La ficha está bien, pero vamos a ir un paso más allá y lo vamos a crear directamente como vampiro, para acelerar el proceso, ya que esta partida proviene de una que dejé a medias y tengo dos personajes acabados. De este modo te podrás incorporar cuanto antes.

Atributos: 10/7/5

Habilidades: 20/12/8

Virtudes: 7

¿Conoces algo del mundo de vampiro? ¿Clanes, Disciplinas y demás?

Si miras en tu personaje, verás que tienes una ficha en blanco que puedes editar. Puedes cambiarle el nombre y ponerle una imagen a tu personaje. Recuerda que es el año 1202.

La historia del pj seria algo asi (pero más currada, claro, esto es solo un borrador con las ideas principales):

A los 12 años empezo a trabajar como grumete en un barco comercial y a partir su vida siempre ha estado ligada al mar y a los puertos, trabajando en todos los puestos relacionados con lo mismo: estibador, carpintero, marinero, etc. Incluso sirvio varios años en la armada veneciana del Dux de turno, pero se lo dejo, prefiriendo la via comercial a la militar.

Personalmente, tiene varias mujeres en distintos puertos, con sus respectivos hijos, pero tampoco le suponen ninguna atadura especial, pues hasta este momento su verdadero amor ha sido el mar.

Gracias a sus viajes, domina el latin, el griego y el arabe, pero de una forma vulgar, ya que debido a su casi nula educacion casi no sabe leer ni escribir.

Bien, concretemos la historia del personaje, dejemos la ficha para más adelante.

¿Cómo empezó a navegar? ¿Su padre era marino? ¿Tal vez el Capitán?

¿Tiene hermanos o hermanas?

¿Viven sus padres?

¿Es un marino legal, pirata, o traficante?

Pues su padre tambien era marino (de tres al cuarto) y cuando vio que estaba en edad de aprender un oficio, se lo llevo con el como grumete. Cuando Paolo tendria sobre los 15 años y ya trabajaba como marinero, su padre murio de escorbuto en alta mar. Alli se le realizo un entierro marinero: extrema uncion, se le cosia en su hamaca y se le "enterro" en el mar. Esa fue la ultima vez que el joven Pablo lloro.

Tenia 7 hermanos, 4 mujeres y 3 varones, dos de las mujeres murieron cuando aun eran infantes (1 año y 6 por ejemplo). Su madre aun vive y es costurera en el puerto de venecia, donde remienda velas y teje ropas para clientes de baja estofa. Cuando Paolo atraca en Venecia, siempre tiene un rato para visitar a su Mamma.

Una de sus hermana trabaja cosiendo con su madre y esta casada con un pescatero local, medio lelo.

Su otra hermana desaparecio una noche a los 13 años y no se ha vuelto a saber de ella.

Uno de sus hermanos es marinero como el, por lo que no suelen coincidir casi nunca, e incluso es posible que despues de tantos años sin relacion, se hallan cruzado en un puerto y no se hallan reconocido.

Otro de los hermanos se retiro a la vida monacal, recluyendose como monje en la Abadía de San Pietro al Monte.

El tercero de los hermanos es pescador y esta casado con una plebeya.

Normalmente su trabajo es legal, pero si ve alguna oportunidad de ganar algun dinero con el contrabando de una forma no muy arriesgada, no rechazara esa oportunidad por cuestiones legales y morales.

En tus muchos viajes, conoces a un hombre interesante. Un extraño marino que en una taberna te cuenta que ha estado en innumerables y exóticos lugares afirma ser mercader, y su aspecto y su forma de comportarse demuestran que no se trata de un pirata ni un contrabandista. Al principio le tomas por un marinero del montón, pero uno de los hombres de su barco se acerca cuando conversas con él y le llama "Capitán", lo que te deja algo asombrado. El hombre sin dudarlo te ofrece un puesto en su barco.

Pese a recibir una grata primera impresión del mercader, le digo que tengo que pensarmelo, que tengo otras ofertas en ese momento (porque antes de aceptar cualquier propuesta a ciegas, me gustaria cercionarme, pues vivimos en tiempos duros y peligrosos y cualquiera podria jugartela por un mendrugo de pan, como Paolo ya ha hecho en alguna que otra ocasion, aunque no se sienta orgulloso de ello). Tambien le pregunto su nombre, donde podria encontrarlo y detalles sobre el trabajo: el cargamento que llevaremos, hacia donde viajaremos, si trabaja para alguien o por cuenta ajena, etc.

Tras despedirme, intento encontrar informacion sobre el hombre y su barco, preguntando a los habituales del puerto, por las tabernas y a quien pudiera conocer por la zona.

El hombre se llama Piero della Francesca, y te dice que el Galeón* "La Dama de Oriente" es suyo. Mañana por la mañana partirán, te da de margen hasta entonces para pensarlo.

