Partida Rol por web

Urain-Fen, planeta caracterisitcamente boscoso, mucha vegetacion, mucha fauna dispersa y variada. Alli se encuentran las Brujas de la Fuerza. Es un planeta rico en mineral, y de alli se extraen los cristales para los sables laser de los Jedis y los sith.

Laxrey como cada mañana se despertaba al salir el primero de los soles que componienan aquel sistema solar. Su madrina, Rui:

Ya se habia levantado, ela la primera de la tribu en despertar. Pero Laxrey tenia el coraozn en un puño. Soñaba como hacia ya muchos años, con la muerte de sus padres, pero algo nuevo se le revelo en aquella noche. No habia sido un accidente. Hubo otra nave implicada en el accidente?¿O era solo malos tragos de su imaginacion que le deaban a ver cosas que le hacian mas daño? Sacudde su melena y se levanta para ir fuera. Las Brujas empezaban a despertar, y la saludaban pero Laxrey sabia su desapego hacia ella. Algo oscuro nacia desde lo mas profundo del corazon de Laxrey pero...ella lo abrazaba como su fuera si unico salvoconducto.

-Pronto nos veremos

Oye en los mas profundo de su cabeza. ¿Se estaba volviendo loca?¿Quien era aquella voz?¿Que queria de ella?

-Niña ven! - La llamo Rui  - -Hoy vamos a recibir una grata visita, los Jedis vendrán a por el cargamento de cristales y tiene que estar todo listo. coge a tu Rancor y carga los ultimos cristales d ela mina muchacha, vamos vamos

Le instaba su maestra. Y con una sonrisa laxrey llamo a su rancor. Una criatura horrible pero bella ante sus ojos. El joven rancor la vio y jugueteo, pero ya era enorme y hacia temblar la tierra. Se tumbo en el suelo par que ella pudiera subir a su silla e ir juntos a la mina. Pero las voces no cesaban, ella oia la voz de un hombre, la verdad era una voz bastante sensual. Pero ¿Quien diablos era?

La noticia de que los Jedis llegaban te dio arcadas, aquellos pimpollos que se creian mas que nadie te hacian vomitar. Pero por el bien de la tribu, debia tragar y callar.

Me se acerco a mi  rancor unico ser de este planeta al que tengo apego, y extiendo mi  mano derecha para acariciarle el rostro. El rancor se comporta dócilmente al contacto de mi piel y sonrío. Me  dirijo hacia la silla y subo al enorme rancor y nos encaminamos hacia la cueva.

Las voces no dejaban de repetirse en mi cabeza, no entiendo el porqué de ellas.  Y para colmar el vaso la asquerosa visita de los malditos Jedis,

Los pensamientos no paran de agolparse en mi mente...

-¿Es que acaso esos malditos personajes que se creen lo mejor de la galaxia no pueden quedarse en su asquerosa nave?

-¿Por qué me susurra esa sensual voz que pronto nos veremos?

-¿Estaré volviéndome loca por convivir desde mi infancia con esas malditas brujas de la fuerza?

Pronto mi rancor y yo llegamos a la cueva, espero a que el animal se agache y para que me deje bajar. Cuando este lo hace le hago una indicación con la cabeza indicándole que puede merodear por los alrededores y me adentro en la oscura cueva intentando apartar todo de mi cabeza...

 El rancor se bajo par aque bajases de su cuello, pero no se movio ante tu orden. La verdad se le veia nervioso un poco, ante tus dudas, siempre habias pensado que tu  él estabais conectados por algo mas que dueña/mascota. Se encaminó tras de ti para cargar los cristales. estaban un tanto lejos y la carga era pesada, el rancor la puso sobre su cuello y sonrio de forma horrible a tu persona.

Cuando montaste y fuiste hacia la aldea los jedis habia llegado.

