Partida Rol por web

Después de las palabras del joven Brandon, algunos de los jóvenes allí reunidos decidieron escucharle, mientras que la semi-orca, más interesada en otras cosas, se empezó a alejar en dirección al bosque. 

El hombre, al ver a la semiorca alejarse, le lanzó una mirada y frunció el ceño. ¿De curiosidad? ¿Sospecha? ¿Duda? ¿Hastío? 

-Vayamos por partes pequeñas mías -empezó a decir depositando su atención en la pequeña Linna-. Lo que tú entiendes por equipo prestado me temo que no es lo mismo que entendemos el resto de ciudadanos. Por supuesto, encontraréis aldeanos que estarán dispuestos a echaros una mano y a regalaros algunas cosas. Aunque todo dependerá de la relación que haya con ellos. Por ejemplo -se volvió hacia Tyrius-, estoy seguro de que la adorada Elisa Hammer podrá prestaros un pequeño cincel y martillo. 

Tras esto se echó hacia atrás y se encogió de hombros.

-Como digo, dependerá mucho de la relación que hayáis forjado con ellos y de lo que les pidáis. Por muchas tazas de té que tomes con nuestra querida Madame Ravonge, dudo mucho que ella disponga de una cuerda o un garfio para prestaros. 

Después de aquello se detuvo durante unos segundos antes de mirar a los cuatro jóvenes que tenía delante.

-La roca que buscáis tiene cinco metros de altura. En aspecto, es como si una espada gigantesca hubiera bajado de los cielos y se clavase hasta la empuñadora en el suelo. La reconoceréis cuando la veáis. Por desgracia, todos los árboles a su alrededor, tienen la misma altura, así que es algo difícil de encontrar si no se sabe bien la dirección que hay que tomar. -Alzó la vista al cielo, como si hiciera memoria-. Si no me equivoco, hay un pequeño camino cerca de la casa de la señorita Merigold. Desde ahí, dirección noroeste y tras diez kilómetros, encontraréis la roca. Si no os entretenéis demasiado, podéis ir y volver en el día. Aunque, con dos pequeñas en el equipo -dijo esto mirando a las medianas-, tal vez la velocidad no sea el fuerte de este grupo. 

Sonrió de forma abierta.

-Yo, de vosotros, me prepararía bien. No solo hay ardillas o conejos en ese bosque. 

No tenía que ser tan complicado, ¿verdad?

Y, con este pensamiento en mente, te alejas del pequeño grupo que se quedó hablando con Brandon.

Era una roca en el bosque, sería fácil de encontrar. Pero, claro, haciendo memoria, no recuerdas ver ninguna roca tallada con nombres en el bosque... Al menos, en la parte del bosque que no está prohibida... Más allá del kilómetro de seguridad, no sabes lo que puede haber. Nunca te has encaminado hacia las profundidades del bosque...

Eso nos da algo de información, por la estimación de tiempo tenemos algo de tiempo para cumplir con los preparativos y aventajar camino, puede que podamos llegar a a piedra y regresar un poco antes el anochecer

-Bueno, eso nos da un poco mas de información, con s abemos que subir a un árbol cada kilometro no ayudara de nada, estimando esa altura de 5 metros podemos darnos una idea y evitar perder tiempo buscando en zonas con arboles mas chicos de 3 metros  -Tomo mi espada larga  reviso la proporción del mango con la guarda- Supongo que sera un área alrededor de unos 4 metros donde no crecerán arboles muy grandes, según lo denso del bosque podremos verlo a mayor o menor distancia.

Elisa Hammer podría presaros alguna herramienta, no me sorprendería si entre sus mercancias y tenga un cincel viejo o algo similar de lo que que pueda desprenderse. La conozco un poco ya que le pedí me enseñara como darle mantenimiento a mis armas y ayude a tratar algunos cueros para que ella pudiera hacer correas _{aunque no fueron mis mejores intentos... seguro aun e ríe al ver esas correas...}

Triss Merigold seguro nos puede ayudar un poco con información de los peligros y de las cosas utiles como hierbas comestibles o venenosas, no dudo que curo a todos los que regresaron de la prueba desde que esta en la aldea, pude que sepa de algunas indicaciones adicionales y no estaría de mas ofrecerle un intercambio por algunos productos medicinales, puede que le ahorremos un viaje e recolección ya que no internaremos.

Brando Peters... puede que nos de algo mas e información pero hay que escuchar "la historia" para ponerlo de mejor humor... no creo nos de el tiempo.

