Partida Rol por web

Dos barcos llegaron en la madrugada y tarde de hace siete días, con las noticias uno de un resplandor enl eeste y de una columna de humo en cielo de otro. Al ser dos barcos, nos esperamos lo peor. Sabedor de la gran amistad que le une con ese rey goblin - Esto último lo dijo con algo de desprecio. - Creí oportuno avisarle sin más dilación. Hemos preguntado a todo barco que fodea en el puerto y en tres casos más, vieron lo mismo. Una enorme columna de humo.

Tras unos instantes de silencio esperando que Talgor y sus acompañantes asimilasen la información, para ofrecerse gentilmente.

Si queréis partir hacia Górnoran o hacia otro lugar, mi barco condal y su tripulación, está a vuestra disposición, majestad.

Los soldados de Saxfa, eran sin duda hombres curtidos en batalla. Dos de ellos portaban sendas cicatrices en sus caras. El otro cojeaba sensiblemente de una pierna.

Eran parcos en palabras y no hablaban más que para responder a preguntas triviales.

¿No os cae bien el rey Drerick? No os lo recrimino, a veces a mí mismo me saca de quicio, pero es sabio en el mando... Más o menos.

Hizo una pausa y miró a sus subordinados.

Tal vez sea una buena su ofrecimiento. ¿Que opináis soldados? Hablar sin tapujos.

Sellesh, el menos lunar de todos los presentes, esperó a que Magner o Stred dijeran algo... pero ante su silencio dejó la copa y miró al emperador

- Mi señor... ¿qué puedo deciros? Sois el emperador de estas tierras, y tenemos muy pocos datos sobre lo que ocurre. Creo que vuestra vida es mas valiosa que lo que ocurra en esas islas, por mucha amistad que tengais con el goblin del que tanto habla todo el mundo. Además hay disturbios, y los kadvuries son peligrosos, y aun cuando tenga plena confianza en la capacidad de vuestra hermana para vencerlos, sería sabio que quien tiene que tomar decisiones esté en el lugar en donde todos esperan que esté. Yo estoy por supuesto a vuestras órdenes e iré a donde me mandeis. Por otro lado Nolsania no es parte de vuestros territorios y los reyes deben ocuparse ellos mismos de sus problemas, cuando tienen otros problemas en casa. - tras ese largo alegato Sellesh mira con franqueza a su señor- Por otro lado reconozco que a pesar de todos esos argumentos si fuera un amigo quien estuviera en dificultades iría a ver qué le ocurre, pesara a quien pesara.

Señor, si me permitís... - comienzo tímidamente, con visible nerviosismo en mi voz - bien sabéis que la Diosa no ha tenido a bien dotarme del don de la oratoria, y sin embargo, me atrevo a hablaros en este momento..., yo..., creo que Sellesh ha hablado con sabiduría, Señor, y os honra ese deseo de asistir a vuestros amigos en tiempos de necesidad, sin embargo... - hago una pausa, como si no supiera si mis palabras serán bien recibidas - estoy seguro de que tenéis presente que nos sois un simple ciudadano del Imperio Lunar, y que todas sus gentes dependen de Vos y de las decisiones que toméis. Pienso que debéis pensar en ellas antes de emprender un camino tan peligroso...

Permitídnos, Señor - continúo tras una breve pausa, señalando con un gesto de la mano a Magner y Sellesh - que nosotros vayamos en representación vuestra a Nolsania. Seremos vuestra voz, ojos y oídos, y sin duda será apreciado por vuestro buen amigo el rey Drerick que enviéis oficiales tan valiosos como los presentes - añado, señalando a mis compañeros - en su ayuda cuando Vos mismo os encontráis librando una guerra.

Mi humilde consejo, Señor, es que deberíais regresar. Sin duda el Conde pondría a vuestra disposición una escolta que garantice vuestra seguridad. No soy más que un simple soldado, Señor, y vuestro bienestar está para mi por encima de cualquier otra consideración.

Magner escucha atentamente las palabras de sus oficiales, sabedor de la encrucijada en la que nos encontramos..

Tras unos segundos de meditacion... con voz grave pero amigable se dirige al grupo.

