Partida Rol por web

Norrington Falls

Comisaria de Norrington Falls

Cargando editor
Cargando editor
02/11/2010, 22:29
Director

Norrington Falls, 02/11/2010, 12:00 PM

Desde arriba, bien arriba, había llegado el día anterior una llamada a la comisaría de Norrington Falls. Al parecer, seis niñatos se habían perdido en las montañas. No es algo del todo raro en esas montañas, cada cinco o seis años desaparece algún despistado que menosprecia sus acantilados, su fauna protegida y territorial, o sobreestima su resistencia física, y no siempre se les encuentra.
Bastante más a menudo (uno o dos al año) los que se "pierden" se trata de que se han quedado sin batería en el móvil, han tenido algún percance menor o han decidido alargar su estancia.

Por lo visto llegará una agente del FBI en el día de hoy con más información sobre el caso. Como se trata de una misión de búsqueda, se encargará el servicio de guardias forestales, y como agente de la ley, la agente del FBI será más que suficiente. Su nombre es Alexandra Wright, y el comisario os ha pedido que estéis desde la mañana para recibirla y empezar la búsqueda cuento antes, por si aún hay algo que hacer.

Tampoco es extraño que móviles y GPS no funcionen como es debido, pero seis jóvenes y cuatro días sin saber nada de ellos puede significar o una gran juerga o una idiotez colectiva que se les haya ido de madre.

Scott Carson, el encargado de los perros (Y el que tiene que venir con el jeep) aún no ha llegado a la comisaría, pero en la oficina, escuchando rancheras, se encuentran el resto del equipo y algunos de los policías. El coche patrulla y las dos motos están fuera.

Son las doce del mediodía y la señorita de Los Ángeles también se hace esperar.

Notas de juego

Agentes de turno en la comisaría: (Click para ir a descripción)
 Agente Philipp Morris

 Agente Kerrick Alumbaugh

 Agente Louis Thruman

 Sheriff John Compton

Cargando editor
02/11/2010, 22:29
Director

Norrington Falls, 02/11/2010, 12:00 PM

Se suponía que debías de estar en el pueblucho sobre las once, pero el GPS hace rato que se volvió loco entre tantas montañas, y aunque intentaste avisar a los policías de que llegarías tarde, tampoco había cobertura, así que despés de dar media vuelta en mitad de la carretera encontraste la vía que llevaba a Norrington Falls, después de preguntar a un transportista en furgoneta que amablemente te acompañó.
Por suerte, los campechanos del sur suelen ser bastante amables para estas cosas. El pueblo es pequeño y hay algunos ranchos ruinosos a medida que te acercas al centro.

El transportista mismo te acompañó a la puerta de la comisaría y luego siguió con su ronda. Un par de motos y un coche aparcado (Posiblemente el 90% de la flota policial del pueblo) esperaban en la puerta. Una de las motos con las llaves puestas.

Notas de juego

Datos del caso:

Última fecha vistos con vida: Viernes 29 Octubre 2010, 20:25
Sujetos desaparecidos: Anthony Richter, Daniel Partal, Kasper Henrikson, Sibrian Leslie, Katrinne Bonne, Stefanie Halberg, se adjuntan fotografías más recientes y ficha: (Puedes pasárselas a los demás PJ)

Antecedentes:
En Halloween del 2009 los desaparecidos, junto con Samantha Ritcher, esposa de Anthony, y Jeremy Denise fueron a Norrington Falls, a un antiguo hotel de montaña propiedad de la familia (Nota1). Durante aquella excursión, Samantha murió al caer por uno de los acantilados en algún punto que no se pudo determinar, y su cuerpo no fue encontrado.
Anthony, Daniel, Katrinne, Stefanie y Jeremy estuvieron en tratamiento psiquiátrico durante tres meses.
Según los desaparecidos, iban a ir a dejar unas cuantas flores en el lugar y hacer alguna de las excursiones programadas por su abuelo (Nota2).
Anthony posee un rifle Remington 700 del .338 que se llevó a la excursión, comprado en 2005.
Katrinne posee permiso de armas desde Agosto 2010, pero no ha comprado más que una Desert Eagle .357, que según sus padres está localizada en la casa de verano.

