Partida Rol por web

Hiroto enseguida dejó trabajar a Nade en las heridas de la chica. Todavía sentía la culpa por su imprudencia pero, tras liberarla por fin, el sentimiento se había atenuado. -Bien. Ayudaré a los que no puedan venir por su propio pie y seguiré buscando mientras tú atiendes a los heridos.- Hiroto quiso decirle que no volvería a fallar, que no volvería a poner en peligro la vida de nadie por actuar instintivamente. Pero ahora no había tiempo para explicaciones. Así que sin más demora, el joven ninja salió de la casa en ruinas hacia el lugar en el que estaban el resto de los heridos.

Los chiquillos se estremecen al ver el gesto de Okazaki, y el mayor golpea con fuerza la mesa con su palo, mientras se para mas delante de su hermanita.

-FUERA... FUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERA...+empieza a gritar como un desaforado, aturdiendo los oidos de la shinobi mientras abanica el aire para mantenerla a distancia, aunque sin arrimarse a ella para agredirla... todavia. Detras, la niña aterrada deja caer sus lagrimas, escondiendose casi junto a las piernas de su bullicioso hermano...

Probablemente todo lo que queda de la aldea escuche el griterio.

Poco a poco, la herida comienza a cerrarse, aunque la chica todavia esta palida. Ha perdido mucha sangre. Más no hay gran cosa que hacer al respecto, piensas mientras el chakra fluye controlado por tus manos hacia su cuerpo. 

De refilon notas que es una habitacion algo infantil, para una muchacha que debe ser apenas menor que tu. Buena que le ha tocado...Es obvio, eso si, que no vivia sola. Algunos cuadros en las paredes la pintan junto a una familia grande, dos padres y 3 varones, sus hermanos seguramente ¿Donde estan los demas habitantes de la casa? ¿La habran abandonado? O quizas... quien sabe. Las hipotesis son muchas. Pero de momento, solo van consiguiendo mas preguntas que respuestas...

Al cabo de algunos momentos, su respiracion se hace algo mas fuerte, como asi tambien suaves gemidos que escapan de su garganta ante el dolor que sin duda debe sentir. Parpadea, buscando orientarse, sin mucho exito.

En la casa de enfrente, siguen alli la niña y el hombre herido. Este ultimo ha intentado salirse un poco de su escondite y se halla apoyado en una caja. Pero notas como su pierna esta cubierta de vendajes empapados en sangre, y ademas torcida en una posicion antinatural. Para cualquiera es obvio que esta rota. No hay manera que ese hombre camine o cojee siquiera fuera de aqui, sin ayuda. La niña le presta toda su atencion, sosteniendole por la cintura con sus pequeñas fuercitas, de una manera conmovedora...

Mientras ideas que hacer, escuchas un terrible griterio viniendo desde el Este, aunque sin precisar donde exactamente, ya que se extiende como un manto de estruendo sobre la silenciada aldea.

-FUERA... FUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERA...!

Veo, veo, veo. Pienso.

Al norte y al éste fueron sólo tres cuerpos sin enterrar ¿Por dónde salieron de la ciudad si la empalizada ardía? ¿Los muertos son un descuido del enemigo? 

En el éste se expandía la pequeña aldea con talas de árbol y trabajos de construcción incipientes. Ardió el muro como en el lado norte que ahora veo.

Por el sur un camino sin trabajos de expansión como al éste; lo que es extraño con la ruta estorbada por los árboles. Hiede a muerte, sin empalizada, apropiado para que intentasen escapar los aldeanos. Alguien ha tomado las suficientes molestias de enterrar cuerpos después; lo que quiere decir que hay sobrevivientes. 

Y ahora tengo frente a mi el oeste. Por allá hay otro camino como el del sur, por donde naturalmente salen quienes entra del otro lado, o por donde entran quienes salen por aquel. Sin límites que los protegieran, vulnerables. 

"¡Será muy divertido ver cuántas hipótesis habrán cuando lo discutamos! Le apuesto a un plan que salió mal" 

Veloz me dirijo al punto más central de la aldea, a una posición elevada quizás sobre una de las casas, si es que alguna sigue en pie. En mi trayecto directo, a mi izquierda, justo cuando paso por la fuente busco a Okazaki para pedirle que venga. Es hora de llamar al equipo.

Por mi paso busco por doquier señales de algún material que haya sobrevivido al fuego. Si hay algo que aun tenga residuos de chakra con lo que pueda confirmar el tipo de amenaza, lo encontraré. Quizá más lejos de donde se originaron las llamas encuentre algo. 

"Un minuto, cincuenta y cuatro segundos"

La casa mas cercana a la que estas no es mas que unos muros y escombros apilados, mera ruina... Era de madera en su mayor parte, por lo que ardió hasta los cimientos. Lo mismo parece haber pasado con casi todas las casas del bloque, con la salvedad de una (casa 2) que de hecho se mantiene en pie en buen estado. Una casa de 2 plantas bien construida en ladrillo y tejas. No parece haber sido mas que chamuscada por los fuegos de las aledañas, que ahora son solo cenizas.