Estaban hablando con Rui, y se les veia animados, algo en tu estomago te hizo sentir muy mal en su presencia, y el primer jedi, de raza alienigena que jamas habias visto, te dio mas que asco. Pero te miro con esos ojos grandes y oscuros y sonrie al verte.

-Ella es Laxrey, maestra Jedi Miraluka - dijo Rui hablando conla mujer

-Ven pequeña, veo que traes nuestro cargamento, hablemos joven - la voz de la jedi era muy fina y dulce, pero no te mostraba confianza alguna, en sus ojos tapados por gafas extrañas te miraban inquisitivamente, como sabedora del la oscuridad que albergabas en tu alma.

Después de volver de la cueva veo aquel grupo de gente completamente extraña, veo a aquel alienígena y siento ganas de vomitar aquellos ojos saltones me daban asco y giro la cabeza para no tener que seguir observando aquella figura.

Al escuchar la voz de  mi madrina me acerco, y veo que esta acompañada con una mujer que no hace nada mas que mirarme.

-¿Se puede saber que miras tanto?

Cuando mi madrina me habla aparto la mirada de la maestra Jedi centrándome en ella. Y asiento en señar de saludo a la maestra Jedi.

-Soy Laxrey señora, pero lo siento, tengo que entregar la carga a las demás hermanas- mi voz era seria y sutil, pero a la vez cortante

Dicho esto me inclino levemente y me vuelvo hacia mi rancor, todo con tal de no tener que aguantar aquellas repugnantes presencias. Me dirijo hacia una choza para guardar la carga que había recogido y me alejo hacia los bosques para mantenerme alejada de aquella gente

 Miraluka Mira a la joven Laxrey como se alejaba.

-Tienes una ahijada muy rebelde Rui, y el lado oscuro asola su corazon, deberias tener mas cuidado con ella no querriamos que se echara a perder no crees?

Rui asiente y baja la mirada.

-Esto le ocurre de hace unos meses, antes era buena y tranquila. No se que le pudo pasar.

Miraluka habla en un extraño idoma con el otro Jedi y Gunys se dirigió tras Laxrey. Aprovechando su camaleonico poder para desaparecer y no dejarse ver por la joven.

Mientras Miraluka Y Rui hablabn del futuro de Laxrey, ella poda escucharlo, no sabia porque tenia un gran sentido del oido.

-Podriamos instruirla Rui, llevarla a Coruscant y que se convirtiera en una buena Jedi, el lado luminoso podria ganar aun terrerno en su corazon.

Rui asentia ante las palabras, decidida.

Al alejarme de mi madrina y la maestra Jedi pongo los ojos en blanco, no entiendo por que he desarrollado tal antipatía hacia ella. Mientras me alejo escucho con atención aquella conversación que tenían ellas dos sobre mi futuro.

Con cada palabra que dice la maestra Jedi mas odio le tengo…

-No estoy dispuesta a dejar que me lleven con esa gente, odio su  presencia…

Me paso una mano con el pelo y miro a mi rancor, este esta nervioso y desconozco el motivo. Llevo mi mano y le sonrío con ternura.

Pronto nos adentramos en un bosque, pienso que si me alejo cada vez mas del campamento conseguiré encontrar mi serenidad de siempre, pero… nose porque siento que no estoy sola con mi mejor amigo… que hay alguien que me observa.

Me detengo y comienzo a mirar a mi alrededor para ver si veo a alguien, pero no consigo ver nada

 Cierto era que sentisas una presencia cerca de ti, pero tus ojos no llegaban a ver nada a tu alrededor, que no fuera el Rancor. Éste ultimo estaba nervioso mirando de un lado a otro, arriba y abajo, entre sus grande sy fuertes patas. Como si siguiera una mosca que no llegabas a ver.