Nota1: Debido a un vacío legal, el hotel no ha sido aún demolido pese a estar dentro del parque nacional sin permisos.
Nota2: En 1969 el abuelo de Anthony, Ole Richter, abrió el hotel de montaña "El lugar más perdido de América", ofreciendo una amplísima gama de excursiones por las montañas. Con el hotel ya en declive, desapareció junto a su esposa en 1972 y desde entonces debido a un vacío legal y burocrático, el lugar pertenece a la familia pero no puede ser utilizado, por lo que en teoría estar allí es ilegal.

Cargando editor
03/11/2010, 01:19
Jefe Patterson

Estaba sentado frente a la mesa del sheriff, examinando los mapas. Intentando comprender, la ruta de aquellos chavales, y donde se les había visto por última vez. Luego, de haberse perdido, imaginaba que habrían seguido la ruta más lógica y descansada, la que hiciera una pendiente hacia abajo. Aunque quizá alguno habría subido a una loma, o un árbol, intentando ver el terreno. Era dificil predecir el comportamiento de la gente, y más cuando estaba asustada y desorientada, y más tratándose de chavales que estaban de fiesta y que se creían que podían con cualquier desafío. ¿O quizá estaban asustados y perdidos, conscientes ahora de su propia fragilidad en el bosque? Solo esperaba que no fuera uno de esos rescates que terminaban en fiasco, encontrándose con los chavales borrachos en el campamento. Daba mejor fama una cosa que la otra. Pero indudablemente lo primero era que los chavales estuvieran bien.

La canción que sonaba hacía referencia a las chicas sureñas, pueblerinas y sencillas, pero no por ello menos atractivas. Eso le hizo mirar de reojo a sus acompañantes, las chicas que trabajaban con él. Una era más novata, y la otra llevaba años en el oficio. Había leído lo del incendio, donde murió uno de sus compañeros. El parte médico que leyó decía que la habían ingresado, abortando a causa de un traumatismo. Debió ser algo duro, y eso era innegable.

Se quitó las gafas, mirándolas un momento. Carson estaba por llegar, y también la agente del FBI. Procuró no pensar demasiado en las palabras "discriminación positiva". Pero en realidad, en vista de la obesidad circundante y arquetípica en la oficina del sheriff, casi era preferible contar con chicas esbeltas y deportistas, que tener que arrastrar a gordos comedores de donuts a través del bosque. Bueno, lo del donut no era un decir, por que Morris se estaba comiendo uno. Él mismo se sintió molesto al tener barriga, que no iba bien en ese tipo de circunstancias. Se hacía viejo para aquellas búsquedas campestres, y la administración del Servicio Forestal no estaba muy por la labor de darle una buena jubilación, por la maldita crisis económica. Las "mortgage backed securities" aquellas, y el señor Madoff robando camiones de dinero (figuradamente) en Wall Street.

-Será mejor que os sentéis por ahí -les dijo- Quizá tardemos un poco en poder salir.

Miró al sheriff. Le conocía desde pequeño, y habían ido a la misma escuela. Compton. De pequeño era el que mejor lanzaba la pelota cuando jugaban a baseball, y el que nunca supo muy bien que hacer con su vida. Un poco como él, de joven, y como tantos otros que se marcharon. Aunque ellos tuvieron el acierto de saber a que trabajo debían aspirar para vivir tranquilos y en la tierra que les vió nacer. Aunque, en su caso, lo de "tranquilo" era un decir. Como sheriff, había tenido que lidiar con lo peorcito de la comarca, y ver cosas que nadie le apetece contemplar, como los vecinos que se habían suicidado por la falta de sentido en sus vidas.

-Entonces, John ¿Se sabe que ruta tenían prevista los chavales, o no se lo contaron a nadie del pueblo?

Cargando editor
03/11/2010, 01:42
Sheriff J. Compton

John resopló un poco, sentándose bien en la silla.
Son la misma pandilla del año pasado. ¿Os acordáis de aquella chavala que se cayó de un precipicio? (*) Pues la misma maldita pandilla ha vuelto a darse una vuelta... A saber si a pasar otro Halloween 'divertido' o a buscar a la chica, o a... ver si se mata otro Gruñó.

Que los listillos de ciudad se cuelen y piensen que esto es el monte de al lado de sus ciudades es una cosa, pero que encima de salir jodidos repitan es de retrasados, en serio.

