Partida Rol por web

Habíais logrado pasar, pero habíais hecho demasiado ruido. Y aunque os librásteis de los cristianos en un principio, parecía que se acercaba una patrulla atraida por vuestro ruido. O eso creísteis ver entre la niebla. Para confirmar vuestras sospechas uno de ellos gritó-¡¿Hay alguien ahí?! No parecía muy fuerte ni muy listo, pero como os viese y diese la alarma estábais perdidos. Ya los veíais mejor, era uno...dos, cuatro, cuatro guardias cristianos mal equipados. Esconderos o luchar no habían más alternativas.

Para Sveinn luchar no era una opción pues su misión era sacar de la villa al hijo de Gudrod antes de que produjese un altercado que perjudicase la negociación de la rendición. No se le ocurría mayor despropósito que provocar el altercado ellos mismos y a buen seguro que aunque acabasen con esos hombres con el mayor sigilo, alguien los echaría de menos y acabaría dando con los cadáveres. Así que se apresuró a esconderse y a hacer señas a la cristiana para que diese la cara y hablase con los guardias inventando alguna excusa.

Olaf se arrojó al suelo raudo y obedientemente, compartía la opinión de que montar un espectáculo no era la mejor de sus opciones. Desde luego no habían comenzado con el mejor pie, no obstante el asunto tenía aún salvación.

Su mano se fue acercando paulatinamente a su cinturón de donde prendía su hacha y con lentitud empezó a extraerla, si las cosas se pondrían negras la arrojaría antes de que diesen la alarma.

Ásgeir siguió el ejemplo de sus compañeros y buscó un rincón en el que esconderse. Empezó a pensar en alguna frase en cristiano que les permitiese salir del paso, pero sabía que su fuerte acento le delataría dijese lo que dijese. Lo mejor era que esos desgraciados pasasen de largo, o que María les echase una mano. No le gustaba la segunda opción, no se fiaba de ella.

Vio como Sveinn hacía señas hacia la mujer. Quizá sería una buena opción, pero aún así trató de mostrarle sus dudas acerca de ella con gestos, con dos dedos señaló sus propios ojos y sacudió levemente la cabeza mugrienta. Luego hizo un rápido reconocimiento visual hacia los demás y se encogió de hombros. No había tiempo para dudas, que se siguiesen tejiendo los hilos del destino, todo sería como tenía que ser.

El muro ya lo había herido y con cierta cojera, en cuanto apareció el cristiano trató de esconderse pero lo pilló de pleno.
Se detuvo y metió la mano bajo la capa para coger el hacha sin llegar a descubrirla, si tenía más fortuna que hasta ahora con un buen lanzamiento lo abatiría antes de que diera la voz de alarma.

Esperó a alguna señal por parte de su equipo, vio por el rabillo del ojo a Olaf haciendo como él y a Sveinn llamando a la cristiana. Esperaría que ella interviniera si se diera el caso, él a pesar de conocer su idioma, no abrió la boca, suponía que su acento le delataría.

No era el momento de pelear, eso Freyr lo sabia, las personas podian gritar como los cerdos, diviso entre la niebla a aquel grupo de cristianos aproximandose, no sabia que harían sus compañeros pero la verdad era que por ahora le interesaba mantener la cabeza sobre su cuello y despertar al otro dia para contemplar las maravillas de la naturaleza una vez más.

Por si fuera poco el porrazo que se habia llevado al intentar escalar el muro, le habia jodido bastante la espalda, y se encontraba adolorido, haciendo uso de una inusitada habilidad y de una ligereza propia de su cuerpo, Freyr se ocultó lo mejor que puedo, sin apenas moverse, para hacerse pasar por un bulto más del lugar, mientras aferraba en su mano firmemente su daga.

Fenja viendo que todos sus compañeros se intentaban esconder en vez de combatir optó por lo mismo, buscando las sombras y la niebla se escondió en lo que para ella era un buen escondite. Preparó su arco por si los cristianos eran menos zoquetes de lo que pensaban y los descubrían.

Dos de los guardias no hicieron mucho caso, pero los otros dos cogieron sus armas y señalaron a donde os escondías (menos a Freyr que no parece que reparasen en el) ¿QQQQQQuién anda ahí? dijo uno de ellos con evidente nerviosismo. Lo último que esperaba encontrarse en su guardia era a un puñado de vikingos mal escondidos y mirándoles con gesto amenazador y apuntándoles con las armas. Avisaron a sus compañeros y os descubrieron, no se sabe que pasó por la mente de esos incautos. Pues en lugar de salir corriendo a dar la voz de alarma se intentaron abalanzar sobre vosotros. Alzaron los maderos que esgrimían como armas y guiados por la fe en Cristo ( o porque no les hacía gracia que unos salvajes matasen a sus familias y violasen a sus mujeres) corrieron en vuestra dirección.

Apenas tuvo tiempo de lamentarse por su mala suerte, parecía que esta misión estaba gafada, o quizás alguien les había echado mal de ojo. Ya no había más opción que la de luchar, pero en el fondo Ásgeir se alegró por ello.

—¡Maldita sea! ¡A muerte con ellos!

No había gritado, había sido más bien un gruñido furioso, como el de un animal. Se levantó ágil como un gato y, apuntando al más cercano de los cristianos, le arrojó el hacha que llevaba presta. Luego esgrimiría la otra y cargaría con el escudo por delante.