-Mi pequeña y dulce oscuridad, no huyas, no temas, pronto estaremos juntos

De nuevo esa voz, aquella voz sensual y atractiva, perteneciente a un hombre desconocido. Pero algo de ti se calma, y el Rancor contigo. Ambos ya mas pausados yfrios de cabeza, mirais a la Jedi y a tu marina. La cuales aun seguian hablando de ti. 

Rui te hace llamar, para que hables con la Jedi.

Miraluka te mira y sonrie.

-¿Podriamos hablar en privado jovencita? - te dice la maestra jedi algo mas afable contigo.

Pero tu sabes, que algo malo iba a pasar...pero para las Jedis. Una sonrisa se muestra en tu rostro.

Al ver que no hay nada a mi alrededor vuelvo a sentir aquella sensual voz, siento como mi corazón comienza a latir fuertemente, cada vez entiendo menos y pienso que decididamente me estoy volviendo loca

-¿tu pequeña y dulce oscuridad? ¿Quién eres?

Se que no voy a conseguir respuesta, pero me ha sido inevitable pensar en ello.

Pronto al escuchar la voz de mi madrina me dirijo de nuevo hacia la aldea, y asiento mientras me veo obligada a acercarme a la jedi.

Una sonrisa perversa sale de las comisuras de mi boca al ver como inesperadamente empiezan a imágenes de la maestra jedi asesinada de muchas maneras distintas.

Al escuchar la voz de la maestra salgo de mi ensimismamiento y asiento levemente

-Como queráis maestra jedi- mi voz suena seria y fría

 Miraluka pone su mano sobre el hombro de Laxrey, haciendo que ´sta caminase a su lado, por la aldea de las Brujas de la Fuerza, las cuales observaban como alguien como Miraluka caminaba a tu lado, muy sorprendidas.

-Veo en ti, joven Laxrey, un gran poder, un poder que seria capaz de superar al mas gran jedi, con un buen entrenamiento. Puedo ayudarte!, ese odio, esa impotencia, esa rabia que posees no son buenas mi joven amiga. Te haran caer en u pozo del cual es dificil salir. Como dije, dejame ayudarte, ven conmigo a Coruscant, a la academia jedi. alli podras entrena ese poder. Ya sabes que dicen...un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Ven conmigo, yo te entrenaré junto con Gunys.

Sicho Gunys aparece de la nada a vuestro lado.

-Cuidaré de vosotros como hijos mios fuerais, como padawans. O si no, ellos te encontraran y a saber que cosas podrian llegar a hacerte.

Dice esto ultimo con algo de preocupacion.

Escucho las palabras de la maestra jedi con indiferencia, a medida que va pronunciando su pequeño discurso siento cada vez mas odio hacia ella

-¿Quién demonios se cree que es para sacarme de este lugar? Encima me va a llevar a un lugar donde hay mas gente extraña… más alienígenas

Al ver que aparece el tal Gunys siento como las arcadas vuelven a entrarme

-Ese maldito ser es completamente repulsivo…

-Lo siento maestra, pero mi lugar está aquí junto a mi madrina, yo no tengo ninguna fuerza, ni soy diferente a nadie que habite en este planeta, asíque declinare tu oferta nadie vendrá a por mi como dices así que no me metas ideas extrañas en la cabeza para que abandone mi hogar- al principio con una voz indiferente y en las ultimas palabras el odio hacia aquellas dos personas se hace mas palpable.

Me doy la vuelta de golpe y me alejo hecha una furia, dejando a la maestra y a Gunys con la palabra en la boca

 En ese momento el aire es mas fuerte, un sonido atronador pasa sobre vuestra cabeza y una nave de colo negro y gris se para sobre vosotras. Una nave que en tu interior sabias que seria tu pasaje para largarte de alli. No sabias porque, pero algo te atraia a ella.

-Deseosa de verme, bolita de oscuridad?

Sonó de nuevo en tu cabeza, tu corazon palpita debocado. 

