Partida Rol por web

Naufragos

En el Atlántico Sur

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25/05/2022, 13:21
Antonio Roma

El movimiento brusco de la balsa hizo que se sujetara instintivamente a lo primero que encontró. Alzó la cabeza y pudo ver, bajo la luz de la noche, una bestia que emergía de la oscuridad del agua.

¡¡Tiburón, tiburón!!

Movía la cabeza asintiendo a todas las palabras que escuchaba de Ignacio, pero no pudo moverse. Sabía que tenían que terminar con aquel animal, si no lo hacían morirían por inanición o serían descuartizados por las aquellas mandíbulas que estaban deshaciendo la plataforma donde se encontraba y que les daba la vida.

Aseguró su clarinete entre las ropas y empuñado el cuchillo se aproximó con mucho cuidado, utilizaría a el arquitecto como distracción para acercarse por un lugar seguro y clavar el cuchillo en el cerebro del animal.

¡¡Ayuden, ayudeeen!!

Antes de acercarse lo suficiente a Ignacio escucho al Duque, que intentaba dirigir un ataque un poco más ordenado, pero no tenía muy claro si su idea funcionaría, así que le dio unos segundo antes de acercarse y hundir el cuchillo en el ojo del animal.

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25/05/2022, 13:31
Lucía Belial

La carne del perro sabía bien. Algo dura, pero jugosa, y con el hambre que tenía me calmó rápido. Pero no me acabé la pata, me saciaba rápido. Ofrecí el resto a quien quisiera.

Entonces llegó el tiburón y quedó enganchado a las cuerdas.

¡Está asustado! No le maten.

Me fui o borde de la balsa y tiré de la soga para liberarlo mientras el resto atacaba al tiburón a cuchilladas y le arrojaba cosas a la cabeza.

Vamos, tienes que soltarte, aún no es tu hora.

 

 

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25/05/2022, 14:23
Leopoldo Diego Gabriel Alejandro Díaz Galan

Miré a la niña sorprendido con su acción, sosteniendo yo solo el cofre, pues ninguno de los hombres estuvo dispuesto a ayudar y pesaba demasiado para que lo lanzase yo solo. Por supuesto que no iba a permitir que una mujer hiciese el trabajo de un hombre. Podría ser un caníbal, pero las mujeres debían estar en su sitio en todo lugar.

- ¿No es su hora? - Le pregunté a la cría. - Sabes que volverá a por más, ¿verdad? Tiene hambre y huele a sangre y ahora más que le hemos herido. - Yo no había tenido ocasión pero si intención. - Al menos antes teníamos algo que dar a sus compañeros si venían... ahora dudo que quieran a Sebastián y preferirán a alguien vivo, como hizo él.

Fustrado por lo ocurrido, me volví a mi sitio, pero esta vez algo más alejado del borde de aquella precaria balsa y me acosté, tratando de conciliar el sueño. Algo que en mi estado de nervios y pensando en que vendrían más escualos, me iba a costar conciliar.

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25/05/2022, 17:06
Julieta

La noche llegó y con ella una ligera bocanada de aire fresco. Más que el hambre o la sed, era el inclemente sol estival lo que hacía mella en en mi carne. Por ello, cuando descubrí flotando a mi lado aquel finísimo mantel de lino blanco no dudé en cubrirme con él. Más que un náufrago, parecía un fantasma o un alma en pena flotando entre los restos del Príncipe de Asturias. Y, en verdad, eso era...

Durante el día, y bajo el abrasador sol, había permanecido adormecida (casi delirante) la mayor parte del tiempo, indiferente a todo y a todos, más aún cuando perdí las esperanzas de encontrar al doctor entre los sobrevivientes. Pero aquella bendita brisa nocturna pareció despertarme y entonces recordé...

[...]

