Partida Rol por web

Comienzas tu lucha por controlar mentalmente a tus propios hombres. Sea quien sea es mas poderoso que tu pero por el momento logras mantener la lucha igualada. Eso se traduce en una indecision por parte de Pyotr y Dmitri, que no terminan de sacar sus armas. Cualquiera que les vea pensaria que tienen las pistolas pegadas a la ropa e intentan despegarlas tirando con fuerza, pero en realidad solo obedecen ordenes contrarias entre si.

De repente la lucha se decanta de tu lado y los dos hombres dejan sus armas pistolas y permanecen en el vehiculo como si nada hubiese ocurrido. Sin embargo la oposicion a tu poder no ha desaparecido, un mensaje llega a tu cabeza. Por primera vez experimentas lo que sienten todas tus victimas de control mental y telepatia. Pese a que no intentan controlarte, cosa que seria muy dificil, te inquieta que puedan abrir un canal telepatico en tu cabeza con tanta facilidad. Te preocupa cuanta capacidad de leer tu mente tienen.

- Hay cientos de soldados en la zona, solo necesito pedir a uno que te dispare. No obstante no lo haré a no ser que me obligues a ello. No somos enemigos, al menos no mientras exista un peligro aun mayor que todos nosotros juntos.

La voz que resuena en tu cabeza pertenece a una mujer joven, eres incapaz de saber de donde proviene pero sabes por experiencia propia que no puede estar muy lejos.

- Necesitas entrar en la zona acordonada, si dejas tus armas te ayudaré a conseguirlo. Entonces podremos hablar cara a cara, esto es agotador.

Con la guardia alta trato de responder a la persona. No se donde se encuentra pero seguramente sera capaz de leer mi respuesta, lo que ademas me servira para confirmar mis temores.

- Me pides que confie en ti, pero no se quien eres. Estoy dispuesto a hablar, pero antes debes darme alguna prueba. No hacer algo no es una prueba, especialmente cuando estabas intentando controlar a mis hombres. Si de verdad quieres que colaboremos, haz que confie en ti primero.

Mientras digo esto me acerco al vehiculo seguro de que quien sea me esta observando. Abro el maletero y dejo mi arma.

- Yo acabo de dar el primer paso. Dejo mi arma en el coche, y estoy desarmado. Ahora te toca a ti.

Cierro el maletero, pero no me alejo de el aun. Si es mas poderosa que yo las armas no me van a servir de mucho, pero eso no significa que me sienta comodo sin ellas.

Tras dejar tu arma en el maletero de tu coche recibes unas imagenes, como si se tratasen de un recuerdo, que te guia hasta una tienda de antigüedades. Rapidamente comprendes que se trata de la misma direccion que venias a investigar.
En tu vision entras en la tienda y ves a mujer joven, con cierto aspecto gotico y una mirada penetrante. Ves como mueve los labios y sus palabras suenan en tus oidos.

- Dejaré a tus hombres. Ven hasta mi. Los soldados no te veran ni oiran, pero debes poner de tu parte. Ordena a todos los que te encuentres que se giren, me encargaré de aquellos que no te obedezcan.

Ves como algunos francotiradores sobre los edificois cercanos simplemente se dan la vuelta, dando la espalda a tu posicion y formando un pasillo no vigilado que lleva directamente a la tienda.

- Tenemos un enemigo comun, si no trabajamos juntos todos moriremos. No hay mayor garantia que la necesidad vital.

Me dirijo a la tienda tal y como me ha indicado la joven. Cada soldado que veo trato de concentrarme en que se gire en otra direccion, creando un pasillo que me permita llegar hasta el lugar.

Recorro el camino con los brazos pegados al cuerpo y las manos extendidas, confiando en que si no logro controlar a alguien se de cuenta de que no soy una amenaza.

Con paso firme y decidido atraviesas la valla de seguridad que ha desplegado el ejercito. Los primeros soldados no tardan en girarse como si su vida dependiese de mirar en otra direccion que no sea hacia tu posicion.
Los que dudan terminan de darse la vuelta tras tu breve orden mental. Notas que su resistencia es muy baja, deduces que estas recibiendo ayuda desde algun punto cada vez mas proximo.
Finalmente alcanzas la direccion indicada. Ves la fachada de una tienda de antigüedades cuyo interior esta escasamente iluminado y apenas se puede ver a traves de la cantidad de objetos que decorar el escaparate.
Echas una ultima ojeada a la calle para confirmar que nadie te sigue ni te observa y entras en el local.

