Partida Rol por web

Notas Fúnebres

2.3.2 - Ciudad Subterránea Eric

Cargando editor
31/01/2010, 16:15
Sam Taylor

La muchacha sonreía ante tu respuesta, y esta vez su sonrisa era amplía, mostrando unos perfetos y bien colocados dientes blancos, de esos que te tienes que parar a mirar unos instantes ya que llaman la atención por el hecho de parecer casi perfectos.

- ¿ Cómo hacer lo del cine? - Con tu pregunta la muchacha se echó a reir a carcajadas. - Pues no sé si habrá cambiado mucho desde la última vez que estuve, pero tu pagabas la entrada, o te colabas en el cine claro, y luego te ibas a la sala correspondiente, con tus palomitas y te sentabas en la butaca.. ¿ cuándo ibas tú era de otra forma?

Claramente la muchacha estaba tomando tus palabras al pie de la letra y aprobechaba para meterse un poco contigo, aunque de nuevo se notaba que sólo lo hacía por intentar hacerte rabiar un poco.

- No sé lo que echarán.. vamos al cine " de aventura " como en tus libros, si no nos gusta ninguna siempre podemos hacer otra cosa..

Sam, que al final antes no se había puesto la chaqueta se la pone al ver que ya estabas listo para salir, a pesar de que quedaban horas para eso de ir a cenar, pero no parecía importarla.

- Pasadlo bien!! - Fue la respuesta de tu madre desde la cocina, que no sabías por qué no la extrañaba lo más mínimo que os fuerais juntos.

Abriste la puerta a la muchacha, dejándola pasar a ella primero y tus palabras la hicieron sonrojar levemente, pero como era volver a bromear o quedarse callada te respondió: - No te preocupes, la siguiente puerta te la abro yo para que no tengas envidia. - Y sacó la lengua tras sus palabras para acabar saliendo.

Eran como las tres de la tarde, demasiado pronto para ir al cine o para hacer alguna cosa más así que acabasteis paseando por un centro comercial. Echasteis un vistazo a la cartelera, en la que había un par de películas de ciencia ficción, un par de comedias románticas, un thriller.. prácticamente había para todos los gustos.. y elegisteis una que más o menos os fuera a gustar a los dos para ir antes de cenar. Una cafetería fue el lugar que escogisteis para charlar un rato. El camarero no tardó en venir a vuestra mesa a tomaros nota.

- La otra vez que estuve aquí había unas riquísimas copas de helado.. - Te dijo ella cuando llegó el camarero. - ¿ Te gusta o prefieres el café?

Notas de juego

Es que la master es empática también jajaja xDDDDDDDDD Me alegra mucho leer eso ^^

Cargando editor
31/01/2010, 23:05
Eric Rosen

No puedo evitar sonrojarme levemente cuando Sam se mete conmigo. No me lo tomo a mal, pero comienzo a pensar en formas de devolverle la pelota. Muahaha…

-Bueno, si prefieres abrirme las puertas, allá tú. Aunque últimamente he estado topándome con puertas muy extrañas.- Comento, acordándome de la puerta en las profundidades de la selva Amazónica.

Mientras paseamos por la ciudad subterránea voy observándolo todo con curiosidad. La verdad es que aún no he tenido tiempo para pararme a hacer turismo. Por unos instantes me siento alejado de cualquier preocupación, como si fuera una persona normal en una ciudad de ensueño, donde ningún mal exterior puede arruinar el día.

Cuando llegamos a la cafetería junto las manos sobre la mesa, entrelazando los dedos. No puedo evitar sonreír tontamente al oírla.

-Oh, me “encanta” el helado. ¿Lo tienen de frambuesa? Si no hay me conformo con chocolate… - Digo, dirigiéndome al camarero. Entonces poso mis ojos en los de Sam. -No puedes ni imaginarte lo adicto al helado que soy.- Sigo sonriendo. 

Notas de juego

 En serio, me encanta. Te quiero Master Shylien *-*

Cargando editor
31/01/2010, 23:29
Sam Taylor

Sam nota tu malestar en tus palabras cuando comentas lo de las puertas y aunque no dice nada al respecto, y no quiere preguntar, posa unos segundos su mano en tu hombro, como queriendo darte ánimos. Incluso te sorprendes de que no te pregunte nada al respecto, pero parecía no querer hacerlo, quizás por respeto, quizás porque a ella tampoco le gustaba que le preguntaran las cosas..

Ya en la cafetería, volvió a mostrar una de esas espectaculares sonrisas que habías logrado que mostrara y mirando al camarero hace su pedido.

