Observo la escena, el tal Artemis estaba esperando algo, pero aún así no entiendo nada la situación.
-¿Por que seguimos aquí esperando? como no nos marchemos creo que nos meteremos en una buena…
Cuando escucho la voz de mi maestra sin querer meto una encogida, aquella mujer no solamente infundía respeto, sino también algo de miedo.
-Como digáis maestra
Asiento y me adentro en la oscuridad de la nave. Ya solamente queda que Artemis mate al dichoso alienígena.
Los maestros ya habian subido al anave, con Laxrey en primer lugar, y tras ella Nexus. Tras la mascara rojiza de Artemis una sonrisa filosa, induendo sus ojos en los del Jedi.
Gunys es apoderado del terror al escuchar la risa socarrona de Artemis, como si se incrustara en los mas profundo de su alma.
Tras la orden de su maestra, Artemis hizo flus toda su Fuerza, hacia la mano para hacer elevar el cuerpo de Gunys y acercarlo a él con precision. Susurrantes palabras salen de los labios del Sith, pero nadie las oye, ni siquiera el Jedi. Ya que sus oidos estaban taponados, ante los latidos fuertes de su corazon, sabia que la muerte estaba proxima. Traga saliva.
Sus ojos dejan de sentir vida, dejan de ver...la cabeza se desprende del cuerpo de Jedi, tras una luz roja. Artemis corta la cabeza con su sable con maestria. Para luego apagarlo y mirar a su alrdedor. Sonrie de nuevo al ver la nave Jedi. La biplaza. Ya que no podiaquedarse con la nodriza, decide acercarse a la pequeña, al menos con algunos retoques podra quedarsela si asi sus maetros le dejaban.
Se acerca y sube, ya que estaba abierta.
¿El simbolo Jedi...?Tendria que avisar de quien era antes de entrar en el planeta o lo destrozarian nada mas verle. O quizas...
Artemis lleva su mano al cinto y ve el pequeño cuchillo, algo novedoso para los sith, decian que ra como un sable en miniatura, quizas podria quemar el simbolo sin tener que artavesar el fuselaje, como lo haria el sable. Lo enciende y era realmente pequeño y comienza a quemarlo con existo...queda chamuscado en poco rato. Y la nave lista para entrar en Korriban.
Entre en la nave y la ojee, iba a ser mía a partir de ahora. Dentro había cosas que si duda tiraría. No me hacia gracia viajar con trastos de los malditos jedi. Aunque ahora tenia una nave que había conseguido. Me dirigí a la cabina y arranque. Me fue fácil familiriarizarme con los mandos pues al fin y al cabo todos eran muy parecidos.
Eleve la nave y me puse detrás de la nuestra para seguir a Tremayne. Mire si había un intercomunicador para poder hablarles mientras volábamos. Apreté el botón probando:
Me oís? – Pregunte por el intercomunicador.
Cuando entrais en la nave, Tremayne se encuentra hablando con dos soldados, los cuales se cuadran y salen fuera de la nave, para recoger los cristales que habian olvidados fuera.
Con paso firme y enfadado se dirige ala cabina de mando, donde Viviern ya estaba sentada.
Nexus tambien se sienta en busca de informacion, y Laxrey se coloca en uno de los asientos libre, atandose el cinturon. Algo nerviosa pues seria su primer viaje tras el accidente.
Los soldados suben los cristales, habia mucha cantidad, y la radio empieza a hacer un extraño ruido.
-Me oís?
La voz de Artemis sale de la radio, desde la nave jedi que habia confiscado. Tremayne coge los auriculares y el micro incorporado y con su voz grave y ruda grita.
- ¿Que te crees que haces cogiendo esa nave sin permito Artemis? Te la vas a ganar chiquillo, ¿No te dije que teniamos que hablar AHORA?
Realmente se le veia enfadado, o mas bien se le escuchaba.
- Niño malcriado y egoista, ya nos veremos en Korriban, o quizas no sea yop quien te castigue
Corta la comunicacion sin oportunidad de dar explicaciones a Artemis. Tremayne sabia porque lo habia hecho, y no toleraria un comportamiento asi.
Mira a Nexus y Laxrey, viendo que estaban listos, hace cerrar la compuerta y despega, furfuñando algo que no se entendia.
La radio recibe respuesta
- ¿Que te crees que haces cogiendo esa nave sin permito Artemis? Te la vas a ganar chiquillo, ¿No te dije que teniamos que hablar AHORA?
Realmente se le veia enfadado, o mas bien se le escuchaba.
- Niño malcriado y egoista, ya nos veremos en Korriban, o quizas no sea yo quien te castigue
La radio no deja devolver algun mensaje, se habia cortado la comuncacion. Nunca habias escuchado a Tremayne tan enfadado. Viste como de la nave bajan dos soldados que recoger los cristales de los sables laser. Y la nave de los mestros despega. El viaje iba a ser realmente largo, y la llegada nada grata.
Cuando me abrocho el cinturón, miro hacia todos lados con nerviosismo, era mi primer viaje desde aquel fatídico accidente, no me sentía muy segura a bordo de la nave pues los recuerdos volvían a mi mente como si estuvieran ocurriendo ahora mismo.
Al escuchar la voz de Tremayne realmente enfadado y no me extrañaba nada.
Al notar que la nave despega mi nerviosismo va haciéndose mas notable, me agarro con fuerza a las cintas del cinturón y pregunto a Tremayne.
