Partida Rol por web

-Pues no sé qué decirte, después de lo de Aisling Sturbridge, y del robo del colgante. Está claro que algo sucede cerca de mi, y eso me ha puesto en el punto de mira de alguien, no sé quién. ¿Puedes tú investigarlo? Supongo que debes tener tus contactos... Abaldon mismo, él estaba interesado en ese colgante. Puede que está interesado en saber quién lo tiene ahora, ¿no crees? Eso si está limpio, y no está tras la operación, aunque imagino que si fuera así tú sabrías algo. Por eso quiero entrevistarme con él, tengo entendido que irá a esa fiesta de los Rosacruces. Tu turno, David, ¿qué sabes de todo esto? Ruth está malherida, ahora, lo quiera yo o no, estoy dentro. Y necesito ayuda...

-Pues.. la verdad, yo podría organizar una entrevista entre Abaldon y tú. Pero no puedo hacer mucho más, incluso.. bueno, ten en cuenta que ambos sois mi cliente. Tendría un conflicto de intereses. ¿Quieres que pida un lugar discreto, un despacho, donde podáis hablar un rato durante la fiesta? Ten en cuenta que él es un ivitado más, quizá sería mejor esperar a otro día..-

-Bueno, desde luego yo mismo procuraré llevar a cabo esa entrevista con Abaldon padre durante la fiesta. Pero sí acepto que me prepares otra con Abaldon hijo. No hoy, desde luego. Otro día.

-Vaya, muy interesante. ¿No estaría buscando a un tal Marcus Van Houten allí? Es igual, déjeme que le ponga al día.- no baja en ningún momento el arma, pero te da la sensación de que el ambiente ha cambiado un poco. -Verá, hace un tiempo nuestro amigo John entró a vivir en una casa nueva y contactó con.. bueno, ¿cree usted en los fantasmas? Imagino que sí, ya que ha mencionado a Michelle. Pues eso, contactó con Michelle. Ella, al parecer, le pidió ayuda para buscar a su novio, bien, su novio de cuando estaba viva, un tal Holden McNeill. Que resultó ser en realidad Holden Abaldon, quien hizo que sus matones le diesen una paliza y un plazo para abandonar el piso, sin explicaciones. Mientras, por otro lado, yo conocí a Michelle cuando se juntaba con malas compañías. Me decidí a ayudarla, contacté con John y luego se presentó una tercera persona: Demian Reynolds. Un abogado le había contratado para vigilar a John y asegurarse de que abandonaba el piso, pero Demian se olió algo raro y se decidió a ayudar a John o al menos a investigar más. John le dirigió a mí y empezamos a investigar conexiones. Demian averiguó que Abaldon padre estaba intentando relacionarse con logias paranormales y yo que Michelle murió en el piso de John, cortándose las venas. Se determinó que era suicidio, pero el forense no parece estar convencido. Michelle, Demian y yo nos metimos en la Fundación Abaldon, una entidad con sede en el puerto donde descubrimos que se realizan experimentos un tanto dudosos, con gente desaparecida y que daba la sensación de haber sido atacado por alguien recientemente. Nos cruzamos en nuestras aventuras con personajes tan pintorescos como el reverendo Mordecai Jess y Jim, quien sospecho trabaja para Abaldon llevando algunos de sus asuntos sobrenaturales. Quizá, el tipo más peligroso de toda la ciudad. Su perro de presa. Luego Michelle desapareció en busca de una amiga suya y sólo he podido seguirla hasta un edificio de oficinas en el Upper East Side que pertenece a Abaldon. Entonces Demian pareció encontrar otra pista: Marcus Van Houten, al parecer conectado con un grupo de internautas aficionados a lo paranormal en el que estaba Abaldon. Se puso a buscarle, me dejó un mensaje diciendo que debíamos hablar, que acababa de estar en una clínica psiquiátrica buscando a Marcus.. y no apareció en la cita.-

Tras soltar todo esto, se recuesta en el asiento. -Si todo esto te suena a chino, dímelo. Pero creo que no, ni siquiera el asunto de los fantasmas, ¿verdad? Te toca, señor Williams.-

El rostro de Williams parece tallado en piedra. No se ha inmutado en ningún momento, parece que nada de lo que ha oído ha sido lo bastante extraño como para descomponer su expresión. Pero sí que su interlocutor ha conseguido que tarde un poco en respònder. Parece que debe ordenar sus ideas, y hacerlas encajar con la información que acaba de recibir...