El interior de la tienda es oscuro. Hay cientos de objetos por todas partes lo cual hace que las ya de por si reducidas dimensiones de la tienda parezcan aun menores.
Todo tipo de objetos decorativos se amontonan en estanterias a cada lado. En el centro hay una fuente redonda de piedra de poco menos de un metro de diametro, a sus pies todo esta repleto de mascaras tribales e incluso lanzas. Tambien ves tambores de guerra y una espectacular armadura de samurai cerca de la puerta.

Al fondo, a unos cinco metros de la puerta, hay un pequeño mostrador con mas objetos curiosos. Tras él ves una puerta que debe llevar a la trastienda.
Prestas mucha atencion a todo, aunque no veas a nadie no sabes si estas solo en esta parte de la tienda.
La voz vuelve a tu cabeza, esta vez se escucha con mas claridad.

- Has confiado en mi, es algo que agradezco aunque tu motivacion sea egoista. En este momento deberia dejarte claro que solo hay dos formas de salir de este lugar: Como un nuevo aliado a nuestra causa o como un nuevo enemigo. Tambien existe una tercera opcion, pero creo que no tengo que decirte de que se trata.

Llega a tu cabeza la imagen del falso agente del FBI que os atacó en el muelle. Despues su figura se multiplica por cientos de hombres iguales a él.

- Nuestro enemigo es numeroso. Tambien es poderoso. Su fin es destruirnos a todos, por encima de ideales o intereses. Nunca podras negociar con él, para ellos solo eres una molestia. Les da igual que seas el lider de una organizacion mafiosa o un mero vagabundo. Solo saben que si estas en su camino tu destino es morir. Y me temo que tanto tú como yo estamos en su camino. La unica diferencia es que yo no estoy sola y tú si, a no ser que decidas aceptar mi oferta.

Oyes como se acciona la cerradura de la puerta y se bloquea sin que nadie la toque.

- Una de mis peticiones para que formemos una alianza es que renuncies a todo contacto con lo que tu llamas Bratva. Te necesitamos a ti como individuo, no a ti como personalidad. En esta lucha ellos no podran ayudarte y, seguramente, no te acepten una vez hayas dado el paso. Rechazar esa vida te acercará mas a nosotros y aumentará tus opciones de supervivencia. Indirectamente tambien les beneficiará a ellos, aunque no sean mas que criminales. Pero tu exito, nuestro exito, salvará a todo el mundo sin discriminar a angeles de demonios. ¿Estas dispuesto a asumir ese compromiso? ¿Olvidaras tu vida en el crimen para adquirir una existencia superior y, por fin, ser libre?

Proyecto la imagen del clon al que mate mientras respondo:

- Si lo que leí en el es cierto, no tengo muchas mas opciones que aceptar esta oferta, pero antes de hacerlo debes mostrarte. Yo he confiado en ti, y ahora es tu turno. Si lo haces, y me explicas tus razones estoy dispuesto a cualquier cosa para sobrevivir. Cualquier cosa. No obstante debes saber que mis recursos son grandes, pero mas aun lo son los de la Bratva. Mi fidelidad a la Bratva se basa en mi propia conveniencia, por lo que si esos recursos no me sirven para sobrevivir, no me cuesta nada desembarazarme de ellos. Pero lo primero es que te muestres.

Mientras hablas mentalmente escuchas unos pasos. Por el sonido parece que alguien esta bajando por una escalera en la trastienda.

- Nuestros enemigos estan en todas partes, no me mostraré hasta no haberme asegurado de que estoy a salvo. Sin embargo, como muestra de confianza, te acabo de enviar a una de nuestras aliadas mas recientes. Me gustaria que os conocieseis, puede que trabajeis juntos en un futuro inmediato.

En cuanto termina la frase aparece por la puerta del fondo una mujer joven, de estatura media y unos intensos ojos azules. Pese a su palidez descartas que se trate de la misma persona que ha habilitado tu llegada a este lugar.
Con paso firme camina hasta tu posicion y te ofrece la mano para estrechartela.