- Pues entonces que sea un helado de frambuesa, si es que fabrican de eso, y un helado de chocolate.. - El camarero tomó nota y os dejó solos. - Espero que no te importe compartirlos, pero es que soy incapaz de ver a alguien comiendo helado delante mío y no meter la cuchara en su helado.. - Sam se echó a reir ya que aunque fuera una muy mala costumbre era algo superior a sus fuerzas.

Tras confesar su pequeña manía secreta, intentó que la conversación fuera más convencional o que al menos fuera una conversación.

- Tu madre me ha dicho un montón de cosas sobre ti, aunque la mitad son cosas de esas que ha contado en la mesa de cuando eras pequeño.. - Dijo con tono jocoso ya que sabía que eso no te iba a gustar demasiado. - También me ha dicho que estudias medicina.. ¿ qué tal te va?

Cargando editor
01/02/2010, 20:10
Eric Rosen

Vuelvo a sonreír ampliamente. Ahora que lo pienso, estoy seguro de que se ha fijado en mis incisivos, pero debe de estar callándoselo.

-Bueno, no te preocupes. Yo compartía el helado con mi hermano.- Tras mi comentario me río con ella. Es agradable poder hablar de algo normal, en un sitio tan… poco normal.

Cuando menciona lo de mi madre vuelvo a enrojecer levemente. No estoy seguro de qué es lo más embarazoso que ha llegado a explicar de mí, y estoy seguro de que no desearía saberlo. Cuando alude al tema de mis estudios noto como algo se rompe en mi interior.

Hace ya días que no pienso en ello, en todo el trabajo que he hecho y que me queda por hacer. Las largas horas de estudio y las noches en vela. Los primeros días tuve incluso pesadillas. En mi cabeza vuelve a aparecer la imagen que esta noche me ha atormentado.

En eso se basa todo. Mi vida da vueltas al mismo problema, todas mis motivaciones están dirigidas hacia ello.

Tras un tiempo que no logro definir salgo de mi trance. Espero no haberla incomodado con mi reacción, pero es que me siento como asfixiado por todo ese tema.

-Me va muy bien, la verdad. Quizá me falta un poco de práctica con la aguja y el hilo, pero se podría decir que progreso adecuadamente.- Respondo rápidamente, casi como un autómata. –Quiero decir, se me da muy bien. Pero aún me falta.

Cargando editor
01/02/2010, 23:33
Sam Taylor

La joven sorió contigo por lo del helado, la verdad es que parecía estar pasándoselo muy bien contigo, pero cuando tu rostro se pudo serio tras su pregunta, pareció percibirlo, ya que enrojeció y te miró mordiéndose el labio inferior, como si supiera que acababa de meter la pata y no sabría cómo arreglarlo.

- Perdona si te he molestado.. no era mi intención.. - Estiró la mano para ponerla encima de la tuya unos instantes, como para reafirmar sus palabras ya que realmente no esperaba era reacción por preguntarte por tus estudios, más bien sólo trataba de hablar de algo que te agradase. - Si quieres, bueno, puedes coserme y recoserme a mí.. duele un poco pero los puntos se me van a caer solos en seguida. Si así vuelvo a hacer que muestres esa sonrisa.. - Sam se calló al instante y esta vez se puso roja como un tomate por lo que acababa de decir, pero era lo que tenía primero hablar y después pensar lo que se decía.

Se quedó dando golpecitos a la mesa, como sin saber qué hacer o qué decir, esperando que sucediera algo que la hiciera pasar menos vergüenza de la que estaba pasando, cosa que estabas percibiendo, aunque no te hacía falta más que ver su cara.

Cargando editor
03/02/2010, 17:34
Eric Rosen

-Oh, no, no… No te preocupes por ello, por favor. No es culpa tuya.- Me apresuro a decir mientras alzo las manos un poco. –Quiero decir que… que…- Entrecierro un poco los ojos, mirando al suelo. –Bueno, son unos asuntos… complicados. Pero que no tienes que disculparte por nada, ya me lo he buscado yo solo.

Cuando me relajo me recuesto en la silla y arqueo un poco las cejas. –Además, no me apetece coserte nada.- Una nueva sonrisa aflora mi rostro. –Pero gracias por ofrecerte voluntaria. Lo tendré en cuenta cuando esté en prácticas, je je…

En cierto modo me siento culpable de que se haya sentido avergonzado. Trato de pensar en algún tema alternativo del que hablar.