Madame Ravonge seguro que nos puede dar muchas indicaciones, no sera una venturera pero sabe mucho de temas, puede que algunos de los que legan a su posara le pregunten por la piedra y otras costumbres, _{puede que se anime mas en ayudarnos si avivamos su rivalidad con el señor Brando .} Puede que Madame Ravonge tenga en venta algún quipo de viaje que dejara olvidado un visitante o que ella misma venda. 

El padre Strauss también podría darnos mucha información, algunas velas o un candil para iluminanos durante las guardias o seguir moviendonos entre el atardecer y la noche, seguro seria el mas dispuesto en ayudar siempre que seamos educados con el.

Joanna Black vive en los limites, asi que supongo podemos pasar a verla mientras salmos de la zona segura, puede que ella nos informe mejor de los peligros, creo que su casa esta en la zona menos segura, creo que con ella también podriamos hacer algún trato a cambio de materiales o información.

Sobre el equipo... ocupamos almeno 2 tiendas de acampar o lonas y sacos de dormir, alguna forma para descansar,  algo con lo cual poder iniciar un fuego y comida para un dia de viaje, seria bueno tener alguna armadura pero no son cosa facil de hacer y tampoco es algo que se ocupe en la aldea con frecuencia. Tambien ocupamos discutir una formación, pero eso podemos hacerlo camino al bosque antes de llegar a la casa de Joanna Black o la de Triss Merigold. Por e tiempo que sugiere Brandon, debemos de poder legar hoy en la noche y tallar los nombres hoy para tener la mañana como tiempo para regresar.

El joven se alegró de que hubieran hablado con Brandon, se les abrían multitudes de caminos ahora, muchas posibilidades que podrían aprovechar en la aventura que les esperaba y la planificación tenía una parte excitante como antesala del éxito que perseguían.

- Todo el material de acampada que encontremos será de gran ayuda. Kait y Pino podrían acercarse a ver a Merigold, mientras que Linna y Mirry pueden charlar un poco con Ravonge y Strauss. Con poco de su parte que pongan lograremos ese material y la noche se nos hará más corta. Es poco tiempo el que nos vamos pero mantas, yesca y pedernal, algunas raciones.

A Tyrius le gustaría hablar con más calma, pero sus palabras brotaban algo más veloces de lo habitual en él.

- Gracias por todo Brandon, nos estás ayudando muchísimo. Voy a ir tras nuestra compañera, la convenceré para visitar a Hammer, así pido el cincel y el martillo. ¿Os parece bien encontrarnos aquí mismo tras nuestras visitas?

Lanzó la propuesta pero no tenía tiempo para esperar la respuesta, se movería rápido para interceptar a la semiorca, no quería que terminara vagando o que tuvieran que desviarse de la ruta para seguir su rastro.

- Enseguida vuelvo, nos vemos.

Se giró para caminar a paso raudo, echaría a correr si era necesario con tal de alcanzarla.

Linna asintió a las palabras de Brandon.

- Muchas gracias por las indicaciones Brandon. – asintió un par de veces más vigorosamente.

Vio como algunos se movían con mucha prisa… la semiorca que se marchaba y Tyrius detrás de ella.

- ¡Nos vemos en casa de Merigold! – le gritó bien alto a Tyrius para que la escuchara antes de marcharse. Si el camino comenzaba en casa de Merigold no tenía sentido regresar aquí para volver allí cuando algunas ya iban a ir. Quizás Tyrius no le había prestado mucha atención a Brandon. Debía ser eso, porque solo le prestaba atención a la chica verde que se había marchado - ¡Si no llegáis en una hora me marcharé! – tampoco era cuestión de perder toda la mañana reuniendo cosas y el pueblo no era tan grande como para no poder recorrerlo en un cuarto de hora a pie o en menos si corrían.

Miró largo rato a Pino sin saber que decir ante su larga retahíla. Para cuando hubo acabado, ¡ya hasta se había olvidado de lo que había dicho al principio! Creía que había dicho lo que les podía dar cada uno, así que le asintió sin más.

- Bueno, yo me voy a ver a Triss Merigold, a ver con que nos puede ayudar. – dijo en voz alta a los demás en un tono que era tanto una invitación a que se uniera a ella quien quisiera como una declaración de que pensaba ignorar completamente las sugerencias de Tyrius, que tampoco prestaba atención a lo que pasaba en el pueblo, pues no parecía estar al tanto que en los últimos meses era con Merigold con quien más tiempo pasaba Linna aprendiendo las artes medicinales.

Sin más comenzó a andar para la casa de Triss, en cuanto puedo, al salir de la plaza, avanzó con sigilo para asegurarse evitar que la viera cierta persona del pueblo que le tenía ojeriza, no fuera a ser que en lugar de prestarle algo le fuera a reclamar alguna de sus escasas posesiones.

