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Nunca sigas a las Hadas... 2: El Sendero Rojo

Escena de John

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12/04/2013, 12:05
Director

John seguía sentado en la oscuridad. Aunque mirase a su alrededor, no podía ver nada más que negrura infinita, en todas direcciones. Estaba vestido con su ropa de siempre, su camisa blanca y sus pantalones perfectamente planchados. El pelo castaño pulcramente peinado con la raya a la derecha, sólo un mechón de pelo caía sobre su frente. Curiosamente, él sí podía verse a sí mismo, y también el libro que tenía en las manos. Las luces que flotaban a su alrededor lo iluminaban con un resplandor blanco y tenue.

Había olvidado cuánto tiempo llevaba allí. Quizá hubieran sido unos minutos, o tal vez llevara semanas. El tiempo era un concepto extraño en ese lugar, como un recuerdo vago que no tenía mucha importancia. Él mismo se sentía confuso y sólo tenía ganas de seguir leyendo aquél libro. Era un libro que le habían regalado cuando era pequeño, una historia de hadas. Hadas blancas que volaban por el bosque, y ayudaban a los niños extraviados. Pero en todos los libros de fantasía, hay un monstruo.

Volvió a oír la voz. Una voz distante y burlona, que parecía venir de todas partes en aquella oscuridad.

―Hola, John... ¿qué tal te encuentras hoy?

John no podía responder. Le asustaba ese sonido, aunque no demasiado... pero no era por eso. John nunca había podido hablar desde que estaba allí. La voz se rió.

―¿Sabes cuánto he esperado este momento, Johnny...? Ah, por fin ha llegado el día. El Sendero Rojo se ha abierto. Lo hemos conseguido.

La voz parecía rodearle, flotar a su alrededor sin forma. Daba igual a dónde mirase, nunca podía verla.

―Sigue leyendo, John... Sigue leyendo. Ya falta muy poco...

Y John abrió el libro una vez más, como llevaba haciendo tanto tiempo que ya no lo recordaba...

...

Pero de pronto frunció el ceño. Se sentía extraño. Ya no le apetecía leer. Se sabía ese cuento de memoria, lo había leído tantas veces, demasiadas veces... De pronto tenía la impresión de que llevaba allí mucho tiempo, años incluso. Era como si se estuviera despertando, como si todo aquél tiempo hubiera estado en una especie de trance. Tuvo miedo, algo no encajaba. ¿Dónde diablos estaba y qué eran aquella voz y aquella oscuridad?

―John... ¡John! ―la voz ahora sonaba furiosa―. ¡John, qué crees que estás haciendo!

John se levantó. Ya no quería seguir allí. Las luces que le rodeaban revolotearon furiosas, como si quisieran detenerle, pero no podían hacerle daño.

―¡Maldito niño! ―bramaba la voz, y esta vez sí era obvio que estaba a sus espaldas―. ¡Vuelve aquí! ¡No podrás escapar, John! ¡Ninguno podréis escapar!

El chico apretó los dientes y echó a correr en la oscuridad, dejando las luces atrás. Sólo pensaba en correr, correr... alejarse de allí...

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12/04/2013, 12:25
Director

John abrió los ojos extrañado. Se había caído de la cama, y tenía la frente cubierta de sudor. La mitad de la sábana se había quedado sobre el colchón, y la otra mitad estaba sobre él. Menuda pesadilla...

Buscó a tientas las gafas en la mesilla y se las colocó. Era de noche aún, y su cuarto estaba en penumbra, iluminado solo por la luz que entraba a través de la ventana. No había luna, de hecho el cielo estaba cubierto por nubes de tormenta y llovía. Pero John podía ver estrellas, estrellas que se movían lentamente sobre el pueblo. Estrellas que se parecían mucho a...

De pronto tuvo miedo. Casi le daba la sensación de no haber despertado. Su habitación estaba perfectamente ordenada, como siempre... pero le daba la impresión de que la veía por primera vez en años. Se sentía confuso y sabía que algo no iba bien.

Notas de juego

Listo, bienvenido a la partida. =)

Como sé que no te gustan las negritas, para esta escena me he adaptado a tu manera de escribir (que en el fondo es la que me mola a mí también xD). En la partida puedes hacer lo que quieras.

Perdona si el inicio ha sido muy ladrillo, pero como te dije es importante introducir bien a tu personaje. A partir de aquí, eres libre.

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14/04/2013, 19:49
John

Durante algunos instantes John se mantuvo sentado en el suelo. Intentaba controlar la respiración inspirando muy profundo. Se secó el sudor con la manga del pijama y, minutos después, se levantó y se dirigió a la puerta.