Enfrente hay otro par de casas que se conservan medianamente, (casa 6 y 7), aunque desde tu posicion se ven algo mejor. Extrañamente no vez a Okazaki, pero quizas este dentro de alguna de las casas revisando.

Justo mientras eliges donde posarte, escuchas un estruendo imponiendose por encima del silencio que gobierna la derruida aldea, proviniente del Oeste, donde estaba tu compañera.

-FUERA... FUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERAFUERA...!

¡Unos gritos! - Giro el rostro de forma instintiva hacia el oeste en busca de esos rasgos distintivos en la voz; pero no tardo mucho en darme cuenta que no son de ella.

Prefiero no hacerme una idea de lo que ocurre. No hay tiempo. Pero esto facilita lo que iba a hacer.

Por fortuna ella sabe cómo defenderse. "Tengo que aprovechar la situación. Amigos o enemigos escucharán lo que ocurre. Tengo que ubicarme en una buena posición para verlo todo de cerca, a mi equipo y otras voces por igual."

Salgo al paso veloz de mis pasos en rededor de una de las casas, buscando cobertura general, una buena posición, y lo que he querido encontrar por tanto tiempo. Un maldito objeto que haya sobrevivido. Frente a mi hay un montón de ellos con una casa que no ha sido destruída por completo.

Me escondo entre escombros, no sin antes tomar a mi paso por el trecho de las casas (Casas 7 y 8) un madero cualquiera, chamuscado. Lo guardo y observo en aquella dirección.

"Okazaki no morirá. Quizá la lastimen, pero cerca de nosotros tiene que estar Nadeshiko. Debo aprovecharla como cebo"

Tranquila... estarás bien, lo prometo - acarició su cabello, mirando su rosto pálido, no le servía dejarla a medio curar si debían sacarlos de ahí, la herida dejó de sangrar profusamente, pero aun estaba abierta y la joven no abría los ojos. Nade suspiró y miró hacia donde se había ido su compañero, estaba demorando mucho, y eso era preocupante, pero no podía dejar a la chica ahí, menos sola, porque a pesar del rápido barrido que hizo en la habitación, no encontraba a su familiares.

- te pondrás bien...- murmuró de nuevo y sus manos se llenaron de su chacra para curar a la jovencita.

¡Tks!¡Maldito crío!- Okazaki hundió la cabeza entre los hombros como si así fuera capaz de amortiguar los gritos de la criatura asustadiza.Por un momento se le pasó la idea de knoquear al pobre pequeño para hacerlo callar. En este caso hubiera deseado ser la dulce Nadeshiko, pero no, era la fría e insensible Okazaki. No se le daban bien los niños. Le hacían sentirse realmente incómoda. Sus manos adoptaron de manera vertiginosa los sellos necesarios para el genjutsu. El chakra hizo el resto. Su voz sonó ahora diferente, cargada de sensibilidad y candor con el que envolver al pequeño histérico.

- Tsssss, tranquilo. No voy a hacerte daño. Vengo a sacarte e aquí.- Supuso que la niña haría todo lo que su hermano hiciera. El sólo la estaba protegiendo.- ¿Ves esto?- Dijo señalando a su bandana con el símbolo de la aldea de la hierba.-Son ninja de la aldea de la hierba. No tengáis miedo. Os protegeremos.- Ni ella misma se lo creía pero era lo bueno del genjutsu, que enmascaraba sus propias inseguridades.

Hiroto regresó rápidamente junto al resto de supervivientes de la aldea. La niña y el hombre parecían haber intentado salir de donde estaban por su propio pie, pero el lamentable estado de la pierna del herido hacía que aquello se tornara imposible. 

Al verlos Hiroto se acercó con prisa para ayudar. -Tranquilo ya le ayudo yo. Mi compañera est...- Las palabras del ninja se vieron interrumpidas por unos gritos que inundaban toda la aldea. Instintivamente, Hiroto desenvainó sus espadas y se puso en guardia delante de los dos aldeanos para protegerlos de cualquier posible ataque. Pero para su sorpresa, no parecía haber peligro de ningún ataque inminente. Ante el persistente ruido, el shinobi trató de aguzar sus sentidos para tratar de discernir el lugar de donde viene semejante escándalo.

Un gemido minusculo escapa de sus labios y se mueve, buscandote con la mirada.

-do...do...donde... Oniichan? Qui..quien...quien eres?+pregunta, muy debilmente al principio, pero con algo mas de fuerzas a medida que recobra la conciencia. Tiene ojos (y pechos) muy grandes, que pestañean enfocandose a medida que tu chakra va cerrando poco a poco sus heridas y restaurando el flujo normal del cuerpo. Sin duda todavia estara muy debil, pero al menos su vida ya no corre peligro. 

