Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Viena, el principio

Cargando editor
06/05/2008, 10:16
Thomas Krankl

Sus labios, un suave y ligero beso, pero siento mucho más que el breve contacto, siento revivir una parte de mí, una que ya había enterrado, una que florece de nuevo con su sola presencia, acaricio su cabello, apretándola contra mi, luego relajando la presión simplemente acomodándome a ella.

Sus manos sobre mi cara han cicatrizado unas heridas que no paraban de sangrar, como si de un milagroso curandero se tratara, es ella, es la mujer que amo, aquella que cuidaré, de la que nunca más me separaré, un alto precio se ha pagado por la posibilidad de volverla a tener entre mis brazos, uno injusto.

Me incorporó, la pistola clavándose en la parte trasera de mi espalda me duele, no físicamente, así no, la miro mientras pienso en acercarme una silla para colocarme cerca de ella, deseo abrazarla con todas mis fuerzas, nuestras manos entrelazadas, la ayudo a levantarse, quiero rodearla, protegerla, hacerle participe de lo que mi corazón siente por ella.

La miro, paso mi dedo por sus llorosos ojos, limpiando alguna lágrima, todo tenía que salir bien, pero no soy capaz de decírselo, no más mentiras, la abrazo, es lo único que puedo hacer.

No hay nada por lo que debas disculparte.

Cargando editor
06/05/2008, 12:35
Karin Salzgeber

Resurgiendo nuestra conexión, nunca se rompió. Me uno a su impulso y me levanto a dejarme envolver. A que calme a mis lágrimas. En este abrazo tomo fuerzas, casi siento como disminuye el dolor de la mano. Casi no siento ningún otro dolor. No quiero pelearme con él, ni discutir, sobre nada, pero tengo que saber, se lo debo a la gente que está en peligro por mi culpa, a mi misma. Tengo que averiguar más, tomar decisiones. No debería separarme nunca de este abrazo, aquí estaré a salvo siempre, ¿Para que moverme? Por lo mismo de antes, háblale, con franqueza, todo a cambiado, pero gracias a eso, ha vuelto a ser lo mismo. Construye con él Karin.

Me separo un poco, a mirar sus ojos, sus labios besados de nuevo, no quiero hablar de esto pero no sé cuando puede ser necesario escuchar lo que conoce, ahora tienes tiempo. Thomas, mi Thomas, yo… yo necesito saber más. Tienes que decirme quien se supone que me ha protegido, de quienes y por qué. Sus ojos, les transmito intensidad, ojalá pudiese sonreír de nuevo. Cada vez que duermo mal mi mundo se tambalea, no puedo arriesgarme a que me pase otra vez sin saber lo que tu sabes. Si supieses lo perdida que me siento. Lo entiendes, ¿verdad? Cuando pasa eso, bajo la vista, susurro por mi culpa alguien que me importa está a punto de morir. Levanto la vista. Pongo mis manos a los lados de su rostro No puedo arriesgarme a que pase otra vez, ayúdame a evitarlo, por favor.

Cargando editor
06/05/2008, 17:28
Thomas Krankl

Su mirada al separarse, nuevamente esa sensación de saber lo que va a suceder y odiar eso que ocurrirá de manera inevitable, las manos en mi rostro, las sujeto, con cuidado, las beso antes de perder su contacto, me siento en la silla, abrumado, sobrepasado por las circunstancias, creía que estaba preparado para todo esto cuando sucedería, preparado para matar, preparado para enfrentarme a su presencia, que idiota he sido.

Espero a que se siente para poder quedar a su altura, su azul, profundo, alejado de aquel que me consolaba hace poco, y sin embargo igual de hermoso y cautivador, su determinación, tiene razón en lo que dice, pero, se supone que no puedo contarle nada, que mientras menos sepa menos podrá revelar en caso de que…ni lo pienses Thomas, no puedo permitirme ni siquiera eso, o no lo soportaría.