Muchas gracias Brandon. ¡Te contaremos como nos va!

Como Linna, Mirry agradece enormemente las indicaciones a Brandon. Solo con esas, ya tienen mucho más definido su propósito. Y como Linna, asiste asombrada a cómo Lizz se larga por su cuenta -¿no había defendido que afrontaran como un grupo la misión?- y después Tyrius se va corriendo para detenerla.

Linna, contagiada pero poniendo algo de sentido común definiendo el lugar de encuentro, se va también. Vaaale, ¡pues ya voy yo a ver a Madame Ravonge! No sé si nos ayudará pero bueno, por probar...

Observando divertida como Linna intenta escabullirse -y lo hace bien, la barda la ve porque la ha visto partir, si no igual le habría pasado desapercibida-, ella camina desenfadada hacia la posada. Espera que la Madame tenga a bien recibirla, todo dependerá de lo ocupada que esté.

Hablará con ella, tratará de conseguir alguna ayuda, y luego a casa de Triss.

Al parecer hablo de mas, no le prestaron atencion o no les importo... esperaba que tyrius fuera a ver al padre strauss, despues de todo tienen mucha historia o eso pensaba... haciendo cuentas, solo me queda ir por el padre strauss o por brando... no quiero escuchar la historia de brando de nuevo asi que strauss suena a una mejor idea.

Buenos... ire a ver al padre strauss, gracias por la ayuda brandon

me encamino a ver al padre antes de que lo pida kait, asi solo le queda ver a brando

El joven mira al grupo y hace un leve gesto con la cabeza antes de veros dispersaros.

Por un lado se encontraba Lizz, la cual se había alejado antes de escuchar la información. Aunque Tyrius salió tras ella.

La pequeña Linna se encaminó a casa de la Señorita Merigold.

Mientras que Mirry y Pino decidieron ir a hablar con la pareja formada por Madame Ravonge y el Padre Strauss.

La única que se quedó en el sitio, sin saber qué hacer, fue la particular Kait. 

Mientras te alejas de aquel grupo tan particular, revisas la información que sabes sobre el bosque.

Gracias a tus padres, a mercaderes con los que te has cruzado, otros cazadores, etc., a lo largo de los años has recopilado una gran cantidad de información sobre el bosque.

En primer lugar sabes que puede medir cientos y cientos de kilómetros y que, a lo largo de toda su linde, hay lo que han denominado "la zona de seguridad"; esta forma un círculo alrededor del bosque de 1 kilómetro. En teoría, si permaneces en esta distancia, no deberías correr ningún tipo de peligro y podrás encontrar alimentos, hiervas y otro tipo de materiales. 

Más allá de esta zona de seguridad, por lo que has oído, el bosque se vuelve más... Hostil... 

Hay un aumento de las hierbas curativas o ingredientes para diferentes pociones o elixires, pero también hay una mayor cantidad de plantas venenosas.

Sobre los animales, además de ardillas y conejos, también es fácil encontrarse manadas de lobos y, en algún caso, algún que otro oso. Y mientras los primeros no deberían suponer un problema para un grupo preparado, el segundo sí podría ser mucho más peligroso para alguien que no estuviera organizado.

Acerca de la madera, recuerdas que el bosque tiene una gran variedad de árboles. De todo tipo y calidad, lo que es algo... Extraño, ya que los bosques suelen tener los mismos tipos. Dada dicha diversidad, es un lugar excelente para hacerse con materiales variados, pero hay un rumor... Una historia... Un cuento... Que dice que el bosque no permite que se le haga daño... Que solo permite que, los viajeros, se lleven aquellas cosas que le sobran -como ramas caídas-, pero que no tolera que se les sustraiga nada de forma... Violenta...

Sobre el lugar al que debes ir, tienes poca información. Por lo que supones, debe estar cerca de la zona noreste, ya que es la más próxima a la aldea. Pero, sobre la distancia... Eso no lo tienes tan claro. Dadas las directrices de la prueba, crees que podría estar a una distancia no superior a 30 kilómetros. Pero son todo suposiciones.

Justo cuando empiezas colocar toda esta información, notas que alguien se acerca por la espalda.

La semiorca escucha unas pisadas tras ella y, al girarse, se encuentra con el joven Tyrius.

La joven Linna se dirige hacia la casa de la señorita Merigold. 

Esta se encuentra a 1 kilómetro de distancia, por lo que tiene un buen paseo hasta llegar a ella. 

Mirry y Pino, sin necesidad de caminar demasiado, se acercan al porche de la posada, donde encuentran a la particular pareja, que disfrutan de un té.