-Bien, entre todas esas cosas que me cuenta, hay novedades para mi. Y, evidentemente, también yo las tengo para usted. No me son extrañas ni ajenas las "historias de fantasmas", como usted dice. Pero es cierto que no he empezado a preocuparme, o mejor a ocuparme de ellas hasta hace poco, por causa de los hechos que nos han acabado por poner en contacto.

Sacude la cabeza, y un negro mechón de pelo se cae sobre su frente, rebelde. John lo aparta con gesto enérgico.

-No fui en busca de Van Houten a ese psiquiátrico, sino de Jhon Harper. Aunque sí me gustaría localizar y hablar con ese tal Van Houten, aunque no he logrado encontrarle. Pero... -Aprieta los labios y afina los ojos, entrecerrándolos, concentrándose. -Empecemos por el principio. Por casualidad, sin intención ninguna, convoqué una subasta de objetos esotéricos en la Zafon's. Y a ella acudieron Aisling Sturbridge, y Abaldon padre. No les conocía de nada, de modo que su interés por un colgante determinado no fue para mí más que un incentivo comercial. Todo se torció cuando el intento de asalto de la Galería, y después, el colgante fué robado, y Aisling asesinada. Vino entonces una espiral de informaciones que han acabado por llevarme hasta ese psiquiátrico, a la salida del cual mi... eh... bueno, una persona especial para mi, ha sido herida de gravedad por causa de la explosión de mi automóvil. Eso me ha... digamos, puesto en el disparadero. No, no voy a quedarme de brazos cruzados. Es por ello que he seguido las pistas que tenía. Contacté con Aisling, con su... fantasma. No es necesario que les de más explicaciones, imagino. Y ella me habló de Michelle. Y me transmitió las palabras de ésta: "Dile a William Iron que me han cogido. Dile a Demian que cuide de John. Dile a John que le quiero."

Un silencio sigue a sus palabras. Espera la reacción a ellas, pero es evidente que tiene más que decir, que tiene su propia hipótesis que exponer...

John aprieta la mandíbula y los puños al escuchar tus últimas frases, las que Michelle le dedicó a ellos. Se sienta, apoya los puños sobre la tabla de la mesa y mira a Iron.

-Esta historia se va llenando de zarzillos y va atrapando cada vez a más gente. Pero no es normal que ocurran tantas cosas a la vez. Incluso el más impulsivo de los hombres evitaría llamar la atención de esta manera. Si hay tantas situaciones y tanta gente orbitando y precipitándose sobre el planeta Abaldon a la vez es porque hay algo en juego y ni el propio industrial puede detenerse a reflexionar. O bien, alguien se ha descontrolado. Quizá Jim. Quizá su propio hijo. Jim es un asesino sin escrúpulos y Holden, como poco, un maltratador rodeado de matones. Pero, ¿hacia dónde va todo? ¿Por qué están actuando de esta manera Abaldon, su entorno y sus rivales?-

Iron traslada la mirada de John a John, interrogando al anticuario con ella. Termina su ultima frase levantándose y cogiendo una cafetera de la barra de la cocina y llenándola con agua.

La carga de tensión se ha diluído. No disuelto por completo, pero algo parece flotar entre los tres hombres, algo que habla de que están del mismo bando. Y de que, probablemente, ha sido una suerte que se hayan encontrado.

Williams suspira levemente, y busca un lugar donde sentarse. Más relajado, sigue sopesando datos para intentar presentar un panorama coherente de todo el complejo entramado de información. Finalmente se gira hacia Iron, que trastea con la cafetera.

-Es difícil hablarles de todo lo que sé, porque son retazos sueltos que he ido recopilando, y en la mayoría de los casos, inconexos. Pero voy a intentar exponer mi punto de vista. Para empezar, de lo que han dicho: no conozco a ese tal Jim, ni he oído hablar de él. Tampoco de Mordecai Jess. Primera noticia. Desde luego la cosa cambia por lo que hace a Abaldon. Tanto padre como hijo. Siguiendo con lo que antes les contaba, creo que ese hombre está detrás de todos los asesinatos, así como detrás del robo del colgante. 