Mis manos continúan aferradas a las suyas, un ancla que me sostiene evitando que pueda dejarme arrastrar hacia aguas más oscuras, pero es ella, no puedo callarme, no puedo obviar sus palabras, miro al techo por un instante, y tras un suspiro vuelvo a ella, Hay cosas que desconozco, pero te contaré todo lo que sé, mi voz no suena todo lo firme que debiera, nervioso, asustado Mi familia, como la de Josef, siempre han tenido la misión de custodiar a personas como tú a lo largo de varias generaciones, Austria es nuestra tarea, sé que hay más como nosotros en otras ciudades, pero nos desconocemos entre si el alivio al hablar, al poder decirle la verdad.

No sé quienes quieren hacerte daño, según mi padre, hacia más de doscientos años que nada sucedía, todo transcurría plácido, vidas de gente normal, no pude pedirle ayuda su recuerdo vuelve a poner en peligro la continuidad de mi historia, acallo mis lágrimas, no es el momento, pero es obvio que la gente del cementerio iba a por ti, estoy intentando averiguar de quien se trataba, pero aún no se nada, lo siento

Me detengo unos instantes para que vaya asimilando lo que estoy diciendo, me recuesto un poco sobre la silla, estirando mi espalda, pero prefiero su proximidad, no sé como puedes usar tu poder, ni de que se trata, sólo somos guardianes leales, no poseemos conocimiento, y yo… yo ni siquiera cumplí una de las normas básicas, y puede que eso te haya puesto en peligro, así que, tú no tienes la culpa bajo la mirada, abatido.

Yo soy el culpable, bajé la guardia, permití que me dominarán mis emociones y unos momentos antes la besaba, le he dicho que estoy enamorado de ella, ¿Qué has hecho Thomas?

Cargando editor
06/05/2008, 19:36
Karin Salzgeber

Sin dejar de mirar sus ojos siento cada uno de sus preciosos besos, incluso los de mi sucio vendaje. Por favor, ayúdame Thomas…. lágrimas a punto de escapar… no tengo a nadie más…. Me siento a su lado, tranquilo Thomas, acaricio su pelo con mi mano sana y uno nuestras cuatro después. Me ayudará, lo sé, confío en él.

Escucho el relato, el sorprendente relato. ¿Ambas familias pendientes de mí? ¿Qué dices de 200 años? ¿Austria? Guardianes leales…. Él y Josef…. No lo asimilo todo, aún con sus pausas es muy difícil, y…. está entrándome miedo. Pero… pero ¿No había algún plan o algo para el caso de que eso despertara o haga lo que sea que hace?.... No, lo miro preocupada, tú no me pusiste en peligro, yo creo que eso se activa y lo detectan o algo así, tú no Thomas, de verdad.Por favor créeme….. Por ejemplo, ¿Es casualidad que tu hayas venido precisamente el día después a la noche en la que creo que ha pasado eso otra vez? Dime, ¿Cómo conseguiste encontrarme?

Cargando editor
07/05/2008, 10:31
Thomas Krankl

Si que te puse en peligro, no sabes hasta que punto Karin, si existían esas normas, no eran por capricho, No fue demasiado complicado, alguien estaba haciendo averiguaciones sobre mí y Josef, sólo tuvimos que seguirle la pista, el cazador fue cazado, como dice el dicho

Suelto una mano para frotarme los ojos que empiezan a estar cansados, No sé si es casualidad o no, pero te aseguro que no tengo manera de detectarte, nosotros no, y espero que ellos tampoco, aunque es posible.

Hay un plan, sí, debo llevarte a ver a una persona, pero está muy lejos de aquí o podríamos ignorar todo esto, irnos juntos y desaparecer del mundo, sonrío triste, una ilusión, o tal vez no, sus ojos, sus gestos, sus labios, deseo acariciarla, volver a estrecharla entre mis brazos,

Aunque, no voy a tomar ninguna decisión más por ti, es tu vida, dime lo que quieres hacer no más dobleces, a la mierda con lo de creer saber lo que es más conveniente para ella.