Tras la primera explosión, salí dando tumbos de mi camarote para casi darme de bruces con el mismísimo capitán José Lotina quien pasó a mi lado, con los ojos desorbitados y el rostro desencajado por el terror, exclamando: “Estamos perdidos, ¡pobre gente!”. Y así supe que estábamos condenados. Minutos después me encontré al doctor Francisco Zapata en paños menores intentando desatar uno de los botes salvavidas, pero una ola se lo arrebató y se lo llevó al mar antes de que pudiera utilizarlo. Ni siquiera pude hablarle, ni siquiera acercarme que en ese momento una fortísima sacudida nos arrojó al mar. Me desmayé y para cuando recobré la consciencia estaba aferrada a la puerta de una cabina, ignoro el cómo y el porqué. Quizá ahogarme entonces me hubiera librado del horror que me aguardaba...

Por un momento sentí la sensación de estar flotando en el espacio. O lo que imaginaba que sería estar flotando allí, con las estrellas un poquito más cerca. Alcé una mano. Quizá podría tocar una. 

[...]

Apenas llevábamos unas horas naufragando, calculaba, muy cerca de la costa brasileña cuando...

Canibalismo. 

Según la Real Academia Española: antropofagia atribuida a los caníbales. Ferocidad o inhumanidad propias de caníbales.

'Fue mi criado, mi fiel amigo... sé que lo que voy a proponer es macabro y realmente asqueroso. Pero todos tenemos hambre y tengo dos opciones... o dejo ir a mi amigo al fondo del mar... o..."

No ocurrió nada y le di gracias a los dioses, si acaso existía algún dios. Normalmente, cuando oía algo, en seguida veía la imagen. Pero ahora no podía imaginar lo que decía aquel sujeto, era una imagen detestable, demasiado corrompida para ser aceptada. “Es una fuente de alimento, crudo y sería un acto de canibalismo, pero...” dijo una boca; “yo recogeré vuestros despojos” repitió la bruma entre atroces carcajadas. Las palabras del Duque no hallaron eco en mi atribulada mente, pero asestaron una certera puñalada en mi carne, estremeciéndola. Mordí mis labios con tal fuerza que los hice sangrar y aguanté el golpe que me propinaron aquellas palabras en silencio. 

Mi mente estaba en blanco.

Así fue que cuando aquella criatura surgió entre las olas, apenas reaccioné a aferrarme a las tablas que me mantenían a flote. Alguien saltó al agua, otros gritaron y la pequeña sirena le habló al tiburón. Yo, aturdida y desorientada en aquella irreal inmensidad, solo atiné a cortar con el cuchillo la soga que unía al náufrago muerto con nuestra balsa (si acaso aquellas míseras tablas podían llamarse así) y contemplé al cadáver hundirse en las oscuras aguas.

Ya puedes descansar en paz —susurré, pero mi voz se hundió entre los gritos.

Era todo tan increíblemente aburdo que, por un instante, pensé: No es real, es solo un desvarío producto de la insolación, una pesadilla. 

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25/05/2022, 20:26
Laura del Carmen Descotte Jourdan

           - Gracias por evitarme tener que despellejar a Laika, mi propia cachorrita! -     Responde Laura al duque mientras que se voltea para no ver la acción, pero en cambio después de eso aprovecha también comer los muslos de su carnoso perrito, bebiendo su sangre con un poquito de agua marina para diluirla un poquito; después de eso salto a nadar a varias de las cajas para buscar artículos para la supervivencia o el posible rescate del grupo antes de que oscurezca para secarse, cubrirse con la ropa más seca antes de encender la bengala, justo cuando comenzara a anochecer para iluminar por arriba de ellos para que sean más fácilmente visibles por posibles rescatistas antes de caer dormida, solo para ser despertada por la aparición del tiburón y los gritos de los demás.

           - Auxiliooo!  Un tiburón! -    Grita asustada Laura, pero cuando los señores le lanzaban cajas para inmovilizar lo, entonces trata de ayudar clavándole la daga si le queda disponible  

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25/05/2022, 21:22
Resignación

La pelea con el tiburón fue encarnizada, el arquitecto recibió un corte en el brazo, aunque no sabría asegurar cuándo ni cómo. Pero el tiburón la llevó peor. Finalmente logró zafarse, y lo deberá pensar dos veces antes de volver a atacar.

