Partida Rol por web

- Salto iniciado, piloto. - Anunció la IA ceremoniosamente. - Desviación de rumbo inferior al 0,07%. Buen trabajo de cálculo. Aunque su IA personal resulte un tanto irreverente, parece moderadamente capaz... Algunas de las simulaciones tienen un intrigante toque novedoso.

- Ataud, aquí Control. Confirmamos salto iniciado dentro de margen de error. Mantendremos contacto regular hasta que queden fuera de alcance, después la comunicación se realizará mediante transferencia de paquetes de datos. Iniciamos el reloj de misión OEM.

Una pausa, el tono se vuelve mas cordial.

- Buen viaje soldados. Control, cambio y corto.

H. sintió un pinchazo de orgullo al ver a todo Bravo 1 reconociéndolos y saludándolos de aquella manera. Por un momento le hicieron desaparecer el mal humor que llevaba encima y acordarse de la enorme aventura en la que se iban a embarcar y todos las recompensas que iban a tener cuando volvieran sanos y salvos. Porque iban a volver sanos y salvos. Aunque él no fuera el capitán, no permitiría acciones suicidas por muy heroicas que fueran. En ese sentido, habían tenido suerte con Snow, ya que parecía el tipo de capitán al que le importaba muy poco las normas con tal de conseguir los resultados y salir vivo de un berenjenal.

El danés hizo el leve asentimiento de cabeza que le permitían los arneses para agradecer el noble gesto y acto seguido se reclinó para que su cuello soportase mejor las fuerzas G que se desatarían en breve, aunque el salto rompió cualquier previsión que pudiera haber hecho. H. intentó mantener el tipo pero aquella sensación similar a ser "disparado" era algo incomparable. Aunque le gustaba la idea de las maravillas que podían conseguir con aquellas rocas azules, el infierno que tenían que pasar para conseguirla le parecía casi que no compensaba... casi. El comando esperó a que la nave se estabilizara y el capitán dijera si tenían capacidad para hablar libremente o no. 

Durante todo el proceso de despegue, si alguien hubiera prestado atención a mi rostro, habría visto la más fiel encarnación del terror en ellos. ¿Morir en la misión? Eso estaba asumido. ¿Morir tan sólo empezando? Además de terrorífico, habría sido una vergüenza.

No habría tenido tanto miedo si me hubiera parecido que a Anubis le importaba un mínimo la vida de aquellos a los que transportaba. Es una IA, claro, no tiene sentimientos, sólo una tarea que cumplir, pero aún así es escalofriante.

Aprieto con fuerza los ojos cerrados durante el salto y, a pesar de sentir cómo la nave decelera, los mantengo así hasta que noto algo tan familiar que sería capaz de devolverme la memoria tras una amnesia total: uno de los codazos del Grandullón.

Marius dejó reposar la cabeza sobre el respaldo y cerró los ojos. Envidiaba a aquella maldita IA que tendría la capacidad de vivir durante miles de años incluso en las más inclementes condiciones. Pensar en la fragilidad humana era descorazonador. Un pequeño error durante la aceleración del despegue y su misión habría fracasado antes siquiera de arrancar.

El homenaje de Bravo 1 fue realmente enternecedor. Una de esas honorables cosas militares que él, como científico, no compartía. Era la hora de obtener resultados, de empezar a hacer cosas que marcaban diferencias donde la humanidad más lo necesitaba. Era el momento de escribir su nombre con letras de oro. Al fin arrancaba la primera de las cinco OEMs que esperaba terminar.

Como parte de algo propio a su estilo, Hikaru había vuelto al interior del Ataúd en el mayor de los silencios y de la misma forma había tomado su sitio ajustando los arneses y poniendo a punto lo que restase entre las cosas que conformaban su equipo.

Luego, cuando había llegado la aceleración la nipona cerró los ojos con fuerza mientras inspiraba y expiraba de la forma más relajada posible y esperando con ansias que aquella parte concluyese rápido.

Por su parte Smirnoff estaba “que se salía” de sí mismo.

Firmemente sujeto a su silla sin embargo no perdía oportunidad para palmear en los hombros o los muslos a cuanto compañero tenía cerca mientras le ofrecía sendas sonrisas y daba palabras de aliento.

Cuando los miembros del Bravo 1 les dedicaron aquel saludo de despedida el RUSO sintió que su pecho se henchía por el orgullo y respondiendo de la misma forma respetuosa a los hombres y mujeres del Bravo 1 – que sin dudas no podían verle -, el RUSO le saludo a viva voz HASTA PRONTO CAMARADAS y con los ojos húmedos por la emoción.

