Partida Rol por web

Te queda solo ante la puerta, Aslak se ha ido.

El movimiento al lanzar el hacha le había desestabilizado, no tenía arma en mano por lo que intentó levantar su escudo de tilo más no fue suficiente. El impacto que sintió en un costado confirmó el error que había cometido. Dolía como infiernos sin embargo no gritó. Gritar no era de hombres valientes que encaran sin miedo un encuentro que podía suponer su entrada en el Walhalla. No debía cometer ese error para poder compartir el hidromiel de los dioses y además -igualmente importante- para evitar que se diese la alarma.

Retiró su hacha de mano y esta vez no la arrojó, atacó con ella, falló otra vez...

Sveinn afirmó con un movimiento de cabeza ante la marcha de su compañero. Después paseó su mirada entre María y la puerta que tenía delante de sí. Si por algo se había caracterizado su aventura en tierras gallegas, si por algo había cruzado el mar hasta aquella tierra maldita por los cristianos, era para recuperar el honor de su clan. No sería de ayuda allí, esperando a que alguien tomase las riendas de la situación. 

-Entrarereremos-ordenó mediante un susurro sin saber si María seguía a su lado o no. 

Si la puerta no se abría de una manera normal, utilizaría su martillo como si la madera de la puerta se tratase de su yunque. No era momento para andarse con rodeos. Aunque antes echaría un vistazo a las posibles salidas de la casa pues, como decían en su tierra “antes de entrar en un lugar, fíjate por dónde se puede salir.”

Ásgeir apretó los dientes, furioso por no haber acabado aún con aquel desgraciado. Ahora estaban en manos del destino, pues el hombre estaba lejos de su alcance.

Gruñendo como un animal, sacó del cinto su otra hacha y se abalanzó hacia el primero de los cristianos. No había mucho tiempo, tampoco para la prudencia, así que trató de darle con todo sin preocuparse por la seguridad propia. 

No había tiempo que perder, si lo dejaba ir estaban perdidos. - Que los dioses nos amparen. - Alzó el hacha de mano sobre su cabeza en plena carrera, concentrado preparándose para tirarla. - Solo tengo una oportunidad, tengo que darle en la cabeza. - Paró en seco cargando todo el peso en una pierna y aprovechó la inercia para impulsarse con todo el cuerpo y lanzar el arma con mayor fuerza y precisión. - Vamos, vamos, vamos. - La vio volar hacia el cristiano con el corazón encogido, la misión dependía de que pudiera abatirlo.

El hacha se escapó de tus manos e iba un poco alta. Maldeciste tu suerte pues ibas a fallar. Pero a medida que se alejaba el cristiano la trayectoria descendente del hachac hizo que impactase de lleno en la cabeza y vistes como se paraba en seco, caía hacia delante y su cabeza estallaba como un melón. Ahora quedaba el combate en el que estaban tus compañeros en clara desventaja. Tu estábas desarmado, si ibas a por el hacha perderías un tiempo precioso, pero de ir desarmado serías blanco fácil de los cristianos. Tu decidías.

Freyr sacó su cuchillo y se parapetó tras su escudo para protegerse esperando que vosotros hiciéseis el resto.

El grupo de hombres atacó con más ganas que estilo, logrando golpear en el escudo de Freyr, este lo levantó a tiempo para protegerse la cabeza y parar el golpe. El plebeyo que había sido herido y que parecía estar pensándelo mejor sale huyendo también-¡Lordemanos......lordemanos!-grita pero de momento nadie aparece.

Vosotros, Ásgeir y Olaf dispuestos a acabar rápidos el combate atacáis dos veces. Pero vuestro primer ataque se pierde aunque con el segundo lográis acertar a vuestro enemigo. Están heridos, pero uno ha escapado y otro parece que va a hacer lo propio.

Otro de los hombres sale huyendo intimidado por el buen hacer de tus compañeros, no se ha dado cuenta y va directo hacia tí.

Cuando entras ves a cuatro guerreros vikingos que se vuelven hacia tí y desenvainan las armas. Un quinto con aspecto menos aguerrido dice-¡¿Pero qué está pasando aquí?!¡¿qué.....?!-María se lanza a sus brazos, se sienta en su regazo y le da un largo beso que lo mantiene callado. DEspués se funde en un interminable abrazo con MAría mientras balbucea algo. La cara de sorpresa de Ubbi no desaparece del todo.

Cuando Ubbi se recupera un poco de la sorpresa te habla-Así que es verdad.....mi padre piensa que soy un inútil y solo os ha mandado para salvar su preciosa negosicación.¿eh?¡maldito viejo cruel!

Ubbi hace una pausa y mira a sus hombres que han rodeado la sala y con las armas en la mano.-Y¿Y qué pasa si nos negamos,eh? Ya he prometido a mis hombres una parte del botín de Compostela.....¡Por Thor!¡Estamos tan cerca!