- Saludos caballero, no se sienta confuso, hay una razon por la que usted este aqui.

Recibo a la mujer con sentimientos encontrados. Desconfianza, lujuria, y curiosidad, se mezclan en mi mente mientras la observo.

- No se si confuso es el termino apropiado preciosa. En todo caso sorprendido. Casi parece que ustedes me esperaban, y sin embargo yo he llegado hasta aqui siguiendo la pista de una tarjeta de este sitio que tenia quien a todas luces es uno de los enemigos a los que ustedes se refieren. - mi voz suena firme, pero no desafiante - Su amigo, sea quien sea, tiene unas dotes impresionantes. Sin embargo deberia saber que no estoy habituado a tratar con lacayos, y no se ofenda por el termino señorita, porque con usted estaria mas que encantado de tratar, y tantas veces como quiera.

Observo la reaccion de la chica, para saber hasta que punto le incomoda mi forma de hablar mi falta de tacto y mi descaro. Quiero evaluar que tipo de persona es, y no solo por mis apetencias.

- Pero ustedes me dicen que debo dejar la Bratva. Supongo que saben como minimo quien soy yo, por lo que entiendo que se dan cuenta de lo que me estan pidiendo, y sin embargo su "jefe" no quiere tratar conmigo en persona. No se si entienden lo ofensivo que me resulta esto, pese a lo cual como vera estoy mostrandome paciente y amigable, rasgos que no son ni mucho menos tipicos en mi.

No dejo que ninguna emocion altere mi tono de voz, sencillamente un tono frio y desprovisto de sentimientos.

- Les creo a usted y a su jefe cuando hablan sobre el peligro de esta situacion, y tambien cuando hablan de superviviencia, pues yo mismo he visto lo que pretende esta... ¿secta? Pero por el bien de nuestra colaboracion, si es que en algun momento va a existir, les recomiendo a ambos dos normas para tratar conmigo, respeto y nada de juegos. Si estamos de acuerdo en estos puntos podemos seguir hablando.

La mujer te responde sin apartar sus ojos de los tuyos.

- Lo comprendo perfectamente, yo he llegado de una forma similar, y no se preocupe, gracias a su aclaracion no me ofendo. Conozco a la perfeccion lo que se os esta pidiendo, es alguien famoso y reconocido y entendemos lo delicado que es desprenderos de la organizacion, pero ni se imagina lo grande que es todo lo que esta ocurriendo y lo que esta a punto de acontecer Señor Pancratius.

Hace una breve pausa tras mencionar tu nombre, es evidente que tu fama te precede, para bien y para mal.

- Le agradezco que este tratando conmigo con tal amabilidad, tenemos nuestros motivos por los que me han enviado a mi, y soy yo la que ahora mismo los representa ante usted, para decirle que se una a nuestra causa... su supervivencia depende de ello, es la simple verdad. Y en cuanto a sus dos condiciones, respeto y nada de juegos, solo le puedo decir que las cumpliremos, ya que para que haya un orden y para que no cunda el caos en nuestras proximas organizaciones el respeto es algo esencial, y sinceramente, no estamos en condiciones para ningun tipo de juego, no nos conviene perder  aliados.

Tras su discurso su mirada se intensifica.

- ¿Esta conforme Señor Pancratius?

Mi rostro se mantiene serio mientras analizo sus palabras, y tras unos instantes la seriedad deja paso a una sonrisa amigable, al menos tan amigable como puede ser la sonrisa de un psicópata. Tampoco es que tenga una opcion mejor de momento.

- ¿Como podría decirle que no a una mujer de su belleza? Bien, pongame al corriente, encanto.

Mi sonrisa y mi rostro tratan de ser amables, pero mis ojos no ocultan que detras de mi fachada sigue existiendo cierta desconfianza, y aun debajo de la desconfianza, un sentimiento de deseo, como el de un leon que observa una gacela mientras decide si lanzarse sobre ella.

Detectas cierto nerviosismo en la mujer. Es un efecto que sueles provocar en la gente, sobretodo cuando saben quien eres.