La nave aterriza en un claro al final de la aldea, los motores se paran, y una trampilla se abre. El polvo levantado no deja ver que es lo que hay, pero las Jedi estaban con las maos en los sableslaser, y tu madrina Rui te acaparaba entre sus brazos. Tu Rancor corrio en direccion contraria a la nave asustado, pero tu no estabas asustada, no tenias miedo, no sentias la necesidad de huir, pero no podias caminar ya que Rui se aprisionaba junto a ella.

-Protegela Rui, no la dejaremos que se la lleven - dijo Miraluka mientras andaba un poco mas adelante posicionandose en modo de ataque y Gunys en defensa junto a su maestra.

- No desearias verla muerta a tus piel?No querrias convertirte en su ejecutora y verdugo? - de nuevo esa grave voz.

Siento como mi cabello y mis ropas se mueven violentamente debido al aire que levanta la nave. Siento que hay algo que me llama hacia ella como si fuéramos imanes.

-Deseo saber quien eres

Intento zafarme del abrazo en el que me veo envuelta de mi madrina Rui, pero no soy tan fuerte en comparación con ella.

Al escuchar la voz de la maestra jedi esta le  miro con rabia,

-Maldita… ¡suéltame Rui!- grito con fuerza

Al ver que Rui no me suelta mis ganas de asesinar a la maestra crecen rápidamente

-Maldita bruja… como desearía poder matarte con mis propias manos…

 -Rui, agarrala bien, deben estar manipulandola desde la nave, a saber por cuanto tiempo lo han echo!

Miraluka enciende su sable de luz al igual que Gunys, esperando que la nube de polvo se disipara y ver a los sith que ahora estarian en el planeta.

El poder oscuroq eu enamaba la nave era grande, incluso Laxrey pudo darse cuenta de ello.

Rui la abraza mas fuerte, para que no escapase de sus brazos, ajena al comentario que habia echo sobre su muerte, no se lo tomaria en cuenta...debe estar siendo llevabada al lado oscuro sin saberlo. pobre muchacha. Pensaba la madrina.

- Mi dulce trozo de oscuridad, ¿Vas a dejar que se entorpezcan entre mi lelgada y tu? Puedes expulsarla de tu lado, puedes hacer quese vaya donde tu quieras! piensalo...ejecutalo. HAZLO!

En ese momento tu corazon se ensalta y ves como Rui sale disparada a muchos metros de ti.

Me quedo perpleja al ver como mi madrina ha salido despedida por los aires, aunque trato de disimularlo con toda mi fuerza.

-Ya te dije que me soltaras Rui-digo con indiferencia

Las imágenes que pasan por mi mente cobran mas fuerza, matándolos de muchísimas maneras distintas, y vuelvo a sentir como mi corazón vuelve a exaltarse  manteniendo paralizados los dos jedis.

Una sonrisa perversa se dibuja en mi cara y me acerco lentamente hacia ellos.

-No me gusta que me tengan prisionera en ningún lugar ni en ningún sitio, solo por haber dicho que me sujetara Rui debería mataros.

 Viste volar a tu madrina y tu confianza logró que los Jedi quedaran paralizados por tu Fuerza. Rui te habia enseñado algunos trucos con la fuerza pero jamas tan poderosos, por lo que el paralizar a los jedis te costó y se llevo las consecuencias, caiste de rodillas cansada, jadeante ante tal inmenso poder. Miraluka te mira y empieza a moverse .

-Aun eres joven e inexpertea Laxrey, pero cuando acabemos con esos Sith, tu vendras conmigo. Como alumna o como presa.

La niebla empezaba a disiparse, logaste ver cuatro figuras paradas en mitad de la trampilla de la nave que habia aterrizado, las Brujas asustadas huian algunas, otras enfrentaban el proximo combate. Los rancor se escondian en el bosque que rodeaba la aldea. Y el sielncio era apabullante y aterrador.

-Ahora dejanoslo a nosotros, pequeña - oiste de nuevo en tu cabeza.