Ambos os miran con una sonrisa algo traviesa. 

Inclinada sobe su báculo, Kait había cerrado los ojos y se había quedado dormida por un momento.

Cuando se despertó con un sobresalto, todos los jovencitos se habían marchado del lugar.

Cómo hablaban los jovenzuelos. Su entusiasmo por la misión era contagioso.

Gracias a los dioses, ella era inmune al entusiasmo.

Por un instante estuvo a punto de encaminarse detrás de la orca y penetrar en el bosque, pero recordó su promesa de ser más... ¿Cómo era la palabra? ¿Sociable? No sabía para qué servía eso, pero una promesa era una promesa.

Reflexionó un instante sobre quién de todos aquellos muchachitos pondría a prueba su paciencia. Ese era el que debía elegir. Esto era una prueba después de todo. Pero la piedra era lo de menos. Este era un pueblo de campesinos, no de exploradores. Si fuese tan complicado llegar a la maldita piedra, el pueblo estaría lleno de ancianos considerados niños aún.

El elfo hablaba hasta por los talones y la mediana desprendía una energía que la agotaba de sólo mirarla.

La mediana. Sí, definitivamente.

Sin darse prisa, se encaminó a ver a la bruja pelirroja, apoyándose en su bastón a cada paso.

El joven clérigo había apretado el paso hasta lograr recortar distancias con la semiorca.

- Lizz, espera, tengo algo que decirte.

Tampoco podía decirle mucho más salvo que se detuviera, el bosque se abría ante ellos. La bárbaro podía advertir que venía solo, no había nadie con él.

- ¿Puedo pedirte que me acompañes? Voy a pasar por la herrería a por cincel y martillo, con el propósito de grabar nuestros nombres en la piedra con velocidad. Sin esas herramientas puede ser una tarea muy difícil.

Tyrius no se notaba preparado del todo, portando solo su espada y el escudo no podía decirse que estuviera listo para una pelea, si es que llegaba a producirse.

- Y quiero ver si tiene armaduras.

Por el camino hasta la casa de Merigold, Linna se preocupaba de buscar las sombras y puntos ciegos que conocía del pueblo, así como evitar las zonas por las que sabía que Elissa podía rondar. Quería evitar a toda costa cruzarsela y que esta le pediera que devolviera el cuchillo prestado o tener que correr para darle esquinazo. Eso podría hacer que se retrasara en su misión...

La semiorca se rascó la cabeza, estaba claramente inmersa en sus pensamiento cuando Tyrius la sorprendió. No estaba realmente segura de por qué había optado por seguirla cuando era obvio que no le apetecía perder el tiempo en preparativos, el resto parecían más adecuados para acompañarle pero no pudo negarse cuando se lo pidió.

—Ah... sí, bueno, no creo que sea tan duro rascar unas iniciales en una roca con la punta de un cuchillo, pero... eh, vale, de acuerdo... si no nos demoramos demasiado. Honestamente, me parece que se estan preocupando demasiado, no quiero perder todo el día con preparativos, el terreno a cubrir es muy amplio.

Pero a pesar de sus objeciones no puso auténticos reparos en acompañarle.

Afortunadamente teniamo a nuestros vecinos justo a la vuelta de la esquina y junto, por desgracia parecen estar compartiendo un momento, con suerte no estarán en un tema importante y podemos hablar con ellos, espere un momento a que hagan una leve pausa para interrumpir, especialmente si es interrumpir al padre strauss, principalmente por que suele ser el de mejor humor, con suerte no dará un sermón por interrumpirlo.

Al ver la oportunidad interrumpo.

Buenos días a todos,  disculpe padre strauss, ¿me permitiría un momento? ¿me lo permite unos minutos Madame Ravonge? 

Espero una respuesta dando pie a Mirry para sacar charla con Madame Ravonge

Tyrius se alegró de que la chica detuviera sus pasos hacia el bosque, convenía ir juntos y protegerse los unos a los otros. Mostró una suave sonrisa durante un par de segundos.

- No será mucho tiempo, hacer esta visita y después tomar el camino cerca de la casa de Triss Merigold a reunirnos con los otros cuatro. Hemos quedado allí pues nos han dicho que es la dirección correcta para encontrar la piedra.

Esperaba que con esa información el viaje fuera más sencillo, era una buena ayuda.

- Siendo seis podremos peinar la zona, pero si hay peligros, animales salvales o lo que sea, tendremos que formar un frente tú y yo. Es decir... no veo a los demás bien protegidos, ni con buenas armas.

Observó a Lizz y viendo que le acompañaba se encaminó con ella hacia la herrería.