Partida Rol por web

 Nave Aruná, 5 de agosto de 2138, galaxia desconocida, region desconocida, area desconocida, cuadrante desconocido, sector dessconocido, cuadricula desconocida.

Os duele la cabeza, algo normal despues de la inyeccion de los compuestos antiG de vuestra silla, pero sin duda a sido el peor chute de todos los que podais recordar, consigues abrir  los ojos y todo esta en su sitio, 2 brazos 2 piernas...esto es una buena señal como siempre... estais sentados en vuestra silla de salto en vuestro camarote compartido con otros 3 tripulantes, nadie ha querido hacer el salto en las nuevas camas, que por cierto dicen que son mejores para hacer el salto... pero nadie las tiene todas...

Vuestra cabeza se da cuenta de que la alarma de emergencia esta sonando...ni os habiais percatado de eso...

Solo recuerdais que la nave estaba lista para hacer el salto...y despues...nada...

Lo último que mis ojos vieron fueron los rostros excitados de mis compañeras, que al igual que yo, estaban nerviosas por lo que nos esperaba. Y después de aquello... una extraña sensación, como si todo mi cuerpo se desintegrara y reintegrara a la vez, y no supiese si me faltaba algo o si por el contrario, me lo había dejado abandonado en el camino.

Y es que una cosa eran los saltos simulados y otra muy diferente, los de verdad, y aquel... aquel había sido el de verdad.

Estamos vivas. Estamos...

No tuve tiempo de alegrarme, despertarme tranquilamente o analizarlo todo, porque en ese momento, en cuanto levanté los párpados, mis oídos también se pusieron en marcha y llegó hasta mí el sonido de la alarma de emergencia.

-¡Pero qué... ! -exclamé.

Me sentía confusa y abrumada, experimentando una extraña mezcla de emoción contenida y nervios debido al bombeo de la adrenalina, porque eso era lo que aquel sonido estaba consiguiendo. Las abrazaderas que me sujetaban se abrieron automáticamente y yo me levanté para ponerme en pie... solo que no fui capaz de conseguirlo.

Mi cuerpo aún estaba experimentando los efectos del salto; por mucha inyección que me hubieran puesto, nada podía eliminar completamente los enormes efectos del exponencial aumento de velocidad y el consiguiente frenado; así que igual que me había levantado... volví a caer al suelo, de rodillas, y mi estómago dijo que aquello era suficiente.

Las nauseas se volvieron insoportables y no pude hacer nada para impedir que expulsara el escaso contenido que había en su interior, unos pocos mililitros de ácido y nada más.

Y mientras tanto, la alarma continuaba sonando.

Me limpie un poco la boca con la manga y desde el suelo, miré como el resto de mis compañeras iban despertándose poco a poco, con diferente éxito, y finalmente, logré ponerme en pie.

-Vamos, hay que ir al puente, deprisa.

Vaya despertar. Así no es como me imaginaba el primer minuto de mi nueva vida, pero al final, como científica, debía ser capaz de enfrentarme a todos los retos que me encontrara y superarlos, y en aquellos instantes, era más que evidente que algo estaba sucediendo; algo que no estaba previsto.

Sin esperar a nadie, inicié la carrera para llegar al puente, preguntándome cuál sería el problema, mientras intentaba concentrarme en algo positivo. Lo último que había visto antes de entrar en aquella nave, me había encargado de ello, eran las sonrisas de mis padres y sus ojos humedecidos por las lágrimas. Ellos se alegraban por mí y yo agradecí que fuera así y que jamás se hubiesen interpuesto entre mis sueños y yo. Pero mis sueños todavía no se habían cumplido. Despertar sin saber qué ocurre y correr para descubrirlo, no estaba entre las diez formas ideales de despertarse de un viaje interestelar.

Esta no es forma de tratar a una chica, pensé que habría dicho Janine, mi compañera de trabajo, mi alma mater en el último laboratorio en el que había trabajado. Aquel pensamiento/recuerdo me arrancó una sonrisa, la última, antes de empezar a trabajar.

¿Qué estará ocurriendo?, me pregunté, mientras continuaba a la carrera para descubrirlo.

Intentas abrir la puerta pero te da un par de pitidos dandote error, como si no tubieras permiso para abrir la puerta de tu camarote. PIP PIP

La puerta no abría por lo que se me escapó un bufido. Que no lo hiciera solo daba una posibilidad: que el sistema se hubiese interrumpido. Eso solo podía ocurrir, o bien porque desde arriba alguien había cerrado y aislado todos los compartimentos, o porque se había producido un error.