- No se si lo dije, pero arriba estan quienes me han explicado todo, pero ahora mismo estaran ocupados, por eso se lo cuento.

Sin embargo no ves miedo, lo cual puede significar muchas cosas.

- Existe una secta llamada Poseidon la cual ha clonado a uno de los individuos mas peligrosos del mundo, esta persona... - Hace una pausa para elegir sus palabras y los datos que darte - Y esta persona posee un cumulo de poderes, mas de los que todo el mundo creia que se pudiera tener. Y ha sido clonado de forma centenaria, así que imaginese el peligro que eso supone para el mundo, por tanto, para nosotros.  Poseidon quiere dominar el mundo,  y todos estos ataques han sido consecuencias de esos clones, se estima que hay cien clones por cada ciudad Estadounidense, es lo que ha ocurrido hoy aqui, es consecuencia de ello.

Ignorante de cuanto sabes te deja tiempo para digerir la informacion. La idea de cien tipos como el del almacen no es muy alentadora.

- Espero que no se me haya olvidado ningun detalle, pero si tiene alguna pregunta, solo tiene que formularmela. Nosotros somos la "Resistencia", y esperamos que despues de todo lo que le he podido explicar, acepte a unirse a nosotros.

Termina mirandote fijamente, mostrando que en realidad no ha perdido el control ni la entereza en ningun momento.

- Cien por cada ciudad, asi que quedan noventa y nueve en esta. Supongo que el plan no consistirá en esperar a verlas venir. ¿Que pretenden que hagamos? ¿que sabemos? ¿quienes somos? y sobre todo, ¿que esperan ustedes de mi?

Me quedo mirando a la mujer un momento, pensando en que en realidad ella no es quien debería responder a mis preguntas.

- Si los demas estan arriba, ¿que hacemos nosotros aqui abajo?

La ultima pregunta parece descolocar brevemente a la mujer, sin embargo reacciona rapidamente.

- Ah... queriamos que se uniera a nosotros... ya le dije que somos "la Resistencia", un grupo que lucha contra esos clones y contra Poseidon. Y yo por el momento es todo lo que sé, todo lo que le he dicho.

Lentamente se da la vuelta y comienza a caminar hacia el fondo de la tienda.

- Si esta de acuerdo en saber aun mas y unirse a nuestra causa... puede acompañarme.

Espera tu respuesta junto a la puerta que lleva a la trastienda.

- Vamos

Sigo a la mujer en silencio. Desde el momento en que comienzo a andar mis sentidos estan alerta como el paranoico que soy. Vigilo todo movimiento, y procuro memorizar el camino si es largo. Tambien estoy atento a salidas, y lugares donde alguien pudiese esconderse para sorprenderme.

Solo tengo las palabras de una desconocida, mas vale que no me la este jugando, o aunque sea lo ultimo que haga me asegurare de que no pueda olvidarme jamas.

La mujer espera que la sigas a la trastienda para conocer a sus jefes y, si aceptas, los tuyos.
Apenas avanzas un par de metros cuando comienzas a oir el singular pitido en tus oidos que indica la proximidad de uno de los clones. Aunque todavia no puedes determinar la cercania a traves de la intensidad del ruido sabes que el radio de accion de esta peculiar habilidad es reducido.
Primero sospechas de una trampa en la trastienda, pero de repente escuchas que alguien intenta abrir la puerta de la tienda. Por suerte la puerta esta bloqueada desde que entraste.
No ves a nadie al otro lado de la puerta pero el pomo gira lentamente y la puerta es empujada sin conseguir abrirse.
Tu primera reaccion seria sacar tu arma, pero disparar hacia un exterior lleno de militares puede que no sea la mejor idea.

Doy dos zancadas hacia la chica, le pongo la mano en el hombro obligándola a girarse, y con un dedo sobre mis labios le indico que se calle. Proyecto mis pensamientos hacia ella.

Uno de los clones esta fuera. Voy a tratar de darle en la cabeza con algo, pero necesitare algún arma. Consíguemela.

Avanzo con pasos largos con tanto sigilo como puedo y busco algo que me sirva para golpear. Siendo una tienda de antigüedades aunque sea un jarrón, una silla, o lo que sea, me da lo mismo si es caro o valioso.

