Partida Rol por web

Miro a los tres pequeños pillastres, divertida. El orco podía acabar como un colador si nos disparaban, y teniamos que tomar la posición.

- Duermete gobo, duermete ya, que viene el orco y te comerá.

Lo primero era impedir que el arquero afileteara a mi compañero, y de ahí al resto de los goblins.

Uno a uno los goblins caen desmayados por el hechizo de Daini. Incluso aquel que no podía ver no pudo escapar del área de somnolencia y se durmió plácidamente en el duro suelo.

Los goblins caen dormidos ante el conjuro de Daini, y sin más objetivos a la vista ahora lo imprescindible es derribar esa puerta. Kroggar se dirige a largos pero enanos pasos hacia donde se encuentra la empalizada mientras vuelve a colarse la ballesta al hombro y saca el martillo.

—¡BIEN HECHO!—dijo agarrando su martillo con dos manos—¡TIRREMOS LA PUERRTA ABAJO!

Sin peligro de terminar como un colador por culpa de los goblins, Kroggar dio prioridad en abrirse camino. Descargó su peso con el arma a dos manos, pero la puerta de madera resultó ser mucho más resistente de lo que parecía a simple vista. El choque hizo que el arma rebotara y que la vibración casi le hiciera soltar el martillo.

-Dejame a mi!!!

Zwak se acerca también a la puerta, pero el saca su palanca, clavandola con fuerza en el espacio entre el marco y la puerta. Una vez lo asegura, empieza a tirar con fuerza**

Con fuerza y buena ayuda de su fiel palanqueta, Zwak clava el extremo puntiagudo entre los maderos. Las astillas saltan y el semiorco consigue forzar la entrada con éxito, dando paso al resto de compañeros. En un momento habían superado dos obstáculos molestos de forma eficiente.

Sigo a los demás, manteniéndome en las sombras y escondiéndome por el camino, si es posible. También preparo ataque para lanzar una flecha con mi arco de ver a algún enemigo hostil que no esté soñando con los angelitos.

Alertados por la campana llegaron otros tres goblins al galope. Los héroes no podían ver aún que tramaban, ni sobre que iban montados, pero por lo que pudieron escuchar tenían una estrategia que habían estado preparando para una ocasión como esta. Lo que sí alcanzaban a ver fue como la jaula se activaba y bajaba, dejando a vuestra altura a un goblin y su desagradable montura. A simple vista parecía un perro, pero habían demasiados rasgos inquietantes que lo descartaban igual de rápido.

Este animal tenía más en común con la familia de las ratas que con los cánidos. Su dueño le dio la orden de cargar contra la solitaria Daini, para rematar la carrera con corte superficial de su cimitarra.
                                                     

Por otro lado los goblins se estaban reagrupando otra vez. El tercero de los jinetes despertó a su compañero de una patada cuando llegó a su altura y le ordenó regresar a la torre justo antes de emprender la marcha, con la intención de acorralar así a los aventureros.

Lanzo la flecha que tenía preparada a uno de los goblins, priorizando al más cercano (creo que el E).

Yador al fin pudo soltar la flecha que había preparado. Era un hombre precavido a fin de cuentas. El enemigo más amenazante era aquel que tenían también más cerca, que estaba acosando a su compañera. La flecha voló hacia el objetivo, pero falló por muy poco. Aquel goblin daría aun algo de trabajo para ser liquidado.

Los acontecimientos se producen muy rápido, al momento estaba tan tranquila, y de pronto se me planta el gobo asqueroso. La cara de Mia queda mancillada. Mis ojos se vuelven violetas por un momento, rojos de ira. Pues si tu me pinchas, yo te pincho. Cojo el esto que y lanzo una estocada al corazón de esa cosa asquerosa.

Con la elegancia de un experto espadachín, la barda encuentra una apertura y apuñala en el pecho al goblin antes de que este pudiera interponer el escudo, muriendo de forma fulminante. El jinete se desplomó muerto pero su montura seguía enfocada en la presa que tenía justo delante.

Kroggar volvió sobre sus pasos para ayudar a Mia. Enarbolando su martillo, el enano le lanzó un golpe a la horrenda criatura en el rostro con todas sus fuerzas.

—¡MALDICIÓN ERRES MÁS FEO QUE ZWAK!—gritó al verla de cerca.

El animal chirria de dolor cuando el martillazo del enano le rompe los dientes del costado izquierdo de la cara. Aun tratándose de ratas, esta variante monstruosa era especialmente resistente.

-Espero que no quieras decirme algo con eso, enano!!!

Dice Zwak, mientras corre hacia el perro que amenaza a la muchacha y al enano. Busca usar el impulso de su carrera para partirle el lomo

Tal como se propuso, Zwak partió al animal en dos sin ningún tipo desfuerzo. La alimaña soltó un chirrío de agonía justo antes de morir, pero no pudo hacer nada más. Ante los tres había un goblin muerto, las dos mitades del animal y las tripas de este último esparcidas.

Disparo una nueva flecha al goblin de la puerta (goblin A), antes de que entre en la torre. Después de eso me muevo buscando un lugar donde esconderme, alguna roca, alguna esquina donde no se me vea desde la perspectiva de los goblins.