 Louis suspiró. He preguntado a Mary la del supermercado, dice que llevaban bastante comida en conserva, quizá para algunos días.

 ¿El año pasado no estaban siguiendo las rutas del abuelo Richter? A lo mejor han venido a acabarlas, por aquello de que "a ella le hubiera gustado" o algo de eso...

Philipp, con parte del donut en la boca y parte en la mano, asintió

Notas de juego

(*) En Halloween 2009 un grupo de 8 chicos fueron al Hotel de Montaña "El lugar más perdido de América" y se perdieron, Samantha, una de ellas, cayó al vacío en un sitio que por la descripción no pudisteis identificar, y no se descubrió el cuerpo. Por lo visto la chica era la reciente esposa del nieto del tipo que fundó el hotel, que lleva abandonado 38 años.

Cargando editor
03/11/2010, 02:13
Jefe Patterson

Reflexionó sobre aquello mientras guardaba las gafas de ver de cerca en su estuche. Tocó un momento el sombrero que había puesto en la mesa, como incómodo por aquellas reflexiones. Carecía de sentido el comportamiento de aquellos chavales.

-Es curioso. Si no me equivoco, fue la chica del nieto del antiguo dueño del hotel la que se despeñó por allí, y la que no encontramos. Aquellos chavales iban a hacer una ruta, y tampoco se les veía demasiado cabeza-loca, a pesar de todo. Simplemente no eran profesionales de la montaña, y se pusieron a practicar una ruta para expertos. Pero esto ahora tiene menos sentido. No creo que hayan venido a repetir la ruta, sería demasiado estúpido. La desaparición de la chica dejó afectados a algunos, y sobretodo al novio. Él es quien conoce más esto, y el artífice de que vinieran el año pasado. Así que no es descabellado eso que habéis dicho, que hayan vuelto para intentar encontrarla, por que consideren que los profesionales en el tema no llegaron hasta el fondo.

Jugueteó con un boli de la mesa, pensativo.

-Pero, la cuestión es. ¿Por que esperar un año para hacerlo? Si el nieto quería volver a buscar, le bastaba con contratar a algún rastreador profesional y venir él solo meses después. ¿El dolor? ¿Alguna especie de sentimiento conmemorativo? Que vengan todos de nuevo al mismo sitio, en la misma fecha, es preocupante. Muchos de esos chavales no querían volver. ¿Quien les convenció? ¿O se sentían obligados moralmente a venir?

Sonrió. Estaba haciendo muchas preguntas que nadie de allí le podía responder. Solía pasarle. Miró al sheriff de nuevo, y le hizo una que si podía contestar.

-¿Sabéis si habían pernoctado otra vez en el viejo hotel? Parece un buen sitio para comenzar a buscar.

Cargando editor
03/11/2010, 10:23
Diane Simms

Diane, como solía, guardó silencio hasta que el jefe Patterson hubo hablado. Estaba allí para aprender a desenvolverse, para aprender a hablar cuando tenía algo útil que decir. Y eso conllevaba callarse cuando no sabía nada de nada.

Como un perro a la espera de una órden, la mujer se cruzó de brazos y miró a sus compañeros. No conocía el oficio tan bien como otros, pero estaba segura de que encontraría su sitio en poco tiempo. Al menos, esperaba que en menos de lo que tardara en pedir la baja por maternidad.

Cargando editor
03/11/2010, 10:59
Arlene Dawson

Arlene como siempre estaba con las manos ocupadas. Se encontraba en una mesa apartada, con sus herramientas dispuestas delante de ella, y un transmisor completamente destripado. Como siempre que estaba centrada en algo, su ceño se hallaba fruncido y para quién no la había visto antes, podía encontrar incluso cómico, la mueca que hacía con los labios mientras toqueteaba los cables. Hizo varias pruebas negando con la cabeza, se había propuesto hacer funcionar aquel trasto, pero quizás debería hacer caso y jubilarlo. Mierda, este cable ¿dónde narices iba? Una vez había terminado de colocar las piezas se percató de que un cable había quedado suelto. Así que nuevamente volvió a destriparlo y suspirando se centró.

