Partida Rol por web

Sorprendido por la rapida reaccion de el Gulzig lebanto mi arma y disparo contra el piloto, mientras disparo me arrodillo y palpo las ropas destrozadas de los Het-Wad en busca de mas municion.
Me pregunto que guardara en el maletin, pero la posibilidad de encontrar un arma nueba supera por un momento mis deseos de salvacion o venganza.
Reza porque no nos escuchen, monje! Digo en tono burlon.

Al ver a los demás prisioneros disparar contra los tres contra los que casi me doy de bruces, me doy cuenta de que huyen. Eso puede indicar que van a abrir la puerta...o bueno, que puede haber alguna oportunidad.

Intento seguir al vehiculo, por si los disparos son lo bastante buenos como para cargarselos, si se da el caso....bueno, tal vez ellos sepan conducir, pero yo me subiré al vehiculo para salir de ahi.

Dressler se cubre instintivamente al oir los disparos en la puerta del barracón, pero permanecer en ese lugar es esperar a la muerte como una oveja. Esos animales no van a poder con él. 

El Bauwer cierra las mandíbulas con fuerza y sale corriendo hacia la pared del edificio que está al sur, exponiéndose lo menos posible al fuego que pueda venir desde el camino. De momento la única opción viable de huida parece ser ese maldito buggie. Se asoma desde la pared para presenciar el tiroteo.

-Tiene que haber otra forma, tiene que haber otra forma.

Zolah apunta con precisión y dispara hacia los Het-wad haciendo blanco en ellos. Tenía la esperanza de que aquello fuera suficiente pero por si acaso se preparó para protegerse mínimamente ante una réplica y poder disparar de nuevo.

Las balas pese a ir en la direccion correcta no traspasan el blindaje del vehiculo.

El enemigo se apresura a subir en el vehiculo, el Het Wad del maletin rodea el buggie para montar en el asiento del copiloto.
Het Wad y Gulzig disparan casi a la vez. Una de las balas rebota en el chasis y hiere levemente al conductor. Apenas una herida superficial en el hombro. Sin embargo el que se ha sentado atras recibe un impacto directo en el estomago. Se dobla de dolor antes de reaccionar y levantar su arma hacia sus agresores.

El conductor pone rapidamente el motor en marcha y el del maletin coge el arma del conductor para girarse y apuntar hacia atras, hacia el centro de la calle.

Durante el ataque el Bauwer ha tenido tiempo de correr hasta el barracon mas cercano, alli se ha encontrado con la humana que espera su oportunidad. Ambos ven como el inminente intercambio de disparos no ha hecho mas que empezar. Por suerte ambos han pasado desapercibidos y parece ser que el enemigo no les ha detectado aun.

Decidido a aprovechar la sorpresa del ataque, Zolah apunta, esta vez hacia el conductor y dispara de nuevo.

Pienso en retirarme antes del avance del buggie pero el Gulzig sigue disparando y yo no voy a ser menos que el,abandono la busqueda de municion y me coloco junto a el abriendo fuego contra el Het Wad herido.

-Vamos...vamos...acribilladlos...joder acabad con ellos antes de que las torres os vean...-

Tan concentrada estaba que cuando aparece el Bauwer a punto estoy de hundirle la bota en la cara por la sorpresa de que aparezca asi de pronto...

-Joder...-

Sigo mirando atenta mi "plan" de fuga.

Nuevamente los dos fugitivos abren fuego con los Het Wad del vehiculo. El que esta de frente a vosotros recibe otro impacto y cae al suelo, no parece que este muerto pero si gravemente herido.
El conductor tambien es alcanzado. Un proyectil atraviesa el asiento y le hiere por la espalda a la altura del riñon derecho.

Mientras las balas vuelan la humana permanece al acecho, vigilando desde la esquina del barracon. A su lado el Bauwer parece paralizado por la situacion, apenas puede observar la escena sin moverse lo mas minimo.

