Partida Rol por web

La respuesta que la sensei me dio logro calmarme y hacerme sentir mucho mejor a pesar de haber fallado mis ataque de una forma tan humillante,al menos ahora sabía que nuestro trabajo en equipo había sido muy bueno,pero lo que resonaba en este momento en mi cabeza era la invitación de Yuei a comer algo para conocernos -Suena grandioso podemos recuperar energía y conocernos mejor- levante mi puño alegremente con la idea de festejar un poco -Yo voy ¿quien mas va?.

Mi estómago gruñía y mi boca se hacía agua mientras pensaba a donde podriamos ir a comer para recuperarnos de todo nuestro entrenamiento -Yuei a ¿Donde planeas que vayamos?- mi ojos brillaban esperando por una respuesta por parte de mi compañero.

La silueta de la sensei se difuminaba paso a paso en el horizonte, Kean había aceptado ir a comer a algún lugar para celebrar pero uno de sus compañeros no había contestado aun. Estaba anonadado, asumía el joven ninja, por haber sido aceptado por una Jonin de tan alto nivel.

-Bueno, no sé. Preferiría saber que les gusta a ustedes ¿Qué dicen a unas tortillas de papa*?- consultó al resto con la atención dividida y ya un tanto preocupado por Clay.

Miró a Kean con una expresión confusa e hizo señas con la cabeza hacia el tercero, quizás Kean sabía lo que le sucedía. Podía estar herido ¡O en shock!

-No, bueno, no creo que sea para tanto- se dijo analizando sus propias conjeturas, aun esperando una respuesta.

Se había quedado en silencio unos cuantos minutos, aún seguía pensando como podía haber utilizado de mejor manera sus habilidades aunque había realizado buenos movimientos y cubierto las espaldas de sus compañeros para atacar a la jounnin. Tampoco es que las palabras de la sensei le hubieran llegado demasiado, tenía la cosas claras desde que había salido de su hogar, aunque si le sorprendió la calidez con la cual sus compañeros iniciaban el día, esbozo una leve sonrisa mientras se acomodaba un poco las muñequeras y aceptaba el salir a comer algo. -Tengo tiempo, podría ir por eso que quieres comer. -Pronuncio con tranquilidad mientras se llevaba las manos hasta los bolsillos, no era bueno para probar cosas nuevas pero había recibido la critica constante de sus padres de que jamás había llevado a algún amigo a la casa, ahora mismo tenía la posibilidad de hacer nuevas amistades y no deseaba decepcionar a sus padres.

Clay había reaccionado finalmente y eso alivió en gran manera al genin que expresó su estado anímico exhalando una enorme bocanada de aire.

-Seguro eran los nervios, si eso- se dijo. Miró a ambos y se revolvió emocionado de como había comenzado todo aquello, además la comida sería una excelente oportunidad para coordinar mejor sus estrategias de combate, pero lo primero era socializar con los nuevos compañeros que había obtenido.

-Bueno, vamos, en camino- dijo moviéndose en dirección al nuevo "restaurante". En un segundo ya estaba parado sobre la rama de un árbol -está lejos pero podríamos conseguir una mesa ¿Qué tal una carrera?-.

Desde que había llegado el extrangero hacía poco menos de un mes Yuei había comido allí en ocho oportunidades, esa comida le encantaba. El dueño de aquel lugar era un hombre de mediana edad, alto y de actitud tosca. No era un mal patrón, pero no había altercados en su puesto o cerca de él.
Si bien Yuei nunca lo había visto pelear intuía por su postura, la forma de su cuerpo y una enorme cicatriz que le zurcaba la cara que que en algún momento había tenido experiencia de combate. Jamás hablaba de eso, pero a veces usaba un extraño instrumento musical y contaba historias inusuales y fascinantes.

- ¡¡ Mi buen amigo Yuei !! - El tipo del puesto parecía alegrarase de la vuestra llegada. Yuei lo conocía como Mendoza y en esos momentos no había nadie en el puesto comiendo. Era un puesto pequeño, del estilo de los puestos de ramen de la aldea, aunque la comida allí era totalmente diferente.

El olor que salía era particularmente extraño, pero hacía que a cualquiera le dieran ganas de pararse y comer lo que fuera que ofrecieran. 

- Veo que vienes con amigos, bien... bien - Su dominio de la lengua era más bien pobre y aunque trataba de hacer su mejor esfuerzo tenía un fuerte acento que no erais capaces de distinguir. No ocultaba la larga cicatriz de su rostro, y aunque su forma de comportarse intentaba ser agradable se le notaba que no era su punto fuerte.

