Partida Rol por web

Jaime imito las acciones de Konrad, casi al unisono con el. Miraba las piezas oxidadas y gastadas, muchas de ellas las veia por primera vez y no se imaginaba como funcionaban. Todas le parecian grandes y pesadas a excepcion de unas pocas que tomo y observo a ver si podia levantarlas. Casi se corta con una que aun mantenia su filo, todo eso le era tan ajeno... pero se propuso hacer como su compañero y las tomo.

- Por mi salgamos ahora, ya tengo mi equipaje listo para salir - dijo entre sonrisas, con una mezcla de inocencia e ironia.

Estaba algo ansioso, todo esto era muy emocionante para el. Volvio a tomarse de las ropas de Konrad y tironeo de ellas -Porque la señora Margota viaja de noche? es para dormir en el viaje?-

O'Brian miro el montón de chatarra sin interés y apoyo la moción de Konrad.
 

 -Yo estoy bien como estoy, soy mas de palabra que de espada y cuanto antes salgamos menos tardaremos en llegar y antes cobraremos-
 

Ori miró un poco por encima el montón de chatarra. Alguna de esas armaduras le podría servir sin problemas, era un tipo duro, tampoco necesitaba protección en exceso. Las armas ya eran otro cantar, tenía un hacha sí, pero... ¿sería suficiente? Realmente no sabía a que se enfrentarían, ni siquiera recordaba por qué iban allí... En realidad... en cuanto escuchó que tenían que ir a Uberwald dejó de prestarle atención a lo que viniera después.

Se acercó al montón de cosas y comenzó a rebuscar en él.

- Por mi podemos ir cuando digáis. -Tenía la cabeza metida en el montón de equipamiento, así que su voz se oía ligeramente lejana.

Tras rebuscar entre los desperdicios de batallas anteriores encontrasteis un equipo algo digno. Konrad encontró un chaleco de cuero curtido algo desgastado y demasiado duro como para decir que fuese cómodo llevarlo, además halló un estoque oxidado y con la punta doblada casi noventa grados, en el puño se podía apreciar los restos de algún antiguo gravado, sin duda aquella arma perteneció a alguna clase de oficial o comandante.

Por su parte, Jaime encontró un jirón de cuero de lo que podría haber sido la atadura de una armadura, le serviría como honda hasta que encontrara algo mejor, sin embargo todas las armas de filo que había eran demasiado grandes para él.

Finalmente Ori salió de entre el montón de chatarra. Vestía el peto de una armadura que le cubría hasta casi las rodillas, y en la mano sujetaba una alabarda, que al haber perdido la mitad del mástil sería una hacha perfecta para él.

Cuando el grupo salió del edificio era casi de noche. El sol se estaba poniendo a lo lejos y un fulgor rojizo bañaba los tejados de Ankh Morpork, era una buena imagen de despedida, un bonito recuerdo de un hogar al que quizás no volverían. Al pasar por las puertas del distrito el golem, que seguía con su guardia, os saludó amablemente y os dedicó una sonrisa grisácea.

Las puertas de la ciudad estaban lejos y no había tiempo para demorarse, había que salir antes de que cayera la noche cerrada. A pocas millas de la ciudad había una taberna donde podrían pasar la noche.

Aunque aquello que había encontrado no era lo que realmente esperaba, se dio por satisfecho. La alabarda le vendría realmente bien... de no haberla encontrado seguramente tendría que dejar al descubierto ante los ojos de todos que su hacha no servía ni para arrascarse la espalda. Estaba mellada, y es que era decorativa. Aunque a decir verdad a la hora de tirarse a por un par de rodillas no hacía falta afilado alguno, solo un montón de fuerza, y Ori tenía de sobra de eso.

Flexionó un par de veces las rodillas, (movimiento que no pasó desapercibido para ninguno, pues el roce de la armadura contra el suelo hacía un ruido no demasiado agradable) comprobando así su movilidad. Después, se puso en marcha. Se despidió con un movimiento efusivo de la mano del gollem que los despedía y aumentó el ritmo de sus zancadas, ansioso.

- Todo irá bien. Soy de allí, ¿sabéis? De Uberwald. -Sonrió y sacó pecho, orgulloso.- Veréis que bienvenida nos dan.

Consiguió algo a lo que quizás ni siquiera se podía llamar equipo, pero era mejor ir con algo por el camino, nunca se sabía.

Ya se estaban moviendo cuando a Konrad se le ocurrió algo. Aquel día estaba algo espeso. Como no recordaba que el enano dijera siquiera su nombre prefirió hablar en general.

-¿Alguno de vosotros sabe algo de Lady Morgolotta?, aparte de que nos la encontraremos en Uberwald. Estaría bien saber por qué nos necesitaban a nosotros específicamente, porque a mi el propio maestro del gremio me solicitó por orden del comandante.-

O`Brian asintió a las palabras de Ori.