La replica al ataque no se hace esperar, el Het Wad del maletin, el unico armado en pie, dispara contra sus atacantes. Pero falla por mucho y las balas acaban impactando en el antiaereo del final de la calle.
A su lado, el conductor, pisa a fondo y el vehiculo no tarda en coger velocidad mientras se aleja hacia el Sur. Su rapida salida imposibilita alcanzarlo corriendo y el copiloto armado hace realmente peligroso cualquier intento.

Mientras seguis con la mirada la huida del vehiculo podeis ver como algunos guardias del campamento corren en la misma direccion. Esta claro que la salida esta hacia el Sur.

-Tsk...adiós vehiculo...-

Saliendo de mi posición, no me preocupo de no hacer ruido, pero si de no ser vista, agachada y pegada a la pared voy en dirección sur todo lo que puedo, de hueco en hueco y puerta en puerta. Quizá debería correr pero...si me disparan, adiós...y si un mamut de esos me coge de cerca...adios...

-Vamos joder...algo de buena suerte ya toca...-

Ignoro al Bauwer, solo me puede retrasar...además parece agilipollado con todo lo que pasa.

Me acerco rapidamente al cadaver del Het Wad, lo remato y empiezo a quitarle la armadura.
Fingire ser un guardia y que me an ordenado sacaros de aqui, una vez fuera todo sera mas sencillo.
Gruño al gulzig que se a ganado mi respeto, respecto a ella dejala marchar solo daria prioblemas, demasiado independiente. y el Bauwer, tu decides que hacer con esa cosa, pero date prisa.

Alcanzan a dos de los fugitivos pero el vehículo escapa igualmente en dirección sur donde parece estar la salida pues todo el mundo parece dirigirse hacia allí.

El Het-wad le comenta a Zolah su plan, que asiente sorprendido.

¿Por qué nos estará ayudando este het-wad? ¿Y qué haría encerrado con nosotros?

A pesar de las dudas, la situación no parece ofrecerle más alternativas y aquel plan podía resultar.

El Bauwer camina rápidamente hacia los otros dos con el rostro muy serio. Está palido y sus ojos están fijos en el cadáver que el otro Het Wad acaba de rematar. -Si...Buena idea, Het Wad, fuera podremos huir entre la confusión. Teil levanta la vista hacia las nubes, buscando la próxima oleada de aeronaves. -Joder, hay que darse prisa. Su voz es firme y sus movimientos decididos, parece haber recuperado la entereza y su fría y arrogante mirada. Se agacha y ayuda al guerrero  a quitarle la armadura al cadáver y a ponérsela. Esconde sus sentimientos tras una muralla de acero en los ojos.

Mientras ayuda al Het Wad y sin levantar la vista se dirige al gulzinita. -Quizás querrías ocultar el arma bajo tu ropa. Cuando acaba con la armadura se levanta y mira al monje. -De nuevo somos prisioneros de los Het Wad. Un intento de sonrisa muere en su boca y se convierte en una mueca torcida. A continuación se pone las manos detrás de la nuca y si los otros le siguen, correrá hacia el sur como si el otro Het Wad fugitivo le custodiase.

Le lanzo mi arma a Dressler y cojo la de el cadaver, hecho esto compruebo el cargador.
Escondela tu tambien y si algo sale mal, dispara en una direccion que no sea la mia, campeon.

Dressler coge el arma al vuelo y con un rápido movimiento, comprueba el estado del indicador de energía y el cargador y después activa el seguro. Por lo mecánico de sus movimientos, no parece que sea la primera vez que maneja un W1. Asiente y se guarda el arma en la cintura del pantalón, cubriéndola con la americana negra que lleva. Su traje está harapiento, pero se atusa la corbata como si fuese a dar una conferencia ante un público distinguido. A continuación reanuda la marcha hacia el sur, con las manos en la nuca.