El anticuario frunce el ceño, concentrándose.

-Pero no hemos hablado de otro hombre, a quien considero clave, sobre todo después de mi "conversación" con Sturbridge. Se trata del Dr. Wilson. Mi teoría, no sé hasta qué punto peregrina, es la siguiente: El mundo paranormal, el mundo de los dotados, o como quieran llamarlo, existe. Y por esa causa existen dos bandos ahora mismo, capitaneados por dos hombres. Aisling los llamó "Tiburones". Uno es Wilson, el otro Abaldon. Creo que ambos persiguen poder (cómo no!), cada uno a su manera. Enfrentados. Ambos van a ser presentados esta noche como candidatos propuestos por Aisling para su... logia. Probablemente, ahora ya se trate de algo más. Sin embargo, sospecho que una herramienta con la que se están rebanando muchos cuellos, es El Tinglado, una sociedad que se dedica a la caza, captura y eliminación de todos los dotados. Supongo que la mano que la maneja es la de Abaldon. Pero, caballeros, aunque han intentado matarme, aunque han estado a punto de matar a alguien muy cercano, no tengo pruebas, sólo conjeturas.

Una pausa.

-Necesitamos ayudarnos mutuamente, ¿no creen...? Esta gente no se detienen ante nada, eso está claro. Secuestran, torturan, matan. ¿Qué es lo que persiguen...? ¿Qué hay en esa Fundación? Puede que estemos ante un esfuerzo desmedido para anular a una facción de dotados, puede que estén intentando canalizar algún tipo de poder en beneficio propio, ni idea. Pero los tentáculos de Abaldon llegan lejos. Incluso están dentro de la policía...

William, a lo largo del discurso de John, le interrumpe aclarar un punto. -No, Mordecai es una especie de..- parece que le cuesta romper un aprendido y necesario oscurantismo en las palabras- nigromante que intentó atraer a Michelle a las garras de la Fundación Abaldon. Y Jess.. Jess es una vieja conocida que al parecer trabaja también para la Fundación o para Jim, con el mismo fin.-

Vuelve a interrumpirte cuando mencionas El Tinglado. - Ahí hay algo que no entiendo bien. Jim es.. definitivamente, un ser paranormal. Y Jess, Jesús, Jess es un fantasma. ¿Colaborarían con una entidad dedicada a exterminarlos? Antes o después le tocaría a ellos. A Jim, bueno, no le conozco, pero tiene una fama espantosa, le creo lo bastante frío y capaz para atraverse a jugar a eso. Pero, ¿Jess? Algo raro pasa ahí para que colabore.-

Y cuando termina de hablar y tras mirar a Kahane y que Kahane asienta, responde -Está claro que podemos ayudarnos. Lo que no sé es cómo. Nuestra idea era.. bueno, le dábamos vueltas a cómo rescatar a Michelle si es que aún fuera posible. Sé dónde está, en la sede central de Abaldon, un edificio de oficinas en el Upper East Side. Sólo con rondar por allí me he ganado unos galones.- se señala los cardenales en el rostro. -Con una vigilancia como esa se me antoja difícil entrar. POr otro lado.. dices que van a ser presentados al puesto de la tal Aisling. Si eso significa que van a estar ambos a la vez en el mismo sitio y hay una lucha de poder, eso puede provocar una situación tensa. De la que quizá nos pudiéramos aprovechar. Dos pájaros de un tiro.-

En tu opinión, sólo Iron es un dotado, eso está claro. La forma en que su energía parece desaparecer en los bordes de su aura te dice que sin duda es capaz de percibir o incluso entrar en otros planos de exietncia, lo cual explicaría cómo contacta con Michelle. En cualquier caso, Iron se da cuenta de inmediato de lo que estás haciendo, como te ocurriría a tí en su caso y aunque desde luego no te permite profundizar más (podrías intentar forzar el asunto no obstante, pero seguramente lucharía para evitarlo), te sonríe en silencio y te devuelve la "cortesía". Notas cómo su mirada pareciera lamer tu propio aura.

-¿Podemos terminar ya con el intercambio de tarjetas de visita?- te dice.

