Partida Rol por web

Vaya, ¿tan difícil es ser amable? Ya se que da pereza, pero menuda forma de recibirnos. Se te ha subido a la cabeza el título de sultán, ¿verdad?... Anda que menudo mantenido

Blancanieves, con la mirada empañada por el dolor de la pérdida de su más amor verdadero del mundo mundial alzó la cabeza mirando a Aladdín, frío, arrogante, desapegado de todo su pasado como si no hubiera existido. Su labio inferior tembló de nuevo cuando miró a Jasmín con consternación.

-...¿Qué?...-logró articular como fórmula para todas las preguntas que tenía en su cabeza. Era obvio que la asilvestrada princesa no esperaba ese trato y menos de quienes creía amigos.

Mi cara se descompone al mirar a Aladdin.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJA-Río con estruendo.-¡Qué gracioso es este niño!

Con mi imborrable sonrisa puesta en la cara, me vuelvo a los demás.

-O está de cachondeo y se ha vuelto gilipollas o se ha vuelto gilipollas a secas.-Digo sonriendo.-En ambos casos nada nos queda que hacer con el. ¿Nos vamos a pasarlo bien a otro sitio?

Mudito se quedó helado y sorprendido. Aladdín hablando así de los que eran como él. Comenzó a ver las reacciones de todos los demás enanos y el susto que tenía Blancanieves encima.

Con cuidado se acercó a Blancanieves y la dio un liego tirón en la manga, cuando ésta lo miró, Mudito se llevo el dedo índice hacia la sien, sin tocarlo y empezó a hacer unos pequeños círculos.

Loco.

Oh oh...

Pienso evitando hablar, aunque ahora más bien por el caríz que tomaba la situación. No me extrañaría que pronto tuviéramos que enfrentarnos a toda la ciudad si las cosas seguían así.

Efectivamente, él fue una de esas sucias ratas callejeras, por eso las conocemos perfectamente y estamos tratando de hacer una limpia en Agrabah. Solo permitiremos vivir a aquellos que lo merezcan y no a quienes roben y se dediquen a una vida que no traiga prosperidad a la ciudad. Tal y como hacía Aladdín cuando era joven. Dice mirándole y dedicándole una profunda y cariñosa sonrisa.

Sabio, no pretendemos daros nuestro apoyo, ayudadnos primero vosotros a limpiar la ciudad y quizá os ayudemos.

Cuando hacéis caso de las palabras de Feliz y os giráis para retroceder os dais cuenta de que Abú y Rajah os tienen rodeados, sus ojos están inyectados en un rojo carmesí, mientras se relamen al veros tan apretados y con tan poco espacio para moveros.

Seréis ayudados mientras nosotros lo seamos también, mi señora - le contesté a Jasmín.

Es de vital importancia que nos dejéis la lámpara que poseéis...

Una mirada tierna salió despedida hacia ella.

Algo no me olía demasiado bien, pero tendría que intentar un acuerdo como fuera.

Mocoso dio un respingo al ver a los animales. Aquellos dos, tigre y mono, siempre había sido de su agrado, tiernos y juguetones. Pero algo había cambiado en ellos. Algo malvado y peligroso. 

Asustado, Mocoso retrocedió hasta ponerse en el centro del grupo

Ah, no, no voy a ir pro ahí echando o matando a gente por que sí. ¡Menudo trabajo más cansado! Nos reciben mal y ahora nos dan órdenes, no señor. Estos dos son raros de narices, así que hasta que no me traigan algo donde sentarme no hablaré con ellos más.

- Quizás no tengas tiempo.

Le respondo a perezoso girándome para poder controlar a los dos animales, pues era tal y como nos había dicho Pepito.

¿La lámpara? Genio no está disponible para cumplir vuestros encargos. Ha sido encerrado de nuevo en su lámpara para cumplir con sus obligaciones y cumplir con nuestros deseos. Lo siento pero no, si queréis la lámpara, antes tendréis que pasar por encima de mi cadaver.

¡No lo consentiré!

Dice desenfundando una espada y tomando posición de ataque. Mientras que Jasmine se colocaba a su lado y os sonreía.

Abú y Rajah seguían detrás de vosotros, sentados y mirandoos con ojos enloquecidos mientras se relamían. Por alguna extraña razón os parecían mucho más grandes que antes.

-No me gusta como se pone esto.-Digo dando un paso atrás.-Pero un poco de ejercicio nunca viene mal, ¿no?

Tenso los músculos un instante dentro de la armadura y me preparo para lo inevitable.

-A ver lo que sabes hacer.

Ven mis ojos que has tomado una decisión, Aladdin, pero mi corazón sabe que no es tu verdadera voluntad - le dije apaciguadamente.

No obstante... - hablé sin terminar la frase y andando hacia atrás cubriéndome entre mis hermanitos por si surgiera una batalla imprevista.

Al ver como se habían desarrollado los actos, Mudito no dudó ni un ápice. Se crujió el cuello y los nudillos mientras se estiraba un poco los brazos.

Querían pelea y la tendrían.

Mocoso descolgó su arco del hombro disimuladamente. Se encontraba seguro en el centro de sus hermanos, así que podría descargar sus flechas sin ningún peligro y mientras comenzó a murmurar las palabras de un hechizo.

Y que siempre hay que llegar a lo mismo. A hacer que Perezoso sude. Es que no pensáis en los demás, no señor... dije mientras me llevaba la mano atrás y sacaba mi lira. Di unos pasos y me coloqué frente a los animales.

Dejad que la rabia se vaya, la música amansa a las fieras, escuchadme tocar...

Abú y Rajah se sentaron a contemplar el sonido de la música de Perezoso. Sentaron sus cuartos traseros en el suelo y con la boca entre abierta se dispusieron a escuchar la música que con tanta fascinación interpretaba el enanito vago.

Mientras tanto, el resto se preparaban para el combate.

La situación parecía que terminaría en combate sin lugar a dudas. Mocoso encajó rápidamente las flechas en el arco y dejó que volaran hacia Aladin.

Si conseguía herirle quizás toda aquella locura se acabara de repente. Estaba seguro que no había que matarle, pero tampoco dejaría que hiciera daño a Blanca o a alguno de sus hermanos.

Al ver que la cosa se pone fea, me lanzo hacia aladin con intencion de Inmovilizarlo. Matarlo no es una opcion, pues en el fondo es nuestro amigo, pero hay que sujetarlo hasta ver como solucionar lo que le pase.

Tras un amago de golpearlo con mi puño, lo aferro con fuerza y lo sujeto entre mis brazos.

-No te muevas, bonito, que me abollas la armadura.-Digo mientras lo agarro.

Las puas de mi armadura arden en contacto con el alli donde le tocan, debe ser doloroso para el, pero no nos ha dado opcion.