Os despedís y taberna tras taberna, posada tras posada, indagas sobre este hombre. Lo que descubres te deja aún más confuso si cabe. Se trata de un humilde mercader que se hizo rico gracias a un viaje que hizo nadie sabe a dónde, porque no lo quiere decir, y su tripulación tampoco. Trajo un montón de cosas exóticas, telas, especias, que vendió muy caras, y de lo que consiguió compró el barco que ahora posee.

Los hombres le son muy leales, porque trabaja con porcentaje de lo conseguido. Aparte de la soldada y la manutención, entrega a sus hombres un pequeño porcentaje de lo conseguido. Pero te advierten... Es muy aficionado a explorar tierras recónditas e inexploradas y muchas veces sus viajes acaban siendo un fracaso. Lo mismo ganas en seis meses el trabajo de cinco años, que vuelves de manos vacías.

- Asi que puedes hacerte rico en 6 meses, ¿Verdad?- Le susurraba a su copa de vino, apurando las ultimas horas de noche.

- Asi que es un tipo hecho a si mismo, justo y sus hombres le son leales hasta el extremo...- Apuro lo poco que le quedaba de vino y salio a la calle.

- Que diablos, un trabajo es un trabajo, ademas necesidad aprieta -Se dijo a si mismo, mientras manoseaba su muy menguada bolsa de las monedas.

Y asi, con los primeros rayos del amanecer acariciando su curtida cara, Paolo se dirigia hacia el puerto para enrolarse en "La Dama de Oriente".

A la mañana siguiente te enrolas en "La Dama de Oriente". Al parecer, todos los marineros del barco habían oído hablar de ti y te reciben con un saludo... Todos menos el Capitán. No obstante, el Capitán te recibe, te saluda gratamente y te admite como parte de su tripulación.

-Te ruego me disculpes mi mala cabeza. Tengo un pequeño problema de sonambulismo que al mismo tiempo me provoca insomnio y falta de memoria. Nada grave, sólo pequeñas lagunas.

El resto de la tripulación te corrobora lo dicho por el Capitán, y con el tiempo tu mismo te das cuenta. Parece no dormir, y cuando le hablas por la noche no parece recordar siempre que ha hecho por el día, y a la inversa. Cuando le comentas por la mañana cosas que te dijo la noche anterior, no siempre lo recuerda todo.

A pesar de ello es un excelente Capitán y marino. Al poco de zarpar ya te has hecho amigo de toda la tripulación. Es una costumbre a bordo rotar puestos, por orden del Capitán. De modo que no hay nadie especializado, y todo el mundo aprende a hacer de todo. También se imparten, en los ratos muertos, clases de esgrima y lucha, para defenderse de los piratas.

Los marineros del puerto no te mintieron... Lo mismo te haces rico, que pierdes el tiempo. Pero el ambiente a bordo resulta agradable y te sientes como en casa, y calibrando lo mejor con lo peor, gana lo mejor. Pasan los meses y después los años, y tu relación con el Capitán y el resto de la tropa cada vez va a mejor, alcanzando el rango de Contramaestre, segundo de abordo, con la aprobación del resto de marinos.

Conoces lugares que nunca antes habías conocido, sitios exóticos con gente muy rara que jamás viste antes. Una noche que estás haciendo guardia, el Capitán se te acerca y te dice que le acompañes, que te quiere enseñar algo muy especial. Junto con otro marinero, descendéis hasta un bote de remos. Y remando los tres, llegáis hasta la orilla de una playa paradisíaca e idílica cerca de la cual habéis recalado. En la orilla, el marinero se queda vigilando el bote, y el Capitán y tú os adentráis en la selva con cuidado. Cuando lleváis caminando un buen rato, el Capitán te sorprende abrazándote por detrás. Intentas liberarte, pero tiene una fuerza sobrehumana y te resulta imposible.

Notas un pinchazo en el cuello, y luego el éxtasis. No tienes ganas de gritar, no es doloroso, es placentero... Pero notas como tu fuerza desaparece. En tus oídos escuchas tu propio corazón, latiendo más y más despacio...

BOM

BOM...

bom...

^bom...

Y luego nada, la oscuridad.

Cuando abres los ojos, te encuentras bebiendo sangre de la muñeca del Capitán. Es algo delicioso, adictivo. No puedes parar de beber. Y de repente, el Capitán desaparece sin avisar. Moviéndose a una velocidad sobrehumana, te deja sólo en mitad de la selva. Cuando llegas a la orilla, el bote no está, y el barco tampoco.

Paolo menea la cabeza de un lado a otro, aun confuso. -No puede estar pasando esto, tiene que ser un sueño- Se palpa el cuello, alla donde su antiguo capitan le mordio.

Finalmente decide ponerse en movimiento, intenta encontrar algo de civilizacion y en caso de no encontrarla, un lugar donde guarecerse.

