Partida Rol por web

La escena no era del todo extraña para Ben. Salvo por que se trataba de una mujer la que estaba a punto de perder la paciencia. Pero el hecho era que le recordaba a aquel partido en que su Capitan fue suspendido injustamente. Casi se agarraba a las piñas con el arbitro y el jugador que finjia una falsa falta. El mismo se habia visto interviniendo para salvar al equipo de futuras perdidas. Asi hizo esta vez. Se solto gentilmente de Luciana y se acerco a la mujer de cabellos rojizos, Mina.

Con una sonrisa pero seguro de si mismo de poder enfrentarse a un dragon dormido y sin temerle a las consecuencias le dijo: "Oye, esta bien. Deja que haga su trabajo. Seguro en el museo le comisionan por decir cosas raras y mostrarnos la exibicion. Debe estar algo paranoico que un supervisor lo este poniendo a prueba o algo asi. Y si... tal vez luego quiera vendernos algo, pero ese es su trabajo, dejemoslo tranquilo y ya" Ben estaba demasiado confiado en que todo se trataba de un espectaculo, a decir verdad, muy bien montado y tanto esfuerzo merecia su merito. Se acerco a Luciana, la tomo de la mano y luego se acerco a Juan dando una palmada en el hombro: "Vamos. Te seguimos el juego. ¿Que tienes para mostrarnos?"

Miro de mala manera al chico que estaba coqueteando con la otra. ¿Intentaba hacerse el chulo para quedar bien con la chica? Me daban lastima los idiotas que necesitaban llamar la atención para mostrarse ante los demás

-Me importa un cuerno que este haciendo su trabajo. Puede buscar a cualquier persona. No tengo por que seguirle el juego si no deseo que me guíen ni me expliquen. Tampoco tengo por que hacerte caso, así que mejor seguí con tu noviecita y no te metas en mi camino...-

Le digo con mirada amenazante y los ojos encendidos por la ira. Estaba a punto de golpear a alguien y me costaba mantenerme. Miro de nuevo al guía

-No tengo por que seguirte. Tengo miles de motivos en contra para no hacerlo y ninguno a favor que valga la pena. No necesito que me eches a mi suerte, se cuidarme solita Así que si tenes ganas, mové el culo y anda a hacer tu trabajo a otro lado...-

Comento cortante señalando hacia otro grupo de turistas que estaban cerca, no me importaba a donde fuera pero no tenia intenciones de seguirlo ni hacerle caso.

Finalmente aburrido por la testarudez de Mina, Juan levantó sus brazos dándose por vencido - Bien bien, es tu decisión, lárgate entonces ya de aquí - de forma brusca soltó su mano - No quiero responsabilizarme de la decisión tan estúpida que acabas de tomar, así que basta, lárgate y condénate sola - ahora el rostro de Juan denotaba una seriedad y enojo palpables en el ambiente prácticamente, su voz se había alcanzado a subir y se giró para entrar a la exposición dejando a Mina atrás - La decisión también es de ustedes, si quieren vivir se van a quedar acá y van a disimular durante la exposición, si quieren condenarse como la pelirroja, allá ustedes

Sin hacerle una pizca de caso al mal genia de Mina, Ben sonrie, divertido ante las palabras del dramatico guia y le dice entusiasmado a Luciana, como un chico que esta a punto de entrar a un juego de miedo y suspenso de un parque de diversiones: "¡Jo, jo! ¡Ale, vamos!. Esto se pone bueno. Apuesto a que la pelirroja tambien trabaja aqui".

-Mina, señorita Mina, ¿no le parecería interesante ver en que termina todo esto?. Aun que todo fuese un engaño, pienso queseria interesante ver como termina esta... "aventura", ademas, estoy seguro que usted podria ayudarnos en caso de ser una trampa para turistas.