-Desde luego. No te extrañen esos intercambios, er...William. Acabo de sufrir un gravísimo incidente, como os he dicho. Por eso la prudencia, el tanteo. Pero tienes razón, dejemos eso ya. Bien, al grano. Yo iré a esa fiesta, y procuraré estar en primera fila. Intentaré saber más una vez allí, porque no veo de qué modo nos podemos aprovechar de ese enfrentamiento más allá de presenciarlo, ahora mismo. Pero, estoy abierto a sugerencias, te escucho.

-Podríamos aprender de él. Sabemos poco todavía de ambos personajes; yo de Wilson no sé nada de nada. Pero si nos es posible, deberíamos asegurarnos de que la lucha entre ambos se mantenga.. y que no termine. Si uno de los dos vence, tendremos a alguien más poderoso del que ocuparnos. Si ambos deciden aliarse, aunque no se me ocurre el motivo, podríamos estar jodidos.-

La voz de Iron ha bajado a cierta pasividad que no te explicas del todo. Deja su cigarrillo consumirse en el cenicero mientras habla sin mirarte, observando el muro de ladrillo del edificio de enfrente a través de la ventana. John Kahane, de pie y con los brazos cruzados escucha mirando al suelo.

-¿Crees que podrías llevar un acompañante a la fiesta? Por otro lado, ¿piensas que podrías averiguar más cosas sobre Michelle? Es algo para hacer después de la fiesta, pero si encontrásemos pruebas contra el hijo de Abaldon, le estaríamos pegando duro. Nosotros por nuestra parte podríamos ver qué hay contra Wilson llamando menos la atención que tú, si te conoce.-

-A Wilson fui a verle para preguntarle acerca de Aisling cuando la mataron, porque ella me había comentado que iba a proponerle para el ingreso en los Rosacruces, al igual que a Abaldon. Pero Wilson fue bastante escueto, parco mejor, y sólo lanzó como gancho interesante ese comentario sobre El Tinglado. Dijo que Aisling le había dicho que se sentía amenazada por ellos. He... intentado... hablar más a fondo con ella. Pero como comprenderás, ha sido difícil. Se encuentra, imagino, en la Antesala. -Una mirada de soslayo, sopesando la reacción de los dos hombres. Pero prosigue -La conexión entre nosotros ha sido muy voluble, mientras ha durado. Y en ese lapso también salió Michelle, que, según dijo, estaba con ella. -Otra mirada evaluadora.- Como he dicho, es posible que me tendiera un lazo, y que Wilson sospeche que Abaldon está tras esa sociedad. O no, no lo sé. He intentado lanzar anzuelos a mi alrededor, y lo único que sé con seguridad es que he topado con alguien a quien he asustado, porque han intentado matarme. Por tanto, algo hay.

Una pausa reflexiva.

-Puedo llevar un acompañante, claro está, no habrá problema. No sé, sin embargo, si es astuto que nos vean juntos, quien sea que no deba vernos. Para empezar, ¿podéis explicarme con más calma qué ocurrió con Michelle, desde el principio? Entraste a vivir en esa casa, John, y contactaste con su fantasma. No la conocías de antes, entonces. Y ella te pidió que la ayudaras a localizar a su novio, que resultó ser Abaldon hijo. Y éste te sacó de la casa de modo expeditivo... ¿qué averiguaste de él, qué podías saber que te hiciera peligroso a sus ojos...? No puedo llegar a detectar donde empieza el hilo de toda esta cadena de sucesos... no sé de dónde debemos tirar primero.

Cuando mencionas la Antesala, John arruga el entrecejo, como si no supiera de qué estás hablando. Simultaneamente, Will asiente y le hace un gesto a su amigo para que tenga paciencia. Pero es él precisamente quien toma la iniciativa para responderte.

-Yo entré a vivir al piso hace unas semanas y desde el principio empecé a notar cosas raras; un día un disco de los Beatles se ponía en marcha solo y al otro el grifo de la bañera se llenaba. Y luego empecé a ver cosas como mensajes en un espejo, susurros.. incluso un día, una visión muy breve de Michelle. Decidí intentar comunicarme con ella y a su manera logró hacerme llegar el mensaje de que quería hablar con su novio, Holden McNeill. Yo.. bueno, digamos que yo me sentía atraido por lo que me ocurría y de alguna manera me sentía mucho mejor cuando sabía que ella estaba cerca. Así que me dispuse a ayudarla.- por fin, John se acerca una silla a la mesa y se sienta con vosotros, aunque no toca el café ni el tabaco que le ofrece Will.