Dio media vuelta y comenzó a preparar algunas cosas. Sin girarse hacia vosotros os dijo.

- Vamos, tomad asiento. ¿Te pongo lo de siempre? ¿Y para tus amigos? - 

Aun cuando teníamos una carrera por ver quién llegaba primero me dedique a seguir a mi compañero todo el camino para poder ver el restaurante al que le daba tanta adulación,estaba ansioso por probar esa comida que según Yuei era fantástica mi boca se hacía agua y mi estómago gruñía del hambre incluso cuando finalmente llegamos entre casi corriendo al sentir ese olor tan peculiar pero a la vez tan intoxicante que solo me hacía querer probar todo.

Al parecer el viejo dueño del restaurante conocía muy bien a Yuei pero mientras ellos charlaban yo tomé asiento ignorando lo que hablaban en este momento solo quería comida y con alegría esperaba que nos preguntara que ordenaremos -Yo quiero el mejor platillo que tenga- estaba dando vueltas en mi asiento mientras le hacía señas a mis compañeros de tomar asiento a mi lado -Hay que celebrar vengan,vengan no sean tímidos.

No estuvo muy interesado en la carrera, decidió que lo mejor era seguirle el paso a quien más rapido fuese corriendo, no era malo con las actividades fisicas, es más, quizás en lo que más destacaba era en ello y tampoco deseaba sacarlo en cara, muchos sabían de su incapacidad para poder realizar jutsus elementales, aunque había logrado encontrar las formas para poder solventar aquello. 

Al llegar al lugar les atendio el dueño del local, era un sujeto con habla bastante extraña aunque parecía algo simpatico, Kay rapidamente pidió el mejor plato, sin embargo, él no sabía si podía costearse algo parecido por lo que decidió tomar algo que realmente le gustaba comer siempre. -Hola..Ehm..Ramen, creo que eso me vendría bien ahora. -Pronunció con una leve sonrisa y algo timido. -¿Nos sentamos en una mesa simplemente? -Pregunto a Yuei quien conocía más el lugar.

Observé a mis amigos al elegir, me sorprendió la petición de Clay. No sabía si Mendoza tenía idea acerca de la praparación del Ramen y, siendo que si, no esperaba que lo sirviese en este restaurante.

-Hola Señor Mendoza- respondí con una sonrisa -si, por favor, lo mismo de siempre para mí-. Cuando el dueño del comercio nos dejó a solas señalé una pequeña mesa cercana y caminé en dicha dirección. Cualquier mesa era perfecta para aquello por lo que realmente mi elección se basó en la cercanía.

Cuando se sentó lo expresó -aun no lo creo, esto es demasiado genial. Y al luchar contra la sensei ¡Vuestras técnicas han sido espectaculares!-.

Mientras tomaba asiento junto a mis compañeros no pude evitar ver que Clay se sentía algo incómodo -No te preocupes estamos aquí entre amigos- puse un pulgar arriba como señal de aprobación mientras esperábamos porque el dueño del restaurante trajera nuestras ordenes mientras podriamos charlar de algo y que mejor sobre nuestras técnicas -Para nada no pude acertarle un golpe a la Sensei,por otro lado ustedes estuvieron fantásticos me alegra ser su compañero- los mire con una sonrisa sincera y muy alegre.

Mientras seguía esperando una idea paso por mi cabeza mientras una sonrisa algo traviesa se dibujo en mi rostro -Bueno mientras esperamos pidamos un poco de Sake ¿que dicen?- les pregunte entre susurros a mis dos compañeros.

El hombre apareció sonriendo con un un enorme plato con lo que parecía una especie alimento circular de color amarillento en un gran plato que dejó en el medio de la mesa. 

- Me temo que no tengo ramen amigo - 

Entonces dejo tres platos y unos extraños cubiertos que parecían suplir los típicos palillos que se usaban para comer.

- Si lo desean dispongo de palillos tradiciones de la zona, pero si no es problema prefiero que disfruten de la experiencia completa. Respecto al sake. Tengo el mejor de toda la aldea... o no, quien sabe. - 

Enseguida volvió con una jarra llena de sake y tres pequeños vasos. No había duda que habíais probado mejores sake, pero no estaba nada mal para ser de un puesto extranjero. 

Enseguida llegó una pareja que miraba curiosa el local, y Mendoza os hizo una reverencia algo forzada y se giró para atender a sus nuevos clientes...

Se moderó con el sake, tomando lo poco que tomó con cuidado. Ciertamente él prefería bebidas que no adormecieran los sentidos, especialmente a consciencia de lo que les esperaba el día siguiente.