Pero, aunque no lo pareciera, la joven prestaba atención a lo que estaban hablando a escasos metros de ella. Habían recibido la noticia de la desaparición de aquel grupo de chicos. Recordaba perfectamente el año anterior. Hacía poco que ella había vuelto a trabajar y una de las primeras operaciones que hizo con el grupo fue exactamente esa. Cogió el destornillador pequeño de estrella y empezó a colocar los tornillitos. Una sonrisa se dibujó en sus labios, ante el convencimiento de que había conseguido arreglar aquel trasto viejo.

Hizo un par de pruebas, bueno, no era lo mejor del mundo, pero su apaño hacía. Así que satisfecha lo dejó a un lado y levantó la mirada al escuchar la retahíla de preguntas del jefe Patterson.

- Sería bastante macabro que hubiesen dormido en el mismo sitio... ¿No os parece? - Respondió la joven a la última pregunta realizada. El resto directamente las ignoró, ella tan sólo disponía de la información que él mismo le había transmitido, poco podía ayudar...

Cargando editor
03/11/2010, 11:36
Agente P. Morris


Oh, hay muchachos lo bastante... ¿Cómo se llaman? Eh Louis, ¿Cómo se llaman esos que van con el pelo así
Hizo un gesto tapándose media cara y todo el día de negro?

 Carraspeó ¿Góticos?

 Eso, sí, góticos y siniestrillos, que les atrae el rollo de la muerte y todo eso... A lo mejor como se mató en Halloween han venido a hacer una Ouija o algo. E hizo un gesto con la mano en la mesa, estirando el brazo.

 Por Dios Phil! Deja de dar mal fario anda!

 Oooye todo son ideas! Levantó las manos y 'remató' el Donut

 Hombre, mucha pinta de góticos no tienen, qué quieres que te diga. Más bien universitarios y niños de bien.

 Me da igual por lo que fueran. Louis, ¿Dijeron a Mary si iban al hotel?

 No señor. Respondió rascándose la nariz De todos modos si pretenden volver a hacer excursiones peligrosas, el hotel sigue siendo el lugar más cercano para tomar como "base"

 El sheriff refunfuñó algo en plan cascarrabias, acercándose a la neverita a coger una cerveza.

Cargando editor
03/11/2010, 12:58
Arlene Dawson

La conversación entre los agentes provocó en Arlene una sonrisa. No pudo evitar imaginarse un grupo de siniestros durmiendo en el hotel e intentando comunicarse con los muertos. Tras esa imagen un escalofrío recorrió su espalda y esa sonrisa que había iluminado sus ojos azules, se borró dando paso a una mueca.

Arlene parecía haber superado la muerte de Jake. Aunque intentaba no pensar mucho en él, no podía evitar que ciertas cosas le trajeran su recuerdo, como si de una brisa de aire se tratara. Con un suspiro se levantó del asiento y se dirigió a la máquina de café. Le sentaría bien ese líquido caliente y amargo.

- ¿Alguien quiere un café? - Preguntó mientras se servía el suyo. Se había acostumbrado a tomárselo sin azúcar, convencida de que lo que la mantenía despierta no era la cafeína, si no, más bien, el regusto amargo que le quedaba durante horas en el paladar.

Cargando editor
03/11/2010, 16:19
Alexandra Wright
Sólo para el director

 

Si hay algo más maravilloso que estar perdida en medio de un atasco en el maldito centro de Los Ángeles es estar perdida en una maldita montaña en medio de ninguna parte...

Alexandra suspiró poniendo los ojos en blanco mientras echaba el freno de mano y apagaba el motor del coche, guardando las llaves. Se había parado a intentar contactar con la policía local unas cuantas veces en cuanto su GPS había decidido enloquecer pero la cobertura en aquel sitio parecía ser pésima así que no le había quedado más remedio que esperar a interceptar a algún lugareño local para que la orientase, durante ese pequeño lapso de tiempo había estado echándole un vistazo por encima a los datos del caso en el Blackberry.

El llegar a aquél sitio había sido toda una odisea y lo hacía más de una hora tarde, como algo de oficio, tenía la certeza de que la forma de empezar de las cosas se mantenía a lo largo del caso así que si este había empezado así, no le quedaba otra que armarse de paciencia.