Cargando editor
07/05/2008, 13:22
Karin Salzgeber

Su mirada…. Que no Thomas, que es culpa de esa cosa…. Bajo la mirada, triste, tú…. tú le dijiste sus nombres. Yo.... siento mucho haber dicho como os llamáis…. no sabes cuanto, un rubor en mis mejillas….. pero… pero es que no tenía más opción, no puedo mirarlo a la cara….el dolor en mi mano se intensifica recordando la escena, continuo con un susurro, abatida…. …eso creía…. ¿Tenía?.

....Ir a ver a una persona, ¿alguien que me explique algo? no parece que tenga más opciones. Me separo de él, aunque me duela, me pongo a andar de un lado a otro, piensa Karin, piensa, cruzo los brazos, ay, más despacio, mi gesto se trunca por el dolor…. Annek, no puedo irme dejando a Annek, eso seguro o por lo menos hasta saber cuando se recuperará…. Si por lo menos pudiese esperar a que este consciente para preguntarle que opina….. pero si eso significa poner a quien vive aquí y a Annek en peligro, debería marcharme…. No me puedo creer en las cosas en las que tengo que pensar…. niego con la cabeza.... Por dios….

Me paro y vuelvo a mirarlo, que reencuentro…. que pena Thomas…. todavía tengo una mirada triste, es demasiado duro. Annek ahí dentro y yo aquí pensando en esto….. ¿Para siempre así? no, por favor, no. Bajo la mirada, un instante y suspiro, busco sus ojos. ¿Cuanto tiempo tengo Thomas?, para decidir si voy a.... ¿Dónde es?. ¿Es seguro quedarme aquí mientras? Unas palabras desconocidas, extrañas, suenan incoherentes…. me duele que sean necesarias…..

Cargando editor
08/05/2008, 09:33
Thomas Krankl

La miro extrañado, ¿haber dicho nuestros nombres?, Karin, eso no tiene ninguna importancia, creeme, lo único que importa es que estás bien, parece avergonzada por haberlo hecho, baja la mirada, se aleja, esos gestos de dolor, ¿qué le habrá pasado?, el agobio y las dudas comienzan a corroerla, que injusto, ella no pidió ese estúpido don, y aunque gracias a él la he conocido, ojalá no lo tuviera.

No creo que ningún sitio sea más seguro que otro, si yo te he encontrado, otros lo harán, aunque esa mujer actuó con mucha cautela no la hubiera encontrado de no haber sido por la torpeza de la persona que preguntó por mí, su mirada, no quiero verla así, ¿por qué?, maldita sea todo.

Me acerco a ella una vez más, sin dejar de mirarla, la estrecho entre mis brazos, con suavidad, con cariño, con fuerza, mis labios hablan junto a oído, susurra, tienes todo el tiempo que quieras, todo el del mundo, no te separes nunca, no sé si podría soportar estar sin ti.

Cargando editor
08/05/2008, 14:22
Karin Salzgeber

Lo único que importa es que estás bien, parece que estoy oyendo a Annek, igual que Annek¿No se dan cuenta de que no tiene sentido si es a costa de ponerlos en peligro a ellos? Niego con la cabeza. No entienden nada.

¿Encontrarme? …. Un escalofrío….. no, no, lo miro asustada…. No pueden encontrarnos, me iré si hace falta, por eso preguntaba. Que respuesta tan ambigua me ha dado, no entiendo por qué. Lo miro confusa. No me está hablando claro, no me ha dicho a donde tengo que ir. Bajo la mirada.

El contacto susurrante en el oído, rodeando todos mis sentidos. Este calor que me calma….. pero otra vez no me sirve de nada lo que me dice. Cálmate Karin, puede que no te hayas expresado bien, estás muy nerviosa, tranquila.

Levanto la vista, a sus cálidos ojos, definitivamente me he expresado mal. Veo claro lo que siente. Coloco la mano en su rostro, me encanta tenerla ahí. Suspiro mirándolo, casi sonriendo. Thomas, me refiero a que si puedo esperar aquí a que Annek se recupere para que me ayude a decidir, sin que sea poniendo en peligro a las personas de esta casa, a Annek, a nadie. ¿A dónde tengo que decidir si voy o no?

