_{(Como la busques en una villa la llevas clara, porque os alojáis en el castillo...
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Bromas aparte...)}

Eduvigis te espera despierta a pesar de lo avanzado de la noche, y de notable mal humor. Dices algo, no sabes muy bien que, y tu excusa es aceptada de forma increíble. Sospechas que la extraña y repentina buena predisposición de tu mujer tiene mucho que ver con tus recién adquiridas habilidades. También es probable que te esperara completamente borracho, y al verte sereno, tu excusa haya ganado credibilidad.

- Ya estoy de vuelta amor mio. Pero...... qué os ocurre? Por qué esa cara tan larga? Os ha sucedido algo en mi ausencia?

Pregunto mientras me acerco a ella para darle un dulce beso en los labios.

-¿Me preguntas que ha pasado? ¡Es tardísimo, y hueles fatal! ¿Se puede saber dónde has estado toda la noche?

Eduvigis está visiblemente alterada y cabreada, pero en éste preciso instante, de forma inconsciente has activado tu Disciplina de Presencia por primera vez en tu existencia, y Eduvigis cambia de parecer. Da igual lo que le digas o la excusa que le digas... La tomará por buena y aceptará tu justificación.

-Bueno, te dije a donde iba. Resulta ser, que Gallasyn es un marchante de arte. Tiene entre sus posesiones obras antiquísimas. Estuvimos hablando de negocios, ya que quiere protección en el traslado de sus obras, y ya que nosotros conocemos a Guillem, y este va a ser el encargado de custodiar y velar por la seguridad de ese tramo, podríamos aprovecharnos y sacar una diferencia por la vigilancia de esos envios. No te mentiré, un noble cercano había preparado una fiesta a la que Gallasyn estaba invitado, y decidimos ir allí a celebrar el cierre del trato. Me acerco a ella rozandola con mi cuerpo, mientras bajo mi dedo indice por su espalda. He venido a hacer lo que os prometí, y sabed, que o he hecho nada que os pueda molestar. Susurro a su oido mientras la cojo en brazos y me dirijo a la cama.

Bien, en este año que transcurre pasan dos cosas...

Primero, Eduvigis queda embarazada. Un embarazo muy difícil que la tiene postrada en cama casi todo el tiempo. Al acabar el año, el parto se complica de forma inesperada y Eduvigis muere. Las comadronas te comunican que llevaba en su interior dos niñas, pero que sólo han podido salvar la vida de una (ya me dirás que nombre le pones y que vas a hacer con ella).

A raíz de esto, tu suegro jamás vuelve a dirigirte la palabra. Pero eres libre de administrar tu dinero como te plazca.

La otra... Que conoces mucho mejor a Gallasyn de lo que hubieras deseado. Es un auténtico depravado, y tu le ayudas en sus fechorías. Violaciones, asesinatos, robos sin sentido. Un sentimiento sobrenatural te empuja a acompañarle (lo que se denomina "Vinculo de Sangre"), pero quisiera saber como se siente tu personaje haciendo estas cosas.

El golpe de la muerte de mi mujer, en verdad me afecta. Pese a que no era el ideal de belleza que yo hubiera querido, su corazón era dulce y comprensivo, y me dió una oportunidad cuando nadie creyó en mi. Mi hija se llamará como su madre, en honor a ella.

En cuanto a mi relación con Gallasyn, afectado por el duro golpe, empiezo a insensibilizarme, y retomar el camino que tenía en mi anterior etapa. Antes de conocer a Eudovigis. Cualquier cosa que me de placer es aceptada sin reparos.

Hay cosas que a simple vista pueden proporcionar placer, pero otras que tal vez no. Me explicaré... Tal vez ayudar a Gallasyn a violar a un par de doncellas puede considerarse placentero... Pero ¿ver después como él las desangra hasta morir y que después te obligue a apuñalarlas repetidas veces para disimular el crimen? ¿Qué te parecen ese tipo de cosas? A eso me refiero.

A tu hija la cría un ama de cría, que le da el pecho en ausencia de su madre. En una carta, tu suegro te pide que le entregues a tu hija, dando a entender que opina que estás desatendiendo sus necesidades y que la quieres tan poco como querías a su hija.

Pese a que muchos de los actos de Gallasyn eran atroces, algo había que me hacía seguirle. Era como si un impulso dentro me obligara a seguir sus actos. Tras estos, no siempre me sentía agusto conmigo mismo, pero algo me hacía continuar. Sería la influencia que Gallasyn ejercía sobre mi? O quizás era mi ira interior por la muerte de mi esposa lo que me hacía renegar de mi ética y convertirme en una bestia?

La carta de mi suegro, mi querido suegro. Quizás Gallasyn me pudiera ayudar a librarme de él. O quizás no, pero no perdía nada si lo intentaba.

No obstante, decidí responderle con todo el respeto que su figura me imponía.

Estimado Señor:

En sus líneas, veo que da por ciertas muchas afirmaciones que solo los que me rodean conocen. Por ello, y por que su hija me pidió que tuviera paciencia con vos, pasaré por alto la ofensa.

