Partida Rol por web

Lo único que se cierto, es que los Sith usarán nuestro sentimiento de soledad contra nosotros, por eso será mejor el reforzarlo y no tenerlo,deberíamos de tener un contacto entre nosotros, una amistad de camadería,si me preguntas que siento, si, noto un cambio enorme, algo incómodo, aun no se interpretar esta extraña sensación que tengo, pero mi maestro también la ha notado.

¿Hace cuanto tiempo que estás sin contacto con tu maestro?,¿has estado en parte del interrogatorio con la Sith Dirneele Kell?

Noto que algo va a pasar, algo malo, por eso de que este aprovechando este momento de tranquilidad. - decia Mhilko a Tzadok -

*** Saehral, tendrá que esperar nuestra cita, tendrá que acabar todo lo que estará por venir, si no llega a ser por la intervención de Tzadok, te habría besado, la verdad que tambien me gustas mucho, te hablo con estas palabras desde mi fuerza que converge contigo, de una manera única y extraña, tenemos un enlace extraño y poco conocido por los Jedis ***

Asintió con la expresión de su rostro algo preocupada - entiendo... fuere lo que fuere que venga, estaremos preparados para afrontarlo... todos y cada uno de nosotros - dijo con seguridad mirándolos a ambos, sonriendoles esta vez, como acostumbraba.

 - Llevan desde la tarde, al inicio de esta casi. Me han dejado fuera, como es normal; solo soy un padawan - no lo dijo de manera despectiva, es que era lo que era y no había más; el estaba orgulloso de ser un padawan.

¿Camaradería? Lo mejor para eso es entrenar juntos con los sables de luz, este tipo de entrenamientos unen muchísimo... se aprende a conocer a la otra persona a través de sus movimientos, ataques, esquivas, defensas...

Tzadok, un Jedi no lo hace su sable de luz, lo hace su fuerza, su persona , su afinidad con la fuerza, depender tanto de un sable de luz, es lo que te pone obstáculos e impedimientos, debes aprender más de la fuerza, conocer tu entorno, el sable de luz es solo un símbolo, una forma de elegancia luchando, pero no puedes depender de un sable de luz, sin tu sable de luz, el enemigo puede manipularte, inculcarte rabia, ira, solo deseas coger el sable de luz para acabar con la vida del enemigo, ese no es el camino de un jedi. -decia sabiamente Mhilko -

Si tienes amistades, si sabes que en alguna parte alguien desea que vuelvas con vida, alguien que deseas volver a entrenar con él, hablar,cualquier cosa, eso te da fuerza contra tu enemigo, evitando que te manipule a su merced, recuerda que si en un futuro, nos la tenemos que ver con Siths, estos usaran cualquier medio en su mano para engañar, para manipularte, si te concentras en esa gente con la que quieres volver, te formas un escudo mental que no podrá pasar tu enemigo.- terminaba de decir Mhilko -

Mejor que nos vayamos, ya es tarde, te acompañaré Saehral, antes, si quieres, me puedes echar una mano para terminar de arreglar, algunas cosillas del pequeño Phil.- decia Mhilko a Saehral en un tono alegre -

Entrecerró un poco los ojos mientras hablaba Mhilko... al final acabo por alzar una ceja mirándolo algo confuso - emmm... yo solo sugería entrenar, no se tu, pero viene bien entrenarse en todos los caminos, fuerza, sable, mente... solo he dicho de entrenarnos juntos en uno de ellos pues que creo que ayuda a estrechar lazos... pero según todo lo que acabas de decir ¿Para que unirnos? Has hablado sabiamente sobre unirnos, pero ahora ¿Te desdices? No se compañero, pero yo estaré entrenándome y meditando mañana como acostumbro, si alguno quiere acompañarme sera bienvenido - sonrió a ambos haciendo una ligera genuflexion y se marchó por donde vino no sin antes añadir - voy a seguir esperando a mi Maestro. Que la fuerza os acompañe

Una vocecilla se escuchó en tu interior, parecia que Mhilko no usaba bien su telepatia, pues lo cual habia dicho a Saehral, tu tambien lo podiste percibir, o la fuerza estaba contigo y necesitaba que descubrieras lo que pasaba.

