Partida Rol por web

Moses apuntó con cuidado, exhalando el aire de sus pulmones mientras apretaba el gatillo de la ballesta. El virote vuela certero en dirección a la cabeza del orco, pero en el último momento un leve golpe de aire lo desvia sutilmente, clavandose éste en el hombro.

Bueno, más suerte para la proxima.

Chupate esa!!

Abyl desvía el filo de la cimitarra con su propio espadón, el orco ya casi llora, el brillo de las lágrimas asoma ya en sus ojitos porcinos. Adalid del combate,  Abyl alza el espadón sentenciante y el orco niega con la cabeza a cámara lenta mientras lo ve caer

~nooooo~

Un tintineo de cascabeles, un niño que corre a avisar de la pelea, una gaviota que grazna, momentos fugaces del presente pasan ante las pupilas del valiente orco mientras todo se vuelve negro a medida que el espadón desciende bloqueando todo su campo de visión, entonces desde la espalda de Abyl se escucha

¿Me hablas a mí ?

Abyl se gira a medio golpe, como si no estuviera haciendo nada importante, y el orco puede verse reflejado en la espada que pasa tocando su piel causando un insignificante arañazo, que bien podría haber sido causado por un inofensivo infolio, mientras que Rurik tiene que agacharse asustado al ver la mole de metal a punto de segarle la cabeza

Jolin Rurik - Dice Abyl con tono de niña - No me distraigas que estoy con el muchachote este, ahora me dices lo que sea

Y de nuevo Abyl planta cara al orco con una cara confusa, como si no recordara por donde iban.... [....] [uhm...]

Orco 4: El orco tras recibir el virote en el Ogro proclama un grito de dolor - AAAARRRGGGGG MALDITO MEDIANO TE VOY A COMERRRRR. NOS ATACANNNNN NOZ ATACANNNNNNNNN!!!!!!!!! - gritaba este pidiendo ayuda. Lanza una flecha sobre el mago pero el dolor del brazo provoca que la flecha salga por las nubes. Seguidamente decide alejarse un poco por si puede evitar que los virotes del mediano lleguen hasta él.

Orco 5: El orco viendo como su vida pende de un hilo saca un fuerte mandoble con su cimitarra a la mujer barbara, provocandole una gran herida en muslo derecho.

Al ver gritar el orco, sin dudarlo comenzó a correr lo más rápido que pudo hacia el mismo. Por desgracia ya había alertado a toda la tripulación, pero su próximo grito, sería el último.

¡¡¡¡Maldito hijo de putifar!!!! No te han enseñado que a las mujeres no se les pega...¡¡¡y menos aún se les da espadazos en sus piernas!!!

Gritó el enano, mientras corría hacia el orco que acababa de herir a la bárbara.

Cuando estubo lo bastante cerca de él como para alcanzarlo, agarró con fuerza su formidable hacha y descargó un fuerte golpe sobre su adversario. La cuchilla alcanzó el cuello del desafortunado orco, y si bien no llevaba la fuerza necesaria para rebanarle el pescuezo, sí le seccionó la yugular, haciendo brotar un potente chorro de sangre sobre el valeroso guerrero.

Mientras el infelíz orco gritaba como un cerdo en la matanza e intentaba frenar la mortal hemorragia con sus sucias manos, Mazogordo empezó a reirse sin parar al verse bañado en la sangre de su enemigo.

Jajaja... esto te pasa por atacar a mi amiga Abyl, pedazo de escoria!!!

No puedo evitar sentir un escalofrío al ver correr tanta sangre, así que me obligo a tragar saliva mientras avanzo para luego lanzar una pequeña plegaría a Pelor para que sane la pierna de Abyl, haciendo que su corte desaparezca casi por completo.

El apuro de Míneas no fue rival para su suerte. Alzó la abllesta lo suficientemente alto como para que, al disparar, el virote se clavara en la frente del orco que lo amenazaba, causando que este cayera al agua. El mar se enrojecía alrededor del Venganza Sangrienta, y el mago no podía creerlo.

¡Acerté!

Salió de su festejo mental para tomar otro virote con rapidez y cargar el arma en sus manos.

Pocos intantes después de la llamada de ayuda del orco veis a aparecer por la cabina trasera del barco a tresorcos mas armados igualmente con cimitarras y arcos, y veis descender de la cubierta de proa un orco mucho mas corpulente, parece ser por la pinta que tiene que ser de mayor rango que los demás, luciendo un cuerpo enorme. - Que esta ocurriendo aquí? - dice con una voz bastante grave, mientras carraspea y lanza escupitajos a la cubierta del barco.

Míneas alcanzó a cargar la ballesta, y se disponía a correr hacia sus compañeros. Ahora que la adrenalina le corría por las venas estaba dispuesto a disparar e incluso enfrentarse a algún sucio orco con su bastón. Sin embargo, se detuvo al ver al gran pirata que salía del interior de la nave. Aparentemente, este no tenía ánimos de luchar. O los tenía pero prefería esperar. Cualquiera fuera el caso, el mago se quedó en silencio, a la espera de que alguno de sus compañeros hablara.

Abyl solloza, el orco malo malote le ha pegado.... Lona acude rápida, y sus manos hacen que mi herida se cierre por completo, aunque el dolor de esta no desaparezca. Sin embargo, la bárbara secandose los mocos y las lágrimas. Apenas conteniendo su furia Lormyriana, tan solo puede encontrar la vía de escape de gritar

¡¡¡ Mi pantalón nuevo !!! Joooo

Pronto se le pasa al reparar en que el orco cabrón ya es pasto de las cucarachas, y cae en la cuenta de la magia blanca de Lona, es entonces cuando los tres orcos aparecen gritando, ¡¡¡ Y A MÍ GRITANDO NO ME GANA NADIE !!!