Cargando editor
08/05/2008, 16:46
Thomas Krankl

Ya se a lo que te refieres, lo sé perfectamente, suspiro tomo su mano, separando nuestros cuerpos, un baile de sentimientos, una compleja danza que terminará con el inevitable mal paso que romperá el precario equilibro en que se ha convertido mi vida en estos momentos.

Puedes esperar, pero al decisión tienes que tomarla tu, ponerlas en peligro, las personas de esta casa siempre están en peligro, ¿quién no lo está?, todos somos conscientes de a quién ayudamos, y lo que ello conlleva, ¿lo entiendes? digo con suavidad, tiene que comprender que esto está por encima del resto.

Es fuerte, lo sé, lo veo en sus ojos, o quiero creer que así es, ¿y si no puede con ello?, ¿y si la destruye?, huir, Thomas, esconderse, ella no querrá, A Zaire, ese es el lugar donde debíamos ir, pero no se el porqué

Cargando editor
09/05/2008, 09:33
Karin Salzgeber

¿Quién no lo está? No me gusta esa resignación, ¿todo el mundo en peligro y punto? Y para siempre? POR AYUDARME. No, no lo voy a aceptar, me niego al sufrimiento de más personas por mi culpa, aunque tenga que desaparecer. No le va a pasar nada a ese niño, no sí depende en algo de mí.

Siento su alejamiento, no se por qué es, pero lo respeto. De repente Zaire. Siéntate Karin. No me lo creo…. El olor a sangre no ayuda. ¿Cómo voy a ir a….? ¿Qué otra opción tengo? ¿Seguir el entrenamiento de Annek? Oh, dejamos allí el libro para eso. ¿Sabrán los que me…. persiguen…. que debería viajar allí?.....¿PERO QUE HAGO YO EN ZAIRE POR DIOS? Me muerdo el labio inferior, acabo darme cuenta de que la pierna tiene un pequeño tic. Tranquilidad Karin. Podría ser peor…. no mucho, pero algo sí.

Estoy saturada, otra vez, no puedo pensar en nada. Sólo en…. no, no puedo pensar en nada. Respira Karin, respira profundamente. Poco a poco, no tengo que decidirme ahora, con mentalizarme en que esa es una opción, pues ya es un comienzo. Ahora relájate un poco. ZAIRE. Calma.

Piensa en otra cosa, uf, miedo me da. Venga Karin. Cóm…. cómo están mis padres Thomas? Sigo sentada mirando al suelo. Sólo quiero estar sola, con mis nervios en el estómago, no sé por qué sigo hablando.

Cargando editor
09/05/2008, 16:22
Thomas Krankl

Voy hasta el grifo de la cocina, extraigo un vaso de una puerta que hay sobre él y lo lleno de agua, regreso junto a ella, y lo deposito en la mesa que hay a su derecha, la miro, la cabeza agachada, entre sus brazos, me niego, lucha Thomas, se fuerte, no puede estar así.

Me agacho junto a ella, sujetando su barbilla con suavidad, guiándola hasta mis ojos y boca tornada en una sonrisa, nada merece la pena si ella no está, no para mi, Están bien, ellos están a salvo, no tienes por que preocuparte, de ellos no, cojo su mano, la aprieto ligeramente, te prometo que pronto volverás a verlos, acerco mis labios a los suyos, un fugaz beso, tierno.

Le acerco el agua, bebe, te vendrá bien, y quizás deberíamos ducharnos y cambiarnos de ropa, iré a ver como va todo, vuelvo enseguida, me levanto, y tras su consentimiento abandono la estancia.

Cargando editor
09/05/2008, 17:23
Karin Salzgeber

Levanto la cara, a su contacto, a su presión. A su bonita sonrisa. ¿Todo va mejor? No, pero me consuela un poco. ¿ME HA DICHO QUÉ…..? Mis ojos se abren mirando los suyos, se iluminan, no puedo creerlo, ¿de verdad? Es eso posible? Es Thomas, no me mentiría en algo así. Le hago un amago de sonrisa… si es verdad…. nunca te lo agradeceré lo suficiente… Siento su beso, y reacciono. Tan dulce, es tan dulce.

