Partida Rol por web

Alexios mira atentamente el increíble pasaje y no se arrepiente de haber iniciado el  viaje, talvez no sea tan bonito  el lugar como su tierra natal, pero definitivamente tenia su encanto, algo misterioso o inhóspito, talvez por lo salvaje, pero tambien la total falta de civilización y aquellas criaturas,  lagartos de fuego, si creo que alguna vez mi maestro me hablo de ellos, Alexios piensa un rato en aquellas criaturas y después las mira un rato para conocer su  aspecto un poco mejor, Lastima que no tenga conocimiento en esa área. Alexios cuchichea para si mismo.
Bonitas criaturas, aunque supongo que deben tener de peligrosas  lo mismo de bonitas. Bueno ya estamos aquí si nos van a atacar creo que no debemos hacerlas esperar (aunque definitivamente alexios tampoco le agradaba la idea, Por cierto si vamos a buscar el objeto es mejor empezar lo antes posible mientras mas tarde peor para nosotros, mientras mas tarde mas activas están las criaturas. Vamos Revalt bajemos te concedo la delantera, pero antes mencionaste que tenias una cuerda, creo que seria bueno que todos bajemos amarado  en ella.

Sabes que los lagartos no atacaran si no se ven amenazados, son seres bastante tranquilos pero que si les atacan o se sienten amenazdos lucharan todos ellos con gran fiereza

El medio-hombre que caminaba mucho más tranquilo y despreocupado ahora que andaban de nuevo por la naturaleza en vez de entre las agrupadas y hostiles chavolas que construian los bípedos. Pero en su mente todavía rondaba la falta de un par de compañeros... una pena... chachara y más chachara eso era lo que llenaba sus orejas a la mínima oportunidad que tenían de detenerse, y para más inri aún parecía que la guía estaba todavía aturdida.
Vosotros dos... donde vais?? de verdad pretendeis bajar?? porque no intentais matarlos desde aqui...

Tras escuchar a Alexios saqué la mochila de mi espalda y la coloqué en el suelo, casi al borde del precipicio. -Alexios, no creo que los lagartos sean un problema, le decía mientras sacaba el gurruño de cáñamo de la mochila. -No son hostiles por naturaleza, creeme. Si no les molestamos obviarán nuestra presencia. Comencé a desenrrollar la cuerda despacio cuando Corwin interviene. -¿Matarlos?, contesté sorprendido. -Está claro que una bestia siempre será una bestia... -¿Por qué?. Pregunté meneando para deshacer el último obillo de la cuerda. -Bastante complicada es la tarea que nos espera ya, miré hacia Serelia con una clara muestra de enfado, encontrar la gruta adecuada no será sencillo, y repito que los lagartos de fuego no atacan si no se les proboca, ¿Por qué ibmos a querer complicarnos mas la existencia?.

- Mientras no representemos una amenaza, no creo que nos hará nada. Lo importante es llegar a las cuevas escalando son sigilo. - Echo de nuevo un vistazo a los animales. - Si ya alguna lagartija decida atacar entonces ya haremos lo necesario para acabar con ella. A lo mejor su carne es deliciosa.

Dicho esto me voy a la pendiente y comienzo a estudiarla antes si decidirme a escalarla.

Tras desenrollar por completo la cuerda, -habría que atar un extremo a... -perderiamos un precioso metros por lo menos. Eché un rápido vistazo al grupo, -Corwin, ¿podrías agarrarla mientras vamos descendiendo?, pregunté al licántropo mientras dejaba caer la cuerda en toda su extensión por la pendiente, acto seguido tendí el extremo hacia Corwin esperando que lo sujetara.

Bueno... parecian baastante confiados cuando hablaban sobre los lagartos que habían en el cañon, si ellos decían que no era una amenaza lo dejaría pasar, despues de todo que sabía el sobre esas lagartijas. Y además eran comestibles??? Ahora si tenía ganas de bajar, prefería cazar su propia comida que ponerse en manos de otro. Andaba asomado y olisqueando las criaturas, en busca de algo fuera de lo común cuando llamaron su atención, estaba claro... el resto eran todo hembras o crías, bueno y el encapuchado pero decía ser un mago... acepto el cabo con un gruñido.

Buscaba donde apuntalar sus pies mientras afianzaba el chicote a base de vueltas en su brazo... no supondrían mucho peso, pero nunca estaría de más estar preparado.

Aclaro, hay dos formas de bajar, una de ellas por una cuesta que se puede bajar con cuidado por el lado en el que estais y no hace falta usar la cuerda, si bajais por aqui terminais cerca de las lagartijas y si fallais podeis llegar a caer muy cerca de ellas, por otra parte podeis bajar por el acantilado de mas al lado el cual teneis que usar la cuerda que llega a lo justo (tendreis que saltar 1 metro en el extremo) y si fallais bueno os lo podeis imaginar.

Si bajais por la cuesta tirada trepar -5 +1d100

Si bajais por la cuerda tendreis que tirar 1d100 - 25 + trepar si no usais cuerda

Si usais cuerda tendreis que tirar 1d100 -5 + trepar.

Si Corwin agarra la cuerda tendra que ir realizando unas tiradas que le ire indicando segun vageis de una forma u otra

-Espera! grité sorprendido. -Mira, señalando la estrecha cuesta que salía cerca de donde nos encontramos. -Creo que será menos peligroso acercarse a los lagartos que descender a pelo por la pared vertical, y con lo que me gusta a mí el montañismo...