Llego entonces el momento de la aceleración y mientras la nave salía despedida del hangar entre todos los ruidos atronadores que eran parte de un despegue el grito profundo  - y divertido – del RUSO se fue alejando en la inmensidad del espacio, hasta perderse por completo.

Wohooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo…

El codazo del alemán es como un cambio de chip. Cuando la velocidad de la nave es adecuada para poder ponerse en pie de forma estable en ella, mi mente se convierte en una máquina de recoger información.

Velocidad, coordenadas, posibles alarmas de fallos, combustible, presión...

Un chasquido, y la familiar figura de Anubis se enmarca en el holoproyector de la cabina, con sus ojos rojos refulgiendo en la semipenumbra.

- Abandonamos la zona de perímitro cartografiada. Conectados todos los sensores pasivos. Rumbo estable. Creo que ya puede pasar al piloto automático, piloto. Para recorrer este tramo del Estigia, me basto y me sobro. Mientras tanto, pueden familiarizarse con la nave, dormir, comer algo... ya sabe. Lo que hacen los orgánicos.

Ciertamente, todo parece tranquilo y en regla. Quizás sea el momento de comenzar a pensar en vuestros planes e ideas.

H. agradeció  que la nave se estabilizara y alcanzase el estado estacionario. En silencio, cosa rara en él, se desabrochó el arnés  seguridad y se puso en pie.

-Como no pude conseguir el manifiesto, voy a husmear un poco a ver de que disponemos para la misión. Puede que podamos darle un poco de pensamiento lateral a lo que Harada haya tenido a bien pensar que ibamos a necesitar- informó el soldado con un cierto deje de resentimiento hacia el comandante. 

- ¿Que quieres decir con intrigante novedad Anubis? - preguntó con curiosidad. 

- Te quedas al cargo Anubis, quiero informes del avance cada diez minutos. Si pasa cualquier cosa avísame y me tendrás aquí más rápido que Bolt. - dijo el soldado a la IA antes de proceder a dejar su puesto y volver con sus compañeros. 

- H. Deberías mirar en el manifiesto, seguro que hay algún vibrador que te quite la cara de pasa que traes desde lo de Harada. - le dijo el soldado riendo antes de volver a Mansell. - Me parece que necesitarás ayuda tratando con Anubis para montar el cluster de IA's, cuenta con mi ayuda en lo que necesites. 

Snow parece estar consultando algún tipo de de documento en el visor de su casco, pero llegado un momento, se lo quita mientras jura algo.

- Me cago en todo, jodidos protocolos de... errr... Anubis, Protocolo Snow 21122012-M Capitán-Ra, confirma patrón de voz y que estás preparado para recibir órdenes. -

Snow os mira con cara de haba, mientras saca un cigarro... sin prenderlo aún. - Parece que no me leí bien el manual de Capitán, tenía un mensaje en la entrada del que había pasado hasta ahora, jeje. Esto debería bastar. -

Tras eso se dirige a un terminal en el que conecta su IA realizando una rápida descarga. - H. ahí tienes el manifiesto de carga. Cuando tengamos la sala de la que hablé con Tournevis, nos relajaremos un poco y tendremos el "briefing" del que os hablé. Después revisaremos el equipo, ¿sí? -

MANIFIESTO DE A BORDO DEL ATAUD

- 3 contenedores de suministros estándar.

- 1 contenedor de material médico.

- 1 módulo de supervivencia desmontable

- 2 minas tectónicas de clase Behemot

- 1 contenedor con 4 drones de exploración de corto alcance

- 1 contenedor de material técnico para recogida y analisis de muestras geológicas

- 12 capsulas de descenso de modelo Crusader

- 12 aeromochilas de descenso Icarus

- 6 criotubos de aislamiento

- 4 contenedores de repuestos militares para armamento y armaduras

- 1 contenedor de material lúdico, cortesía del Sargento Instructor al cargo del Pelotón.

- Protocolo Snow 21122012-M Capitán-Ra aceptado. Tiene usted el mando, capitán. - Pausa. La imagen de perro del inframundo de Ra parece olfatear el aire, al tiempo que gruñe con cierto desagrado. - Capitán, me permito señalar que los sensores de a bordo son muy sensibles con respecto a los cambios térmicos. Es posible que identifique su cigarro como un conato de incendio y entonces me vería obligado a disparar los extintores. Y no queremos que eso pase, ¿verdad?

- Vale- rió Mansell- empieza el espectáculo.

No había nada que más animase a Bad que un nuevo trabajo que comienza. Era la mejor manera de pasar las horas que todavía les faltaban hasta que llegase la acción.

- Tournevis- llamó- creo que podemos empezar con el clúster.

El tecnólogo se quitó la mochila en la que traía todo el entramado de claveados y clavijas que había preparado tournevis.