"Saehral, tendrá que esperar nuestra cita, tendrá que acabar todo lo que estará por venir, si no llega a ser por la intervención de Tzadok, te habría besado, la verdad que tambien me gustas mucho, te hablo con estas palabras desde mi fuerza que converge contigo, de una manera única y extraña, tenemos un enlace extraño y poco conocido por los Jedis"

La voz de Mhilko se filtraba por tu cerebro tranquila, y segura, como si supiese que nadie le escuchaba, pero tu telepatia estaba bien desarrollada, una de las mejores de los padawan del lugar. Un error del Gen´dai, hablar delante de tí por telepatia.

  Saehral sonrie un poco, levemente, y mira a Mhilko.

Una pregunta Tzadok, ¿con todo Coruscant para pasear porque justo estabas encima nuestros?, no existe ni la casualidad ni la suerte, tendrías alguna razón para estar ahí arriba. - decia Mhilko con tono extraño -

Lo del entrenamiento lo veo bien, podemos entrenar cuando quieras, lo del sable lo dije, porque muchos Jedis han caido por depender casi exclusivamente de su sable, desde mi punto de juicio y enseñanzas de mi maestro, un Jedi no tiene por que solo ser eso, yo soy mecánico, creo robots, hago muchas mas cosas, si alguna vez termina la guerra, me gustaría estar en algún lado tranquilo. - decia Mhilko con un extraño tono como si hablara un padre -

Se llevó la mano a la frente con un sonoro "plaf" - ... mi maestro, junto con el consejo, estan interrogando al sith que capturaron justo encima de nosotros... - su paciencia se podía ver a kilómetros - No os estaba espiando, hermano, simplemente estaba esperando meditando y os percibí - suspiró y termino por sonreír amablemente - La guerra nunca acabara, mientras haya luz, habrá oscuridad, es el orden natural de las cosas... mientras se mantenga el equilibrio no habrá problema.

Nadie te ha culpado de que no estabas espiando, eso solo ha salido de tu conciencia... -decia poniendo ambas manos en los hombros del muchacho -

jajajaja...., es normal que estuvieras cerca, este lugar esta cerca del consejo Jedi... -su tono era mas alegre -

Luego se puso a ver de nuevo el paisaje de Coruscant....

Es extraño, toda la belleza que abarca nuestra vista, ajena a toda guerra, ajeno a todo, en cambio, hoy hay un enemigo, aun asi, el paisaje es inmutable, todo esta igual.Es cierto que no puede haber luz sin oscuridad, ni oscuridad de una luz que la cree, pero......, tambien existe ese extraño equilibrio, ajeno a todo, extraño, siempre en continuo movimiento, mas asi, aun los paisajes hermosos seguiran siendo como son, si no hay nadie que percate su paz, las estrellas seguiran brillando aun con una guerra que libramos, la fuerza es grande en proporciones, pero mucho mas el universo, tal vez fuerza y Universo, convergen en nuestra esencia, nos dote de la fuerza..., perdona Tzadok, muchas veces me apega el debatir sobre la filosofia de las cosas, mejor que nos vayamos a nuestras habitaciones, tenemos que descansar, mañana nos entrenaremos los tres juntos. -decia Mhilko mirando a Tzadok -

 Mientras la palabras de Mhilko laian de sus labios, y decidia ir con Tzadok a sus respectivas habitacions, unos pasos se escuchan en las escaleras tras ellos. De una puerta al fondo de la terraza salen dos figuras, que cuanto mas se acerban las reconocisteis mejor. Vuestros maestros habian salido de la Reunion con el Consejo.

PILIN NAUSS

MARCUS

Marcus, el maestro de Tzadok, hablaba por los codos con el silencioso maestro Pilin Nauss. Bien era sabido de la larga lengua de Marcus, y de su sonrisa permanente. Y Pilin era totalmente lo contrario, serio y filosofo.