Caminaba muy despacio, vigilando cada centímetro de la oscura habitación. Parecía que estuviera escudriñando cada detalle o cada rincón de la habitación buscando alguna que confirmara esa sospecha de que esa no era su habitación. Pero no lo logró.

Pronto estuvo de pie detrás de la puerta. Miraba el pomo fijamente como esperando que se abriera sólo pero éste le negó el permiso al niño. Pronto desistió y lo abrió él lentamente. Con la puerta entornada asomó la cabeza y gritó. En realidad no era un grito fuerte. Parecía haber reprimido los pulmones para entonar unas palabras que se escucharan claras en el silencio de la noche pero sin llegar a trasmitir el terror que el niño quería controlar.

—¿Mamá?

Notas de juego

Bueno, y yo te lo agradezco. Pero como digo siempre, aquí las normas las pones tú. Que te sientes cómodo escribiendo así, perfecto, yo encantado, pero no lo hagas por mi porque a mi me da igual. Yo prefiero no usar las negritas casi principalmente porque siempre se me olvida ponerlas XD. Aunque ya te he dado alguna vez mi principal justificación.

Lo dicho, tu casa, tus normas.

EDIT del Master: Por supuesto, pero ya te digo que en el fondo yo también lo prefiero. Usar negritas es un tema de adaptación, porque por aquí casi todo el mundo lo hace... En la próxima que abra creo que lo voy a poner de norma, y si no hay espantada general, abandono las negritas para siempre. xD

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14/04/2013, 20:34
Director

La exclamación de John produjo un eco que se perdió en el pasillo desierto de la casa. Recordaba todo aquello, aún de manera muy distante. Se parecía, en efecto, a su casa... pero no había nadie allí e incluso la decoración era ligeramente diferente de lo que recordaba.

Afuera, las luces seguían moviéndose. El chico no tenía ninguna duda de que eran exactamente iguales a las de su sueño. Estaban demasiado lejos para distinguir detalles, pero podía imaginárselas perfectamente, aleteando en mitad de la oscuridad, con sus risitas chillonas. La piel y el cabello blancos como la leche, los ojos rojos y los dientes afilados. Eran Hadas, pero no como las de las historias, si no crueles y retorcidas.

Nadie acudió a la llamada de John. La casa siguió en completo silencio, mientras afuera la lluvía caía y algún que otro relámpago iluminaba de vez en cuando el interior desierto.

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16/04/2013, 11:06
John

El pequeño John se estremeció. Pensó en avanzar, en ir a la habitación de su madre y despertarla pero en seguida racionalizó la situación. John siempre trataba de racionalizarlo todo, cualquier miedo, cualquier temor, intentaba sacarlo de su cabeza convenciéndose a si mismo de su inexistencia.

Cerró la puerta y volvió a la cama. Se sentó en ella con las piernas cruzadas.

—Seguro que hay una buen explicación —pensó mientras miraba al exterior, a las luces que iluminaba la lluvia.

Durante mucho tiempo se quedó sentado en la cama mirando al exterior. No podía dormirse y la lluvia estaba produciendo cierta hipnosis en el niño.

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23/04/2013, 20:54
Director

John se esforzó en no ponerse nervioso y lograr calmarse. La situación era extraña, pero sería peor si se dejaba llevar por el miedo. Que todas esas Hadas estuviesen ahí fuera era preocupante... pero lo era más otra cosa. La sensación extraña que tenía de llevar mucho tiempo, muchísimo tiempo dormido.

De hecho, cuando pensó en su madre, se dio cuenta de que tenía la impresión de no haberla visto en años. Eso hizo que se mirase a sí mismo, sus manos, sus brazos. ¿No eran un poco más largos de lo que los recordaba? ¿Qué pasaba allí? Por mucho que pensase, no podía encontrar una explicación. Todo era demasiado raro.

Tenía la cabeza en estas cosas cuando oyó un ruido en el pasillo, y una voz que no reconocía.

—¿John...? —dijo aquella voz, que sonaba femenina e infantil—. ¿Te has despertado?

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02/05/2013, 16:33
John

—No —susurró John.

Más que un susurro era un grito ahogado, estéril, como si el muchacho estuviera reprimiendo sus propias palabras pero algo le hubiera forzado a decirlas.

Estaba muerto de miedo y no sabía que hacer. Todo era demasiado extraño pero no había tiempo para explicaciones. Rápidamente se volvió a meter en la cama. Se tumbó sobre ella y se echó la sábana por encima simulando su propio sueño. Las piernas le temblaban y no podía controlarlo pero era su única oportunidad de pasar desapercibido.