Perfecto, ahora reparte 7 puntos en virtudes. Cada una de ellas parte con un punto, como los atributos.

Luego reparte 10 puntos entre las tres disciplinas de Clan. Te confirmo que has sido abrazado por un Gangrel, por lo que tus tres disciplinas de Clan son Protean, Fortaleza y Animalismo.

Luego reparte 15 puntos en Trasfondos. Posición no puedes coger porque eres un neonato. Los aliados, contactos, recursos etc... se supone que los tienes en Venecia, ya que la aventura transcurre allí, y casualmente es tu ciudad natal. De todas formas, si luego os cambiáis de sitio, te dejaré que tengas el mismo valor de contactos y aliados allá donde vallas.

El "hombre" habia pasado mucho tiempo solo, perdido en aquella remota playa. Lo primero que le llamo la atencion fue que el sol le quemaba, teniendo que correr, aullando de dolor en busca de refugio. Esta lucha diaria contra el amanecer lo hizo endurecerse, siendo capaz de controlar su dolor, pero muchas veces llegaba cerca de un punto donde perderia la cordura e incluso la vida, asi que de forma animal comenzo a cavar la tierra y se enterro bajo ella hasta que llegara el ocaso.

Casi siempre tenia hambre, pero aunque fue capaz de cazar algunas aves marinas y crustaceos, tras cocinarlos su sabor le repugnaba, cosa que le llamaba la atencion, pues mientras preparaba a sus presas para la coccion, un gran hambre lo inundaba, la boca le salivaba en exceso y tenia que controlar sus impulsos por no atacar la comida antes de cocinarla.

Como todo lo que hacia (cazar, buscar refugios, buscar civilizacion) lo hacia de noche, al principio le costaba orientarse, ver. Pero poco a poco, Paolo empezo a notar que incluso en la noche mas cerrada y oscura podia ver como si se tratase del mas radiante dia, si se concentraba unos instantes.

Asi estaba una noche, tumbado, dejando pasar el tiempo, cuando pudo ver la figura de un pequeño roedor acercandosele. -Iiiiiiik -gimio el roedor. "¡Depredador!, ¡Huir!" entendio Paolo. Este agito violentamente la cabeza, "Te estas volviendo loco, amigo" penso para si, pero un instante despues, sonrio y salio corriendo detras del pequeño bicho, al que atrapo, arranco su cabeza de un mordisco y comenzo a sorber su sangre, pero un aullido le hizo dejar de lado su festin y mirar hacia el origen del ruido. Un enorme lobo, con multitud de cicatrices, de pelaje ralo y que le faltaba en varias partes, lo miraba desafiante -Buf, buf, grrrrr -Le ladro el lobo, que no parecia temer a Paolo. "Tu ir, territorio mio" tradujo mentalmente Paolo. Paolo le sonrio al lobo y sus manos comenzaron a transformarse en algo parecido a enormes garras, abalanzandose finalmente contra el lupino. La lucha fue encarnizada, la sangre salpicaba la vegetacion del bosque, pero finalmente, cuando Paolo se encontraba tumbado, con el lobo encima suyo, intentando morderle la cara, la garra del neonato secciono el cuello del lobo. Y bebio, y bebio de esa sangre, y aullo, y aullo triunfal. Y ese aullido hizo que la jauria cuyo macho alfa acaba de matar se acercara hasta el lugar. Y el instinto animal del marino le forzo a cambiar. Su nariz y boca se estiraban, sus huesos crujian, una mezcla entre grito de dolor y aullido lupino estremecio la noche. Cuando el grito ceso, pudo verse a un enorme lobo negro, seguido por una jauria, correr por el bosque.

La caza acababa de comenzar.

Te adentraste en la selva de aquella enorme isla siguiendo al lobo negro y a su jauría. Algo te decía que así debía ser. No tardaste mucho en encontrarte en un claro. Entraste cauteloso, el olor a peligro acechaba por todas partes. Y de repente lo viste, emerger de la Selva, tan bien vestido como siempre, la sorpresa se apoderó de ti al verlo... Es Piero. A su alrededor los lobos parecen cahorrillos con su madre.

-Ha pasado mucho tiempo, hijo mío... Ahora que has aceptado a tu yo animal, es hora de que aceptes a tu yo humano y vuelvas a la sociedad. Tienes mucho que aprender.

La bestia en la que se habia convertido Paolo gruño a quien le habia convertido en lo que ahora era, pero finalmente y tras mantener la mirada a su capitan por unos segundos, ladeo la cabeza en señal de sumision, apartandole la mirada, reconociendolo como macho alfa.

Finalmente, tal vez a la espera de una oportunidad para poder vengarse de quien lo habia convertido en un monstruo, o tal vez por curiosidad en saber que es lo que es ahora y hasta donde seria capaz de llegar.