Luciana estuvo a punto de tirar de Ben y llevárselo fuera de allí pero cuando el muchacho se mostró convencido de que todo era un espectáculo montado por el museo, no encontró argumentos más que sus deseos de estar a solas con él para convencerlo de que allí no tenían nada más que mirar. Sonrió e intentó dar un par de pasos cuando la situación se volvió más rara aún si aquello era posible

La pelirroja comenzó a sulfurarse. Luciana la miró extrañada. Coincidía con ella que ese tal Juan era de poco fiar pero tampoco era para tanto. Más se extrañó aún cuando vio que el supuesto guía turístico, llevaba un arma e intentaba forzar a Mina a quedarse con ellos.

Este tipo está mal de la cabeza, ¿que le pasa? ¿y qué es toda esa mierda de templarios y la mar en coche? A pesar de que no le gustaba nada la situación que estaban viviendo, no atinó a hacer nada. Por suerte para ella, Ben sí que supo reaccionar, aunque a la muchacha de cabellos de fuego no le gustó nada su intervención.

Y que la jodan... seguro que trata de llamar la atención. Entre esta loca y el otro que se cree la reencarnación de Merlín o algo así, seguramente terminen expulsándonos del museo... lo cual no sería para nada malo si logro quedar con Ben.

-¿Tu realmente crees que esto es todo un montaje? La chica esta parece realmente sacada de onda... aunque estaba hablándole al aire hace unos instantes así que no me extraña que esté un poco loca después de todo... Ok, continuemos con el paseo... pero deberás prometerme que luego nos vamos a algún lugar un poco más "normal" así podemos conversar tranquilos- Luciana pretendía llegar un poco más lejos con Ben que a una simple conversación, pero era muy tímida para dar un paso más grande que ese.

-¿Y no será que tienes miedo? -espetó con una sonrisa Altair, dirigiéndose a Mina. No sabía si es que la chica siempre se comportaba así con los extraños, o que tenía un mal día, pero los demás no le habían hecho nada, y a Altair no le gustaban demasiado ese tipo de comportamientos.

En realidad no sabía de que iba todo aquello, pero decidió que no perdía nada de momento por seguirle la corriente a Juan, que de momento no había intentado venderles nada. El hombre parecía alterado, y Altair pensó que si le acompañaba un rato más se calmaría. También se fijó en la pareja que había entrado, más por curiosidad que por cualquier otra cosa, pero no encontró nada en ellos que se saliera de lo normal... excepto la normalidad.

Me doy vuelta al oír los comentarios, observándolos por sobre mi hombro. La que estaba con el chico que había hablado podía decir lo que quisiera, sus palabras tenían poca relevancia en algo que pudiera llegar a molestarme. Prefería seguir con mis cosas antes de estar arrastrada como ella para llamar la atención de un hombre.

Me volteo completamente para mirar a la otra mujer que había hablado. Y luego mirar al hombre. ¿Aventura? Ya me alcanzaba con mi trabajo como para querer seguir soportando mas gente. ¿Es que acaso todos los frikis molestos se habían puesto de acuerdo para salir el día de hoy?

-¿Miedo? No tengo miedo a seguir a nadie es solo que no me apetece... - Digo cortante – Hay pocas cosas que me dan miedo y ese – señalo a Juan – No entra entre ellas... Ya bastantes cosas raras y molestas vienen pasando como para meterme en otra mas rara y molesta... Para seguir a alguien o algo tiene que llamarme la atención y de esto nada lo hace...-

Me doy media vuelta y avanzo hacia la exposición a donde estaba yendo alejándome de la banda de locos que iban a seguir al “guía” como si fuese un enviado. Seguramente eran fanáticos religiosos que se congregaban en el lugar.

La última respiración de Juan sonó más como un resoplido que cualquier cosa dejando en claro su enojo - Bien, una menos, alguien más se le une a ella o me acompañan a la exposición? - en su enojo Juan continuó el camino hacia la exposición esperando que decidían en definitiva los otros cuatro

Con una amplia sonrisa frente al espectaculo, Ben anima a Luciana diciendole: "Anda, vamos. Parece bueno. Si se pone pesado o resulta un fanatico religioso o de  Barcelo*... nos retiramos. Lo prometo".

Selena se encoge de hombros y sigue a Juan, sin prestar a penas atención a la pelirroja.