—Tranquilo John —se repetía mentalmente.

De pronto cayó en la cuenta de que había algo raro, algo que no había tenido en cuenta. ¡Las gafas! No había tiempo, rápidamente se quitó las gafas y las guardó bajo la sábana confiando en que se mantuvieran ocultas.

John cerró los ojos. Los párpados palpitaban sobre sus córneas. El niño no era capaz de controlar el miedo. Inspiró profundamente y apretó fuertemente los ojos.

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11/07/2013, 02:27
Director

Debajo de las sábanas, John se esforzó en calmarse y no hacer ruido. Si quería pasar por dormido tenía que controlar sus nervios, por muy preocupante que fuera la situación.

—¿John...? —oyó de nuevo la voz juvenil que venía de fuera de la habitación. Fuera quien fuera, parecía que le había oído... aunque sólo había dejado escapar un leve susurro—. Vuélvete a dormir, Johnny... sé un chico bueno, vamos...

Escuchó un ruido extraño, como un rápido aleteo en el pasillo. Parecía que ahí fuera había algo parecido a un mosquito enorme, que movía sus alas a toda velocidad. La puerta de la habitación chirrió levemente como si se abriese un poco.

—No te hagas el dormido, John —una risita acompañó aquellas palabras—. Sabes que no puedes engañarnos...

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15/07/2013, 20:45
John

Todo el esfuerzo estaba resultando inútil. Fuera lo que fuera lo que estaba hablándole sabía que estaba despierto y no paraba de avanzar hacia él.

Quizá como un acto instintivo escondió la cabeza bajo la sábana y se volvió a colocar las gafas. Estaba temblando y, si antes no lo era, ahora resultó evidente que el niño estaba despierto y aterrorizado. 

Se hizo un ovillo bajo la sábana tratando de protegerse de alguna manera completamente irracional. Pronto, quizá por su propio imperativo dejó de oír la aquella voz. Estaba seguro que seguía ahí pero algo le impulso a deslizarse por debajo de la sabana y asomar levemente un ojo. ¿De quién era en realidad esa voz? ¿Qué quería de John?

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23/07/2013, 16:32
Director

Aunque no era un escondite muy bueno, al menos John podía mitigar un poco el miedo metiéndose debajo de las sábanas. Y además, no quedaba tan expuesto como lo habría estado de quedarse simplemente en medio de la habitación.

Cuando se asomó con todo el cuidado que pudo, comprobó como efectivamente, dos de aquellas Hadas de color blanquecino entraban en la habitación. Sus alas de libélula zumbaban al mantenerlas en el aire, y sus rostros exhibían sendas sonrisas... aunque para nada tenían aspecto de ser amistosas.

Miraron por la habitación, aunque seguramente la penumbra hacía difícil distinguir nada. Una de ellas terminó por hablar, con su voz burlona.

—¿Y bien? —preguntó, mirando directamente a la cama donde se escondía John—. ¿Has decidido ser bueno? Todo lo que tienes que hacer es quedarte ahí, dormidito... y no te pasará nada. Nuestro amo está deseando que vuelvas con nosotras...

Una risita cruel acompañó aquellas palabras, mientras las Hadas revoloteaban lentamente por la habitación.

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06/08/2013, 12:15
John

John temblaba sólo de ver las figuras de las hadas. Su corazón estaba empezando a latir demasiado rápido y la respiración se aceleraba. 

Intentó hablar pero las palabras se ahogaron en el interior de su garganta en lucha con el aliento que trataba de ganar el espacio de sus pulmones.

—¿A dónde queréis que vaya? —dijo finalmente con voz temblorosa.

Asomó la cabeza un poco por debajo de la sábana para ver a las hadas. Los ojos del niño brillaban, estaba a punto de dejar caer unas lágrimas, llamar a su madre. Pero, por alguna razón, un imperativo estaba funcionando en el muchacho y le hacía mantenerse en su sitio, sin llorar ni pedir ayuda.

Notas de juego

Joer, borré la novedad y creí que te había contestado el turno. Ya se que no vamos con prisa pero que menos que algo de ritmo, coño. Perdona.

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13/08/2013, 22:31
Director

Las Hadas de la habitación, por algún extraño motivo, se quedaron en silencio. Una de ellas se acercó a la otra y habló en voz baja, pero no tanto como para que John no la entendiese.

—Hay alguien más aquí... —dijo, y por su tono estaba claro que aquello no le hacía ninguna gracia.

Las dos criaturas blancas empezaron a volar como poseídas por un gran nerviosismo, contrastando con la confianza que habían mostrado apenas un par de segundos antes.