Tras recoger de nuevo la cuerda eché la mochila al hombro. -Vamos?? pregunté acercandome a la bajada. -Con cuidado Revalt, con cuidado, acuerdate de la última vez que...

Beremode observa la cuesta y suspira, realmente no le apetecia arriesgarse, asi pues dice:

- Id bajando, yo os cubrire desde aqui por si sucede algo, yo bajare la ultima suando mis alas

Beremode Observa como sus compañeros bajan y dice:

- Procurad no caeros id con cuidado

Sereliea observa la cuesta y dice:

- Ufff ya veras tu que ostia nos vamos a dar como nos resbalemos, bueno intentemos bajar

La elfa comienza a descender lentamente por la cuesta de grava con todo el cuidado que pueda para no caerse

Miro a un lado y a otro y veo como mis compañeros empiezan a tomar su camino siendo Revault el primero en decidirse. Sopeso los pros y los contras de nuestras alternativas y finalmente me decanto por la que es más arriesgasa y sin embargo la más atractiva.

La mayoría estaba optando por bajar por la pendiente que nos llevaba a una corta distancia de los lagartos, que si bien no eran agresivos, podríar considerarnos una amenaza si nos acercabamos demasiado y de repente.

Sujeto mi cayado antes de intentar bajar la cuesta, a la vez que intento encontrar la manera de prepararme si los lagartos se ponen incordiosos...

Mal hecho. Mi primer paso en la cuesta abajo es bastante torpe, e intento acomodarme mientras desciendo...

Al ver que sus compañeros se ponian en marcha el chico hizo lo propio.

Se quito el gorro agarrandolo con una mano al tiempo que miraba fijamente a Beremode escrutando su rostro y expresion al milimetro, estaba casi convencido de que aquella mujer era la regente Shanjim.

Sora espero a que sus miradas se encontraran para dedicarle una sonrisa complice justo antes de desplegar sus alas que de repente aparecieron al lado de su cabeza, con ellas descenderia hasta la entrada de las cuevas para reunirse con los demas.

El grupo poco  a poco comeinza a bajar por la colina formada por grava, el primer en hacerlo es Revalt, sin embargo el aventurero al empezar a bajar tropieza y comienza a caer rodando, para sus compañeros puede paracer algo comico ver como su compañero forma una esfera que rueda por la cuesta levantando una gran cantidad de humo, pero para Revalt no es nada gracioso ya que siente como el brazo se le rompe durnate la caida, esto es dbido a que en una de las numerosas vueltas todo el peso de su equipage y sobretodo de su arma caen sobre su brazo de derecho haciendo que se le rompa el brazo, el aventurero consigue parar su caida gracias a un fuerte golpe que se da contra un arbol causandole un fuerte golpe en el pecho dejandole casi sin aire.

Tras Revalt comienza a bajar Sereliea la cual pese a tratar de ir muy prudentemente termina resbalando y cayendo, la elfa se desliza de espaldas por la pendiente hasta llegar junto a Revalt, sin embargo ella ha podido frenar segundos antes de darse contra el arbol, sin embargo durante la caiga se ha producido varias heridas en la espalda que le duelen enormamente.

Karin es la siguiente en bajar resbalandose en el ultimo momento, la mujer termina con la cara en el suelo haciendose un poco de daño, pero le duele mas el orgullo que otra cosa, sin embargo ha sido la que ha tenido la caida mas leve de todos los presentes.

Seguidamente trata de descender Kurokujo, el niño comienza a usar su baston para bajar, sin embargo en un descuido hunde demasiado el baston y esto hace que se desequilibre para comenzar a rodar hasta detenerse contra un tronco dandose un gran golpe que le hace quedarse casi sin sentido, el niño aunque aun tiene consciencia siente todo su cuerpo dolorido.

Por su parte Beremode y Sora desciende volando, para todos es especialmente llamativo que Sora posee las mismas alas que Beremode. Al mismo tiempo 2 lagartos comienzan a acercarse al parecer intersados por el ruido causado en la zona donde estan los aventureros

Sentado respiraba entrecortadamente tratando de no ahogarme. El pecho me dolía de forma increible. -Maldito árbol! Joooder, murmuraba mas por no poder levantar la voz que por no querer gritar. Pero el brazo... el <crack> que había escuchado, y sobretodo sentido, durante la caida no dejaba lugar a dudas, estaba roto; un dolor agudo me lo recorria desde las puntas de los dedos hasta el hombro.

Gimiendo me dejé caer hasta estar completamente tumbado, recuperando el aliento se intensificaba el dolor del hueso roto. Apretaba el brazo con fuerza con la otra mano contra el pecho.

Tras un instante de desconcierto fui poco a poco tomando consciencia de la nueva situación en la que me encontraba, el dolor  aunque intenso podía controlarlo. No era la primera vez que me rompía un hueso y seguro que tampoco la última.

Ajeno a los lagartos que habían interesado por el alboroto observé a Serelia a mi lado. -Veo que has aprendido a escalar en la misma escuela que yo, eh?, comenté en un tono irónico y amargo.

Su intención había sido buena... pretendía ayudar a bajar a sus compañeros pero claro estaba que ninguno había usado la cuerda... y lo que era peor, la cuesta parecía tremendamente resbaladiza y peligrosa... pero bueno que podía hacer, para más inri algunos lagartos comenzaban a acercarse.

Recogió la cuerda, su equipo y comenzo a descender... pocos metros más abajo ya rodaba como el resto de sus compañeros... así que intentó acolchar los golpes como pudo e intentar no perder la consciencia.