Tras liberar al tiburón la niña cayó al agua. Pero no se hundió. Tampoco quedó flotando en la superficie. Flotó sí, pero a 15 centímetros sobre las olas. Abrió los brazos, se quedó mirando al resto con ojos inexpresivos y así, lentamente, su cuerpo se alejó hasta perderse en la oscuridad.

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25/05/2022, 23:14
Lucía Belial

Puedes correr el destino del resto y morir aquí, es una opción. Pero yo quiero ofrecerte una alternativa. En la caja que hay junto a tí hay un pergamino con un convenio. Si lo firmas podrás vivir y tendrás un lugar a mi lado.

Aunque no estoy más a tu lado, mi voz sonó Clara como si estuviera murmurando en tu oído.

Por cierto, casi olvido avisarte que el pacto se firma con sangre. No tu sangre, claro, que tu propia sangre la debes conservar si quieres vivir. El cuchillo que te dí tiene más de una utilidad.

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25/05/2022, 23:15
Director

Si miras en la caja hallarás un pergamino escrito en un idioma que no reconoces

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25/05/2022, 23:16
Lucía Belial

Puedes correr el destino del resto y morir aquí, es una opción. Pero yo quiero ofrecerte una alternativa. En el baúl que hay junto a tí hay un papiro con un convenio. Si lo firmas podrás vivir y tendrás un lugar a mi lado.

Aunque no estoy más a tu lado, mi voz sonó Clara como si estuviera murmurando en tu oído.

Por cierto, casi olvido avisarte que el pacto se firma con sangre. No tu sangre, claro, que tu propia sangre la debes conservar si quieres vivir. El cuchillo que te dí tiene más de una utilidad.

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25/05/2022, 23:17
Director

Si miras en el baúl hallarás un papiro escrito en un idioma que desconoces.

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25/05/2022, 23:18
Lucía Belial

Puedes correr el destino del resto y morir aquí, es una opción. Pero yo quiero ofrecerte una alternativa. En el cofre que hay junto a ti hay una tablilla con un convenio. Si lo firmas podrás vivir y tendrás un lugar a mi lado.

Aunque no estoy más a tu lado, mi voz sonó Clara como si estuviera murmurando en tu oído.

Por cierto, casi olvido avisarte que el pacto se firma con sangre. No tu sangre, claro, que tu propia sangre la debes conservar si quieres vivir. El cuchillo que te dí tiene más de una utilidad.

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25/05/2022, 23:21
Director

Si miras en el cofre hallarás una tablilla grabada con los caracteres de un idioma que desconoces.

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25/05/2022, 23:22
Lucía Belial

Puedes correr el destino del resto y morir aquí, es una opción. Pero yo quiero ofrecerte una alternativa. En tu bolsa hay un cuadernillo con un convenio. Si lo firmas podrás vivir y tendrás un lugar a mi lado.

Aunque no estoy más a tu lado, mi voz sonó Clara como si estuviera murmurando en tu oído.

Por cierto, casi olvido avisarte que el pacto se firma con sangre. No tu sangre, claro, que tu propia sangre la debes conservar si quieres vivir. El cuchillo que te dí tiene más de una utilidad.

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25/05/2022, 23:23
Director

Si miras en tu bolsa hallarás una hojas cosidas entre sí y escritas en un idioma desconocido.

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25/05/2022, 23:26
Lucía Belial

Puedes correr el destino del resto y morir aquí, es una opción. Pero yo quiero ofrecerte una alternativa. En barril que hay frente a tí hay un pergamino con un convenio. Si lo firmas podrás vivir y tendrás un lugar a mi lado.

Aunque no estoy más a tu lado, mi voz sonó Clara como si estuviera murmurando en tu oído.

Por cierto, casi olvido avisarte que el pacto se firma con sangre. No tu sangre, claro, que tu propia sangre la debes conservar si quieres vivir. El cuchillo que te dí tiene más de una utilidad.

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25/05/2022, 23:28
Director

Si buscas en el barril hallarás un pergamino escrito con tinta roja en un idioma que no conoces.

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26/05/2022, 12:57
Antonio Roma

—Quiero sobrevivir, quiero llegar a mi destino y triunfar. Quiero firmar, pero antes ¿dime quien eres? No, mejor no me lo digas, puedes que seas una alucinación y la niña no exista. —Miró en la caja y vio el pergamino, lo tomó y lo guardó. Sintió un escalofrió. El miedo le estaba llegando hasta los huesos y decidió dejarse llevar.