—¿Quién está ahí? —exclamó una de ellas— ¡Déjate ver!

Curiosamente, John pudo ver un tenue resplandor que venía de detrás de él, tan leve que casi parecía como si se lo hubiera imaginado. Pero mientras las Hadas volaban por la habitación, el niño oyó algo con claridad a su espalda, justo entre la cama y la pared. Era una especie de "psst", como si algo tratase de llamar su atención sin alertar a aquellas horribles criaturas de pesadilla.

Notas de juego

No problem, estos días estoy teniendo bastante lío, así que llevamos aún menos prisa... xD

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23/08/2013, 19:02
John

—¿Alguien más? —se cuestionó el niño—. ¿Cómo es posible que haya alguien más?

La mirada de John se dirigió lentamente hacia atrás, buscando a ese supuesto invitado que alertaba tanto a las hadas. No sabía si lo que iba a ver era peor, quizá un enemigo más en esa horrenda noche. Tenía que ser un sueño, eso no podía estar pasando.

El pequeño John luchaba por contener el sollozo debatiéndose entre el sueño y la vigilia. ¿Qué era aquella criatura que había llamado su atención? ¿Vendría a ayudarle a despertar o a provocar una mayor inmersión en el sueño?

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03/10/2013, 11:03
Director

Por un momento, el resplandor que había visto ganó en intensidad, aunque no mucho. Lugo volvió a escuchar aquél pssst, esta vez más largo, más apremiante. Las Hadas que le habían estado hablando hacía un momento ahora buscaban por la habitación, furiosas y emitiendo un siseo que quedaba atenuado por el rápido revoloteo de sus alas.

—Rápido, tienes que venir... —esuchó por fin. La criatura que lo estaba llamando parecía haberse decidido a hablar—. Ven hacia la pared, abriré la ventana y podrás salir. ¡Pero date prisa!

Una de las Hadas se detuvo en seco y miró en dirección a donde venía la voz. Sin duda, quien quiera que fuese había hablado demasiado alto.

—¡Allí está! —chilló el Hada maligna, y se lanzó como una bala hacia la cama. Su compañera la siguió.

Entonces el resplandor que John veía se hizo más fuerte, y un Hada muy parecida a las otras dos salió de detrás de la cama. Se colocó junto a la ventana y, con un esfuerzo ímprobo, trató de abrirla lo antes posible.

—¡John, rápido! —gritó con desesperación— ¡Tienes que irte, no dejes que te cojan!

La ventana se abrió por fin un poco, pero en ese momento las Hadas cargaron sobre la pequeña criatura y la arrastraron con violencia a una de las esquinas de la habitación. El golpe fue muy duro, y allí siguieron las tres, peleando, retorciéndose y contorsionándose en un frenesí de rabia.

Afuera, el aire era frío, muy frío. Y la lluvia continuaba cayendo sobre el asfalto.

Notas de juego

Seguimos. =P

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09/10/2013, 22:31
John

John dudaba. Durante varios segundos se mantuvo mirando la ventana abierta y la pelea entre las hadas. Estaba temblando; fuera hacía frío pero eso no era lo que hacía temblar al pequeño.

Aquel hada le había dicho que tenía que salir por la ventana pero aquello no era lógico, nada era lógico en aquella habitación. John tiró de la sábana y se la colocó sobre la cabeza cubriendola del frío y la lluvia. Se dispuso a salir por la ventana pero antes observó al hada que luchaba contra las otras hadas malignas.

—¿Por qué tengo que irme? ¿Qué pasa? —preguntó John apoyado en el umbral de la ventana—. ¡Quiero ver a mi madre!

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07/11/2013, 19:36
Director

El Hada alzó la cabeza para responderle, pero en ese momento, se llevó un mordisco en el cuello de una de sus atacantes. John se quedó horrorizado al comprobar que los colmillos del Hada malvada se habían afilado hasta parecer pequeñas navajas, y la piel blanca del Hada que había ido a rescatarle estaba ahora manchada de sangre oscura.

El Hada gritó de dolor y miedo, y le hizo gestos a John para que se alejara, mientras trataba de zafarse de las otras dos Hadas.

—¡Márchate, corre! —gritó con un esfuerzo ímprobo—. ¡Corre a las... ugh... a las caravanas! ¡Al... ogh... borde del pueblo!

Las alas le fallaron y cayó al suelo, derrotada. Una de las Hadas siguió mordiéndole sin piedad, salpicando de sangre la pared de la habitación de John. A los pocos segundos, el Hada dejó de gritar y moverse. Su cadáver quedó tendido sobre el suelo de madera, inerte.