"Me pregunto por qué no habrán adjuntado los datos del caso Samantha a la investigación... tendré que buscar luego en el archivo"

Giró el teléfono en la mano como si fuese una pistola y lo guardó en el bolsillo trasero del pantalón, luego se encaminó hacia la entrada de la comisaría, tenía la costumbre (también de oficio) de ir echándole miradas a todo así que sobre la marcha enarcó una ceja al ver que alguien se había dejado las llaves puestas de la moto.

"Interesante"

Las sacó con un dedo, girándolas en él un par de veces y luego cerró la mano, acto seguido cogió el pomo de la puerta de la comisaría y se dispuso a entrar.

Cargando editor
03/11/2010, 16:58
Director

El motor de un potente coche negro se detuvo delante de la comisaría, y una chica salió, parándose un momento delante de una de las motos de policía aparcadas enfrente. Al entrar, el tintineo de la campanilla fue el primero en saludarla, junto con el cambio de canción en la radio local.
La agente, porque por sus modos y las horas debía de ser la agente, llevaba tejanos y chaqueta de cuero.
Dentro de la oficina, despejada de paredes y cubículos salvo el despacho acristalado del Sheriff (Que estaba abierto en ese momento) habían siete personas, cinco fuera (dos de ellas chicas, una sacándose un café) y otro par en el despacho, los dos más mayores, el sheriff con una lata de cerveza en la mano que dejó enseguida tras un retrato, con un intento de disimulo.

 Huy, jeje, ahí viene Scully Murmuró Phil para sus compañeros

Cargando editor
03/11/2010, 18:18
Director

Notas de juego

Agentes de turno en la comisaría: (Click para ir a descripción)
 Agente Philipp Morris

 Agente Kerrick Alumbaugh

 Agente Louis Thruman

 Sheriff John Compton

Cargando editor
05/11/2010, 12:33
Alexandra Wright

 

La chica que acababa de entrar se quedó parada en la puerta cogiendo el pomo conforme había abierto con gesto sereno, no iba trajeada ni llevaba la larga melena cobriza recogida con ningún arreglo, su otra mano permanecía metida en el bolsillo de la cazadora y sus ojos ambarinos barrieron la sala y a los presentes como si se estuviese quedando con algún detalle específico de cada persona o de cada cosa. Debía ser un hábito de oficio: atención absoluta a todo y a todos.

Terminó mirando de soslayo al agente que acababa de hablar, al parecer algo había escuchado puesto que en su cara se dibujo una media sonrisa sesgada, tampoco parecía haberle molestado.

No exactamente—respondió—me temo que el único suceso paranormal con el que me he encontrado hasta ahora ha sido el motivo por el que mi GPS decidió volverse loco antes de llegar aquí, caballero.

Finalmente dio el primer paso hacia dentro de la habitación y cruzó dejando que la puerta cerrase suavemente detrás suyo, ya había localizado al sheriff porque caminó directa hacia él aunque tampoco era muy difícil deducir quién era. Cuando llegó le ofreció la mano aunque estaba mirando de reojo el retrato tras el cual estaba la cerveza. No obstante en su rostro no se dibujó ningún gesto ni severo ni burlón, simplemente estuvo así unos segundos y luego enarcó ligeramente las cejas, después volvió a mirar a Compton con naturalidad.

Ambos sabían que lo había visto pero al parecer no estaba por la labor ni de darlo a entender ni de hacer comentarios en voz alta.

Alexandra Wright, FBI—se presentó, luego observó a los presentes en general—disculpen el retraso.

Una vez le hubo estrechado la mano del hombre, la metió en el otro bolsillo de la cazadora y esbozó una sonrisa de medio lado mirándolo, sonrisa que adquirió un tinte algo pícaro cuando añadió una frase tan simple como rara a simple vista.

Es una suerte que no haya muchos ladrones por aquí.

Cargando editor
05/11/2010, 12:52
Diane Simms

Diane aceptó el café que ofrecía la otra mujer y se lo sirvió con leche y dos de azúcar. Generalmente prestaba más atención a la cantidad de cosas dulces que tomaba a lo largo del día, pero dado que ya estaba preñada, un par de gramos más o un par de gramos menos no es que fuesen a marcar la diferencia.

