Partida Rol por web

Estáis acampados a un varios días de Nueva Atlantis. Tu viejo compañero de viaje - Wulfvar - sale de la tienda de campaña cuando el sol comienza a calentar el cielo. El hombretón se estira y bosteza.

Fuera de la tienda, maniatado y encadenado a una gruesa estaca de metal hay un "hombre" sucio y con moratones. Tu compañero le mira con una mezcla de odio e indiferencia. El prisionero es Caliban, conocido por sus conocimientos en artes oscuras, revivir no muertos y hacer experimentos con cadáveres. Un nigromante. Un tipo sin escrúpulos, que no ha dudado ni un momento en hacer modificaciones a su cuerpo.
Os ha costado capturarlo, pero finalmente lo habéis conseguido.

Sales y ambos os quedáis observando a vuestro enemigo. De pronto sus ojos se ponen en blanco y por un instante trata de tomar aire como si se estuviese ahogando. De pronto comienza a hablar.

- Estos son vuestros últimos días. El fin de vuestra urbe está cerca, puedo ver el futuro. Os encomendarán un misión, y en vuestras manos estará el futuro de la humanidad.

Deja de hablar y comienza a babear. Wulfvar lo zarandea tratando de que se recupere y siga hablando, pero sus esfuerzos son inútiles. Cansado de la escasa colaboración del reo, le da un patada y lo deja inconsciente.

El Anciano se encuentra afuera, anhelando que el sol le dé en la cara, al tiempo que se apoya en su bastón, algo cansado. Cada vez le costaba mas y mas los viajes, sentía el cansancio en los huesos, pero había tanto, tanto que hacer, que no podía permitirse un momento de duda, ni de descanso.
Sintió como Wulfvar lo observaba con despacio, esa mezcla de odio e indiferencia, pero a el, no le quedaba tanta llama, era un nigromante, y como tal, debía ser apresado. Y vaya que habia costado apresarlo. Por un rato no tenía más ganas de ver huesos, ni no-vivos.

De pronto, el nigromante – Caliban – suelta de la nada una profecía. Había escuchado muchas, bajo la forma de veladas amenazas. Durante el principio de su carrera de Arconte, había temido varias de ellas, pero muy pocas se concretaron, dejándolo un poco escéptico al respecto.

- Preparemos un buen Te, amigo mio. Falta bastante para llegar a Atlantis. Y no queremos avanzar con el estomago lleno- En efecto, se preparo para observar el camino. Ahora vendría la parte de desarmar la tienda, vigilar al prisionero, montar la tienda, vigilar al prisionero, llegar a Atlantis, que se hagan cargo de el, y volver a partir en buscad e otro malviviente o renegado mágico. En fin, lo bueno de la vida.

Sin embargo, esta vez la profecía no parecía fingida. La ignoro, pero las palabras del nigromante volvieron a su mente mientras calentaba el agua para el fuego…

Hacéis los preparativos necesarios para continuar el viaje tras tomar el té.
Durante los siguientes días Wulfvar está más callado de que costumbre y no le quita ojo al prisionero en ningún momento, acompañandole incluso cuando necesita realizar las funciones corporales más básicas.

Tu compañero no duda en ningún momento en golpear al nigromante si lo cree necesario, cuando considera que el reo está intentando llevar a cabo una treta que le permita escapar.
En un principio su magia no debería funcionar, pues la cadena y la estaca de metal están hechizadas para evitar que quien esté unido a ellas no pueda usar su poder.

Teniendo en cuenta esto una pregunta ronda tu mente: ¿Cómo es posible que haya tenido una visión? ¿Tan importante era el mensaje que ha sobrepasado las barreras antimagia?
Quizás cuando regreses a Nueva Atlantis algún mago de gran poder pueda darte la respuesta.

En la última etapa de vuestro viaje atravesáis las tierras de cultivos. Todos los campesinos os miran mientras los escasos constructos que les ayudan en las tareas más pesadas siguen trabajando. Caliban disfruta gruñendo y escupiendo maldiciones o insultos para atemorizarlos.
Las carcajadas del nigromante resuenan por encima de vuestros pasos.
Cuando os aproximáis a las murallas, unos guardias os saludan mientras os acercáis. Estáis en una de las puertas junto a uno de los canales.
- Señor Viridius ¿A quién han capturado esta vez?
Caliban se lanza hacia adelante como si fuese un perro rabioso encadenado, haciendo que los guardias retrocedan un paso. El nigromante vuelve a reirse.

- Caliban, mi nombre es Caliban - sisea el reo - No podréis retenerme mucho tiempo y cuando vuelva a estar libre, beberé vuestra sangre y devoraré vuestra carne.

Los guardias dan un paso atrás y tu compañero lo hace caer con un fuerte patada por detrás de las rodillas.

Viridius no se ocupaba de las tareas mundanas, de eso se ocupaba el bueno de Wulfvar, y lo hacia bien, quizás, con un poco de exceso de celo, pero ese exceso era lo que los habia mantenido vivos. Como habia podido hacer esa profecía si en teoría carecia de magia, era algo que molestaba a Viridius, pero no podía hacer demasiado ahora, en la mitad del camino. Sus conocimientos, por extensos que fueran, no entraban en esa categoría. Tal vez fuera el momento de buscar a la vuelta a la hermosa Atlantis, y hablar con uno de los académicos de allí, algunos de esos que ocupaban grandes puestos en las largas sillas, sin tener un mínimo de experiencia en el campo.
Tal vez, incluso si tenia un poco de suerte, podría hablar con Charis, la hermosa maga rubia, de larguísimas piernas. El sabia que tenían una edad similar, pero a diferencia de el, ella no parecía un día mas de los treintas. Hizo una mueca, aquel plan le hizo apurar el paso por un par de horas.