-Estupendo, me gustan la buenas bienvenidas ¿Que tipos de juegos de azar son populares por allí?-

 Tras escuchar las dudas de Konrad se limito a encogerse de hombros en actitud desinteresada

-No soy de preocuparme por esos pequeños detalles, simplemente vivamos el momento, disfrutemos el paisaje y tapemos nuestras narices al pasar por el rió.-
 

La noche había caído hacía rato. Un olor fresco y húmedo sospesaba el ambiente, era muy agradable comparado con el hedor de las calles de Ank Morpork. A lo lejos se veía una pequeña luz que titilaba y balanceaba con el viento.

Cuando el grupo llegó a su vera, vio que se trataba del farolillo que colgaba de la puerta de la posada. Era un edificio viejo, hecho con piedras grandes y toscas vigas de madera, el moho se había apoderado de todos los recovecos y tenía una lucha encarnizada con la hiedra que reclamaba la pared como suya. Un poco más allá se podían ver los establos, dos caballos dormían bajo el único cobijo de un techo de paja, y al lado se encontraba aparcado un carruaje de color negro y con decoraciones bastante lúgubres, la flor de lís era sin duda el tema principal de la talla.

Un rápido vistazo por una ventana mugrienta permitió al grupo ver que no había apenas gente en el interior.

-Que bien!- Exclamo el jugador al llegar a la posada.

 -Estamos de suerte, parece que hay habitaciones disponibles.- Dijo al ver que el mohoso lugar estaba cuasi-vació sin dejar de buscarle el lado positivo a la situación.

 
-¿Alguien se apunta a una partida de ocho octatos?- Pregunto a la vez que sacaba su baraja.
 

- Lo siento, pero no sé nada de esa señora. Ni tampoco tengo gran conocimiento sobre juegos... aunque uno bastante popular es el ¡Zas!, pero no es de azar.

Ori estuvo a punto de preguntarle al jugador curioso si había oído hablar de La Batalla del Valle de Koom cuando llegaron a la posada. Una lástima desde luego, pero ya habría tiempo...

Echó un vistazo al carruaje y después a la posada a la que entró sin dudar. Chasqueó la lengua un par de veces debido al acto de saborear su propia boca... Desde luego la tenía totalmente seca, había que ponerle remedio rápidamente. Su mirada vagó por la barra, buscando algún barril y su correspondiente precio, al no encontrar ningún tipo de información decidió acercarse con un leve contoneo de caderas.

- Como ya dije no soy mucho de ese tipo de juegos, pero podría echar un vistazo.

Tan solo contempló en silencio como los otros tomaban la iniciativa, para cuando el enano ya estaba en la barra abrió la boca.

-Está bien, probaré suerte contigo- dijo mirando a O`Brian

Si por fuera la taberna parecía lúgubre, por dentro parecía un cementerio. Aquel lugar parecía estar desierto, tan solo dos personas se encontraban allí dentro: la una estaba sentada junto a la chimenea, una capucha le cubría el rostro y en las manos sujetaba un pequeño puñal con el que se estaba limpiando las uñas; la otra estaba sentado al otro lado, en una mesa con un par de jarras vacía, por sus atuendos rojizos y su sombrero picudo parecía un mago de la universidad invisible.

O'Brian y Konrad se sentaron en una mesa cercana a la barra para jugar su partida de Ocho Octatos, Ori en cambio siguió en sentado en un taburete esperando a que apareciese el mesonero que aún no había dado señales de vida.

Cómo buen jugador de cartas puedes intentar hacerle trampas a Konrad a un 50% de probabilidades de que te salga bien. Puedes tirar un D6 con 1, 2, o 3 no te salen, con 4, 5, o 6 te salen y le ganas.

Puedes tirar un D6 para ver si hace trampas (Haz una tirada solo para el director)

Con 1, 2, 3 no te percatas de si hace trampas (Puede que realmente no las haga o que tu no te des cuenta) con 4, 5 o 6 Te percatas de si hace trampas.

La tirada tiene que ser Oculta, me expliqué mal con lo de "solo para el director". Te la hago yo y en cuanto O'Brian me diga algo te posteo.

Me parece bien :P

 La hago oculta para darle emoción xD

-El juego es sencillo, tienes que con tus cartas formar parejas de colores diferentes que sumen ocho, un ocho puro cuenta como dos, hay que conseguir ocho ochos sin que te sobren cartas en mano, comienzas robando ocho cartas y luego puedes elegir robar otra del mazo o intercambiar una de tu mano por la de arriba del mazo o del descarte.

Lucky iba repartiendo mientras explicaba lo que para el era un juego de lo mas sencillo.

No parece que O'Brian y te haga trampas.