Doy una palmada en el culo a Jenkins y a Lona por su buen trabajo y me encamino ante el orco grande arrastrando mi espadón. Moses ElPoderoso me cubre desde el embarcadero, tras de mí están Lona y Jenkins el EnanoSangriento, y tras ellos Rurik, bueno y ...

Ehmm... por ahí está también Mineas ElnoTanPoderosocomoMoses ni tan SangrientoComoJenkins que estuvo a punto de mostrar magia, que estuvo a punto de subir al barco, que estuvo a punto de desenvainar su arma.... y que leyó sin piedad un libro mientras investigábamos.... en fin, estábamos todo el equipo

¿¿Como que qué pasa aquí?? ¿¿Es que nadie me escucha en este barco o qué?? Además maleducado, uno para hablar se presenta primero.

Soy Abyl de Lormyr, mercenaria Libre, y este es mi grupo de aguerridos guerreros, somos los TronchaMucho.

Llevo un buen rato solicitando audencia con vuestro Capitán, pero vuestros compañeros no entendían Común y nos han atacado, les hemos rajado, destripado, desmembrado y antes de abandonar el barco me llevaré uno de sus cuerpos para desfigurarlo y desparramaré sus tripas por vuestro embarcadero.

Levanto el espadón con una sonrisa tierna y maternal, como la madre que regaña a sus hijos por haber entrado en la cocina a hurtadillas, yo tenía ganas de juerga, no sé en qué pensarán mis compañeros pero estos tienen muchas papeletas de que sus cabezas sean separadas de sus hombros, mi pantalón habia sido rasgado, y a menos que se dejen la piel en tratarme bien, el espadón bajará pronto para cercenarles.

Antes pedíamos una amistosa charla con el capitán Scarbelly, ahora las condiciones para que escuche nuestra oferta son que suba a cubierta él . Viendo la hospitalidad de la tripulación de este, vuestro barco, no pienso dar ni un paso dejando a uno de vosotros en mi retaguardia, que bastante bien cuidada me la tengo

Tal y como habían salido los orcos, Rurik se movió lo más silenciosamente que pudo para situarse tras el mástil de popa. Oculto. Si llegaban de nuevo a entablar combate, podría sorprenderlos por retaguardia.

- Para que quereis hablar con el Capitán, sobre qué mejor dicho, como creeis que podeis asaltar el barco matar a mis tripulantes y exigir ver al capitan, a ver cual es el tema que os trae aquí, no avisaré a nadie si no me lo dices - dijo este mirando a Abyl sin presentar ningún sintoma de miedo ante las palabras de la barbara.

Era esta la primera vez que Abyl trataba con orcos y esto ya me estaba poniendo de los nervios, aquí ha habido tres orcos que se han tirado a pegarme y no han querido hablar conmigo, otro listo que me ha roto el pantalón y aquí un sabiondo maleducado que no me quiere decir su nombre. Abyl sujeta el espadón con las dos manos, pensandose el abrirle la cabeza Ipso-Facto, los orcos empuñan sus armas prestos y sin temor, y los compañeros de Abyl saben que la impetuosa bárbara le han roto el pantalón nuevo, y no va a aguantarse mucho más..... pero por ahora, habla forzada, conteniendose, pero no podrá conjugar verbos mucho más tiempo.

Habeeeer si hablamos todos en común y nos entendemos mejor porque esto ya me está escamando.

Soy Abyl de Lormyr - Repito esperando que por educación alguno de los presentes se presente, valga la redundancia, el humor de Abyl se ha extinguido en el momento en que le han rasgado la pierna, algo apaciguada su furia por la rápida intervención de Lona, no obstante su integridad psicológica pendía de un hilo muy fino. - He venido a hablar con el capitán Scarbelly y no estoy dispuesto a intercambiar mis valiosas palabras con un maleducado como tú

Resultaría futil y repetitivo contarte toda la historia, pero resumiendo, vengo a hacerle unas preguntas con tal de conocer algunas de sus experiencias como capitán del Venganza. Experiencias y conocimientos suyos, que para mí, son muy importantes, como puedes comprobar en los cadáveres de tus cinco compañeros, ¿Porque eran compañeros tuyos verdad?

Observo de reojo a Moses, está en buen sitio, siempre, y Rurik también parece oler lo que se avecina, Abyl hace crugir su espalda.

En definitiva, hablar sobre él mismo... ¿Qué? ¿Qué esperas? ¿Le llamarás?

Moses, con la ballesta de nuevo lista y cargada, estaba atento a cualquier cosa que pudiera suceder. Estando Abyl en el ajo seguro que habría problemas. No parecía muy diplomática.

- JAJAJAJAJA !!!! pero que graciosa eres mujer - dice el orco mirando a Abyl, - Soy Aggro, segundo al mando del venganza sangrienta y si quereis hablar con el capitan será por encima de mi cadaver, no me creo nada de que vengas a hablar de estas papanatadas, tiene que haber otro asunto o eso, o es que en verdad teneis ganas de morir - dijo levantando la cimitarra y dando y haciendo unos gestos como si estuviera incitando a sus guardias a que os ataque.