Señor.. si me lo permitis sere franco por la lealtad que le tengo. Es una decision dificil. Sin duda alguna lo primero es lo primero y eso es el propio imperio lunar.. Sin embargo Drerick es... Drerick.. las viejas batallas juntos dejaron una gran amistad y los buenos amigos hay que conservarlos... Sabeis de la relacion de mi esposa con ese viejo goblin..... la cara de Magner se ensombrecio un poco mientras su mente divagaba por otros momentos pasados... y por supuesto ire con gusto a cumplir cualquiera que sea mi cometido. Tambien es cierto que vuestro imperio puede verse amenazado si lo que sea que pasa en Nolsania se extiende a las fronteras, por lo tanto en defensa del imperio seria conveniente atajar el problema antes de que sea tarde.. Pero no menos cierto es que son los dominio de Drerick y no deberiamos inmiscuirnos sin su permiso o sin una peticion expresa de ayuda por su parte.. Tras otra breve pausa continua

Si lo considera oportuno marchare de inmediato a Nolsania, con o sin mis oficiales a sondear la opinion de Drerick y a ofrecer la ayuda de su majestad

El emperador escuchó y maduró cada una de las opiniones de sus mas valerosos oficiales. Guardó silencio, como esperando alguna otra observación.

Magner, Señor, hay una cuestión que me tiene algo confundido - comento aprovechando la pausa - Se trata del concepto de disciplina que debe tener un soldado lunar. Veréis, en el patio de armas, cuando hablaba con aquel criado, me dijisteis que siempre debemos dar ejemplo de humildad y respeto a cualquier hombre, fuera la que fuese su condición...

No es que esté en desacuerdo con con esta afirmación - continúo - pero llevo algún tiempo dándole vueltas a vuestras palabras, y me gustaría que me dierais vuestra opinión sobre cómo se puede compatibilizar ese trato tan "suave", si me permitís la expresión, con la inevitablemente dura disciplina que, como bien sabéis, todo soldado debe tener...

Son cuestiones demasiado complicadas para mi, y sin embargo me preocupan, ya que quizá algún día haya hombres bajo mi mando, a los que me gustaría tratar con justicia y equidad. Sois para mi un ejemplo, y tengo mucho que aprender de Vos y de Sellesh en estas cuestiones, espero que no os moleste la pregunta - termino, incluyendo también a Sellesh por si quiere aportar su opinión.

Magner miro sorprendido las declaraciones de su oficial... tal es la sopresa que por un instante no supo reaccionar. Claro que fueron decimas de segundo..

Sin duda alguna oficial Strend, este no es un tema a tratar ahora mismo y nada tiene que ver con los asuntos que aqui se tratan...  dijo tajante y serio, mientras lanzaba una mirada a Sellesh que esperaba que interpretase correctamente al respecto.

Tenéis razón, Señor - me disculpo con sinceridad - espero no haber dicho nada demasiado inadecuado. A veces me pasa, se me ocurre algo y lo suelto, así, sin pensar. Trataré de evitarlo en el futuro, Señor - termino, sonrojado hasta las orejas al notar algunas sonrisas alrededor.

Sellesh enarcó una ceja. Era obvio que esas cosas debían quedar en las interioridades de los oficiales, sobre todo cuando había superiores presentes. Al menos esas eran las costumbres lunares. Stred no se había dado cuenta, pero había ocasionado un problema al capitán.

Sellesh pensó en una forma de arreglar el desaguisado, pero realmente no es que se le ocurriera gran cosa.

- Y sobre esos asuntos que aquí se tratan - dijo Sellesh decidiendo finalmente que reconvenir a Glanor por su conducta o entrar en la conversación sólo iba a dar una absurda sensación de una desunión que no existía- me gustaría, si el señor conde lo tiene a bien, que nos informase sobre la situación general en la zona, más allá de lo que ocurre en el norte o de lo que ocurre en las islas de Nolsania. Se han escuchado informes de desórdenes por todo el imperio, y me gustaría conocer si se ha atrapado a algún sedicioso que pudiera darnos una idea sobre si es sólo azar, o hay algún tipo de relación entre tantos problemas. Y si es posible que nos indique cómo considera que se encuentra de preparada la milicia de la ciudad. Y permítame felicitarle, señor, por tal idea. Verdaderamente es bueno disponer de hombres preparados para la guerra en este tiempo interesante y problemático

Tras mi desafortunada intervención anterior, permanezco en silencio escuchando hablar a mis superiores de asuntos que, como denota mi expresión algo estúpida, están muy por encima de mi comprensión.