-Bueno, supongo que ya eres toda una entendida en mis “hazañas” de cuando era pequeño. Pero, si no es nada personal que te quieras guardar para ti, cuéntame algo. No sé… ¿Cuál fue la primera novela negra que leíste?

Cargando editor
03/02/2010, 17:39
Director

En aquel preciso momento una ciadrilla de chavales entraba por la puerta. Eran como ocho personas, que venían armando bastante jaleo, de edades entre los veintidos y los treinta años, vamos, que había algunos entre ellos que ya habían dejado de ser unos críos. El acto reflejo de Sam fue bajar la cabeza y taparse la cara, de lo que te diste perfectamente cuenta como si no quisiera que la vieran, cosa que no tardaste mucho tiempo en descubrir que no le sirvió de mucho.

Uno de los chicos, de más o menos vuestra edad señaló a la mesa y pronto estabais con todos ellos mirándoos.

- ¿ Desde cuánto las zorras asesinas salen de casa? - Dijo uno de ellos mientras veías como la miraba con verdadero odio. - Fuiste tú aunque ellos digan que no, fuiste la única maldita puta que sobreviviste a aquella explosión y sé que tuviste algo que ver... Algún día te haré pagar por matar a mi hermana..

Viste como las lágrimas de Sam caían sobre la mesa y antes de que pudieras decir nada, la muchacha salío corriendo de la cafetería, como alma que lleva el diablo.

Cargando editor
03/02/2010, 17:56
Eric Rosen

No puedo hacer más que quedarme atónito mientras todo sucede a mi alrededor. Ese chico señala a Sam y la acusa de algo de lo que estoy seguro que no ha tenido nada que ver. Y entonces ella se va corriendo.

En ese momento algo comienza a arder en mi interior. Como si alguien hubiese entrado en “terreno peligroso”. Mi poder mental, que había estado reteniendo todo este tiempo para no leer la mente de Sam se libera de sus ataduras. Y en ese momento, pese a que está en contra de todos mis principios, siento ganas de hacerle daño a ese tipo. De hacerle daño por lo que le ha dicho a Sam, porque mi madre la aprecia, porque yo la aprecio.

Lentamente me levanto de la silla mientras comienzo a desplegar todo mi potencial.

-Perdona- digo dirigiéndome al chico que se había dirigido a Sam de esa manera que tan poco me había gustado. –pero me temo que ha habido un malentendido… Creo que os confundís de chica con la que meteros, y en ese caso creo que deberías pedirle disculpas por todas esas cosas desagradables que le has dicho.

Pese a que me siento furioso, trato de no demostrarlo en mi tono de voz o en mi gesticulación, canalizándolo todo en mi mente. Mi mirada se clava en la del chico mientras abalanzo toda mi psique contra la suya, tratando de meterme en su mente de la manera menos cuidadosa posible. 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Telepatía
Dificultad: 97-
Resultado: 66 (Exito)

Notas de juego

 Más bien lo que intento, a parte de provocarle dolor de cabeza rudamente, es doblegar su voluntad metiendo mis pensamientos en su cabeza.

Cargando editor
03/02/2010, 18:00
Director

El muchacho se quedó con cara de confundido unos instantes, pero luego su cara se convirtió en la cara de una persona que se sentía culpable, una de esas caras que pones tan sólo cuando te sientes realmente mal por algo que has hecho. Rápidamente salió de la cafetería, pero no tardó en volver, mientras veías como ahora también estaba llorando aquel joven, mientras sus amigos se miraban los unos a los otros hasta que optaron por dejarlo allí e irse a lo suyo..

- Yo.. lo siento.. - decía aquel muchacho. - No, no la he podido encontrar, pero lo siento, lo siento muchísimo.

Habías hecho que el muchacho que sintiera espantósamente mal y se le veía totalmente derrumbado.

- La llamaré luego a casa para pedirla disculpas.. lo, lo prometo. - Dijo más bien para sí mismo que para ti, aunque estaba cerca tuyo.

Tu estado de rabia hizo que te quedaras con parte de la información que te había proporcionado la mente del muchacho, aunque no lo hicieras a posta. Al parecer, unos años atrás, cuando Sam no debía contar con más de doce, hubo una explosión en una escuela, dijeron que por algo relacionado con una instalación muy vieja de gas y una de la clases se vio muy afectada, tanto, que tan sólo hubo dos supervivientes. Sam y una muchacha que aún hoy en día sobrevivía gracias a una máquina que respiaraba por ella. Ni siquiera los cyberimplantes había podido volverla a hacer despertar.