Lo veo irse, salir por la puerta, también parece triste. No se merece que lo trates mal. Suspiro. No es a él, es que no puedo más. Tienes que poder, lo sabes. Me inclino a coger el agua. Está en todo, y está contigo, ¿Cuántas veces te has dormido llorando preocupada por él? El también está mal, deja de pensar sólo en ti, aunque sea todo tan duro. Todo es diferente, no es el Thomas de la orquesta…. hablar estos temas con él me recuerda que me engañaron todo este tiempo… hubiese estado conmigo más en serio sin decírmelo… no se si es una pregunta o no.

Zaire. Ir a Zaire. Me da pánico, pero… esto va a estar dentro de mi siempre, ¿Qué voy a hacer, huir toda la vida si no voy? Es la gente que me ha protegido siempre, ¿Debo confiar en ellos?

Uff, la herida de Annek. Ese disparo en mis oidos. Mirando mi cuerpo, la camisa llena de su sangre….. las lágrimas acuden de nuevo al recordar la imagen de ella en la pared ….Estúpida niña….. Yo, yo…. Annek, cúrate, por favor…. llámame así otra vez….

Cargando editor
11/05/2008, 13:07
Thomas Krankl

El tiempo parece haberse detenido en el momento en que Thomas sale por la puerta, la angustia, las dudas y la desesperación se apodera de tu mente, casi no te das cuenta con el muchacho regresa, una esperanzadora sonrisa en su rostro.

Parece que todo ha ido bien, Cristina no sabe si le quedará alguna secuela, pero se salvará digo con un evidente alivio, no tenía ninguna ganas de cargar con su muerte en mi consciencia, y además, puedo darle por fin una buena noticia.

Dice también que nos aseemos, que con esta ropa y esta llegada sino daremos que hablar en el pueblo, y eso no sería conveniente me acerco a ella, cogiendo sus manos nuevamente, quiero que todo vaya bien, que se alegre aunque sea mínimamente.

Cargando editor
11/05/2008, 22:22
Karin Salzgeber

Me limpio las lágrimas de nuevo, con el brazo que está bien, los ojos me escuecen. Estás fatal Karin y lo peor es que no tiene ninguna importancia, no es importante. Su presencia me hace volverme, despacio, triste, cansada y veo su sonrisa… no puedo imaginar que venga a decirme que…. ¿DE VERDAD? Se salvará. No reacciono, no puedo moverme, me quedo sentada notando como me invade la alegría, la esperanza, el alivio…. me pierdo en sus ojos y noto la sonrisa que va invadiendo mi cara, sin que pueda ni quiera evitarla…. Aprieto sus manos, no reacciono a nada más, sólo degusto sus palabras, su sonrisa, sus ojos también se alegran….

Sigo sentada, deseaba tanto esta respuesta que ni me la esperaba, me cuesta reaccionar a que no la estoy imaginando. Lo importante ya ha ocurrido. Lo demás… lo demás no me costará esfuerzo hacerlo. Lo que sea, haré lo que sea para no llamar la atención. De acuerdo, ¿Qué ropa me pongo? Necesito vendas para el pié Thomas, para cambiármelo. Respondo de forma mecánica. Estoy nerviosa, estoy asimilándolo, sintiéndome mejor por instantes, ya no quiero seguir sentada. Me levanto, me abrazo a él, muy fuerte, por unos instantes estoy tranquila, lo demás no es tan importante, aunque ellos no lo entiendan. Mi cara en su pecho, girada, sintiendo su corazón, definitivamente también se alegra.

Cargando editor
13/05/2008, 17:59
Thomas Krankl

Me recreo en su abrazo, ¿Cómo un simple gesto puede diluir cualquier horror?, su simple contacto es más reconfortante que cualquier antigua panacea, la estrecho con ternura, correspondiendo a su aferrada presión, desear la mortalidad del tiempo y renegar de una dolorosa mentira mantenida oculta bajo la verdad durante demasiados años.