-Tengo un conocido que trabaja en administración en una comisaría y pensé que sería la manera más fácil de localizar a un Holden McNeill que hubiera tenido algo que ver con mi piso. Y el caso es que lo logré, porque era el tipo que pagaba el alquiler hasta que.. hasta que la inquilina del mismo apareció muerta. Se había cortado las venas en la bañera. Imaginé por tanto que poderse comunicar con ella sería algo.. bueno, parecía una locura y supongo que pensé que todo podía ser fruto de un brote esquizofrénico por mi parte pero.. el caso es que imaginé que el novio querría saberlo. Me dirigí a la dirección en la que se supone vivía ese tal Holden McNeill para descubrir que era una gestoría. Pregunté por él y me hicieron esperar. Entonces apareció Holden con otros dos tipos grandes como armarios. Me sacaro a dar un paseo y me dieron una paliza. Escapé en mitad de la pelea y volví al apartamento; ellos, claro, me siguieron hasta allí. Más amenazas y la promesa de hacerme más daño si no me iba en breve. Entonces, Michelle me dijo que contactara con Will.-

-Espera, ¿una gestoría, dices?- pregunta Will de repente. -¿Qué gestoría? ¿Cómo se llama?-

-Hershaw's Estates. ¿Por?- John está inquieto, torpe, se remueve a la mínima de cambio, atento a cualquier cosa que tenéis que decir los "veteranos.

-¿No recuerdas que a Demian le contrató un abogado para asegurarse de que te ibas del piso? Apuesto a que es la misma empresa.- responde William, aunque sin darle tanata importancia como estás empezando a dársela tú. McNeill, el McNeill que trabaja para Zafon's trabaja en un bufette llamado Hershaw, Raleigh & Bronn.

-Vaya, a medida que vais hablando veo las cosas más feas, pero mucho más claras. El abogado en cuestión es, casi con seguridad, mi propio abogado. Y que eso no os sorprenda, porque lo es también de Abaldon, y sospecho que se interesó por mis negocios precisamente por ello. Él me transmitió la petición de compra, antes de la subasta, que le hizo Abaldon para ese colgante, el que ha sido robado, y que se adjudicó Aisling. Ese abogado, señores se apellida McNeill. Es evidente de dónde sacó la inspiración nuestro común "amigo", el primer novio de Michelle.

Williams entorna los párpados, afinando la mirada que fija en la taza de café que acaba de dejar ante él Iron, y asiente mientras toma un sorbo. Masculla una frase casi para sí.

-Hum, espero que sea expresso, y no americano...

Y prosigue entonces:

-Tal como lo veo, el lado "Abaldon" se va perfilando. Además de padre e hijo, supongo, debemos poner en la lista al abogado, David McNeill, ese Jim que decís, y yo también apostaría por alguien de la policía, un tal Delaine, fue cuando fui a verle que ocurrió el "accidente" con mi coche. Lleva además los casos de los otros asesinatos, porque el anterior inspector que los llevaba fue relevado. ¿Qué podéis contarme de ese Jess, y de los demás? ¿Qué tienen que ver en esta trama?

-Jess es.. era una vieja amiga. Difunta, por cierto. Aparecía de vez en cuando en una partida de póquer por la que suelo dejarme caer. Ha resultado estar al servicio de Jim e intentó atraer a Michelle hasta él. En concreto a un edificio en el puerto donde además de una Fundación benéfica, Abaldon tiene un laboratorio secreto. En cuanto a Van Houten, ni idea. Sé que estaba relacionado con los amigos internautas de Abaldon, pero no de qué manera. Ni sé tampoco cómo Marcus llevaba a Harper en el sanatorio.-

Will y John han atendido con calma a tus explicaciones y asintiendo a ellas encajando en sus cabezas las piezas de los puzzles. Pero parecen querer detenerse en un punto. -Sí, el bando de Abaldon está muy bien definido, pero me preocupa que sepamos tan poco de Wilson. Estoy pensando que tienes razón: quizá no conviene que nos vean juntos. John está aquí para simular que ha accedido a irse del piso.. Eso nos deja la noche libre. ¿Y si intento colarme en casa o en el trabajo de ese Doctor Wilson? ¿Qué tipo de Doctor es?-