Partida Rol por web

Escucho las palabras del guardia... yo estoy casi seguro que no fui contratado para ello; es más no creo que hubiera aceptado una misión así, aunque si bien es cierto que ahora es posible que si mis compañeros la aceptan lo haga yo también, para tratar de averiguar el motivo de los ataques de ese dragón. Por ahora será mejor no preguntar, los aldeanos están enfadados y asustados y plantear la posibilidad de no matarlo y tratar de entender el porque de sus ataques seguramente crisparía más el ambiente.

Así pués me mantengo en silencio dejando que sea Katsumoto quien asuma el papel de lider...

La guardia lleva al grupo a la Torre para que el señor pueda verlos. Estando a las puertas del Torreón os dais cuenta de que es una edificación sencilla pero eficaz ya que consitituye una gran fortificación y su tamaño os deja impresionado; tanto, que os ayuda a calibrar el poder del dragón para poder intimidar sus defensas.

Una vez dentro, sois conducidos por los distintos enclaves hasta que el sargento os lleva a una gran sala llena de insignias y armaduras donde se encuentran dos personas.

En el centro, se encuentra el señor Igor Koriszegy sentado en un trono, el cual constituye el único asiento de la sala por lo que obliga a los demás a permanecer en pie.

A su derecha hay un viejo de barba blanca envuelto en una túnica igualmente blanca.

Ambos hombres se encontraban conversando pero no alcanzais a oír el tema de conversación. Os llevais un rato esperando mientras ellos hablan hasta que cuando terminan, Igor se dirige hacia vosotros no sin antes examinar el grupo con atención durante un buen rato.

- Así que habeis vuelto, ¿habéis matado al dragón?

Elenaide inclina levemente la cabeza en señal de saludo, realmente no le habian parecido muy cortes esos hombres al haberles hecho esperar tanto tiempo, pero tambien habia aprendido en sus viajes que los gobernantes de los diferentes condados y reinos podian llegar a ser asi, ademas ella era una elfa acostumbrada a mantener la calma en todo momento, sabedora de que sus compañeros esperarian a que ella hablase decide intervenir:

- He de deciros que me temo que no, o al menos eso es lo que sospechamos ya que por lo que hemos escuchado no ha sido derrotado el dragon.

La mujer realiza una pequeña pausa y seguidamente continua:

-De hecho no recordamos nada de lo sucedido ya que no poseemos recuerdos desde hace varios dias.

La elfa observa el lugar, detenidamente, para seguidamente añadir:

- Sentimos mucho no haber podido cumplir con nuestra labor, pero si nos ilustrase mas sobre lo sucedido y nuestra forma de contratacion estariamos muy agradecidos

Les hicieron esperar, bastante rato, pero ¿que era aquello? Aquello le sonaba, tipica arrogancia de los nobles occidentalis. No habia tenido casi ningun trato con ellos pero por su ascendecia materna, sabia algunas historias, de como los nobles de algunos reinos, se creian superiores y hacian las cosas de una manera no muy "adecuada". Si hubieran estado en Arisu, el Damiyo de aquellas tierras, es decir, el equivalente al rango de noble, no les hubiera hecho esperar. En fin, suerte que tenia paciencia, y no venia "calentito". La actuacion de la gente no se podia recriminar, sino entender. Ademas, las ropas de Igor denotaban y resaltaban que se trataba de un noble, era una especie de rosa en un campo de girasoles. Aun asi, imito a Elenaide, e hizo un gesto de respeto similar, al mas puro estilo arisiano, vamos, una leve reverencia de cabeza, pero lo que era una mera deferencia, lejos de lo que hubiera hecho ante un daimiyo arisiano.

