Partida Rol por web

Os ponéis manos a la obra siguiendo las instrucciones de Bad y Tournevis. El escocés ha sido el encargado de los cálculos, mientras que la menuda francesa se ha encargado de la parte hardware. Pronto tenéis tendido todo el cableado de fibra óptica necesario, mientras que Marius se concentra en volcar desde su IA cortical los protocolos de comunicación que ha diseñado.

Hasta donde sabéis, es la primera vez que se hace algo como esto, así que es bastante delicado. Si funciona, puede ser un tremendo salto tecnológico para el Dominio. Por otro lado, si metéis la pata, es posible  que sobrecarguéis los subsistemas de Anubis. Y de ahí no puede salir NADA bueno...

La compuerta del puente se abre, dejando a la vista el largo pasillo de servicio de este nivel.

La voz de Anubis resuena fúnebre por vuestros comunicadores.

- ¿Por donde desea empezar cabo H? - En las pantallas de servicio cercanas, se dibuja un somero diagrama de la nave, con los diferentes habitáculos marcados con sus respectivos nombres.

- De acuerdo, manos a la obra.

Marius observó todos los dispositivos y, entonces, se dio cuenta de que la pequeña nipona les miraba con ojos curiosos e interrogantes.

- Hemos trazado un plan para mejorar la velocidad de cómputo a través de un cluster de IAs combinadas. Gracias a eso, esperamos proporcionarle a Tic Tac los segundos de ventaja que necesita para superar el campo de asteroides que debemos atravesar antes de alcanzar el objetivo. Tournenvis se ha encargado de la parte mecánica, yo del software. Apenas hemos tenido tiempo para probarlo, así que- miró a todos- si detectáis posibles problemas- no os calléis nada. No tendremos una segunda oportunidad.

El Predicador se ha dejado puesto el nanotraje, presentándose de manera silenciosamente voluntaria a prestar el primer turno de guardia dentro de la nave. Ha retirado la placa facial a la espera de recibir indicaciones del Cabo H..

- Tú dirás Cabo, ¿por donde empezamos? Parece que Snow está un poco paranóico, ¿no? Malditos espías... -

A H. le sorprendió que pusieran a los comándos a revisar la nava ya que, al menos en su caso, lo normal es que las aptitudes mecánica no estuviera en el perfil básico de un comando. También le escamó la insistencia de Snow de no querer que revisaran los contenedores de carga, entre los cuales había algunos que podía traer cosas interesantes, pero conociendo  un poco al capitán, lo más seguro era que hubiese metido algo de contrabando y no quisiese hablar de ello hasta que tuviéramos habilitada la sala segura. Solo esperaba que no se retrasase mucho, para poder hacer algo útil con las cosas que había dentro de los compartimentos. 

-¿Alguno tiene idea de diagnósticos estructurales de naves estelares?- Preguntó a sus compañeros ignorando totalmente a la petulante IA.- Yo empezaría por los motores, viendo si hay algún boquete o algo colgando y echando chispas. Ya luego iremos viendo los sistemas de armas, la bodega y todo eso. Por si el impulso ha sacado algo de su sitio básicamente.- le comentó a su pelotón mientras hacía un gesto para que fuesen avanzando.- H. Anubis, no te olvides del punto. Es importante. No querrás que yo comience a llamarte Ánubis o Anubís, ¿Verdad?- Advirtió a la inteligencia artificial. Aquello era una declaración de intenciones: No me vaciles que me pierdo. 

El danés estaba habituado a recibir órdenes, bromas y comentarios graciosillos pero siempre de compañeros militares. Ni civiles ni programitas de ordenador podían darse ese lujo con él. Loreen, su propia IA, le era una ayuda inestimable y la valoraba mucho, pero en ningún momento había duda de quién estaba en qué posición, y estaba decidido a que Anubis aprendiese lo mismo. Lo que hicieran los demás al respecto le daba igual, el comando no pensaba permitir una IA malcriada solo porque hubiera vuelto con unos cuantos pelotones muertos en la nave. De hecho, desde su punto de vista, debería mostrar el respeto que se da a unos héroes como ellos que iban a dar su vida por algo mucho mayor que ellos mismos, y por ahora lo que veía era a un perrito sin adiestrar que se permitía el lujo de comer de la mesa de los humanos. 