Mi hija es mía, y si se dignara a venir a verla, se daría cuenta que en sus rostro tiene el mismo brillo que mi amada Eudovigis tenía. Un brillo de amor, comprensión e inocencia. Su físico, puede que no fuera el más bello, pero en su interior, era tan majestuosa, que ni vos, con toda su rectitud, ni yo, le llegamos a la altura del tacón de sus botas.

Es libre de venir a verla cuando quiera. No le privaré de ver a su nieta. Pero ella permanecerá conmigo en todo momento.

Reciba un cordial saludo

Valahir Corvin

La carta que le mandas a tu suegro parece llegarle al corazón y a partir de entonces con cierta frecuencia os visita a ti y a tu hija en palacio. Por otra parte, no sabes si las visitas de tu suegro están relacionadas o no, pero poco a poco notas como la ira que en un principio crecía dentro de ti crece, pero cambiando de objetivo. Sabes que Gallasyn te está manipulando, sabes que está aprovechando algo que podríamos llamar "magia" para obligarte a cometer los actos más impuros. Y algo dentro de ti se rebela y notas como poco a poco el poder que ejerce sobre ti va desapareciendo. Poco a poco notas como el amor que sentías por él desaparece y descubres que era un amor forzado e irreal.

La verdad es que no hay mucho que puedas hacer... Tan sólo un poco de introspección de tu personaje... ¿Merece la pena el sacrificio de tu parte humana a cambio de la inmortalidad? ¿Realmente deseas seguir sirviendo a Gallasyn? Si hubiera una manera de huir de él, o librarse de él... ¿la aprovecharías?

Las acciones que me obligaba a hacer Gallasyn, eran deplorables. En verdad me abominaban, pero..... la inmortalidad era un premio que en verdad me satisfacía en extremo. Sabía que aquellas pobres víxtimas de nuestros actos no merecían correr essa suerte, pero..... no morir? poder vivir durante decadas, viendo y formando parte de la historia, o quién sabe? haciéndola yo mismo, era una opción que en verdad me extasiaba.

Por lo que decidí interpretar mi papel, y seguir con él. Por lo menos hasta que consiguiera el preciado don.

Este año pasa para ti deprisa. Una noche en que te encuentras paseando por la villa te acercas hasta el lugar donde se construirá la nueva catedral. Ya han limpiado y alisado el terreno, y se ha empezado a excavar parte de lo que serán los cimientos del edificio. Te encuentras absorto mirando las obras cuando un hombre te saca de tu ensimismamiento. Se trata de Elsh, lo conoces de vista. Es el maestro constructor que dirige la obra. Pasa casi todo el tiempo dentro de su estudio, y rara vez coincides con él. Esta noche ha decidido acercarse a ti para hablar contigo. Pensabas que te iba a decir algo de la obra, ya que en ausencia de Asenoc y Carienn algunas de las decisiones las tomabas tu, pero lo que te dice te deja de piedra.

-Gallasyn es una criatura detestable y una vergüenza para mi Clan. Dudo mucho que le sigas en sus fechorías por placer. Ayúdame a acabar con su comportamiento y a cambio te acogeré bajo mi protección como mi servidor.

Las palabras del Maestre de obra me deján estupefacto. Una vez asimilo el mensaje y empiezo a ser consciente de lo que él es en realidad, me dirijo abiertamente:

- Y me convertireis en uno de los vuestros? Me dareis el don de la vida eterna?

-¿Convertirte? -Elsh suelta una estridente carcajada que te hiela la sangre- No... de momento te permitiré vivir, que no es poco. Te adoptaré bajo mi servidumbre. Eso te permitirá mantener tu actual estado. Nunca me he preocupado demasiado por mis criados, tan sólo son herramientas para realizar las tareas que yo no puedo hacer de día. Artesanos, constructores... Me vendrá bien contar con un noble que lleve a cabo las tareas más diplomáticas. Permisos, reuniones con notables, acceso a la corte.

-Sólo si demuestras ser una persona responsable y digna, me plantearé concederte la inmortalidad. Pero como comprenderás, visto a donde te ha llevado tu comportamiento, debo ponerte a prueba.

La verdad es que ni uno ni otro me agradaban. El uno solo ansiaba poder,mientras que el otro, solo buscaba satisfacer sus más bajas pasiones, y su instinto animal. Debía elegir, pero no sabía por cual decantarme, ya que si uno era capaz de hacer atrocidades.......qué sería capaz de hacer el otro?

-Me temo que no has comprendido bien... A mi no me interesa el poder... Yo ya tengo EL PODER. Por otra parte, de mi no has de temer nada. Yo no soy un monstruo como Gallasyn, y estoy plenamente convencido de que no me hará falta mover un dedo para que el villano encuentre su destino fatal. Hasta cierto punto... estoy convencido de que él mismo lo está esperando.

La diferencia es si quieres estar a su lado cuando encuentre su fin o no, y si quieres poner fin a las barbaridades que comete... Las muchachas que habéis violado y asesinado entre ambos tenían madres, hermanos, padres... ¿Te has planteado que pasaría si dentro de quince años te obliga a hacer lo mismo con tu propia hija? ¿Crees que está segura con semejante monstruo en las calles?

Me había leido el pensamiento? Mi sorpresa era palpable en mi rostro.

- No me importan las familias, se que esos actos no son moralmente éticos. Y por supuesto que no quiero seguir cometiendolos. Pero lo que temo, es que pasará conmigo.