Cargando editor
03/02/2010, 22:20
Eric Rosen

Mi dura expresión se desvanece segundo a segundo a medida que voy asimilando la información que, sin querer, he extraído de la mente del chico. Parece que él también tiene a un conocido con un problema grave. No le culpo por querer buscar respuestas ni por querer tener a un culpable. Pero no pienso consentir que haga daño a Sam por algo que ella no ha hecho. En cierto modo siento lástima por él, yo también he pasado por algo parecido.

-Muy bien, confío en ti. Y, por favor, no actúes tan precipitadamente a la hora de acusar a alguien. Puedes hacer que gente inocente se sienta mal…

Me acerco a él y poso mi mano sobre su hombro durante unos segundos. Es increíble como mis “trampas” han desequilibrado completamente la balanza a mi favor. La verdad es que pocas veces antes había usado mi poder de esa manera.

-Recuérdalo…- le susurro al chico. Entonces me separo de él y comienzo a dirigirme hacia la salida de la cafetería, olvidándome completamente de los helados que hemos pedido antes. Pienso en compadecerme con él por lo de su conocida, pero decido callármelo para que no descubra que me he metido en su mente.

Cuando salgo de la cafetería miro a un lado y otro. Si el chico que ha salido poco después no la ha encontrado debe de haberse ido muy rápidamente. Maldita sea, no tengo su móvil…

Comienzo a vagar por el centro comercial mientras rastreo el lugar con mi mente. Seguramente se habrá ido lejos, pero cabe la posibilidad de que siga por aquí… Mientras camino sin rumbo por el lugar siento un gran pesar que recae sobre mis pies, ralentizándome. Me siento… triste, porque se ha ido…

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Telepatía
Dificultad: 97-
Resultado: 68 (Exito)

Cargando editor
03/02/2010, 22:29
Director

Comenzaste a caminar sin rumbo por el centro comercial, tratando de localizarla, pero no había rastro de ella y empezaba a cansarte el hecho de escuchar a tantas personas y leer cosas absurdas.

Una idea rondó por tu cabeza, que era la que se hubiera vuelto a su casa, ya que era una persona que no salía demasiado así que te parecía un lugar más que probable como para que estuviera.

Cargando editor
03/02/2010, 22:52
Eric Rosen

Mientras vago por el centro comercial se me ocurre una idea. Si Sam no sale mucho de casa podría haber ido allí. Y vive junto al chalet de mi madre y mi hermano.

-Bien, vamos.- Digo para mi mismo mientras me encamino hacia los chalets, repitiendo mentalmente la dirección y el camino que hemos recorrido para volver hacia atrás y no perderme.

De mientras, como una red que está siendo recogida después de pescar, mi psique comienza a contraerse, dejando de rastrear los alrededores. Vuelvo a encerrarme en mí mismo para que ningún pensamiento ajeno me distraiga.

Tras unas cuantas paradas a reflexionar sobre el camino escogido, llego sano y salvo a los chalets. Primero miro el de mi familia, y luego al del lado. Ese debe ser.

Me dirijo a la puerta y llamo al timbre, esperando que Sam esté ahí y me abra la puerta.

-Sam, soy yo, Eric.- Digo en voz alta, tratando de que si está ahí me escuche. –Si estás ahí, ábreme por favor.- Poso una mano sobre la puerta y lentamente acerco mi frente a ésta, quedándome apoyado. 

Notas de juego

Vaya, que velocidad estamos cogiendo, ¿no? 

Cargando editor
03/02/2010, 22:57
Sam Taylor

Al apoyar la cabeza contra la puerta pudiste sentirla, pudiste sentir como estaba dentro y como su angustia era muy fuerte, más de lo que habías sentido incluso la primera vez que la viste. Una de las ventanas del piso superior estaba abierta y por ella, escuchaste sus palabras.

- Márchate, tienen razón y todo ha sido culpa mía. No quiero que a ti también te pase algo malo.. - Escuchaste su llanto tras ello, aunque su quebrada voz ya te había alertado de que estaba llorando.

No sabías a qué se refería con lo de que ella tenía la culpa pero desde luego no tenía pintas ni sentimientos que te hicieran pensar que sería capaz de asesinar a nadie. Es más, casi dirías que si nadie la ayudaba acabaría sumida en una profunda depresión.

Notas de juego

Es que si estais solos y tengo tiempo es más fácil que postee rápido ^^

Cargando editor
03/02/2010, 23:17
Eric Rosen

El pesar que siento aumenta cuando escucho su quebrada voz. Señor, acabo de hacer una amiga y ya está llorando y pidiéndome que me vaya.