—Y ahora, amiguito... será mejor que te vuelvas a acostar —dijo una de las Hadas asesinas, con el rostro lleno de sangre y una sonrisa diabólica que mostraba aquellos antinaturales colmillos.

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03/12/2013, 11:25
John

Una lágrima de impotencia y sensibilidad comenzó a recorrer la mejilla del pequeño John. Dudaba entre salir corriendo y demostrar ser el niño que realmente era o hacer eso que su padre siempre decía, hacerse mayor, descreer de toda forma irracional de existencia.

Pero no le fue posible. El peligro estaba demasiado cerca y para el niño era demasiado real. No podía obviarlo, hacer como si no existiera; eso no iba a funcionar.

Con decisión se arrebujó en la sábana que había sacado de la cama y salió por la ventana sin mirar atrás. Tenía que correr lo más posible hacia aquel lugar que el hada había dicho. Si había alguna opción, era esa.

Notas de juego

Joder, casi un mes para contestarte... vaya pedazo de capullo que estoy hecho.

Y no me digas que no pasa nada que luego me confío y pasan estas cosas :P

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14/12/2013, 21:56
Director

John no se lo había pensado un momento. Si esa Hada, fuera lo que fuera, había dado la vida para llevarle aquél mensaje, no podía dejar que hubiera muerto en vano. Además, no había quedado duda alguna de que las otras Hadas eran peligrosas y lo mejor era no quedarse cerca de ellas.

Cuando salió de su habitación, lo primero que le golpeó fue un frío terrible. Podía ver el vaho de su propia respiración y llovía ligeramente, unas gotas heladas que calaban poco a poco la sábana con que se cubría. Pero tampoco se paró a pensar en eso, si no que se lanzó a la carrera en la oscuridad.

Sobre su cabeza, el cielo estaba cubierto de luces blancas, titilantes. Era de noche, pero aún así John supo que aquellas luces no eran estrellas. ¡Eran miríadas de aquellas Hadas, las mismas que habían ido a amenazarle a su propia habitación! ¡No se lo había imaginado!

Entonces oyó algo, a lo lejos. No le cupo duda alguna de que había sido un disparo en la distancia, cerca del borde del pueblo. ¿Un rifle, tal vez? No estaba seguro, lo único que sabía a ciencia cierta era que estaba sólo, en mitad de la noche, que hacía un frío terrible y que tenía que encontrar las caravanas de las que el Hada le había hablado.

Notas de juego

En condiciones normales, te habría avisado antes... pero ya ves que yo mismo también estoy hasta arriba, así que no te preocupes demasiado. xD

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03/02/2014, 21:56
John

El sonido de aquel disparo detuvo la carrera de John. Durante un eterno minuto se mantuvo quieto bajo la lluvia que empezaba a calar la fina sábana que lo cubría. La mirada del pequeño volvió otra vez a su alrededor, a aquellas titilantes luces que para él sólo significaban una cosa: peligro.

Una asociación se forjó en la cabeza de John: disparos significaban personas mayores. Ellos sabrían que hacer. Volvió a emprender la marcha, corriendo más si eso era posible. Cuanto antes llegara antes se acabaría todo.

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12/02/2014, 01:24
Director

Sin pensárselo dos veces, John echó a correr en dirección al sonido del disparo que había escuchado. Estaba al otro lado del pueblo, así que tendría que correr bastante, pero todo fuera por alejarse de aquellas luces titilantes.

Después de algunos minutos, empezó a notar cierto cansancio. Además del frío, estaba bastante desentrenado. Al fin y al cabo, quién sabe cuánto tiempo se había pasado en cama. No tenía más remedio que detenerse un momento a recuperar el aliento, y se escondió lo mejor que pudo para resguardarse de la lluvia y de la vista de aquellos seres terribles.

Al menos había una de esas Hadas que había intentado ayudarle... aunque lo había pagado con su vida. Y había quedado claro que eso no era un juego, pero el chico no sabía mucho más. Tenía que decidir que dirección tomar, ahora que estaba más o menos a la altura del supermercado.

Notas de juego

Puedes consultar el mapa para decidir tu próximo movimiento.

Por cierto, John está bastante débil después de haber pasado mucho tiempo convaleciente, así que tu resistencia física es delicada. De vez en cuando irás perdiendo una taba física si permaneces mucho rato en condiciones adversas (como el frío y la lluvia), o realizando esfuerzos (correr durante tiempo prolongado, por ejemplo). Te avisaré cuando así sea.

De momento, pierdes 1 taba física por lo que llevas soportado hasta ahora.