Llegados Casi a las murallas, la gente se amontona a su alrededor como si fuera alguna clase de feriante. Caliban no lo decepciona, impresionando a los guardias con gestos amenazadores. El espectáculo cae en gracia al viejo Arconte.

- Tranquilo viejo amigo. dice acercándose a el, y plantando una runa de abjuración en su frente, para que se quedara quieto, y algo aletargado. Ya podras lucirte en el juicio. No quiero mas demoras. Si te portas bien, me encargare de que tengas algo de vino, y una buena y jugosa rata que comer.

Se giro hacia Wulfvar.
- ¿Puedes llevarlo hasta el Calabozo?

Wulfvar asiente con un leve movimiento de cabeza y de un golpe brutal derriba a Caliban, para arrastrarlo a la cárcel mientras se queja del daño recibido. La gente allí agolpada se aparta para que tu compañero se mueva con total libertad.

Se acercas a uno de los embarcaderos y tomas una barca en dirección al anillo interior, donde están los magos. Tienes la esperanza de encontrar a Charis y que ella te pueda aclarar tus dudas.

Mientras la barca navega hacia tu destino, ves una figura flotando sobre el agua a varios metros delante de ti. Al principio crees que es una ilusión, pero descartas esa teoría cuando el hombre se acerca levitando hasta situarse a unos pasos a tu derecha. Te percatas de que el barquero no le ve, ni a él ni al resplandor que emite.

Oyes sus palabras en tu mente.
- Has llevado a cabo muchas tareas peligrosas, necesito tu ayuda.

Una imagen, una ilusión, aparece ante ti. Se trata de una casa del anillo interior, en la que sin duda vive un mago.

Viridius se olvida ya del prisionero, aunque no de sus profecías, y se dirige hacia la ciudadela de Atlantis. Por mucho que se alejara de ella, volver a verla siempre le quitaba el aliento al regresar. Era hermosa y bien construida, y se embarco en una de las rápidas lanchas a remo, pago por el transporte y se quedo de pie.
Pronto empezó a viajar por el agua, cuando uno de los palurdos eruditos ni siquiera quiso moverse de su cómoda torre y ejecuto una ilusión para hacer que fuera a por el.
¿No querría también que hiciera las compras del mes y se las llevara?
Anulo la ilusión con un gesto de su mano, luego de memorizar la casa, y no dijo nada al barquero. El tenia cosas que hacer, no perder el tiempo con un ilusionista vago. Ademas, tenia ganas de ver a Charis.
Si luego tenia tiempo y ganas, iria a ver a aquel desconocido...

Mientras te aproximas a casa de Charis, miras la cúpula cristalina que protege la ciudad. Tienes la sensación de que está oscureciendo antes de los previsto, como si el tiempo avanzase más rápido de lo normal.

Desembarcas y te diriges a casa de la hechicera, que vive en una de las casas bajas en la periferia del barrio.

Te acercas a la puerta y antes de que llegues a llamar usando la aldaba, la mujer sale a recibirte con una sonrisa.

- Cuanto tiempo sin verte, viejo amigo.

La extraña sensación hizo que el Arconte observara preocupado el suelo, si esto fuera algo común, el lo hubiera advertido en otros retornos. No, alguien estaba jugando con magia poderosa aquí. No le gusto en absoluto.
Tirando sus cabellos hacia atrás y arreglándose un poco antes de llegar, se puso de rodillas y tomo sus manos, besando sus palmas.
Señora, estais hermosa, radiante, incluso mas que cuando me fui. ¿Cual es vuestro secreto?

dijo, a forma de romper el hielo. Luego le diria las novedades sobre la profecia y las sensaciones que tenia al llegar

Antes de que ella te conteste, todo cambia a vuestro alrededor.
La noche cae a traición, sin previo aviso y antes de lo previsto. Una imagen se forma en la cúpula de la ciudad, como si alguien la proyectase mediante un juego de luces. Puedes ver, al igual que todos los ciudadanos, como un mago anciano y poderoso sube sin que nadie le acompañe a la torre más alta, para rezar la oración como se hace todas las noches para que la magia mantenga su equilibrio.
Alza los brazos al cielo nocturno y comienza recitar las mismas palabras que tantas veces ha pronunciado. De pronto su voz se quiebra y se queda quieto y cae al vacío.

Me he leido todo el capitulo 1. Ocurre que de haber estado mi personaje, hubiera tenido severas desconfianzas, de modo que lo que interpreto es que se quedo callado para evitar sospechas.
Me llamo la atencion sobre todo:
- Decir que es la fuente de todo mal.
- Querer tentarnos con tesoro.
- Pedirnos que matemos a un archimago en cada nodo?

Tengo forma de atrapar esa esencia azul de alguna manera?

Ahi lei el capitulo 2.
Entiendo que el artefacto lo tengo yo.
Puedo hacer una investigacion magica sobre su naturaleza?
Tengo muchisimo en saber arcano.

Sobre el capítulo 1 puedes entender que no quisiste levantar sospechas.

Si te refieres a que Samael Wintermute es la culpa de todo mal, el lo ve así. Hizo un ritual que desequilibró el delicado equilibrio de la magia.

Tentaros con un tesoro tiene un motivo. Apolo pidió una recompensa.

No quiere que matéis un archimago en cada nodo. Al destruir el objeto en un nodo, Samael morirá pues su esencia está ligada al objeto. Según sus palabras, deber morir para que todo vuelva a ir bien.

Sobre el capítulo 2.

Es cierto, tienes el artefacto. Podrías intentar estudiar o haberlo hecho durante tu guardia en el viaje en el carromato.

Tienes saber arcano 5. Puedes hacer una tirada de Mente (7) + Saber arcano (5) + 1D10.

La idea era hacerla durante mi guardia.