Sonrío a la nipona cuando se acerca. Siempre me gusta que la gente sienta curiosidad, sea quien sea. La base del avance y el conocimiento es la curiosidad.

- Anubis, por favor, controla la energía de esta zona mientras termino de montar el clúster. No queremos que haya una sobrecarga o un cortocircuito. Ange*, indícame si cometo algún fallo durante el montaje.

Como quien lleva manejando las herramientas toda la vida, comienzo a montar el dispositivo con cuidado, pero con habilidad.

- ¿Alguno tiene idea de diagnósticos estructurales de naves estelares? -

- Pues no, pero supongo que visitar cada compartimento y echar un vistazo a las pantallas de diagnóstico de la IA pueda bastar. Revisar el material como acción complementaria, también. El orden de sistemas que propones parece bueno H. -

El Predicador se encoje de hombros, lo cual hace oscilar los dos fusiles que lleva colgados a la espalda, con unas presillas de acceso rápido. 

Feliz como OSO en un campo de flores, Smirnoff aceptó gustoso el encargo que el CAMARADA Capitán Snow les había dado.

Eso de tener a otro que te dijera que hacer volvía todo más sencillo en la vida y para alguien como el RUSO, la simpleza era importante.

Fiel a sus HERMANOS, por la mente y el corazón del RUSO no asomaba si quiera la nariz la envidia y por lo tanto, muy a su gusto siguió las órdenes del CAMARADA Cabo H quien llevaba el mando en aquel reducido grupo que ahora conformaban junto al CAMARADA Predicador.

¡JA!, la risotada de Smirnoff sonó fuerte cuando el CAMARADA Cabo H les hizo aquel chiste de:

-¿Alguno tiene idea de diagnósticos estructurales de naves estelares?-,

Sí que era cónico el CAMARADA Cabo H, ¿Por qué había sido un chiste, verdad?.

Sin embargo, el CAMARADA Predicador era un dejado de sabiduría antigua religiosa del Amor Hermoso de la Santa Divinidad Armamentística Espacial y pronto encontró una solución al dilema del momento.

Smirnoff estaba completamente de acuerdo con aquellas palabras y como para no ser menos que sus compañeros y demostrar que el también podía realizar complejos postulados mentales, abrió la boca y se los hizo saber.

SMIRNOFF ESTÁ COMPLETAMENTE DE ACUERDO, dijo y luego se quedó en silencio mirándoles pues hasta allí llegaba su capacidad de razonamiento.

Sin ningún aparente cambio en su semblante, de por sí, seco como el desierto, Hikaru escucho las palabras de Mansell y luego las de Tournevis quienes parecían muy emocionados con aquello que estaban montando.

Cruzándose de brazos por la espalda, se dedicó entonces a mirar todo aquello que tenía ante sus ojos y en lo que el resto trabajaba y fue luego de un rato que lanzo una pregunta al aire y aparentemente hacia nadie en particular:

¿Sabe el alto mando de esto?.

El grupo de comandos siguió las indicaciones luminosas de Anubis, hasta llegar a la zona de maquinas e ingenieria.

Los motores del Ataud funcionaban a pleno rendimiento, dando a la nave un impulso adicional al generado por la Perseo. Una suave vibración estremece el suelo enrejillado cuando avanzáis. No veis nada preocupante salvo una marca en la pared, justo frente a la cubierta de uno de los motores. Es una "sombra de incineración". La marca que deja un hombre al ser vaporizado a altas temperaturas. A pesar del repintado de las planchas de metal, el granulado de la quemadura permanece.