Hiroto se toma su tiempo en volver. ¿Donde estara?

Poco a poco el niño se calma, aunque aun respira con fuerza, mirando alternativamente tu cara y la bandana. Deja de balancear el duro palo, y lo baja despacio, hasta que vuelve a apuntar al suelo.

Seguidamente, una lagrima se desliza por su carita manchada, dejando un surco en el polvillo.

-¿Donde estaban anoche? ¿Donde estaban cuando el techo se cayo? ¿O cuando ... Yuu y Kokoro...cuando los mataron?+pregunta en voz muy baja, cargada de dolor. Detras de el, las lagrimas de la niña han vuelto a correr, aunque trata de esconderlas con el brazo. 

Sunauto se desliza con alguna dificultad entre los escombros, para tomar una posición en la placita semiderruida, un escondrijo que le permita observar de lado, oculto por una de las casas, lo que sea que esté haciendo Okazaki. 

Los restos calcinados de otra de las residencias le estorban algo, no obstante, y solo percibe a la susodicha (o a su clon, quien sabe), montando guardia en la última casa del lado Sur del poblado. Desde allí parecen venir los ruidos, pero estos cesan prontamente. 

Abstraído o muy concentrado en lo que hace, ni siquiera nota a Hiroto, el cual está en alerta dentro de la casa que acaba de pasar. Este, por su parte, no tiene ningún problema en detectar al joven marcado.  También se da cuenta que Sunauto, al igual que él, está intentando investigar el origen de aquel ruido, el cual parece provenir del extremo del poblado. 

"Sabía que estabas por acá, ¿y Nadeshiko" -Primero la cara de sorpresa que intento disimular cuando veo al líder, que luego con señales manuales, pregunto por la ubicación de nuestra médico. Es urgente que la encuentre, tengo los ojos alerta por fuera del lado éste del pueblo. Y no es por donde se supone que está Okazaki.

Me acerco a él. Tengo que llevarla a tomar unas muestras. Okazaki quizá encontró sobrevivientes. Estoy cerca de saber qué ocurrió. Y estoy lejos de saberlo, la verdad es ésa. Pero tengo buenas pistas. 

No creo conveniente que nos quedemos más tiempo del que ya llevamos. Es suficiente para sacar conclusiones, comunicarnos con la aldea, y cumplir nuestra misión. Pero la necesito a ella, la necesito ya.

Nadeshiko no reparó en su cuerpo, aunque efectivamente resaltaban sus pechos enorme, seguramente le dolía la espalda constantemente. La chica se encogió de hombros y  bajó sus manos, pero le sonrió a la joven que llamaba a su hermano, no sabía nada de él, ni de otros integrantes de su familia, los que pudieron escapar o estar calcinados bajo los escombros de su casa.

- tranquila... soy Nadeshiko he curado tus heridas.. y necesito que te intentes ponerte de pie para sacarte de aquí - alarga sus manos hacia la mano de ella, para ayudarla a ponerse de pie, Nadeshiko estaba preocupada  por el padre y su hija, esa pierna rota podría se algo realmente grave, además, Hiroto no aparecía, sentía un escalofrío en la nuca.

Okazaki no estaba allí para dar explicaciones a un niño, por muy jodida que fuese su situación. Sin embargo, no quería que se pusiera a gritar de nuevo.

- La aldea tenía un grupo de ninjas por la zona. Nosotros sólo somos los refuerzos.estábamos lejos. ¿Qué ha pasado aquí?- Mientras hablaba se iba a cercando a los chavales con movimientos pausados. Esperaba que el chico pudiera echar un poco de luz en el asunto. Tras escuchar lo que tenía que decir tomó la determinación de buscar más supervivientes.- Quedaos aquí escondidos hasta que vuelva. tengo que buscar más supervivientes. Los traeré aquí y luego huiremos hacia el sur. Mis compañeros están asegurando la zona. Dejaré aquí a mi clon para que sepáis que no me he ido.

Hiroto se sorprendió un poco de ver allí a Sunauto, pero quizás tan solo fuese a causa de los últimos acontecimientos que le habían afectado ligeramente. -Nadeshiko está en aquel edificio atendiendo a una chica en estado grave.- Le dijo a su extravagante compañero señalando la edificación a oeste. -También hemos encontrado más supervivientes y puede que aun queden más.- Continuó explicándole.

-Lo principal es sacar de aquí a toda la gente que podamos. Después ya podremos concretar lo que ha sucedido aquí.- Apuntó con firmeza. -De todos modos, ¿qué era ese ruido? Parecían venir del sur.- Preguntó dirigiendo su mirada hacia aquella parte del poblado. -Si vas a hablar con Nade, acompaña a este señor y a la chica hasta allí para que trate sus heridas.- Le dice al explorador señalando al hombre con la pierna rota. -Iré a ver que eran aquellos gritos. Puede que haya más supervivientes en peligro. ¿Oka está también en la aldea?-