Partida Rol por web

Notáis como la bebida poco a poco os hace efecto, es una sensación extraña; un cosquilleo os sube de la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza. De golpe, recordáis todos los hechizos. Todos los que os podáis imaginar: maldiciones imperdonables, mortales, de gran utilidad y de poca... 

Y eso no es todo, acto y seguido, el lugar donde estáis empieza a moverse. Parece que se va a destruir pero, por suerte, no es así. Cae arena del techo por el movimiento, pero muy poca. 

Oliver, asustado, se pega a la pared con los ojos abiertos. 

- Nos vamos a morir aquí dentro.- Se lamenta. Desde que Elphie le había insultado y quitado la poción había permanecido en silencio como un buen chico. 

Toda la sala comienza a moverse, tirando la mesa al suelo. Parece que se esta elevando, pero luego gira a la derecha y después a la izquierda (o eso creéis) y acto y seguido se vuelve a elevar. 

Os fijáis que bajo la mesa había una trampilla ¿Que sería? 

De golpe y porrazo, con un gran ruido, os paráis. ¿Dónde estaréis? 

Un gran ruido acompañado por temblor del suelo se escucha claramente de las entrañas del laberinto justo cuando llega Liam y todos os quedáis alerta. Con ojos asustados os miráis de uno a uno hasta que el ruido, pasado unos minutos, para.  

- ¿Qué... Qué diablos era eso?- Pregunta Violet, sin poder haber respondido a la pregunta de Charlotte antes. La chica coge a Anthoni y le ayuda a levantarse del suelo, contestándole a Liam por él. - Matthew ha muerto y An ha sucumbido al llanto.- Explica la muchacha. -Yo... Lo siento mucho, An.- Dice dándole un beso en la mejilla al muchacho y derramando una lágrima. 

- Soy Violet Tyler, de Hufflepuff. Iba con Anthoni ¿No me recuerdas? Y tu, Nora ¿me recuerdas?- Dice con una vocecita esperanzadora.- ¿Todo esto va en serio? ¿Nos... Nos tenemos que matar de uno en uno si queremos salir con vida de esta?- Acto y seguido, sin poder evitarlo, se pone a llorar.  - Pensaba que era una broma ¡Ojalá fuera una broma!- Solloza. 

Al agacharse Jan y mirar por las rendijas, el ruido del interior de la trampilla aumenta. Pero no solo se escucha por ahí dentro, también por todo el laberinto. 

El suelo comienza a temblar más y más. 

- ¿Qué mierda pasa ahora?- Pregunta Erin acercándose rápidamente hacia vosotros. 

Pasados unos minutos de miradas asustadas, el ruido para. Sin embargo, notáis como, por el suelo, el ruido llega a la trampilla donde os encontráis. 

Por los rendijas solo ves oscuridad. 

Nora se sentía fatal por Anthoni y sintió una punzada de dolor al verle tan hundido. La pelirroja hubiera querido abrazarlo con fuerza pero Violet se adelantó, echándose a llorar también.

Nora se mordió el labio con fuerza y los miró a los cuatro, suspirando.

-Te recuerdo, Violet, pero no me gusta lo que recuerdo... De hecho por ahora no he tenido un recuerdo esperanzador -Nora arrancó de su muñeca una de sus gomas y se recogió el pelo- Seamus, el chico al que parece ser que quería, ha muerto; Matthew, del cual no recuerdo nada, también... Ambos por accidente... Creo que algo está advirtiéndonos de que sólo quedará un superviviente de una forma o de otra

Nora se acercó entonces a Anthoni y le cogió de la cara, haciendo que le mirara.

-Anthoni... Tú eres mi mejor amigo... Y voy a hacer lo que sea necesario para que sobrevivas

Estaba destrozado. En mi cabeza solo se repetía una palabra que me dolía como un alfiler taladrándome las sienes. "¡CULPABLE!"

