ya apagando poco a poco. A su izquierda había una puerta, que a buen seguro debía llevar al comedor, y de donde le llegaron voces nerviosas.

¡Te digo que quien hay ahí dentro! -Exclamaba una voz amenazante- Posadero, te juro que como tengas a alguien ahí escondido te voy a rajar de lado a lado ese gaznate rollizo tuyo...

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08/10/2019, 12:06
* Juglar *

Nuestra dura marinera pretendía tomar todas las precauciones que le fueran posibles. Con aquella premisa en su mente, aprovechó la holgura que presentaba aquella puerta para tratar de ver lo que en el interior de la posada acontecía. Cualquier dato que pudiera desvelar con aquel gesto podía resultar de utilidad, dado que era tan poco lo que sabía. Sin embargo, pronto su gozo se ahogó en lo más profundo del pozo. La puerta se movía, en efecto, pero no tanto como para superar el marco de la puerta, de modo que la ranura que se generaba era insuficiente para poder asomarse al interior y ver nada en absoluto.

De repente, un golpe seco retumbó en la posada, lejano, como si se produjera en la otra punta de la estancia. Si las voces, antes susurrantes, se mostraban tensas en lo que estuvieran diciendo, al escucharse aquel ruido todo se precipitó aún más.

¡¿Quién hay ahí?! -Reclamaba una voz fría y dura, amenazante- Dijiste que no quedaba nadie en esta planta...

Y así es, no queda nadie, y menos aún en la cocina. -Respondía una voz titubeante y algo bonachona a pesar del evidente temor que transmitía- Mi esposa y el cocinero están bajo, con los demás...

¡Te digo que quien hay ahí dentro! -Exclamaba la voz amenazante- Posadero, te juro que como tengas a alguien ahí escondido te voy a rajar de lado a lado ese gaznate rollizo tuyo...

En ese momento, y contra todo pronóstico que la mujer de mar hubiera podido aguardar, por encima del viento helador que azotaba sus rubios cabellos y de las voces del interior pudo escuchar claramente la voz de Vennya, gritando a pleno pulmón.

¡Ahora!

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08/10/2019, 12:34
[Abandono] Vennya
Sólo para el director

Vennya era consciente de que su golpe a la puerta sería escuchado. Lo realmente terrible de la situación no era afrontar una posible muerte violenta, algo que más temprano que tarde le llegaría dado su estilo de vida, sino pensar que ese despiadado matón podría haber sido ella misma. ¿Esa sensación de indefensión causaba a sus víctimas? ¿Ese miedo provocaba a personas cuyo único crimen era haberse convertido en sus «objetivos» por una cantidad de dinero que no compraba una vida?

Pensó en abrir la puerta y mirar subrepticiamente al que amenazaba a ese hombre de «gaznate rollizo», pero parece ser que estaban pendientes de que alguien apareciese por allí. Y si no enviaba a algún matón a hacer ese trabajo era porque, muy probablemente, el tipo amenazante se encontraba solo. Armado y desesperado, pero también solo.

Así pues, tal y como le había anunciado a su amiga, la única forma de proceder era entrar por la puerta que le separaba del agresor y el grupo secuestrado (tal y como ella veía la situación), al tiempo que daba un grito a Dhorne para que entrase por la puerta principal. Aprovechando la oscuridad de la noche exterior, cogió su espada élfica y se armó con ella al tiempo que se preparaba para dar una patada que, si bien no sorprendiese a sus posibles adversarios, si les hiciese dudar durante uno o dos segundos.

—¡Ahora! —gritó tan fuerte como sus pulmones se lo permitieron mientras golpeaba la puerta con su pierna izquierda.

Notas de juego

Director, supongo que te toca avisar a Dhorne del grito que he dado...

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09/10/2019, 11:48
* Juglar *

En aquella conversación estaban, los tres protagonistas primeros de nuestra historia, cuando Ivar se detuvo bruscamente al ver algo que llamó su atención. La vista de elfo de Luelar, habituada a condiciones de escasa luminosidad, le permitió darse cuenta casi inmediatamente de aquello que había llamado la atención del explorador, algo preocupante. No obstante, el caballero de Stumlad casi chocó con Ivar al verse sorprendido por su precipitada frenada, sin entender a qué se debía.

Y es que, sobre la blanca nieve virgen que cubría el camino por el que avanzaba el trío, el explorador había visto una hilera de manchas oscuras. Unas manchas que, a poco que el veterano hombre del norte pudo comprobar más de cerca, pronto descubrió que era un rastro de rojiza sangre. Y, por la dirección que parecía marcar, o venía de la posada, o se dirigía hacia ella.

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13/10/2019, 20:40
Dhorne
Sólo para el director

Hay veces en que la suerte, simplemente, se niega a estar de nuestra parte, y cual cruenta burla del destino, nos ofrece destellos entre la oscuridad, solo para luego, esfumarlos y dejarnos tan perdidos como en un comienzo. Ahí pues me encuentro, suspirando frustrada al ver que la leve rendija que se me ofrecía era insuficiente para cualquier cosa que quisiese intentar. Sabía que aquello no sería sencillo en lo absoluto, pero aún así, había querido erradicar de mi pensar cualquier atisbo de lúgubre pensamiento, para aferrarme a una posibilidad que para entonces, se desvanecía por completo. De mis labios salieron diversas maldiciones en idiomas incluso inventados ante la ira que se acumulaba en mis adentros, pero aunque el silencio solo se rompía por las tensas voces que ininteligibles oía desde el interior, fue aquel seco y lejano golpe, el que hizo que mi corazón por segunda vez, se silenciase solo para segundos después, volver a latir con un fulgor que desmedido, adoloraba mi pecho y convertía mi respiración en dolorosos jadeos que quemaban mi garganta. 

Poco tardo entonces en oír las voces que ya cercanas a mi, hablan sin tapujos sobre lo que dentro sucede, y antes siquiera de poder pensar en buscar otra vía para entrar sin ser vista u oída, el grito de Vennya hizo que mi cuerpo fuese preso de una notoria tensión, no lo pensé dos veces entonces, y aunque mi cuerpo entumecido se encontraba por el frío que ya calaba hasta los huesos, convirtiendo los tuétanos en una masa cristalina o así me era de parecer, golpee la puerta dándole una fuerte patada que, aunque en intención tendría que haber vertido en ella todas mis fuerzas, incluso me pareció insuficiente, más aún cuando el dolor se apoderó de mi pierna al completo, obligándome a cerrar mis labios para no proferir tremendo grito de dolor. 

Los dioses parecían estar divirtiéndose a mi costa, pero sabiendo que no podía dejar a mi querida amiga a su suerte, respiré profundamente una vez, para volverlo a intentar. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No sé si hacerte una nueva tirada para volver a intentar tirar la puerta, aunque está claro que los dados, no están de mi parte esta vez XD