- El software ya está cargado- informó señalando una cajita- sólo tenemos que hacer las conexiones y probar que todo funciona como debe.

IA- pensó- prepara una simulación y descarga el esquema más óptimo de tipología de conexión de las IAs del equipo basado en la velocidad de proceso. Necesitamos potencia y velocidad si queremos esquivar todo lo que se nos va a venir encima. Es nuestra prioridad. Una vez tengas el esquema, envíalo a Tournevis.

- A jugar- sonrió a Tournevis. La chica se dio cuenta de que nunca había visto al tecnólogo tan animado.

Smirnoff ya se aburría y solo habían pasado treinta minutos desde el despegue. Se aburría y eso era algo malo para Smirnoff pues aburrimiento y Smirnoff era igual a problemas.

De los gordos.

Bufando un poco se desabrocho los anclajes y levantándose de donde estaba comenzó a dar vueltas por aquí y por allá sin saber muy bien qué hacer.

Toqueteando las cosas, tarareando alguna vieja melodía de su tierra o pensando a su particular modo y en voz alta sobre mujeres desnudas, vodka y Osos, el RUSO comenzaba a ser un elemento típicamente toca-pelotas puesto que si seguía en aquella tesitura iba a terminar secándole los tímpanos a sus pobres CAMARADAS.

¡OHHHH!, dijo realmente molesto, ¡SMIRNOFF SE ABURRE!, ¡SE ABURRE COPON CAMARADAS!, indico dando un fuerte pisotón sobre el suelo metálico del Ataúd, ¡SMIRNOFF PROPONE JUGAR ALGUNO DE ESOS JUEGOS DE CARTAS Y DESNUDOS O ALGUNA OTRA COSA PERO HACER ALGO!, ¡LO QUE SEA!, suplico mirándoles a todos y con ambas manos abiertas.

Por su parte Hikaru, silenciosa pero claramente molesta ante la actitud del RUSO gritón, intentaba prestar atención a Mansell y lo que este decía pero los gritos taladracerebro de Smirnoff comenzaban a secarle los ovarios.

Bufando, se levanto de su sitio y se encamino hasta donde estaba Mansell al cual le pregunto al llegar a su lado.

¿Qué están montando?, le susurro mirándole con aquella mirada fría tan típica en ella, ¿puedes mostrarme?.

- ¡Muy bien!

De un salto abandono la zona de los controles y me coloco junto a Bad. Él está pletórico, yo estoy pletórica. Así es como hay que trabajar.

No se sabe muy bien de dónde, saco la colección de destornilladores que siempre me acompaña, y comienzo a sacar y ordenar todas las piezas para poder montarlas sin equivocaciones.

- Después me pongo con lo otro, capitán. Y que alguien entretenga a Oso, antes de que pise algo que no debe.

Snow se pone el cigarrillo en la oreja, mientras mira al nervioso Oso, y al algo abatido H., mientras una sonrisa se forma en su cara.

- Bueno, pues ya que lo pedís así, actividad. - Señala a H., Oso y al Predicador.

- Cabo H. cuando acabes de revisar el manifiesto, coge a Oso y al Predicador y váis a hacer una revista-diagnóstico de la nave. Patearéis físicamente las diferentes zonas de la nave comprobando con Anubis que los sistemas están en buen estado y no hay nada que sufre ningún desperfecto. - Snow mira a la representación de Anubis.

- Anubis, quiero que monitorices a los nombrados y colabores con ellos en diagnosticar y revisar toda la nave, por favor. Informe al final. Sólo sistemas e infraestructura, no abráis aún los contenedores de carga. - Snow os apremia con un gesto.

- Por cierto Anubis, el impulso de la Perseo nos pone en Omicron en 96 horas, ¿Cúanto tardaremos en volver sin ese empujoncito extra? - Después de la respuesta de la IA, Snow se dirige a la escotilla de salida de la sala mientras coge el cigarro de detrás de su oreja y le da vueltas nerviosamente. - Os veo en un rato chicos, voy a hacer algo que sólo puedo hacer yo. - Tras un guiño, Snow sale por la escotilla, cerrándola tras él.

La imagen de dios metálico de la antigüedad de Anubis hace una ceremoniosa reverencia al recibir las ordenes de Snow.

- Inicio monitorización de apoyo para el equipo de inspección. Por favor cabo H, para su comodidad, siga las bandas luminosas mientras les guío a través de la nave. Respondiendo a su pregunta capitán, la duración del salto de regreso depende de la pericia del piloto para aprovechar la gravedad del cuerpo planetario de destino. Si dependemos solo de la impulsión estándar, tardaremos el triple de tiempo, aproximadamente. Si lo desea, le puedo dar un cálculo exacto.