Pronto pierdo todo interés por las cuestiones que se tratan, pese a mis esfuerzos, y comienzo a aburrirme. Mi vista pasa de uno a otro tapiz de la gran sala, observo con curiosidad los adornos de las vestiduras del Conde Saxfa y trato de recordar con repentino nerviosismo cuál de los cubiertos debe ser usado en primer lugar. Tras un momento de pánico, decido esperar para ver el que toma Magner, que es la persona que tengo enfrente...

Tras la intervención del imponente oficial, con su pregunta un tanto fuera de lugar. Para quitarle hierro al asunto y no hacer sentirse violentos a los lunares de Selón, el Conde de Saxfa anima la conducta de Stred.

Sin duda, valores muy nobles, los de mantener disciplina y buen trato. Sólo los lunares, son capaces de tales proezas.

Tras toser al acabar con sus precaria intervención, contestó a la pregunta de Sellesh.

Estimado oficial. Ese es un tema que también me está preocupando sobre manera. Tanto que he estado preparando un informe, que aún tengo incompleto y que pensaba enviar a su majestad en breve.

El Conde dio tres palmadas al aire. De inmediato todos los criados y personal no militar se ausentó de la sala. Dejándo solos a los oficiales, el conde y el emperador.

En verdad estamos algo inquietos y confundidos. Como saben en Saxfa llegan barcos de todo el mar de Sellecktesh. Con noticias de todo tipo e incluso a veces con las propias noticias o problemas, que la milicia local suele resolver de manera brillante.

El conde parece tratar de recordar.

Hace varios días, o semanas, ya no recuerdo con seguridad, pero viene bien reflejado en el informe. Un barco de la armada imperial asistió a un velero de mediana eslora con vía de agua, en las costas de Saxfa. Lo tripulaban unos extraños hombres vestidos de negro, extranjeros, pues no les entendían una palabra y ellos no parecían entender la nuestra, del sur creen algunos. Después de reparar la vía de agua, el problema surgió cuando al registrar el barco. Los soldados encontraron lanzas kadvuries, con sus emblemas y plumas rituales. Algunos soldados han servido en el norte, defendiendo la ciudad santa y las han visto antes.

El conde buscó complicidad de recuerdo con uno de sus oficiales.

Kwor, ¿Eran unas 100? - El oficial sin abrir la boca asintió. - Eso es. Los extranjeros explicaron con los métodos que podían, que las habían comprado a alguien. Suponemos que a esos malditos salvajes. Finalmente se les dejó partir, pero un barco de la milicia les seiguió durante tres días. Se dirigían al sur, mas allá de Ölarendina. No hemos visto más con esa bandera ni gentes parecidas. Pero me dejó preocupado.

Mirando a Talgor prosiguió.

Al pasar todo este tiempo sin noticias de problemas, excepto los típicos de Herlet y las escaramuzas de Grûm y algunos secesionistas del este. Pensé que no era nada, hasta lo de Nolsania. El mundo se mueve muy rápido. Creí que deberíasis saberlo. - Concluyó el conde, bebiendo de su copa de vino, para aplacar la sed. - Salud.

Sellesh ha estado comiendo despreocupadamente, sin pretender seguir unos modales civilizados que nunca ha terminado de asumir. Sin embargo al escuchar la historia sobre los kadvuries abre los ojos enormemente y una mirada de enorme preocupación aparece.