Ataco con el martillo y paro con el escudo

No habían tardado en cazarles, había que asegurarse de que la cosa no fuese a más así que arrojó su hacha contra el maloliente cristiano que tenía más a mano. Si lo silenciaban aún tenían la oportunidad de que la infiltración fuese un éxito.

Fijó con la mirada uno de los cristianos, el más adelantado, y tiró su cuchillo con un rápido movimiento. Notó como el arma escapaba de  su mano y volaba hacia donde había apuntado a una buena velocidad, no pudo evitar sonreir al ver que empezaba a tener más suerte. - algo cabreó a los dioses en el camino para que no quisieran que cruzaramos aquella empalizada. ¿O tal vez era una advertencia?

Los cristianos no cesaron su carga, así que mientras agarraba el mango de su hacha de mano se preparó para tratar de esquivar un golpe si iban a por él.

Parecía que la furia para el combate no la habíais perdido. Es más, parecía que tras el incidente del muro teníais más ganas de matar cristianos. Y estos pobres se habían aparecido en vuestro camino.

Aslak tiró su cuchillo impactando en el pecho del mas adelantado, este se rehace como puede y lanza su ataque como puede pero Aslak lo baila con gracia y le hace la zancadilla. El cristiano torpemente cae al suelo y pierde el arma.

Freyr sigue oculto como se desarrollan los acontecimientos.

Olaf lanza un hachazo certero al hombro del cristiano haciendo que pierda el arma en el momento que intenta atacarle, está vivo todavía pero desarmado y malherido. Poca oposición va a suponer en lo que queda de combate.

Asgeir imita a sus compañeros y lanza su hacha contra otro de los cristianos logrando impactarle en el brazo zurdo. Con un dolor tremendo se rehace el cristiano y lanza su ataque contra Asgeir, pero falla no por mucho, pero falla.

Sveinn pasa de jugar al lanzamiento de martillo y choca su escudo contra el cuerpo del cristiano, luego le propina un martillazo en los tobillos y hace que su rival falle el ataque.

Ataque y parada

(no llevo hacha sino martillo, recuerda que soy el herrero)

Olaf avanzó en dirección al hombre al que había atacado, avanzó sin detenerse al tiempo que mantenía el escudo alzado para protegerse.

Aslak no tuvo problemas para evitar la primera acometida del cristiano, ahora se disponía a terminar lo que empezó. Sacó su hacha y se dispuso a acabar con el. El cristiano lo miraba atemorizado a la vez que sacaba un cuchillo del cinto e intentaba ponerse en pie.¡Zas! impactó el hacha en el cristiano que  no pudo hacer nada para parar el golpe. Lo dejó en el suelo malherido y suplicando piedad. Una piedad que no obtuvo pues Áslak propinó un segundo hachazo y acabó con su agonia.

Freyr no acostumbrado a las lides del combate continuó agazapado rogando a los dioses que esto acabase rápido y que no los pillasen.

Olaf avanza con el escudo en alto a por su oponente, no consigue impactarle, pero si distraerle lo suficiente para lograr lo que buscaba, recoger su hacha. En el siguiente asalto su rival no tendrá tanta suerte.

äsgeir harto de perder el tiempo con estos cristianos lanza dos ataques y degolla a su rival. Sin odio, sin pasión, como el carnicero cuando corta la carne o el herrero cuando forja el arma. Es lo que sabe hacer y lo hace muy bien.

Svein por su parte suelta un martillazo en la cabeza de su oponente dejándolo medio muerto pero todavía vivo. El cristiano tira su arma y pide piedad o algo por el estilo, quizás llama a su dios, vete a saber. Fenja hace caso omiso a sus súplicas y le tira una flecha, pero pasa sobrevolando al cristiano que se caga encima pues ha visto la muerte dos veces hoy y aún tendrá que verla una tercera.

El rival de Olaf viendose en inferioridad numérica y con sus compañeros muertos o malherido tira el arma e imita a su compañero( menos en lo de cagarse encima)

El combate se ha acabado, ahora tenéis que decidir que hacéis con los muertos y con estos dos cobardes y apestosos cristianos.

No le había dado ninguna oportunidad a su oponente, una vez lo había liquidado buscó con la mirada a sus compañeros. La lucha había sido rápida y exitosa, fue un empujoncito a su autoestima que andaba tan por el suelo como él unos minutos antes. Ninguno parecía herido más allá de las magulladuras de escalar el muro, pero aún quedaban 2.
Lo lógico sería rematarlos, total ya tenían a María de guía, pero esas muertes no le pertenecían, así que se arrodilló para recuperar su cuchillo del pecho del cristiano. Tuvo que pegar varios tirones para que saliera, al parecer se debió clavar con más fuerza cuando el cristiano cayó de bruces. 

Limpió tanto el hacha como el cuchillo en la camisa del cadaver y se dispuso a tratar de arrastrarlo fuera del camino. - ¿Un rincón oscuro será suficiente? - Preguntó en voz baja al resto, al menos los más próximos le escucharían. Sin embargo no esperó respuesta, era consciente de que había que actuar rápido, así que lo acercó donde intentaron esconderse inicialmente. Con suerte encontraría cajas o barriles para esconder tras ellos el cuerpo.