De momento, dejo hablar a Elenaide, ya que habia comenzado, y tenia mas experiencia en la mayoria de situaciones. Era lo mas prudente. De momento, no tenia nada mas que añadir. Dicho sea de paso, aquella mision no le hacia mucha gracia, pero eran sentimientos contradictorios, pues tampoco queria dejar en la estacada a Lara y los otros habitantes de Torreon Encantado. Haber en que desenvocaba todo aquello. Tambien estaba atento a Yui, y de vez en cuando, la miraba para ver como reaccionaba ella o que, y era evidente, que si ella iba a decir algo, centraria su atencion en ella. En resumen, todo era complicado, la situacion era complicada, su relacion con sus compañeros era complicada... asi era la vida. 

Yui observa el lugar realmente no estaba comoda, le recordaba demasiado a aquel pueblo y eso era algo que no le gustaba, realmente estaba nerviosa, aunque para si misma trataba de decirse una y otra vez que estaria bien, que en esa ocasion tenia consigo a personas que sabia cuidarian de ella pero que a la vez le importaban mucho a ella, entre ellas se encontraba en un lugar especial Katsumoto, aunque sin duda aun estaba lgo temerosa, decide no hablar y permanecer a la espera

Igor nor parece muy interesado en vuestras respuestas y los motivos de que el dragón todavía no ha muerto desde que Elenaide contestó que ese cometido todavía no lo habeis cumplido. Sin levantarse y mirando distraídamente los tapices de la habitación, hace un ademán con la mano a forma de echaros.

- No hace falta que os molestéis. Al final he seguido los consejos de mi fiel Balder y he contratado a un grupo realmente experto de cazadragones. Es mejor quedarse sin dinero para matar a un Dragón que dejar que este te lo robe después de merendarte.

Balder sonríe complacido viendo cómo su señor os despacha sin miramientos.

Yui escucha las palabras del hombre, realmente no sabia si sentir alivio o todo lo contrario, ya que les estaban despachando como si fueran unos inutiles, realmente la joven estaba algo aturdida ya que no recordaba nada de lo que habia hecho durante el tiempo que habia estado alli y eso no le gustaba y en cierto modo le asustaba ya que anteriormente habia tenido episodios de amnesia y nunca habian traido nada bueno, realmente siempre habia hecho algo de lo que se arrepentia durante mucho tiempo despues.

Realmente Yui no sabia muy bien como actuar, pero lo unico que sabia era que no deseaba estar en ese pueblo, le ponia nerviosa y realmente no estaba comoda alli

Y ya esta. Les hacia esperar  un buen rato, todo para eso, para decirles que no les necesitaba. Quizas en otra situacion, o sino hubieran conocido a Lara, el samurai no se lo habria tomado como algo personal y aun asi dudaba. Se supone que les contratan, que fallan e intentan volver a hacerlo y los ningunean. Habia un reemplazo para ellos, para hacer su supuesta mision. Por desgracia, no era tan sencillo. Antes de decir nada, de preguntar algo, se sondeaba asimismo. El problema basico pero de gran importancia era que tenian otra mision, mas urgente y mas importante: ir a uno de los Templos de Zaibacher y ver que se podia hacer. Comparado con eso, lo que tenian entre manos, podia parecer nimio, sin importancia, pero ¿porque no le podia dejar de dar vueltas al asunto? Ademas, no les habia dicho nada sobre sus "substitutos"  si es que se podia decir algo asi. Aquello, era a su juicio lo peor y lo que le daba rabia. Tenia que decirlo, ahora que tenia presente a aquel tio, quizas luego se arrepintiera, pero seguro que se arrepentiria sino decia nada y lo dejaba pasar:

-Almenos podriais decirnos quien o quienes son esos cazadragones ¿no?

Su tono de voz habia perdido algo de compostura y sono algo molesto y disgustado. A pesar de su educacion arisiana, a pesar de haber vivido en Arisu tanto tiempo, estar integrado y saber como se tenia que comportar, perdia los estribos. Eso ya le habia traido problemas en el pasado, pero era cosa de ser un mestizo, su padre era severo y le intentaba enseñar a comportarse como un verdadero arisiano, pero su madre le instigaba a buscar un equilibrio, que ser tan sumiso no siempre estaba bien, y ese seria para un futuro un ejemplo... hay cosas que cuestan mucho de cambiar.