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26/05/2022, 12:59
Antonio Roma

—Nooo! — el tiburón escapó. Sus esperanzas de comer desaparecieron con él. La niña había actuado de manera extraña, lo dejó marchar, no le tenía miedo. No podía creerlo.

Miró al Duque, al arquitecto, a la joven amante de la música y a esa otra mujer que llamaba al doctor en sueños. Todos morirían, unos antes que otro, pero al final todos desaparecería, no había muchas esperanzas de que fueran a rescatarlos. Tendrían que salvarse por sus propios medios, tendrían que ser fuertes y no desfallecer. Tendrían que hacer lo que fuera necesario como el Duque que comió carne de su buen amigo... recordó que la niña también había probado esa carne podrida... y se dio cuenta de que no estaba, sus ojos la buscaron con avidez y la encontró, su mirada quedó fija en la pequeña. Flotaba y flotaba, no podía ser humana o quizás estaba muertos, y no lo sabían.

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26/05/2022, 17:03
Leopoldo Diego Gabriel Alejandro Díaz Galan

El asalto del tiburón no me dejaba dormir, pero menos aún la rabia que sentía tras ver a Sebastián alejarse de la balsa y a Julieta junto al lugar donde estaba atado, con el cuchillo en su mano. Solo había una cosa que me perturbaba más que todo eso y era haber visto a la niña alejarse de aquella manera. 

Inquieto, mientras los demás descansaban o lo intentaban, me acerqué a los cofres a rebuscar cualquier cosa que sirviese de alimento o de utilidad. 

La oscura noche me amparaba y cubría la mayor parte de mis movimientos y, tras encontrarme con lo que esperaba, nada de comer, regresé con cuidado para no despertar a nadie a mi sitio.

Pero antes de hacerlo me detuve junto a Julieta y comprobé que dormía antes de coger su delicada mano entre las mías agachado a su lado.

- No olvidaré lo que hiciste por Sebastián. Le diste la paz y nos condenable a la muerte.

Besé el dorso de su mano y miré de reojo a los demás para sacar mi cuchillo con cuidado y pinchar en la yema del dedo a Julieta. 

- Una gota de sangre debería bastar y con el filo del cuchillo es imposible que se entere de nada.

Lo siguiente, si lograba obtener aquella gota de sangre, sería recogerla en aquel papel que guardaba en mis ropajes y marcharme a descansar, pues el día siguiente sería muy largo.

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26/05/2022, 18:32
Ignacio Serrano

Perder aquella oportunidad por culpa de la niña. Ya casi lo tenían, estaba malherido y unas cuantas cuchilladas más habrían acabado con el animal, pero no fueron en su ayuda, y la niña lo libero. Al escapar, con el se iban muchas de sus posibilidades de supervivencia. Y entonces noto la humedad de la mano, estaba sangrando, posiblemente el escualo, cuya piel era como la lija, y sus muchos dientes más afilados que las cuchillas de afeitar, le habrían ocasionado alguna pequeña herida, era poca cosa, pero decidió taparla , tras haberla lavado, con algo de tela.

Iba a reprocharle a la pequeña su actuación, cuando esta se deslizo fuera de la balsa, flotando a unos centímetros bajo el mar. Y escuchando aquella promesa.-Esa niña no es lo que parece. Al quitarnos al tiburón nos ha dejado con escasas posibilidades de supervivencia. No creo que haya que hacerle caso. Tal vez la locura este asentándose entre nosotros.-

¿Qué era aquella niña, una representación del demonio? Tentarles para que acabasen unos con otros, y todo para quedar condenados hasta el final de los tiempos. Que macabra broma del destino, unos desdichados, hambrientos y a punto de morir deshidratados, privados de su salvación por una niñita, aparentemente indefensa, que nada más subir a la balsa les había ofrecido un cuchillo a cada uno. 

El resto de la noche, trato de descansar, no mover la mano, para que cerrase la herida, y estar atento por si regresaban los tiburones.