Violet me abrazó y me dió un beso en la mejilla, pero no sentí nada... Nora me hizo mirarle a los ojos y me prometió que yo sobreviviría, pero no sentí nada.

"¡CULPABLE! ¡CULPABLE! ¡CULPABLE!"

Aparté la mirada de Nora. Había perdido la entereza 

- Solo soy un estorbo... - Dije con la voz débil por la tristeza. 

Abri los ojos como platos e intenté buscar algo a lo que agarrarme aunque no conseguí nada.

-¿Qué cojones...?

Lo siguiente que me contó Violet me dió igual. Dos menos, era un hecho de que iba a morir gente, no me iba a culpar por no salvarlos. Y menos aún ponerme como Anthoni.
La escena de Nora era muy bonita, sí, emotiva, sentenciaba su muerte si pretendía seguir a ese muñeco roto, ese temblor me había dado muy mala espina y tenía la sensación de que quedarse ahí era la peor de las ideas.

Me acerqué a Anthoni, aparté a Nora y me agaché a su lado, hablándole cerca de la oreja, intentando que sólo él me escuchara.

-¿Sabes qué Anthoni? Ahí tirado en el suelo eres un estorbo. ¿Acabas de escuchar a Nora o no te has dignado ni a eso? En este momento no sólo tu vida depende de ella, como no te muevas y aquí se líe una buena... La suya habrá dependido de ti. Así que levantante, eran gente que casi ni recuerdas, y ten por seguro de que morirán muchos más.

Le dí un par de palmadas en la espalda, me levanté y me separé de él, dirigiéndome a todos:

-Mentiría si dijera que siento la muerte de Matthew, pero creo que Nora tiene razón, nos están mandando avisos, quieren que nos matemos, y si no lo hacemos nosotros lo harán ellos con las cosas que sea que tienen aquí. Ese temblor ha sido jodido y venía de las entrañas del laberinto, propongo que nos movamos, lejos de aquí, crucemos el lago y sigamos avanzando. He aprendido la lección y nos os obligo a venir conmigo, pero me voy a mover, sólo o con vosotros.

Me giré y miré a Anthoni:

-¿Tú qué harás?
 

El saber. EL poder. Lo notaba fluir y no pude evitar sonreir satisfecha. No recordaría una mierda de quién era antes de esto, pero sí que sabía quién era ahora: una bruja capaz de hacer todo lo que quisiera. Tal vez ahora que recordaba a la perfección docenas de conjuros no tendría problemas al conjurarlos. Y oh, cuán interesantes que eran algunos.

Pero no pude saborear el momento del todo, pues de repente la habitación empezó a temblar y moverse. Me apoyé contra la pared para no perder el equilibrio, sin darle importancia a lo que deía Oliver. No íbamos a morir. Habíamos escogido la puerta adecuada, estaba absolutamente segura. La lógica no tiene discusión.

Intenté analizar qué ocurría con la habitación. Era cómo si se moviese por túneles, algún tipo de ascensor tal vez, aunque parecía moverse a los lados también. Cuándo la habitación paró en secó, trastabillé un poco y miré a mi alrededor. Estábamos todos de una pieza y la habitación parecía haberse detenido por compelto. Si antes había alguna posibilidad de que Nil abriese la puerta para encontrarse con nosotros, ésta acababa de desaparecer.

Miré la trampilla y luego la puerta. 

- No se a dónde saldrá esa puerta, pero algo me dice que no al mismo sitio que antes. Y esa trampilla no está ahí por casualidad. - no tenía mucho en lo que fiarme, sólo me instinto. - Propongo coger la trampilla. Pero, antes de nada, creo que tenemos que discutir un par de detalles sobre el... equipo. - dije señalándonos a los tres. - No podemos hacer tonterías. Poniéndonos en la mejor de las situaciones, tenemos una ventaja enorme dados los conjuros que recordamos. Sobra decir que si de algun modo nos cruzamos con el resto no tienen que saberlo. También sería buena decidir si estamos todos en el mismo barco. Esta claro que va a morir gente aquí dentro, de nuestra mano o de la del tal Voldemort. Si tengo que escoger entre quitarle la vida a alguien o que me la quiten a mí, lo tengo claro. Pero tampoco podemos ir matando a todo el mundo con el que nos crucemos. - dije posando mi mirada en Kyra. Sin duda era la que más problemas tenía controlando el temperamento y escondiendo lo que pensaba del resto. - Podemos jugar con ellos hasta que no nos sean útiles. Podrían tener información que nosotros no. Me explico?