Beso su cabeza a través de su corto y enmarañado cabello, vendas y ropa, ha llegado el momento de descansar, por hoy, por un momento, por un fugaz instante en el que quede libre del futuro que la amenaza, el hermoso silencio del relámpago antes del trueno, es justo que así sea.

Con cuidado la levanto del suelo cogiéndola entre mis brazos, como un novio en la noche de bodas, pero nuestro compromiso sólo es con la incertidumbre que origina un camino desconocido, le sonrío y la beso acallando cualquier inicio de protesta, salimos de la habitación y unas escaleras nos conducen a la planta superior, agradablemente decorada y acogedora, con la piedra y la madera predominando, a la izquierda y una puerta da paso a un juvenil dormitorio…

Una cama simple cubierta con una edredón azul en la que te deposita con suavidad, un viejo póster de Michael Jordan con la camisera de los Bulls de Chicago y una foto de un niño pequeño, de unos cinco años, sonriente junto a jugador de hockey, unas letras garabateadas con rapidez al pie de la misma, “con cariño, a mi colega Thomas de su amigo Wayne Gretzky”.

Voy a prepararte un baño caliente, no te muevas de aquí, luego te daré algo de ropa y haré algo de comer, y no admitiré ninguna queja señorita Salzgeber, la miro a los ojos, se la ven tan cansada, tan joven y vulnerable, pero a la vez fuerte y con una determinación que comenzaba a admirar enormemente, Karin…

Cargando editor
13/05/2008, 20:15
Karin Salzgeber

La alegría que sigue en mi corazón, el inicio de la calma con su beso y la marcha de la ansiedad… se salvará y estás con Thomas…. seria un sueño que volviese Josef. Mis músculos se relajan, mi cuerpo se entrega a la nueva postura, me recuesto y sonrío cansada pero más animada. ¿Cómo sabe que no aguantaba más? Llévame a donde quieras, ahora ninguna otra cosa es realmente importante...

Una zona desconocida por descubrir, es una habitación personal, íntima, no quiero invadirla aunque su mirada me dice que no importa. La foto con su dedicatoria, lo más tierno del cuarto, miro un instante, ¿Es de él? ¿El ha vivido aquí? Hockey. El niño se llama Víktor…. Un baño y todo lo demás, imposible no sonreír a sus prometedores cuidados, está siendo tan tierno, tan maravilloso…. Cojo su mano con la que no me duele, antes de que se separe del todo, no quiero que se vaya, no, todavía no. Lo miro interrogándolo, señalándole la foto, casi relajada, sonriendo, ¿Esa foto....? deseando tener una conversación mínimamente normal con él, con mi Thomas. Por favor….

Cargando editor
14/05/2008, 12:54
Thomas Krankl

Siento la presión de su mano y sonrío cuando ella me pregunta, ¿No conoces a Gretzky?, uff, suspenso en historia de hockey, es el mejor, y si, el pequeñajo que esta a su lado con sonrisa de idiota soy yo la miro nuevamente sin perder la sonrisa.

Viví aquí durante algún tiempo, pero, esa historia quedará para después del baño, más serio, pero relajado, yo también necesito una ducha, la sangre, su olor, son difíciles de quitar si permites que arraiguen demasiado, no quiero que ella lo sienta de esa manera, no quiero que se acostumbre.

Cargando editor
14/05/2008, 13:53
Karin Salzgeber

Escucho su explicación, sonriéndole. Presentía que eras tú. Pero parece que tiene prisa, lo miro decepcionada mientras se marcha en dirección al cuarto de baño.

Cojo la foto, sí, de cerca se nota que es él, que gracia. ¿Qué vida ha llevado? Tan diferente a la que habías imaginado.… me pongo un poco más triste. Toco su carita a través del cristal, sonrío enternecida. Ahora está manchado de sangre, ha disparado a Annek, estos pensamientos borran todo asomo de sonrisa. Coloco la foto donde estaba, me he quedado seria, dolorida, cuando vuelve me incorporo despacio y cojeando, como no, voy al cuarto de baño. Después de ver que hay ropa esperándome, cierro la puerta tras de mi.