-Por favor, Sam, ábreme. Ese chico no sabía lo que decía, y puedo asegurarte que está muy arrepentido de haberte hablado de esa forma. Me prometió que te llamaría para disculparse…- Hago esfuerzos para que no se me quiebre la voz a mí también. Su angustia es tan fuerte que la siento como si fuera la mía propia.

-No es culpa tuya, tú no has asesinado a nadie, nunca. Sólo es que… Eres diferente. Eres especial, y puedes hacer algo maravilloso que…- casi se me quiebra la voz, hago un esfuerzo monumental para controlarme y mantenerme un poco alejado de la angustia de Sam. –que muchos querrían poder hacer. Pero otros simplemente se desentienden y te culpan por ello. Nos culpan a todos por lo que somos y por lo que podemos hacer.

Ésta vez todo mi peso recae sobre mis manos y mi frente, que están apoyados contra la puerta.

-Y cuando te rechazan por ello te sientes solo, como si nadie pudiera sentir mínimamente lo que tú sientes. Pero nos tenemos unos a otros, Sam. A mí también me acusaron por culpa de mi poder.- Ésta vez no puedo resistirme y mi voz se quiebra, como la de Sam. Los ojos se me humedecen levemente por el recuerdo de un angustioso pasado. –Mi padre murió, en un accidente de tráfico.- comienzo a relatar mientras voy resbalando lentamente junto a la puerta hasta quedarme sentado en el suelo. –La hipótesis, perdió el control del vehículo. No encontraron rastros de droga ni alcohol. Me acusaron a mí de interferir en sus pensamientos mientras conducía…- Una lágrima resbala por mi mejilla, una lágrima amarga que remonta mi sufrimiento. Aunque tampoco me sentí muy triste por su muerte, él nunca me quiso…

Notas de juego

 Ais, me he puesto emotivo...

Cargando editor
03/02/2010, 23:19
Sam Taylor

El silencio se hizo durante unos minutos, aunque no tardaste en escuchar unos pasos, alguien bajando por las escaleras en el interior de la casa. Al cesar aquellos pasos, el sonido del cerrojo de la puerta fue todo lo que escuchaste. La puerta se abrió y Sam, con los ojos hinchados y aún medio llorando te abrió la puerta y te señaló el interior. Te estaba diciendo con una seña que pasaras.

Cuando entraste cerró la puerta de nuevo a vuestras espaldas, cerrojo incluido y luego, sin decir ni una palabra se abrazó a ti mientras rompía a llorar de nuevo, aunque ahora sentías que había cierta empatía entre ambos y algo menos de angustia por su parte. Te abrazaba con fuerza, como si necesitara el contacto con alquien en aquellos momentos.

- Gracias por no irte.. gracias por todo.. - Te susurró aún sin soltarte.

Cargando editor
04/02/2010, 14:37
Eric Rosen

Cuando Sam me abraza con fuerza yo hago lo mismo. Era ella la que necesitaba ayuda, pero ahora siento que yo también necesito consuelo. La rodeo con los brazos, aferrándome a ella mientras una nueva lágrima surca mi mejilla mientras cierro los ojos. Dejo de tratar de bloquear mi poder, sintiendo lo que ella siente, y proyectando mis propios sentimientos hacia ella.

-No, gracias a ti…- Le susurro levemente. Si no hubiese sido por ella nunca habría conseguido hacer frente a los asuntos que durante toda mi vida me han pesado en el alma. Ahora me siento más ligero, más liviano.

Me quedo en silencio abrazada a ella mientras comparto su tristeza, llorando también. Unos segundos después comienzo a respirar hondo, tratando de tranquilizarme un poco. 

Cargando editor
04/02/2010, 15:20
Sam Taylor

Poco a poco ambos os empezasteis a calmar, y al separaros, aunque habíais creado una especie de vínculo entre vosotros, estabais un poco azorados, sobre todo porque a pesar de que casi ni os conocíais habías confiado el uno en el otro. Os sentasteis en el sofá, en silencio unos instantes mientras os recuperabais, un silencio que en realidad os hacía mucha falta mantenerlo aunque no queríais mantenerlos solos. Al cabo de un rato fue Sam la que volvió a hablar.