Pidió agua para acompañar la mayoría de la comida, pero aquella comida era buena para evitar que el alcohol subiese a la cabeza de todas formas. Tras un par de copas se decantó por una bebida más sana, mas no hizo desprecio a nada de lo servido por Mendoza, tampoco le costó demasiado porque todo estaba delicioso.

-Yo solo usé técnicas básicas, creo que centrarse en lo seguro muchas veces aporta beneficios a largo plazo. Al menos en este caso, donde mi objetivo era realmente robar la atención de la sensei para que abriera la guardia- se llevó las manos a la cabeza -pero el nivel de un Jönin es impresionante-.

Conversó alegre aquella noche, aun con Mendoza que parecía más animado de lo habitual, y a la hora de despedirse sintió una forma de vacío y ansiedad. Como quien está por saltar de un trampolín hacia lejanas aguas.

Clay nunca había bebido alcohol, aún no tenía la edad adecuada para ello y respetó aquella situación por lo cual negó con la mano el vaso que le iban a entregar. Comió con moderación descubriendo un nuevo tipo de sensación en su paladar, le gustaba bastante aquel sabor. El peliblanco también quizó opinar en relación a la batalla que habían tenido, aunque fue algo más tranquilo analizando aquella pelea. -Yo solo he usado una técnica a distancia. -Se miro el puño intentando recordar la sensación. -Siento que podríamos haberlo hecho mejor, hemos tomado por sorpresa a la sensei aunque también nos hemos tomado por sorpresa a nosotros mismos, ni siquiera conocemos nuestros propios limites. Es obvio que la sensei no ha utilizado ni la mitad de su energía para luchar con nosotros. -Hablaba con conocimiento de causa, con su padre apenas había logrado acertar golpes y si hubiera luchado en serio lo más seguro es que habrían perdido irremediablemente. 

Se levantó luego de un tiempo de haber comido y conversado, puso el dinero que correspondía y con una leve sonrisa decidió despedirse. -Bueno, me ire a descansar un poco. Nos vemos mañana a las 8. -Hizó una pequeña referencia a la par que se retiraba.

A diferencia de sus compañeros Kean estába bebiendo sin parar mientras comida ese platillo tan peculiar -Realmete sabe muy bien- a pesar de haber bebido mucho más que sus compañeros se mantenía increíblemente estable aunque su rostro ya estaba rojo por la bebida.

Al ver como Clay intentaba retirarse intento persuadirlo de lo contrario -¿Seguro no quieres quedarte?,que no te de vergüenza estamos entre amigos aquí y bebe aunque sea una copa- afirme ofreciéndole a Clay una copa de sake.

Estaba algo preocupado por Kay para cuando Clay se había levantado para retirarse. Si bien el muchacho parecía no arrastrar las palabras había bebido, y mucho.

Cuando llegó el momento de retirarse y el albino comenzó a insistir considero que, quizás, lo mejor sería asegurarse de que se marchara hacia su hogar. Buscó la mirada de Clay, intentando obtener algún rastro de complicidad.

-Creo que es hora de ir a descansar, lo único que falta es que la sensei nos encuentre mañana una buena misión y no podamos destacarnos por la resaca-. Mendoza estaba cerca, y como adulto y responsable del local seguramente no dejaría que Kean se pasara de copas pero no iba a abandonar a su compañero allí.

-Yo también estoy contento y quiero celebrar, pero mañana habrá mucho tiempo- me acerqué al dueño del local a fin de pagarle y le agradecí por todo, aquella comida siempre sabía un poco mejor.

-Vamos, compañeros, andando-. Esa palabra estuvo cargada de significado y orgullo.

No podía dejar de beber sake me sentia feliz de estar en un equipo y aunque no lo pareciera me sentía bastante bien,no pude evitar desanimarme cuando Yuei se puso de parte de Clay para irnos -¿Tu también?- solo pude dar otro par de suspiros mientras bebía la última gota de sake de la botella preparando mi billetera para pagar,esperaba no ser una molestia para los demás -Bueno ya podremos celebrar después- le di una sonrisa a mí compañero por preocuparse de mi bienestar.

Después de pagarle a Mendoza y despedirme con la mano salí del restaurante siguiendo a mis compañeros pero no pude evitar estar agradecido por qué Yuei se preocupara por mi -Gracias amigo,yo solo quería celebrar no siempre las misiones serán sencillas- aprete el vendaje de mi brazo mientras hacía una pausa -Podriamos morir mañana esa es la vida que elegimos.