Te despiertas con una total oscuridad, no sabes donde estás. No recuerdas nada excepto dos cosas: Te llamas Dennis y eres un mago. Estás maniatado en un lugar pequeño y todo huele a humedad. Escuchas como alguien habla por arriba tuyo, como en el techo, pero no logras ver nada. De golpe y porrazo, contra todo pronóstico, el lugar donde estás se empieza a mover armando un tremendo ruido y provocando que todo temblase a su paso. Primero se eleva, después va a la derecha -o eso crees- luego a la izquierda, luego se eleva de nuevo... ¿Qué diablos sucedía?

- Nos vamos a morir aquí dentro.- Escuchas como dice una voz masculina proveniente del techo. 

Pasados unos minutos todo se para; el lugar, el temblor y el ruido. Agudizas el oído para ver si puedes oír algo más, y logras escuchar una voz femenina, esta vez más clara que antes. 

- No se a dónde saldrá esa puerta, pero algo me dice que no al mismo sitio que antes. Y esa trampilla no está ahí por casualidad. Propongo coger la trampilla. Pero, antes de nada, creo que tenemos que discutir un par de detalles sobre el... equipo. No podemos hacer tonterías. Poniéndonos en la mejor de las situaciones, tenemos una ventaja enorme dados los conjuros que recordamos. Sobra decir que si de algun modo nos cruzamos con el resto no tienen que saberlo. También sería buena decidir si estamos todos en el mismo barco. Esta claro que va a morir gente aquí dentro, de nuestra mano o de la del tal Voldemort. Si tengo que escoger entre quitarle la vida a alguien o que me la quiten a mí, lo tengo claro. Pero tampoco podemos ir matando a todo el mundo con el que nos crucemos. Podemos jugar con ellos hasta que no nos sean útiles. Podrían tener información que nosotros no. Me explico?- Dice la voz, también sobre el techo de donde te encuentras. 

Ignoré el terremoto

Matthew no merecía lo que le había pasado. Y el nunca llegó a recordar nada. Por qué le tubo que pasar esto? Era buena persona. Espera... Matthew buscaba a alguien. Una tal Wen...

El chico pelirrojo con gafas me habló y lo que me dijo me sentó como como una bofetada. Si no me movía quizás moriría mas gente... Pero tenía miedo de que, por hacer algo, murieran. Sobretodo Violet y Nora. Eran las únicas personas de quien tenía recuerdos. Si ellas desaparecían... No sabía que hacer.

Miré al chico. Mi cara estaba descompuesta por abatimiento. Y un hilo de sangre bajó por mi nariz. Me había hecho una raspadura en la frente con el cabezazo. Peró lo ignoré al igual que mis nudillos. En mis ojos se veía que buscaba desesperadamente una respuesta para deshacer el caos mental en el que estaba inmerso.

- ¿Como te lamas? No quiero que muera nadie más

"Arriba, arriba, arriba, arriba, arriba, derecha, derecha, derecha, derecha, derecha, izquierda, izquierda, izquierda, izquierda, izquierda, arriba, arriba, arriba, arriba, arriba."

Es divertido hasta que alguien dice algo y el movimiento para. Que aburrido ahora. Después de mirar a la nada un momento, me doy cuenta que estoy maniatado y me empiezo a aburrir cada vez más. 

Una voz femenina vuelve a despertar mi interés.

"Trampilla... ¿Qué trampilla? Yo no veo ninguna trampilla. ¿Qué demonios dice?."