Le daba vueltas a la cabeza con el tema de los góticos. Cuánto mal habían hecho las películas de Tim Burton, y qué de gilipollas se creían las estupideces acerca del espiritismo y cosas de esas. Diane nunca se lo había tragado. Creía en Jesucristo y en su resurrección, en la presunción de que todos iríamos al cielo si éramos buenos y al infierno si éramos malos, pero no se tragaba que las almas bajasen o subiesen sólo por molestar o por dar unos cuantos sustos. Cuando ella muriese no pensaba hacer nada de eso.

No obstante, los niñatos sí que lo habían creido y le daban así la oportunidad de aprender los métodos de trabajo de los guardabosques. Mejor para ella.

La llegada de la agente la sorprendió gratamente. Tenía ese aire estirado de los federales (o al menos, los que salían en las películas), pero aún así parecía segura y competente, lo que no podía decirse de todos en la comisaría. Le sonrió y esperó a que le llegara el turno de presentarse. No es que fuese a importarle mucho el nombre de una novata, suponía Diane, pero algo le decía que Wright iba a enseñarle muchas cosas.

Cargando editor
05/11/2010, 14:28
Arlene Dawson

Tras haberle servido el café a Diane, Arlene había vuelto a su mesa y se hallaba casi recostada. La silla en precario equilibrio se apoyaba en la pared, y sus pies, calzados con unas camperas, se encontraban sobre la mesa. Mientras, la joven bebía su café amargo, servido en una taza que le habían regalado hacía tiempo ya.

No le dio tiempo a reaccionar, cuando entró "Scully" la joven todavía se encontraba en aquella postura, cómoda para ella pero normalmente no muy bien vista. Se incorporó con un fuerte ruido de su silla, el café casi salió despedido, pero un rápido control consiguió evitar la catástrofe y que su camisa no acabara con alguna que otra medalla. Bajó las piernas de encima de la mesa y colocó la taza, tras eso se levantó del asiento. Sonrió a la agente del FBI y acercándose a ella alargó su mano para saludarla formalmente.

- Encantada Alexandra, mi nombre es Arlene Dawson... Y normalmente aquí hago de todo. - Se presentó la joven morena, mirando con sinceridad a la agente...

Cargando editor
05/11/2010, 14:56
Jefe Patterson

Vió llegar a la agente del FBI, y dejó que ella fuera la que se presentara. Se acercó a John, tendiéndole la mano, pero dando a entender que le había pillado bebiendo en acto de servicio, aunque no dijera nada. Chica lista, sin duda, y al parecer bastante directa. Como estaba cerca de él, pero dándole el costado al encarar al sheriff para darle la mano, se apartó un poco, echándose en el respaldo de la silla.

-Posiblemente ese fenómeno paranormal tenga que ver con la presencia de vetas de mineral en el subsuelo de la zona. Norrington Falls fue un importante centro minero, agente.

Luego le ofreció la mano él, ya que a fin de cuentas, debían colaborar en aquella investigación.

-Samuel Patterson, jefe del servicio forestal. Estos son parte de mis "hombres", aunque falta uno por llegar. Nosotros seremos sus guías y rastreadores en esta particular "excursión". Dígame, ¿Ha traído un chaquetón, aparte de esa elegante chaqueta de cuero?

Cargando editor
05/11/2010, 20:23
Sheriff J. Compton

Philipp volvió a su bandejita de donuts al oír la réplica de la agente.

El sheriff, cogió aire tosiendo una vez y le dio la mano.
Sheriff Compton. Encantado, agente... y no, algunos mocosos gamberros más que ladrones, ¿Porqué lo dice?
Dijo refiriéndose al comentario de que no habian muchos ladrones Estos son los agentes Thruman, Morris y Alumbaugh, Dijo haciendo un gesto hacia ellos. El resto son de la guarda del parque. Le ofreció asiento.
Pero siéntese, siéntese y pónganos al dia... sabemos poco más que fueron los chavales del año pasado, y lo que recordamos de entonces.

Se sentó algo pesadamente en su lado de la mesa.

 

Cargando editor
05/11/2010, 21:11
Diane Simms

Observó los malabarismos de Dawson y sonrió con algo de ironía. Ella misma dio un último sorbo al café antes de dejarlo sobre un escritorio y acercarse a la federal para tenderle la mano y presentarse.

-Soy Diane Simms.

Y ahora los jefes y ella hablaría, y ella esperaría. Como siempre.