Me coloco en el marco de la puerta y me preparo para descargar un golpe con todas mis fuerzas en cuanto se abra la puerta. Se que pueden hacerse invisible, y solo puedo tratar de cogerle por sorpresa, gracias a que soy capaz de saber mas o menos donde esta, por lo que se que seguramente solo tendré una oportunidad.

Menudo recibimiento de mierda me habéis preparado. No se si aun lees mis pensamientos, pero si es así, mas vale que vayas preparando algo para parar a este hijoputa. Porque estando desarmado, no creo que pueda rivalizar con el.

A continuación mis pensamientos se convierten en una amalgama de insultos y palabrotas en ruso, dedicados al clon, a quien le manda y a quienes me han puesto en esta situación.

La mujer parece sorprendida al oir tu voz en su cabeza sin que tu abras la boca. Sorprendida por descubrir, o intuir, cual es tu poder mas que por el poder en si.
Regresa sobre sus pasos hasta el mostrador y saca un arma realmente extraña. A primera vista parece una pistola, pero por tu conocimiento de las armas sabes que no se trata de una pistola cualquiera. Carece de cargador y no tiene un sistema de recamara y percutor como cualquier arma. Casi dirias que es una pistola de agua.

- No era nuestra intencion que uno de esos clones viniese a atacarnos.

Mientras la mujer apunta hacia la puerta esperando a que se abra tú te dedicas a buscar un arma contundente por si falla el disparo. No tardas en elegir una espada samurai, sin duda no necesitas que este afilada para partirle la cabeza al clon.
Cuando estas preparado para la emboscada el pomo deja de moverse y la cerradura no hace mas ruido. Esperais unos instantes por si vuelve a intentarlo pero no se oye ni ve nada. Puede que se haya rendido o este buscando otro acceso, lo que es seguro es que no se ha ido muy lejos pues tu sigues oyendo el molesto pitido que anuncia su proximidad.

Vuelvo a comunicarme con la chica telepaticamente.

Sigue aqui. Debe estar buscando otra manera de entrar, o quiza nos haya oido. ¿Hay algun otro acceso?

Cierro los ojos, no me sirven de nada para enfrentarme a alguien a quien no veo. Me concentro en localizar el origen del pitido sin moverme aun de la puerta. Tan pronto sepa hacia donde se dirije o la chica me indique donde hay otro acceso me dirijo hacia alli y vuelvo a mandarle un mensaje telepatico.

Salvo que seas capaz de hacer algo mas, ponte detras de mi y preparate a agujerearle el cerebro en cuanto se haga visible. Y por cierto, que hay de sus amigos, ¿no van a hacer nada?

Sin dejar de apuntar a la puerta la mujer responde a tus preguntas.

- No estoy muy segura... estemos atentos...

Desconoces si se refiere a si hay otra salida o si sus compañeros van a ayudar o es una respuesta a ambas.
Abres los ojos cuando comienzas a oir otro pitido, tu logica te lleva a pensar que se trata de otro clon lo suficientemente cerca como para entrar en tu particular radar. Miras al exterior y sigues sin ver a ninguno de ellos. De repente aparece un coche avanzando lentamente por la acera hasta detenerse justo enfrente de la tienda, a apenas medio metro. Pese a que no ves al conductor si aprecias como la puerta se abre y la amortiguacion reacciona como si alguien hubiera bajado del vehiculo.

Me concentro en enviar de nuevo mis pensamientos a la chica.

Estamos jodidos. Vienen mas, y seguro que saben que estamos aqui. Tenemos que largarnos de este sitio. ¿Hay alguna salida que podamos usar?. Y hazme un favor guapa, me importa una mierda lo que tengas que ocultar, pero no abras la boca. Simplemente no te resistas y leere tus respuestas, ¿o prefieres darles pistas sobre tu posicion contestando en voz alta?

Sin esperar a la respuesta de la chica comienzo a buscar algun militar que este cerca y al que pueda ver para tratar de influenciarle. Si logro que uno de ellos dispare sobre el lugar de donde viene el pitido, y hiere al clon, puede que el resto de militares se sumen al tiroteo, y con suerte alguno le volara la cabeza.