-Buenas noches jovenes - dijo el maestro Marcus al llegar frente a vosotros - -disfrutando el fresco nocturno de Coruscant? ¿Que haceis tant arde por estos sitios. Tzadok te dije que olvieras a tu habitacion y que no me esperases, pero bueno ...ven aca muchacho - dijo poniendo un brazo sobre los hombros de su padawan - -Tengo tanto que contarte...

Pilin puso su mano sobre su pequeña frente, entre ambos ojos, separados de rara manera, como los de su raza Ithoriana. Pensando en que deberia hacer para callar la boca de este sujeto llamado Marcus. Pero luego con su rara boca "sonrie", o mas bien, lo que podia considerarse como una sonrisa tras esos raros labios.

-No deberias contar todo a tu padawan Marcus, ya oiste al consejo - dijo el Ithoriano.

-Oh! vamos Pilin, al fin y al cabo al final se enterara de todo. - replicó el humano.

En ese momento la puerta por donde habian salido ellos, se vuelve a abrir con los soldados clon saliendo en tropel de alli, con una chica, a la que ustodiaban, Mhilko ya la habia visto anteriormente, pero los ojos de Tzadok la vieron por vez primera, una seductora y preciosa sith caminaba entre todos aquellos clones...¿Porque no luchaba?

Ambos padawans no pueden dejar de mirarla, y sus maestros los zarandean para que se elejen del hechizo de la sith, con ceño fruncido, Pilin los mira, pero no los regaña.

¿Que hacia alli?¿Porque no se defendia?¿Porque sus rojos ojos los miraban sin quitarles la vista de encima, a cada paso y contoneo de ella? Parecia como si con sus ojos pidiera ayuda.

-No ha querido hablar en toda la sesion - susurro Marcus, metiendo la cabeza entre ambos muchachos - No se porque, no se ha defendido...Extraño no crees? Bueno Tzadok, vayamos a comer algo, estoy hambriento.

Pilin negaba mirando la actitud despreocupada del otro Maestro, pero se encoge de hombros.

Creo que os acompañaré. - dijo el Ithoriano mirando a Marcus y Tzadok. - Y tu? Mhilko?

No puedo maestro, he de pensar algunas cosas y terminar de pasarle los modulos de conocimientos a Phil.

Que os aproveche a los tres... - sin mediar palabra, echa una profunda, casi analizando, vista sobre la Sith, y se va a su habitación -

De camino a su habitación no puede evitar pensar en si realmente acabara la guerra y podrá tener una vida tranquila con Saehral, pero las preocupaciones enseguida desaparecen al llegar a su habitación  y poner las manos a la obra con su pequeño robot ayudante.

Te pondré un modulo a modo de memoria encriptado , y en un idioma inventado que me cree, para asi solo poder tener acceso a esa informacion, serás tambien además de mi ayudante mi propio Holocron Jedi, Base de Datos y Agenda... -decia con tono alegre Mhilko mientras montaba el robot -

Se quedó un poco anodadado al ver a la sith, pero se obligo, tras varios segundos de intenso escrutinio, a mirar a su maestro. Le sonrió amistosamente, para él, Marcus era un padre con todas las de la ley.

Asintió a su maestro y con expectación lo siguió deseando saber que podría contarle... de Mihlko se despidió con una ligera reverencia y se marchó junto con los dos Maestros.

 Te diriges a tu habitacion como bien dirijiste para poder terminar con Phil. El mono robot te estaba esperando alli, apagado.

Cuando llegaste a tu cuarto abriste la puerta, la luz estaba apagada, por lo que la encendiste como mecanismo automatico. La costumbre, y sentada en tu cama estaba Saehral, mirando al suelo. Llorosa y desvalida.

Te mira con ojos llenos de lagrimas y cuando te ve, rompe a llorar de nuevo y corre para abrazarte, no dijo nada en ese momento no podia.

Mhilko abraza a Saehral.