- En realidad, todo aquello sí que fue cualpa mía. Bueno, puedo hacer más cosas que regenerarme y una es hacer que pasen cosas. Quiero decir.. No te lo puedo explicar. Ponte de pie y anda hacia la puerta de la cocina. - Te pidio la muchacha para explicártelo. - Tú, un poco sorprendido accediste a hacerlo, ya que sus palabras eran una súplica también, parecía necesitar contártelo.

Comenzaste a caminar como te había pedido, pero a medio camino se te desató una bote que te hizo perder el equilibrio y caer al suelo, con una de las manos diste un golpe a una mesa haciendo que cayese también, muy cerca tuyo un florero que se partió en mil pedazos, aunque estab vacio y lo siguiente que escuchaste, fue un golpe sobre tu cabeza, aunque nada llegó a golpearte. Un enorme cuadro que había en la pared que por el tamaño que tenía debia pesar cerca de los 10 kilos había estado apunto de caerte en toda la cabeza, lo que casi seguro como " medio " médico que eras podría haber hecho tranquilamente que no volvieras a abrir los ojos. Fue el cuerpo de Sam el que paró el cuadro y veías la sangre de ella recorriendo su sién, aunque cuando el chorro llegó a la barbilla la herida ya había sanado. No fue lo único que la ocasionó aquel golpe, ya que se había fracturado la clavícula, pero tras dejar el cuadro en el suelo viste como movía el hombro en círculos y escuchaste una especie de sonido, como de que algose colocara.

- Samantha Taylor, una de las pocas personas que pueden matar a alguien tan sólo sirviéndose de la mala suerte. - Dijo mientras te daba la mano para ayudar a levantarte, aún algo aturdido por todo lo que te había ocurrido. - Nunca podré saber cuáles de todos los desastres que han pasado en mi vida son culpa mía y cuales no..

Cargando editor
05/02/2010, 18:20
Eric Rosen

-¡Rayos!- exclamo mientras me tropiezo y todo a mi alrededor se vuelve horriblemente desafortunado. Cuando escucho el golpe sobre mi cabeza contengo la respiración, como temiéndome le peor. Por suerte Sam llega a tiempo para salvarme la vida. Su poder de regenerarse me impresiona notablemente, pero me siento demasiado aturdido como para apreciarlo.

-Yo, esto… Vaya, es…- Me bloqueo mientras cojo su mano lentamente para levantarse. No me había esperado un poder tan… destructivo. Es como si pudiera hacer que cualquier persona fuera la más desafortunada del mundo. Y yo que no creía en la suerte…

-Es… impresionante…- digo finalmente mientras la miro a los ojos. Espero no haber hecho que se sienta mal al reaccionar así ante su poder, aunque de verdad me he asustado… Finalmente esbozo una sonrisa, para animarla.

-Y… ¿cuándo descubriste que podías causar… esta “mala suerte”?- le pregunto, curioso. Espero que no le haga sentir mal, pero creo que si me lo cuenta se sentirá mejor con ello.

Cargando editor
05/02/2010, 19:41
Sam Taylor

La muchacha sabía que lo que le acababa de mostrar impresionaba bastante, así que te dio unos minutos para que lo asumieras, en los que aprobechó para sentarse de nuevo en el sofá y luego te habló.

- Pues la verdad es que fue en un partido de hockey que estaba viendo, aunque lesioné a un jugador profesional de por vida.. - Se encogió de hombros, como si eso no hubiera sido importante ya que al menos aquel hombre seguía con vida. - A partir de entonces ya no me sale sin querer, quiero decir, que he aprendido a controlarlo y ahora es algo que puedo usar a mi favor y en su justa medida si me concentro, aunque eso del cuadro no lo tenía calculado, quizás me he pasado con la demostración, pero bueno, no te ha pasado nada.. - Dijo con una sonrisa, triste, pero volvía a sonreir después de todo.

Cargando editor
06/02/2010, 15:25
Eric Rosen

-Vaya… Aunque igualmente, el hockey es un deporte muy peligroso. Los jugadores se ponen a pegarse ahí en medio.- digo mientras arqueo una ceja, tratando de hacer que se sienta mejor con el tema. Entonces me acerco a ella y me siento a su lado.

-Bueno, a veces cuesta controlar completamente los poderes de uno. Yo cuando me pongo nervioso me enfrío, y a veces congelo cosas.- Le digo, como confesándome.

-Pero no pasa nada porque… has vuelto a sonreír. Y esto está bien.- Digo mientras sonrío ampliamente, mostrando mis incisivos de nuevo. Se podría decir que he conseguido aparcar a un lado la tristeza con la que estoy acostumbrado a lidiar.