Pero la voz es una maleducada y sigue hablando antes de que pueda contestarle. La posibilidad de que no me hable a mí asoma por mi cabeza.

En un momento de lucidez, lo único que saco claro es que tienen información y podrían ayudar. Quien sabe, tal vez yo también podría ser te utilidad. Cuando dos personas se ayudan, todo sale mejor que ir solo.

-¿Hola?- Alzo la voz por si las moscas. -¡¿Hay alguien ahí?!

- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- Se puede escuchar bajo la trampilla cuando Elphie para de hablar. Parecía la voz de un niño.  

Oliver os mira, sorprendido y buscando vuestra aprobación para contestarle o no. 

Un nuevo ruido en un sitio viejo. Eché un vistazo a la trampilla sin esperar encontrar nada.

-Deberíamos irnos. Los grupos grandes serán mas seguros.- Miré a Erin serio.- Y mejor que no te separes Erin. Quédate junto a... Nosotros.

Miré a Jan inquieto. No me gustaban la mitad de los que nos habíamos cruzado. El duende chillón y acusador, el loco de la espada... Pero no me gustaba la idea de que muriese Anthoni, o Nora o demonios, incluso no me gustaría que muriese Charlotte ahora que se que la conocía de antes.

-¿Alguna idea brillante?

Suspiré:

-Me llamo Liam, Anthoni, Liam.

Por fin notaba como la poción surgía efecto. Me gustaba esa sensación. Resultaba satisfactorio volver a recordar los hechizos que sabía. Ahora por lo menos iba con más seguridad por si me cruzaba con alguien no debido. Alzo mi varita como gesto de victoria al recordar hechizos, pero sin conjurar ninguno. Eso claramente sería una tremenda ventaja. Pero la ilusión no me duró mucho, pues la habitación empezó a moverse y yo empezé a perder equilibrio. De pronto, aparte de estar en una habitación inestable, arena comenzó a caer del techo manchando mi pelo (el cual seguía rubio). Puse mis manos en mi cabello y lo espolsé, dejándolo muy despeinado. Con los pelos que llevaba ahora y la nariz reventada, seguro que quien me viese podría darse algún susto.
Al oír las palabras de Oliver, me volvió a entrar algún tipo de pena por él. El chico me caía bien, al menos me había dado alguna excusa para poder vomitar encima de Charlotte. A demás ahora éramos un equipo y, teniendo la posibilidad de sobrevivir los tres (si es que no era mentira), estaría bien empezar a tener más confianza con ellos. -No moriremos,Oliver, así no.- dije intentándolo calmar, cosa que no se me daba del todo bien.
Después de que la habitación se moviese mucho más y de que la mesa caiga al suelo, vi la trampilla. Que curiosa. Escuche las palabras de Elphie le asentí con la cabeza. Quería decirle lo que yo opinaba, que venía a ser lo mismo, pero antes de contestar oí una voz. "Mierda, habrá escuchado lo que Elphie ha dicho..." Por ello no respondí a Elphie. Tan sólo le lanzé una mirada de de sorpresa.
Me acerqué a la trampilla cojiéndo fuerte mi espada con la mano izquierda y la varita con la derecha. No me hacia ninguna gracia que hubiese alguien más ahí, a no ser que fuese Nil. Pero esa voz parecía de niño pequeño, más incluso que yo. No pensaba en atacar de sorpresa a quien había ahí sin saber si quiera quien era, sólo lo hacia por total seguridad. Miré a Oliver y Elphie para ver que pensaban. Oliver parecía esperar nuestra aprobación. Con sigilo me fui acercando más.
-Sí, hay alguien. ¿Quien eres? Y,¿qué haces ahí? - Dije sin saber si lo que hacia era lo correcto. -¿Puedes salir de ahí?- Dije por una vez, intentando parecer amable. Aunque no sabía no estaba de acuerdo con la "amabilidad", Elphie tenía razón. A demás si queríamos salir sanos y salvos de aquel laberinto, eso era nuestro mejor plan.