¿Qué pasa pequeña, a que vienen estos llantos? -decía Mhilko abrazando a la joven Jedi -

No tienes por que entristecerte , el llanto es un sentimiento, como la tristeza o la pena, que puede aprovechar el enemigo para llevarte al lado oscuro, debes de ser fuerte, jamás me perdonaría el perderte si fueras por senderos oscuros.... - Mhilko coge el mando de la puerta que hizo expresamente para no ser molestado, cerrando y bloqueando la puerta , para evitar sorpresas de alguna visita esporádica -

Mhilko de manera suave y llena de cariño, sienta a Saehral en la cama, acercándose para si mismo una silla que tenía en el banco donde trabajaba con Phil, para posteriormente sentarse justo delante de Saehral con la silla al revés...

Dime Saehral, ¿que te angustia?,¿por qué de esa pena y tristeza?, debes de ser fuerte y superar esa barrera, el enemigo puede aprovechar esa flaqueza para llevarte al reverso tenebroso de la fuerza... - decia Mhilko, mientras con su enorme mano , casi parecida a un robot, limpiaban las lagrimas de la mejilla de Saehral -

Cuentame... - decia con tono tranquilo , como un padre a su hija, a Saehral -

 Saehral se deja llevar por tus brazos, dejandose caer en la cama, sus lagrimas aun recorrian sus mejillas, cuando se las limpiaste con la mano, cerró los ojos y apoyó su mejilla en la palma de tu mano.

-Mi...Mi maestra...Miraluka..y mi..compañero...Gunys....

Su voz se quebraba. Bien sabias que su maestra y su compañero habian partido a una mision de cabecilla para el maestro Felron y sus padawans. Supuestamente devian recoger los cristales para los sables de luz. Preciosos y preciados critales que solo crecian en Urain-Fen.

-La mision era facil, Mhilko, ir, averiguar, y volver...Pero se encontraron alli...un grupo numeroso de Sith...no me quedó claro que hacian alli Mhilko, pero los masacraron!

La voz de Saehral volvió a quebrarse.

-El maestro Felron no tuvo tiempo d eocntarme demasiado....ahora se encuentra con el consejo, y...los cuerpo d emi maestra y Gunys....en el deposito. ¿Porque Mhilko?¿Y si yo hubiese estado alli?¡tambien estaria muerta! No quiero ni pensar....como ....

Sus pensamientos eran claro com el agua.

Habrian sufrido? el dolor era sotortable? o los mataron con saña, alimentandose del daño que les causaban?

Se abraza a él, sentandose sin ningun pudor sobre sus rodillas, para hundir su cara en el cuello del Gen´dai.

Tranquila - decia abrazando a Saehral -

Tu Maestra muy dentro de si tal vez pensó en esa posibilidad y dejo que te quedaras en la academia, no te alimentes del odio por la muerte de tu maestra y tu compañero, asi les das mas fuerza a los Sith, me alegro que no fueras para alla, no habría soportado el perderte. - dice Mhilko abrazando a Saehral -

Tu Maestra y tu compañero nunca habrán muerto... -dice separando a Saehral de si, para apuntar con su dedo al corazón de Saehral... -...ya que siempre los tendrás aqui, la fuerza es infinita,de seguro que la fuerza de ellos se presentaran ante ti, para decirte que no te preocupes y te hagas mas fuerte... - vuelve abrazar a Saehral -

Necesitas descansar, mejor que te quedes hoy aqui, velaré por tu sueño... - acto seguido se va a una pequeña cocinita que tenia, donde le prepara un vaso de agua a Saehral -

 Saehral sonrie ante las palabras y gesto amables de Mhilko. Suspira profundamente mientras bebe. En los mas profundo de su corazon siempre habia sabido que aquel Gen´dai no era como todos lo pintaba. Serio, rudo y con poca sesera. Le habia gustado muchisimo conocerle, y ahora estaba encantada de quererle.

-Eres muy amable conmigo Mhilko. Gracias por todo.

Sus ojos erojecidos por las lagrimas te miran con amor y respeto, con dulzura y alegria.

-Me has ayudado mucho. gracias de verdad.

Hubiese deseado que Mhilko no llevara el casco y asi poder besarle antes de dormir, pero se acustaen a cama, tapandose, dejando el vaso en una pequeña mesita junto a la cama. Tapandose hasta arriba y mirandole como niña divertida y juguetona, para luego cerrar los ojos.

 vete para la cantina.