-Señor… ¿donde nos dirigimos ahora?- mi tono de voz era bajo y con algo de temor.
No me gustaba nada aquella amenaza, pero creía firmemente que actuaba bien. Aunque en teoría no era quien yo tenia que decidir iba a mostrar lo que realmente pasaba a mi maestra. Tremayne aprecia ser un traidor en toda regla. Además que había de malo en traer una nave nueva? Tenia la excusa perfecta de aplazar nuestra charla para estar en tierra y sacar todas las cartas, para ver si se resolvía este problema.
Mire la radio y la cogi para volver a comunicarme:
Creí conveniente coger esta nave que podría sernos útil, para que dejar algo tan valioso para los jedis? Así tenemos otro medio de transporte. – dije por la radio – voy a poner el autopiloto y dormir, si me perdonáis necesito recuperar fuerzas.
Dicho esto apague el comunicador y puse el auto piloto, no necesitaba descansar pero lo que haría seria intentar ver mi propio futuro, para saber lo que hacer mas adelante. Así que me concentre y entre en el estado de meditación.
La radio no volvió a sonar, y Tremayne parecia haberse dado por vencido contigo, sabias que no soportaba pelear contigo, le volvias loco con tu prepotencia. Asique descansaste tranquilo, tras poner las coordenadas de Korriban en la nave. Y el momento de la hipervelocidad lo graduaste.
Aunque tu intencion no fué dormir, tu cabeza se quedó en blanco, meditando como tantas veces antes, esta vez...no te dejarias ni un solo detalle si llegas a tener una videncia. Y así fue, la tuviste, la Fuerza estaba de nuevo contigo, jamas habias tenido tanta suerte.
vistes en primera instancia una mirada, inquietante y llena de odio.
No reconociste la mirada en un principio, te eran unos ojos desconocidos. pero...la vision no quedaba ahi. sino que una serie de secuencias aparecian en tu cabeza.
Las imagenes eran rapidas. Solo captastes parte de las conversaciones.
-Muere, maestra Jedi
-La republica caerá
- cof cof cof
-Debemos encontrarlo, Deimus lo requiere...cof cof cof
-¿Dijiste en Yavin4?Rumbo al planeta Sith
-Calla escoria, no sabes de que hablas! El conde Dukku y Lord Deimus saben de que hablan....cof cof
-Darth Khaos....le tenemos
Esas fueron las frases que captaste, todas las decia esa extraña criatura de aspecto droide, pero que sentias que ertaba vivo, Maneja los sables y no la Fuerza, no podia ser Jedi, ni sith...¿Quien era?
Uno de los soldados que aparecian en tu vision se dirigó al ser extraño.
-General Grievous, hemos encontrado el objetivo...
Grievous, ¿De que te sonaba ese nombre? Lo habias escuchado pero...¿Donde?
La respuesta de Artemis puso furioso a Tremayne que dió un golpe ala radio y la destrozó por completo.
-Maldito niñato, espero le reprimendas por esto Viviern
dijo mirando a la maestra sith , mientras se quitaba el casco y estaba completamente con el ceño fruncido. Ver a Tremayne furioso acongojaba ala sith, pero no lo dejaria ver delante de sus pupilos.
-Tranquilo, Tremayne, será castigado.
La conversacion acabó ahi, nadie mas dijo nada, Tremayne dirigió la nave hasta el espacio abierto, donde entrarian en la hipervelocidad.
-Agarra bien Laxrey, será tu primer viaje desde hace mucho, no estaras acostumbrada.
Todo ahora parecia moverse a camara lenta, las estrellas se estiraban en torno a a nave que habia entrado ya, en la hipervelocidad, aunque casi no se notaba en llo que era la situacion de una persona en la nave, parecia todo normal, excepoto por el paisaje.
Horas despues ambas naves llegan a la orbita de Korriban, el rojizo y oscuro planeta se extendia ante ellos.
-Hogar, dulce hogar
Comenta la Maestra Viviern con ironia, y una sonrisa hacia Laxrey.
-Nexus, has hecho un buen trabajo hoy.
Halagos de su maestra....raros, pero hacian sentir bien. Las naves entraron y la radio de la "nodriza" estaba rota, por lo que ¿como podian comunicarse para avisar de su llegada? Tremayne sonrió y cerro los parpados...al rato asiente.
-Bien tenemos via libre para aterrizar, que el pequeño saltamontes nos siga
- Sigueme Artemis, y no te despiste... - oyó el padawan dentro de sí...la voz de Tremayne susurraba en su cabeza.
Bien era sabia la telepatia de Tremayne, era un poder que tenia bien desarrollado, y le encantaba usar.
Ambas naves aterrizaron en el hangar asignado, bajando al caluroso suelo del planeta. Ni arboles, ni vida, solo el calor y la arena. Muy distinto a Urain-Fen.
Tremayne bajó de la nave, y se dirigió dentro de la academia, sin mediar palabra, tenia prisa. Viviern por el contrario al bajar esperó a sus pupilos y a que Artemis aterrizara par ahablar con ellos. Cuando los tres se hubieron reunido dijo:
-Llevadla a su habitacion, es la de la derecha de la vuestra. Que descanse y vosotros tambien, luego tendré que llevarla ante Lord Deimus.
La maestra se puso la mascara y se dirigó a la academia tambien, tras Tremayne.
Iros a Korriban. seguid alli.