"Una idea brillante... La última vez que alguien había utilizado Lumos había quedado medio ciego durante un tiempo y con su suerte... Jan, céntrate, no es momento para bromas".

Jan se levantó y miró a sus compañeros con cara de a mi no me preguntéis. 

-Quizá solo deberíamos... esperar. Ver de que se trata... y en el peor de los casos... correr. -Dijo encogiéndose de hombros. "Al fin y al cabo el que peor lo tiene para correr soy yo." -Manteneos alerta.

Otra voz femenina, diferente a la de antes, contesta: 

-Sí, hay alguien ¿Quien eres? Y, ¿qué haces ahí? ¿Puedes salir de ahí?

Mierda. ¿Hasta que punto me habría escuchado hablar? ¿HAbía estado ahí todo el jodido tiempo o después de que la habitación se transportase se había conectado? Fuese cómo fuere, creùia que habría escuchado todo. Agarré mi varita con decisión y me puse al lado de Kyra, esperando la respuesta.

A lo mejor debíamos matar a alguien ya... Lo más probable era que ni siquiera supiésemos quién era, así que tampoco parecía la peor situación. En la guerra caía gente desconocida cada día, al fin y al cabo, y esto era una guerra por nuestra supervivencia.

"Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, otra voz me habla. Mierda, ¿Cuanta gente hay? Deduciendo que sea gente, claro está."

Ahora que me preguntan, es molesto no poderme mover y desatarme cuanto antes, es muy molesto. Además, la nueva voz maleducada hace muchas preguntas.

"El IRPF descendería un 6.7% si los movimientos del gobierno fuesen más claras. Eso es obvio."

-¡Yo que sé quien soy! ¡Me acabo de despertar!

"¿Las abejas sabrán igual de bien fritas que asadas? Es útil plantearse preguntas importantes."
 

Me sigue preguntando demasiadas cosas, no me gusta esa voz. Enfadado, añado:

-¡Que no lo sé!¡Alguien me ha atado aquí y no puedo moverme! ¿Es bastante molesto, sabes? No sé si aquí tenéis por costumbre secuestrar a gente inocente y divertiros con ellos antes de vete tu a saber que hacerles, pero eso va en contra de mis principios morales.

No tengo muy claro que quiere decir principios morales, pero siempre queda bien. En definitiva, si conseguía desatarme se iban a enterar estos secuestradores de niños. ¿No les han enseñado que eso es de mala gente? No me gusta la gente mala.

"1.034.0231.2304.121.192.345.000"

En el instante que llega Liam con los demás, un ruido seguido de un temblor provienen de las entrañas del laberinto. Charlotte voltea rápidamente hacia esa dirección esperando poder apreciar alguna señal de que pudo haber sido.

- ¿Qué fue eso?. Dice la pelirroja viendo a sus compañeros con los ojos como platos.

Al parecer sus compañeros no le tomaron mucha importancia porque seguían con la escena emotiva.

- Pues yo no creo que puedan ponernos en contra los unos a los otros tan fácil... Responde la chica al escuchar a Violet preguntar por eso.

Matthew y Seamus, dos chicos que no conoció -o tal vez si-; no siente la perdida de ambos debido a que sus recuerdos fueron borrador y durante su estancia en ese lugar apenas y cruzaron algunas palabras. Lo que más le aterraba y entristecía a Charlotte es estar en ese lugar, ver que en cualquier lugar puede encontrarse una trampa mortal y que el laberinto estaba actuando en las mentes de sus compañeros.

Esa chica... la de cabello lila, ¿Habrá sido una broma con desenlace inesperado... o es que lo había planeado?.

- ¿continuamos? Les dice a sus compañeros, acercándose a la emotiva escena en el suelo y tendiéndole de forma gentil las gafas a Anthoni. -debemos de encontrar una forma de salir de aquí. No sabemos que fue ese ruido, capaz y es algo que viene por nosotros... mejor mantener la distancia.