Cargando editor
06/11/2010, 14:55
Alexandra Wright

 

La respuesta de Alexandra a la pregunta del sheriff fue sacar la mano que hasta ahora había mantenido metida en el bolsillo,

Porque alguien se ha dejado las llaves puestas en una de las motos de la policía.

Acompañó el gesto sin borrar la sonrisa pícara y enarcando las dos cejas como quitándole importancia al asunto. Antes de que Compton pudiera decir nada le puso la llave que le estaba mostrando en la palma de la mano y acto seguido le dio una palmada en el brazo.

Un placer—dijo dirigiéndose entonces a las recién presentadas. Luego tomó el asiento que le ofrecían sin darle más trascendencia al asunto.

Cuando el guarda forestal habló, Alexandra simplemente cruzó una pierna sobre la otra y acodó los brazos hacia atrás en el respaldo de la silla, no parecía muy amiga de ir dándose aires como los típicos ejecutivos que iban con su maletín de piel y su impecable smoking a todos lados.

Sí, estoy al tanto, señor Patterson—asintió sin acritud alguna en la voz a las palabras del guarda forestal, ciertamente daba a entender que su comentario sobre el GPS había sido una especie de chascarillo con respecto al comentario sobre "La agente Skully"—Todos los fenómenos "paranormales" tienen explicación.

Metió una mano en el bolsillo interior de la cazadora mientras con el pulgar de la otra señalaba hacia la puerta.

Y sí, tengo un chaquetón en el coche "al final resultará que el que esos patanes de la oficina no arreglen la maldita calefacción en invierno servirá de algo" y en cuanto al caso...

Sacó lo que a simple vista era una cartulina que en un segunda ojeada se pudo identificar como seis fotos unidas por un clip.

Detrás de cada fotografía hay una peqeuña ficha. Según mis datos, estos son los sujetos desaparecidos: Anthony Richter, Daniel Partal, Kasper Henrikson, Sibrian Leslie, Katrinne Bonne y Stefanie Halberg. La última vez que se les vio con vida fue el viernes 29 de Octubre de este año, a las 20:25.

Las dejó sobre la mesa para que todos pudiesen verlas y luego se cruzó de brazos, continuando con la explicación mientras.

En Halloween del 2009 los desaparecidos, junto con Samantha Richter, esposa de Anthony Richter, y el señor Jeremy Denise vinieron a Norrington Falls, a un antiguo hotel de montaña propiedad de la familia llamado "El lugar más perdido de América". Durante aquella excursión, Samantha murió al caer por uno de los acantilados en algún punto que no se pudo determinar, y su cuerpo no fue encontrado. Su marido, Daniel, Katrinne, Stefanie y Jeremy estuvieron en tratamiento psiquiátrico durante tres mesesdescruzó un brazo, gesticuló un poco haciendo dos círculos lentos en el aire con la mano—Si tiene a mano los archivos de la investigación, sr. Compton, me gustaría echarles un vistazo más tarde.

Volvió a cruzar el brazo.

Según tengo entendido, el hotel que he mencionado fue abierto en 1969 por el abuelo de Anthony, Ole Richter, y ofrecía una amplísima gama de excursiones por las montañas. Pero un buen día el señor Richter desapareció junto a su esposa en 1972 con el local ya en declive... y desde entonces debido a un vacío legal y burocrático, el lugar no ha sido demolido y sigue perteneciendo a la familia pero no puede ser utilizado porque en teoría estar dentro de un parque nacional sin permisos es ilegal. 

Suspiró mirando al techo como si lo que acabase de decir estaba totalmente memorizado de carrerilla y algo daba a entender que por increíble que pareciese, era así.

El caso es que según los desaparecidos, iban a ir a dejar unas cuantas flores en el lugar y hacer la ruta de alguna de las excursiones que en su día estaban programadas por el dueño del hotel, solo que obviamente sin guía, una idea muy poco sensata a mi parecer. Anthony poseía un rifle Remington 700 del .338 que se llevó a la excursión, comprado en 2005. Katrinne poseía permiso de armas desde Agosto de este año, pero únicamente compró una Desert Eagle .357, que según sus padres está localizada en su casa de verano.

Volvió a bajar la vista entonces mirando a los presentes.

Y eso es todo... ¿Pueden corroborar algo o cuentan con algún dato más de interés?