Rápidamente, busqué un comunicador. Me movía como si estuviese participando en alguna clase de juego o concurso y tuviese que ir de un sitio a otro haciendo cosas, pero no tenía tiempo para reírme de mí misma. Cuando encontré un comunicador, lo activé.

-Puente, aquí Aren Johnson. La alarma está activada y la puerta no permite el acceso. ¿Qué sucede?

Nada más preguntar, pensé que quizás ni siquiera pudieran oírme. A lo mejor las comunicaciones también estaban cortadas. Pero si no preguntaba, no podría saberlo.

Esperé a ver si había respuesta, mientras mis compañeras terminaban de activarse.

Juliet tenía un fuerte dolor de cabeza, intentaba orientarse y entender que estaba pasando, pero se sentía tan confusa que no era capaz de recordar ni el protocolo de emergencia. Le sube una arcada, pero consiguió contenerla, mientras se repetía así misma que no debía  perder la calma. Respiró varias veces, despacio, para calmar si ritmo cardiaco.

Algo más tranquila, escucho la impaciente e inquieta voz de Aren... ¿Puente? No creo ni que pueda ponerme en pie aún, debe estar trastornada. - Aren, aquí, estoy consciente. - Se va poniendo en pie lentamente tras soltar los cinturones y, con movimientos calculados y seguros, comprueba que sus otras compañeras respiran. - Creo que están bien. No entiendo que ha pasado, ¿Tú recuerdas el protocolo?... La cabeza me va a estallar.

Se rebusca en los bolsillos con la esperanza de encontrar un manual, llave magnética, tarjeta o lo que sea que le ayude a situarse, mientras se acerco a la puerta del camarote para intentar descubrir como abrirla. - ¿Me ayudas? - Le dijo a su única compañera en pie.

Una voz llegó por fin hasta mí, pero no procedía de donde yo esperaba. No obstante, fue un alivio ver que había alguien más, aparte de mí, despierta y preocupada.

-¡Juliet! ¿Estás bien?

Parecía que simplemente tenía un dolor de cabeza, que sin duda debía ser similar al que yo tenía, como si alguien estuviese jugando dentro de ella con una pelota y haciendo que rebotara en las paredes.

-No podemos salir y no parece que vayan a respondernos. Y esa maldita alarma me está volviendo loca -le expliqué. cuando vi que se ponía a rebuscar en busca de algo, que resultase útil, por supuesto, la miré -. Sí, claro. Lo mismo hay una tarjeta de identificación para salir, aunque me sentiría más tranquila si alguien nos dijese por los altavoces o los comunicadores qué es lo que sucede.

Juliet apoya su mano en el hombro de Aren y le da un ligero apretón, tratando de decirle así que entiende su frustración. - Yo debería estar en la sección médica, no sabemos si hay heridos, así que tenemos que encontrar la forma de abrir la puerta.

Fija su vista en la condenada puerta y se concentra analizando las opciones. Forzarla fisicamente sería imposible, así que comprueba si hay algún panel de control, lectores o ranuras para tarjetas. También podría ser que con el salto y aquello que causara la situación de emergencia, los mecanismos electrónicos de la puerta se hubieran estropeado. No era su especialidad, pero no perdía nada echando un vistazo.

Se levanta de su asiento algo mareado, pero no mucho más de lo que ha pasado en otras ocasiones en sus andanzas. Las fuerzas G es lo que tienen.

Por mucho que preguntemos solo existe una solución para resolver estas dudas - responde mientras anda a pasos algo dubitativos hacia la puerta de salida del camarote, dejando claro que va a ver qué encuentra.

Antes de desaparecer por la puerta asoma un momento la cabeza.

Por cierto, podéis seguirme y eso - les recuerda.

Sin más continúa su camino.

Intentas abrir la puerta pero te da un par de pitidos dandote error, como si no tubieras permiso para abrir la puerta de tu camarote. PIP PIP

-AARRRGG.. .MIERDA... ¡¡Esto es peor que estornudar con resaca!!! ¡¡Que dolor de melón!!!!

El Arymo, el ingeniero  se está sujetando la testa con ambas manos; un dolor agudo le está produciendo el mismo efecto que el de un grupo de rock duro machacándole el cráneo con sus guitarras eléctricas vintage, hasta destrozarlas, para luego, liarse a darle patadas con sus botas de punta metálica... Bueno, es una experiencia que nunca ha vivido, pero asume que el dolor y sensación tiene que ser parecido...