Eso no me ha gustado. Estoy de acuerdo en que si habían contratado a un grupo y este no ha cumplido las espectativas, se busque a alguien que pueda llevar a cabo esa tarea. Pero... el respeto por los demás es algo que no se debería perder jamás, y eso es exactamente lo que estaba ocurriendo en ese momento. La pregunta de Katsumoto esta bien, podríamos contactar con ellos y ayudarles, al menos para investigar acerca de ese dragón... Todavía no tengo muy claro que es lo que ha pasado, porque estas personas han sufrido esta pérdida de memoria y como ha sido causada... Demasiadas preguntas.

Con una mirada de superioridad otorgada por su mayor posicion y poder frente a esos simples cazadores inutiles que no han sido capaces de acabar con el dragon que se habian comprometido a matar dice mirando de reojo a uno de los guardias:

- Guardias sacadles de la torre, sacad a esta inmundicia de la torre y no les dejeis volver a entrar

El sargento junto con los guardias que habian acompañado al grupo se acercan mirando friamente al grupo, estos pueden estar seguros de que cumpliran sus ordenes aunque traten de interponerse o evitarlo alguien, con un tono de voz mas rudo y seco que aquel que poseia cuando encontro a los aventureros en las calles de la ciudad dice:

- Vamos, dirijanse a la entrada sin almar escandalo

Le costo mucho tragarse el orgullo, despues de como les habia tratado aquelo noblucho de dios sabe donde. Le habia sacado de sus casillas, hablando simple y llanamente. No queria causar problemas a la gente del grupo, ya todos tenian cosas que cuidarse. Se mordio la lengua, con tanta fuerza que casi le sangra. Su respiracion se acelero bastante, al igual que su ritmo sanguinio. Todo aquello habia sido insconscientemente.Cuando se dio cuenta, solo hizo una cosa, para tranquilizarse, cerro los ojos y penso en la persona importante que estaba a su lado... Yui. Solo asi podia centrarse. No se encontraba alli solo, no podia actuar unilaterlamnete. Los marloquenses asi lo habiam hecho y ahora eran cadaveres. No, aun tenia muchas cosas que hacer y no iba a buscar problemas por un berrinche. Asi que callo y acató. Cuanto antes perdieran a aquel tio de vista, mejor para todos. Seria lo ultimo que acataria de ese noble. No dijo nada, se limito a irse de alli, estando al lado de Yui, que por cierto, habia estado mas atento a lo que se decia que a la vampiresa.

La miro atentamente, la habia desatendido solo un rato corto y algo no anda bien. Ya habia actuado de manera extraña desde que estaban en el pueblo, y apenas habia dicho nada. Aquello le ensombrecio mas el animo. Normalmente, el era una persona vital, con una sonrisa agradable en su rostro, pero el joven samurai distaba de lo que era normal en el. Estaba sombrio, su boca estaba ligeramente torcida, de disgusto. No creia que se merecieran eso, pero ¿que debian hacer ahora? Lo tendria que hablar pero por su parte propondria de salir del pueblo ipso facto...

Mientras el sargento "muy amablemente os conduce hasta la salida, os cruzáis con un grupo de cinco hombres de tez morena, corpulentos, demasiado seguros de sí mismos y con caras de poco amigos. Van armados con poderosas espadas y cubiertos por corazas con extraños labrados. Al parecer ellos también se disponen a hacerle una visita a Igor Koriszegy puesto que se están encaminando hacia la sala donde el señor del torreón.