Luciana sonrió a su vez al rugbier y volvió a tomar su mano.

-Vamos pues... aunque parece de locos, esta excursión puede terminar resultando divertida.- Miró una vez más hacia donde se veía Mina y luego siguió a Juan hacia el interior de la muestra.

 Me quedo un momento en medio del camino entre Mina y los demás. Los argumentos de Mina son muy validos, y si ella tiene razón seguir a ese tipo puede resultar peligroso, demasiado. Sin embargo, si es así, aquellos estarían en problemas. Ademas, ¿NO había amenazado de muerte ese sujeto a Mina?¿Estaría en verdad ella en peligro?

Res piro profundamente, la situación merece analizarse. -Señorita Mina, debería cuidarse las espaldas por las dudas, tiene razón, ese tipo puede resultar muy peligroso, y sin embargo, no podemos dejar a los demás solos. Por favor, ayúdeme a ayudarlos. Nada tenemos que perder, ademas, podría vigilar de cerca a ese sujeto y ver que tan reales pueden ser sus amenzas, de ser así, entre todos podriamos facilmente someterlo y entregarlo a las autoridades.

Sin dar más tiempo a esperas y respuestas Juan entró a la exposición, recién se veían los primeros artículos entre los que sobresalían objetos y utensilios utilizados en la antigua Grecia y el antiguo Egipto como platos, vasijas, cuchillos y utensilios de adornos, Juan señala hacia un artículo en particular. Este objeto era una pequeña estatua de roca sólida, antigua como el tiempo mismo pareciera ser, está fechada del año 5000 antes de Cristo y ha atraído fuértemente la atención de todos los visitantes

Este objeto no es otro que una estatua de la antigua Diosa Nut, quien según la mitología heliopolitana fue creadora del universo mismo y su nombre significa "Aquella que parió los dioses", la mano de Juan se mantiene firme hacia la estatua que no tiene más de 20 centímetros de alta y está fuertemente resguardada por sistemas de seguridad pues aparentemente es uno de los tesoros más preciados de la colección, acto seguido, Juan miró hacia atrás donde estaban los cuatro y Mina se alejaba caminando, de repente se acercó sutilmente a Luciana - Se que estoy lejos de ser de confianza de todos ustedes, pero necesito que mires cuidadosamente esa estatua, mírala a los ojos por favor - Juan se veía aunque serio y disgustado aún por lo ocurrido con Mina mucho más amable e incluso de manera muy cortés se movió hacia un lado permitiéndole el paso a Luciana

"¡Ya va a empezar!" -Ben daba pequeños saltitos con las puntas de sus pies, ansioso porque el espectaculo comenzara y para su sorpresa y diversion, el guia habia elegido a Luciana para su "primer acto de magia". Temiendo por que la chica se avergonzara o algo por estilo el ala no dudo ni un segundo en animarla. "Vamos, mira esa estuatilla, tal vez algo ocurra" - le decia muy animado.

La exposición estaba muy concurrida. Siguiendo a su guía, la muchacha siempre acompañada por Ben, se introdujo entre el gentío, cuidando de que no la chocaran demasiado. Detestaba las aglomeraciones.

Cuando Juan les señaló la estatuilla, a Luciana no le llamó demasiado la atención. Era una escultura pequeña, antigua y desgastada por el paso de los siglos que representaba a una diosa, la creadora del mundo, según alguna mitología del pasado. Ante el pedido del chico, y dispuesta a continuar con el espectáculo, se encogió de hombros, sonrió hacia Ben antes de soltarle la mano y se aproximó todo lo que pudo al objeto.

Sin saber muy bien que buscar, hizo lo que Juan le pedía.

-¿Qué se supone que tengo que buscar?-

Juan sonrío casi con complicidad a Luciana - Simplemente mírala fíjamente a los ojos y no le prestes atención a nada más en todo el lugar - acto seguido dio unos pasos hacia atrás hacia donde estaban Ben y los demás

De hecho, los tienes a todos cerca están dándote la espalda y no están a más de 3 metros de distancia de tí pero todos dentro del museo