Me siento en el borde, introduzco mi mano en la casi llena bañera, el contacto me reblandece. Me apetece muchísimo, acabo de descubrirlo. Lo primero que me quito son los zapatos y el vendaje, mi pie lo agradece. Que consuelo quitarme esta ropa manchada de sangre, que alivio no llorar a la dueña de la misma…. Dudo un instante con el vendaje de la mano, pero decido no quitármelo.

Apoyándome en la pared me introduzco, con cuidado, con tranquilidad. Definitivamente mi cuerpo no se lo cree cuando me tumbo despacio. Suspiro lentamente, realmente aliviada, de todo. Cierro los ojos, tomando mejor conciencia de cada poro de mi piel, del calor y el jabón que recibe. Una palabra acude a mi mente: Zaire. No, ahora no, ahora nada de eso. Para conseguirlo, introduzco mi cabeza del todo en el agua, el calor la disipará de mi mente. Resurjo, aunque no renazco. Sigo así, relajada, quieta, sintiendo mi cuerpo oyendo el silencio del cuarto y el movimiento del agua rozando la piel. La espuma me recuerda al paisaje abandonado, semejante a las nieves prometidas por Annek. Asumo que no voy a desconectar, ha sido un día demasiado duro como para conseguirlo. Aún así me voy a quedar un rato quieta, intentándolo. No tengo que cumplir ningún horario, no tengo que ser puntual. ¿Cómo puede cambiar todo en tan poco tiempo? ¿Cómo es posible que me siga sorprendiendo cuando ocurre?

Con la esponja froto mi maltrecho cuerpo, mi agotado organismo. El pelo también ¿Qué habrá pensado al verlo? Quito el tapón y me levanto, abro la ducha y el agua caliente vuelve a recorrerme, esta vez con energía, con rapidez, una pequeña ayuda para activarme. El jabón se marcha con ella….

Fuera revivo el mismo procedimiento a la inversa, me visto con la ropa que me han dejado, vendo mi pie, después me peino y por último me pongo unas zapatillas, mucho mejor que los zapatos de deporte. Está pendiente de todo. Salgo, casi con miedo, no sé a donde voy ni lo que me encontraré. No sé como están las cosas desde que entré. La sensación de que todo cambia en segundos no me abandona. Me siento en la cama, observando de lejos la fotografía. Puede que vuelva a tener ánimos para sonreírle cuando lo vea.

Cargando editor
15/05/2008, 10:35
Thomas Krankl

La puerta se abre cuando apenas llevas un par de minutos en la estancia, con aire distraído y gesto de sorpresa al verte allí que se torna en sonrisa con rapidez, pantalón de pana gastado, una camiseta blanca, el pelo mojado y una toalla aún húmeda en la mano, ese es el aspecto de Thomas al entrar en la habitación.

Ey, no te esperaba tan pronto, tengo dos noticias, la primera es que tu amiga se encuentra descansando, ya han terminado con ella, esto es como un pequeño hospital, puesto que en invierno, cuando nieva, muchas veces quedan aislados, así que están bien provistos para emergencias y me alegro, porque no deseaba que muriera, sobretodo si mi percepción con ella había sido errónea, sigo pensando que hice lo que tenía que hacer, pero no por ello no prefiero que todo sea así.

Y la segunda es que la comida aún tardará un ratito, ya que esperaremos a que Kristana lo deje todo bajo control dejo la toalla en una silla y me siento junto a Karin en la cama, con una sonrisa de disculpa, me fijo en el vendaje de su dedo, y luego el recuerdo de haberla visto cojear, Túmbate, quiero echar un vistazo a ese pie cuando lo hace tomo con cuidado el miembro herido y lo observo, acaricio suavemente su empeine, Habrá que limpiar un poco las heridas, y luego dejarlo al aire, es lo mejor en estos casos, ¿Cómo diablos te has hecho esto? pregunto mientras me levanto a por el botiquín que está en el baño, las puertas abiertas y apenas tardo unos instantes, volviendo a situarme donde antes.