Los hombres de Ubbi parecen muy nerviosos. Los ánimos se caldean y la tensión aumenta-No tenemos que enfrentarnos a tí. Hay riquezas para todos.¡Demostremos a mi padre lo que pueden hacer un puñado de auténticos hijos del norte!

Se quedó paralizado mientras veía volar el hacha y al comprobar que acertó tardó unos segundos en reaccionar, no podía creérselo, ya lo daba todo por perdido. No pudo evitar celebrarlo, mordiéndose la lengua para no gritar, alzó los puños, saltó enérgicamente pero le faltaba algo, se detuvo, pateó el suelo y miró en todos los sentidos con cierta decepción. - Estas cosas solo ocurren cuando nadie mira, los dioses son caprichosos. - Suspiró y se volvió a poner en marcha.

Agazapado se encaminó hacia el cadáver para recuperar su hacha, pero antes de llegar escuchó unos pasos a su espalda, otro cristiano. Sacó el cuchillo, dudaba que pudiera rematarlo con esa arma, pero seguramente podría retenerlo el tiempo suficiente hasta que llegara alguno de sus compañeros. - Vamos, seguid mirándome aún puedo ofreceros más. - No trató de esconderse, se puso en mitad del camino, no era más que un hombre asustado.

Un resquicio de sentido común entra en la cabeza de Ásgeir en el fragor del combate. Tal vez éstos cristianos no sean auténticos guerreros, pero aunque están empezando a desmoronarse, siguen superándoles en número. Por tanto se protege el flanco con el escudo, atento a cualquier sombra que se le acerque, y trata de rematar al herido de un hachazo.

—Hhhrrrr...

Si el otro grupo no ha reaccionado a la pelea, nada impedirá que alguno de éstos desgraciados consiga escapar. Entonces todo estará perdido.

Aunque en parte el herrero se esperaba la presencia de Ubbi en el interior de aquella casa, el verse observado por aquellos hombres le hizo fruncir el ceño ligeramente. Pero, en puridad, lo que más sorpresa le causó fue el tierno abrazo en el que se fundieron... Una escena digna del peor de los espectáculos. 

El vikingo tuvo que invertir algunos segundos y recopilar todo lo que había pasado. 

-¿Desdedede cuacuacuacuando los hermamamanos desenvainananan las a...a...armas contra otro hermamamano? -inquirió con gesto furioso mientras daba un paso hacia adelante, intentando mostrar un poco de seguridad en si mismo. -Con ge...ge...gestos comomo este o como ese abrazozo con la cristianana demostráis que no so...sois hijojos del Nonorte...

Aunque Sveinn fuera un tipo bastante fornido, docto en el arte de la lucha, sabía perfectamente (no había que ser Odín para saberlo) que no podría con todos ellos a la vez. Al menos eso era lo más lógico. De hecho, entre palabra y palabra, entre sílaba y sílaba, intentó fijarse en alguna posible salida (si es que era necesario) para poder hacerlo en un momento de desesperación. Aunque confiaba en ellos como siervos del gran Odín, temía, ya que entrando en Santiago habían cometido una estupidez. 

-Si comomo dices hay riquequezas para todos, no hace falta q...que os tomemeis la Justicia por vu...vuestra mamano.

Además, el solo quería devolverle la gloria a su clan. Y aquello, por desgracia, no entraba en sus planes. Si quería cumplir con su verdadero objetivo, el camino que le habían propuesto no era el indicado.

-Si dededede verdad sois hihihihijos del Nonorte, lo que tenéis que hacecer es cumplir con las o...órdenes de tu padre. La glo...gloria no se alcanza así, si no bajo la su...sumisión, el ordeden y el re...re...respeto. 

Cuando termino de hablar, escudriñó sus rostros en busca de alguna señal.

Olaf intentó detener la huida de aquel par arrojando su hacha sin embargo esta falló. Corrió raudo a recogerla y tras dedicar una mirada en derredor volvió con el grupo.
-Esto se ha ido a la mierda. Debemos correr. Tendremos más posibilidades todos juntos. - dijo mientras dedicaba una mirada de odio al que había demostrado doblemente ser un cobarde

El combate se prolonga y no lográis avanzes. El otro combatiente se escapa con un hacha silbándole la cabeza. Los cristianos viendo que no sóis tan fieros se lanzan con renovado ímpetu logrando un buen ataque contra Freyr, pero este lo logra parar con su escudo.

Olaf intenta recuperar su hacha, pero está demasiado lejos y tiene un par de cristianos delante intentando matarle, tiene que o bien luchar con los puños o sacar su cuchillo e intentar darles muerte con él.