- ¿Lanzas?, ¿lanzas kadvuries? - guarda silencio unos instantes antes de continuar- Eso lo cambia todo. Todo por completo. Mi señor - dice dirigiéndose al emperador y al capitán Magner- Esa historia que contaron los extranjeros es imposible. Los kadvuries no cederían ni venderían nunca sus lanzas rituales. Son parte de su alma. Eso solo puede significar que obtuvieron las lanzas matando a quienes las llevaran. Lo que da un vuelco a la situación en el norte. Tal vez esos extranjeros sean miembros de un imperio hostil que esté atacando a los kadvuries, expulsándolos de sus territorios de modo que estos hayan ido hacia el sur, enfrentándose a nosotros. Sería necesario, entiendo, atrapar a ese barco y lograr información de esa gente. Vuestra hermana y nuestras tropas pueden encontrarse con una situación totalmente distinta de la esperada

Acompañando mis palabras con un gesto de la mano me dirijo a los presentes en un tono que aparenta tranquilidad.

-Calma Sellesh, no saquemos conclusiones precipitadas de esto- Tomo un trago de vino para aclarar mi voz y prosigo -Además, mi hermana sabe cuidar de si misma, y de las tropas que tiene bajo su mando. Si bien puede ser que los problemas que tenemos con los kadvuries se deban a que estos estén siendo acosados y expulsados de su territorio por otro enemigo, también puede deberse a una alianza con otros pueblos. Si es como vos decís, ¿por qué el velero viajaba hacia el sur con las lanzas?- Dejo la pregunta en el aire unos momentos para que sea bien asimilada por todos -¿No podrían estar armando los kadvuries a otros pueblos? ¿No podrían estar buscando el hacernos combatir en varios frentes para debilitarnos? El velero ya se encuentra fuera de nuestro alcance, pues estos hechos pasaron hace semanas; por lo que no podremos obtener más información sobre él.

Miro a todos, que parecen esperar una decisión por mi parte; pero los hechos que nos conciernen necesitan ser estudiados con calma y desde todas las perspectivas posibles

-Lo que sí parece claro es que todas las revueltas en el Imperio y nuestros aliados están relacionados. Desde los tiempos de expansión del Imperio no habíamos sufrido tantos actos de violencia simultáneamente. En estos tiempos necesitamos a nuestros amigos más que nunca, si queremos perdurar. Veo necesario enviarle un emisario al rey Drerick ofreciendo nuestra ayuda y colaboración si la necesita para resolver los problemas que le hayan surgido en Nolsania.

Sellesh niega con la cabeza y, con la insistencia de quien es un guerrero nacido en otra cultura, insiste a pesar de las palabras de su emperador

- Mi señor, como sabeis fui capturado por los kadvuries. Por eso se que tal posibilidad es imposible. Para ellos su lanza es parte de su alma. Nunca la darían a otro. Nunca la prestarían. Ni siquiera en medio de la batalla y heridos la abandonarían. Os lo aseguro, mi señor: esas personas solo pudieron tomar esas armas quitándolas de las manos muertas de sus dueños. Y no es que me moleste que alguien mate a nuestros enemigos. Lo que me preocupa es que nos mientan sobre eso

Seguro que esos kadvuries han fabricado imitaciones de sus propias lanzas para venderlas como recuerdo y obtener así unos ingresos extra - pienso totalmente convencido - aunque será mejor que me calle, ya he metido bastante la pata...

Es extraño, noto al Emperador algo cambiado, más..., no sé, locuaz, que curioso...

La vehemencia en las afirmaciones de Sellesh despejan mis dudas sobre la posesión de las lanzas por parte de los marinos del barco de bandera desconocida. Sin embargo todavía no encuentro un motivo razonable que impulse a unos guerreros del Sur a atacar el territorio kadvuri.

-Probablemente tenga razón Sellesh, y los kadvuries se estén viendo acosados por esos extranjeros. Hay que actuar con cautela, pues si han sido capaces de viajar numerosas jornadas hasta territorio kadvuri, más aún pueden atacar el Imperio, más cercano y con el ejército disperso rechazando a los kadvuries. Mientras no conozca exactamente la situación no enviaré refuerzos a la frontera norte. Necesito que alguien llegue hasta mi hermana, observe la situación y me haga llegar sus exigencias. También necesito saber si Kaa ha contactado con el rey Drerick.

Tras las exigencias miro alrededor, esperando tanto voluntarios como nuevas ideas.