- Como ve, todo en esta en orden, cabo H PUNTO - remarca el punto de manera notable con su sepulcral voz robótica - tal y como cabría esperar. Los motores están funcionando ahora mismo al 100% de su capacidad para acelerar la llegada a destino. La refrigeración y el núcleo energético de Marzio están estables y en perfecta sincronía. ¿Proseguimos o desean realizar lecturas por su cuenta? Ya saben, por si he empezado a fallar por la falta de reciclaje y mis estimaciones no son creíbles...

- Tranquila sargento Deschanel - dice con su frío sarcasmo habitual Anubis - monitorizo la energía desde que han empezado a montar ese dispositivo claramente experimental. No he sobrevivido a casi 20 misiones para que me fría un grupo de novatos. No obstante, espero que hallan contemplado que van a intentar sincronizar IAs de tipo "mejorado" - sorna -, corticales y de tipo estandar de usar y tirar. Espero que no se frían entre si por la diferencia de capacidad de procesamiento...

- Camarada - comenta con un susurro confidente Mamushka - después de varios intentos de acceder a los bancos de datos de la nave para saber mas sobre el enigmatico ente que dice ser Anubis, te confieso que no he avanzado demasiado. Su potencia de procesamiento es al menos equivalente a la nuestra. La única explicación posible es que también sea de fabricación sovietica. En cualquier caso, creo que se ha vuelto una mercenaria descreida, y ya no sirve a la Causa del Pueblo. Solo se sirve a si misma. Mantengamos una sana prudencia al respecto...

Smirnoff podía ser un capullo lelo y adicto al sexo entre muchas otras cosas, pero ver aquella silueta marcada en el muro y malamente cubierta por la capa de pintura nueva no le hizo ni puta gracia.

No había respeto allí, nadie se había tomado siquiera la molestia de ocultar que en ese sitio un CAMARADA había muerto.

Sumado a su mal pensamiento actual, lo que acababa de oír de quien más confianza le daba entre todo el mundo por el conocido le había puesto los nervios de punta y los ojos inyectados en sangre.

Dicho de otro modo, estaba que se salía de sí mismo.

ANDURIS, dijo por que no recordaba el cojudo nombre de la IA, SMIRNOFF SE PREGUNTA POR QUE NADIE HA CUBIERTO COMO SE DEBE ESA MANCHA DE ALLÍ, indico señalando el sitio con su dedo gordo como un chorizo, ESO NO LE GUSTA A SIMRNOFF, NO LE GUSTA POR QUE NO SE HA RESPETADO A UN CAMARADA MUERTO, RESPONDE ANDURIS, reclamo nada amigable.

- “He aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho el Eterno de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama” 

La voz de Anubis sonó si cabe mas tenebrosa al recitar aquellas palabras.

- El soldado Harold Chen intentó por motivos desconocidos, sabotear los motores durante una misión. Fue incinerado por una fuga de plasma a alta presión. Lo que ve en la pared, soldad Smirnoff, es el resultado de aquel suceso. Puede pensar que el Dominio deseaba dejar un recordatorio... o que fuese demasiado caro cambiar una plancha entera de seis metros de fuselaje.

El dios egipcio mecanizado se materializó en un holovisor secundario, cerca de una de las consolas de mantenimiento.

- ¿Proseguimos cabo? ¿O hay mas preguntas?

- El alto mando sólo nos pide que cumplamos nuestra parte del trato y volvamos a casa, o no, pero con el Marzio- respondió Mansell secamente sin levantar la vista del montaje- lo que hagamos para conseguirlo es absolutamente secundario. Si tenemos que pedir permiso al alto mando para cada paso que damos no somos soldados de Nexus, somos poco más que niños de guardería.

El montaje parecía ir según lo previsto. A Tournevis se le daba bien todo aquello, era una chica lista, por eso Mansell la respetaba.

Clic

- Bueno- levantó una de las piezas para verla con más detalle- creo que esto ya está. ¿Cómo vas, Tournevis?