Procedo a asegurarme de que todo queda en orden, algodón, un poco de alcohol, no tardo demasiado, luego la miro, Hasta nuevo aviso, yo te llevaré en brazos cuando haya que subir y bajar, déjame el otro pie lo tomo con fuerza, y como te niegues, empiezo a hacerle cosquillas en la planta, sujetándolo durante unos instantes, no lo dejaré escapar, ¿has entendido?, digo entre risas mientras le libero el pie.

Me tumbo junto a ella, mis piernas aún fuera de la cama y giro la cabeza hacia ella, Kristana es mi prima, pero la considero mi hermana, viví aquí casi dos años, y venía todos los veranos, fue una buena época, aunque las circunstancias que la motivaron no tanto, pero ella hizo que no lo sintiera, ¿Qué te ha pasado en el dedo?, has mojado el vendaje… la miro con gesto divertido tendremos que cambiarlo…

Cargando editor
16/05/2008, 11:42
Karin Salzgeber

De la foto del niño pequeño, al hombre que ahora es. Le sonrío, estoy mejor, tranquila, sus noticias no pueden ser mejores, casi no puedo creerlo, todo va un poco mejor, hay que aprovechar mientras dure. Sus preguntas me ponen tensa, oh, no, pero es normal, yo también querría saberlo. Haciéndole caso en todo, una carcajada intermedia, hasta a mi me sorprende, la anterior…. fue con él, sonrío al recordarlo, pero, pero dura poco….¿Cómo se lo digo? Por dios, ¿Qué le digo? La verdad Karin. Díselo todo, te vendrá bien además.

Me giro para estar de lado, bajo un poco en la cama, cara a cara, a su altura. Los dos, aquí, solos, juntos, nuestros ojos mirándose, ojalá eso fuese lo importante.Verás Thomas, ella… ella no es mi amiga. Cuando salí corriendo del cementerio, pues… ella…. madre mía, no hay forma de suavizarlo Karin… ella me secuestró. Miro sus ojos, no sé lo que yo pensaría si él me contase algo así. Me pregunto por vosotros, pero le contesté mal, luego me desmayé y al despertar…. uff, para que le dijese vuestros nombres….Thomas ella me rompió el dedo…. Bajo la vista, se me saltan las lágrimas, pero no es por el dedo, por el dedo no. Vuelvo a mirarlo. Luego me curó, hasta el hombro, que se me dislocó en el cementerio. Por favor Thomas, no te … no te enfades ni hagas nada…. es muy fuerte, lo sabes. No sabía quien era yo, supongo que me veía como un peligro. Cuando se enteró de quien soy y lo que se supone que hago, pues me trató bien y me dio a elegir, hubiese podido volver a casa, pero me quise quedar cuando me dijo que iba a enseñar lo de la mal… capacidad esa y a valerme por mi misma y bueno, en eso estábamos. Lo miro a los ojos, que mal, que mal. Venga, a ver como pules lo del pie. Suspiro.Ayer fuimos al campo y debía volver sola, pero la zapatilla se me rompió en mitad del camino y claro, pues llegué como pude. Muy fuerte, es muy fuerte, miro sus ojos, acaricio su cara, tiene que tomárselo bien, bueno, lo mejor posible. Por favor Thomas, prométeme que no harás nada contra ella por lo que te he dicho. No sé lo que va a pasar dentro de cinco minutos, ni con quien estaré dentro de tres días, pero confío en ella Thomas, me ha protegido, y sé, que si yo hubiese acabado con los del cementerio no estaríamos teniendo esta conversación. Tú también lo sabes. Mira como está, ha dado la vida para que no me pase nada, para darme la opción de escapar, se quedó a defenderme, a morir si era necesario. Te lo pido por favor, no le tengas en cuenta lo anterior, todo era diferente. Eres tonta Karin. No, es necesario. Con la mano sana acaricio su cara mientras miro sus ojos, espero su veredicto.