Cuando parece que las sienes empiezan a palipitar al ritmo de martillazos, levanta la vista, y antes de enfocar, está viendo luces de emergencia encendidas... Eso no suele ser nada bueno, piensa,... y se levanta alarmado, hasta que cae en la cuenta de que... no, no es su nave, él no es en Ingeniero de a bordo... ni siquiera tiene una consola desde la que sacar datos y diagnósticos de lo que sucede... es... es un paquete postal en una nave de reparto, ni más ni menos... Es frustrante, en suma. ¡¡Vaya forma de despertar!!!

Viendo que Jonny, el navegante, quiere salir para ver que pasa... y que el sistema mantiene bloqueadas las puertas... especula con lo que está pasando.

-Algo está mal... pero no ha saltado ningún anuncio por la megafonía interior, así que debe ser algo que está bajo control  -(omite añadir... "o tan jodidamente chungo, que no merece la pena que nos dejen correr como pollos sin cabeza por los pasillos") -  El tema de mantener las puertas bloqueadas, tiene sentido en caso de emergencia, no os preocupéis... De hecho, yo habría hecho lo mismo: no desbloquearlas hasta que la nave esté asegurada.  -Como haya habido una rotura en el casco, una pérdida de presión, y esté el vacío en los pasillos, sería una gracia abrir las puertas... ¿Y por qué tengo que pensar estas mierdas????- Vamos a tomárnoslo con calma

Hasta el momento no había prestado demasiado interés por el habitáculo, más que como lugar para dormir, pues... suelo pasar mi tiempo en otros departamentos de las naves, "en mis territorios", como me gusta pensar... Así que no me he molestado en ver de qué disponemos por aquí...

-Debe haber algún panel de comunicaciones interno.... Si es que tampoco lo han deshabilitado..., porque supongo que todo el mundo estará intentando preguntar qué pasa.... ¡y somos muchos a bordo!

Juliet se mueve por el espacio tropiezando ligeramente con algo que debe haberse movido de sitio con el salto. Se fija y ve un arcón, eso ayuda a refrescar su memoria. Sus pertenencias deben estar en su arcón. Tienen sistema biométrico, así que prueba con varios hasta dar con el suyo y abrirlo. Comprueba su contenido y toma todo aquello que cree que le será de utilidad, tanto para abrir la puerta como para realizar sus deberes en la enfermería. Lo coloca todo bien en sus bolsillos y regresa a la puerta.

Se queda observándola con detenimiento, tiene un panel de apertura y un comunicador... algo le vuelve a la mente, la idea de un "bloqueo manual interior" viene a su cabeza, así que comprueba en el panel si está activado para poder anularlo.

Juliet parecía mantener el control mucho mejor que yo, pero es que era natural. Yo no hacía más que pensar en todos los desastres que podían haber sucedido.

-Yo... perdona, es que... no puede ser. Podría haber ocurrido cualquier cosa, como por ejemplo, recibir el impacto de un asteroide o pasar demasiado cerca del influjo gravitacional de una supernova, con lo que nuestro rumbo habría sido drástricamente alterado y-y a saber en dónde estaríamos ahora.

Sin darme cuenta, comencé a hiperventilar, mareándome ligeramente, por lo que tuve que apoyarme en una de las camas.

-¿Sabías que existe una probabilidad entre quinientos catorce millones de colisionar con un asteroide de clase uno? Y eso solo siendo de los más pequeños. Si fuese más grande... ¡todavía resultaría más probable!

Menos mal que ella estaba más centrada y sabía bien lo que había que hacer. Vi como recogía sus cosas de su arcón, así que la imité. Después, me dirigí hacia la puerta.

-Deja que intenta abrirla. Lo mismo consigo interrumpir la señal de bloqueo -le dije, abriendo el panel y buscando los cables que conectaban los controles con el sistema de apertura, e intentando que éstos enviaran la señal para abrirla.

-Creo... hummm... qué ya... ¡está!

Abro los ojos y me quedo acostada. Reprimo el impulso de saltar inmediatamente de la cama ante el estridente sonido de la alarma y prefiero aguardar un momento a que mi cuerpo y mente estén operativos.

Finalmente me levanto, sin prisa pero sin pausa, buscando encontrar el ritmo para no marearme. Una vez en pie, voy a mi arcón, lo abro y me pongo mi uniforme.

Saludos, buenos días digo a mis dos compañeras, sería.

Si tú lo dices - responde el navegante encogiéndose de hombros y volviendo a su litera -. Tú eres el que sabe de estas cosas.

¿Entonces simplemente esperamos sin más?