Elenaide observa a los tipos con los que se cruzan, sin duda deben de tratarse de los hombres que les iban a reemplazar segun les habian dicho, era mejor no acercarse demasiado ya que por su aspecto estaba segura de que iban a "demostrar su hombria" y sin duda eso lo unico que iba a ocnseguir era que el ambiente en el grupo se caldease aun mas y tal y como estaba la ciudad no les convenia para nada empezar cualquier tipo de disputa puesto que por el momento tenian toda la antipatia del lugar, era mejor esperar en algun lugar para poder planear que es lo que podrian hacer a partir de ese momento

El samurai no dijo nada mas ni hizo nada para que los soldados de Igor les echaran. No queria darles mas motivos para que se enfadaran, en realidad, lo usarian como excursa o eso era lo que el se figuraba.  Solo hecho una rapida mirada de soslayo al grupo de cinco hombres... no los reconocio, ni que eran ni de donde eran. No le preocupaba lo que fueran a hacer, lo que le preocupaba era que debian hacer ellos. Siguio pensando en las dos opciones que tenian delante pero no tenia claro del todo cual de ellas debia escoger. Lo mejor eran salir del palacio, buscar un sitio tranquilo y hablarlo. El iba al lado de Yui pero ahora estaba mas concentrado en sus pensamientos que en la presencia de ella, cosas rara en los ultimos tiempos.... 

Había estado callado en todo el rato, para ver como se comportaba el noble y su asistente, pero viendo sus reacciones no se como pude aceptar una misión para el, después miro a los que ha contratando, y me digo para mi mismo: "Se creen mejores que nosotros, pero si quieren les dejo mi filo de la espada para que vea quien es mejor", después dirigiendome a mis compañeros les digo:

-En mi país no se les trata así a los invitados.

Haciendo una pausa continuó mi pequeño disurso:

-Por mi fuera yo iría a mataral dragón para así sepa el noble que somos los mejores, porqué cuando acepto un trabajo, yo lo terminó, auqnue solo reciba la recompensa d erecuperar mi honor, vosotros vendríais a matar al dragón conmigo?

Yui observa a los hombres, realmente parecian bastante peligrosos, haciendo un poco de acopio de valor pregunta al sargento:

- Esto, perdone, esos son los cazadores de dragones que han contratado?

Yui realmente no sabia muy bien el porke, pero tenia curiosidad y queria saber si esos eran realmente los que les iban a sustituir porque no les veia buenas personas, era al menos esa la situacion que tenia la vampiresa

Fue  la pequeña y breve internvecion de Yui la que le hizo quitarse de su ensimismamiento y retraimiento personal. Se centro un poco, miro un poco extrañado a la vampiresa. No sabia porque preguntaba aquello, y no creia que el sargento fuera a contestarles, ni siquiera que supiera la respuesta, pero eso hizo que él, aunque no dijera nada, mirara a Yui. Solo esperaba que no pasara "nada", aun asi se puso un poco mas alerta. Cuando estuvieran fuera del castillo del noble, ya podria relajarse (y buscar un sitio relajado y decidir que hacer).

Cuando se cruzaron con el grupo de cinco hombres, el sargento fue el único que hizo una reverencia haciendo un breve alto en su cometido. Era una reverencia secilla pero llena de gratitud, como si el sargento estuviera en deuda con aquel grupo tan variopinto. Luego siguió escoltando el grupo hacia la salida en silencio hasta que Yui le formuló aquella pregunta.

- Son los cazadores de dragones que ha contratado nuestro señor por consejo de Balder. - Contestó como si aquella pregunta ofendiera. - Ellos sí que son guerreros de verdad.

Y tras responder, aun con más bruquedad os condujo afuera.

Parece que finalmente este señor se dispone a dar muerte al dragón mediante los "nuevos" cazadores. Somos conducidos al exterior no de muy buenas maneras; y cuando ya estamos fuera no puedo sino mirar a mis compañeros...

Vaya, no se que habréis hecho antes aquí... pero no os tienen en muy buen aprecio.

Doy un vistazo a mi alrededor, observando la gran torre... ¿Y ahora que? Dejaremos que esos cazadores se hagan cargo del dragón y lo asesinen o... Miro a los que han perdido su memoria, ahora mismo solo hay una forma mediante la cual aceptarán investigar el porque de los ataques del dragón...  o por el contrario investigaremos porque no recordáis nada de lo ocurrido desde hace unos días?