Partida Rol por web

Obsesión

5. Sandor

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02/04/2011, 16:29
Director

8 de abril de 989

Era ya medianoche, según las campanadas de la distante catedral de St. Nathaniel. Jules, Damien, Aleph y Celeste iban acompañados por cuatro de los guardias de la mansión. La calle se encontraba desierta, sin un alma o sonido, y la luna se alzaba en creciente iluminando lo que las lámparas de lampyrdae no podían.

La antigua iglesia había sufrido un incendio hacía mucho tiempo, quedando destrozada en gran parte. Las autoridades no la habían reconstruido ni arreglado y nadie sabía por qué, aunque había quien decía que en ella aún permanecían los fantasmas de dos sacerdotes que murieron en el incendio. Las almas en pena por los pecados no confesados atemorizaban a los que se atrevían a entrar, pero cualquiera con dos dedos de frente sabía que no era más que un cuento de niños. Al menos, eso solía decirse.

Al llegar a la iglesia, Jules ordenó que los guardias comprobasen la zona. Dijeron que no había nadie vigilando desde fuera. Ellos tampoco vieron nada.

Jules carraspeó y abrió la puerta con cuidado. Pese a que era vieja, apenas se quejó. Miró por el resquicio y frunció el ceño.

-No se ve bien. Apenas hay luz en el interior. Pero...

Algo comenzó a brillar con fuerza en el fondo, en el altar. La luz azulada dejaba ver las columnas que separaban las naves, los bancos astillados y reducidos a deformes cadáveres de madera, las vidrieras rotas.

-Ahí hay... algo.

Notas de juego

Todos perdéis 10 de Zeon, tengáis o no el don.

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02/04/2011, 16:39
Director

Celeste sintió con claridad cómo sus fuerzas mágicas eran aligeradas. Era una pequeña cantidad, pero perceptible para cualquiera. Todo el mundo poseía una fuente de Zeon en mayor o menor medida, que se utilizaba para los efectos mágicos. O bien alguien estaba absorbiéndoles dicha energía o en el interior de la iglesia había algo que lo provocaba.

No obstante, la oscuridad reinaba por todas partes. Un escalofrío recorrió la espalda de Celeste. Recordó la fría voz de aquel hombre, la negrura de la celda...

Notas de juego

Cualquier detección de vida da como respuesta una clara señal en el altar, en la zona que brilla. La luz es lo suficientemente débil como para que se active tu fobia.

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02/04/2011, 16:42
Celeste Índigo

 Cuando Jules abrió la puerta, un quejido intenso apuñaló el corazón de Celeste. Era demasiado similar, demasiado personal, esa sensación esa oscuridad. Los miedos primordiales de Celeste se activaron de repente, ya no se sentía decidida, los pensamientos en su cabeza ya no se dirigían hacia salvar a la niña, sino a como acabar con esa aprehensión que devoraba sus entrañas. Sus manos se dirigieron de repente a su corazón, y la chica soltó un grito ahogado...

-Aigh...

...mientras caía al suelo. Sentía además, como sus energías mágicas se desvanecían. No es que no pudiera hacer absolutamente nada, pero sus poderes se habían visto mermados. La sensación era muy similar a la que había sentido cuando había estado en la misa. Ahí había algo extraño. Algo muy parecido a lo que la atormentó durante tanto tiempo. Sin pararse a pensar, la chica gateó hasta la pared del fondo. Fue un acto más por instinto que voluntario. Ella, esa persona tan inteligente y calculadora estaba reducida a una de las sensaciones más primarias, y más poderosas. El miedo.

En su cabeza solo había ruido, un lento goteo de una gota desquiciante, unos pasos secos y constantes que siempre a la misma hora le atormentaban, y unas palabras... las mismas palabras que escuchó durante tanto tiempo. Su lengua actuaba antes que su mente, y no pudo evitar soltar de repente un quejido:

-Aleph, sálvame de él.

Por suerte, al retroceder su colgante rebotó contra su mano, haciendo que una idea cayera en el pozo que ahora era su mente. Con un pequeño temblor, la chica abrió su colgante, tratando de liberar la luz de su interior.

Notas de juego

 No se si llegará a salir la luz... pues puede que se lo trague el efecto que hay en la catedral no?

por eso no sigo el post 

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03/04/2011, 15:56
Celeste Índigo

La pequeña portezuela del colgante se abrió lentamente, liberando una intensa luz. Desde siempre había sido la salvación de la chica cuando esos miedos acudían a su mente y esta vez no iba a ser menos. Poco a poco empezó a levantarse de nuevo, tratando de recuperar la compostura. No le gustaba mostrar sus debilidades en público como quizá le ocurriera al resto de personas, y en ese momento se había sentido tremendamente desprotegida. No había sido capaz de controlar su miedo.

Pero ahora las cosas habían cambiado, la oscuridad que le rodeaba seguía causándole cierto respeto, pero ahora, llevaba ella la luz. Que irónico, la mujer que no creía en la religión, era la que iluminaba en estos momentos la iglesia. 

Celeste sonrió fugazmente con esa idea, pero no tardó ni unos instantes en reparar de nuevo en el sentimiento opresivo de su corazón. Tendrían que llegar pronto a aquel lugar, y descubrir lo que albergaba. No podía ser... era demasiado similar...


"No temas cariño, realmente todo es por tu bien, por el bien de todos. Muere, y vuelve a nacer. Mata esa parte de tí que sigue viva y renace como la perversión de la vida. Todo esto no hace sino ayudarte. Las mayores penas, nacen de la propia felicidad. En la muerte no hay tristeza, no hay nada. Todo es... poder." 

¡Déjame en paz! ¡Suéltame!


 

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04/04/2011, 01:23
Aleph

Aleph suspiró ante la resolución de Celeste de ir a la iglesia

Supongo que no puedo hacer nada para convencerte, ¿Verdad?

Ante la negativa de su amiga, esbozó una expresión de preocupación, y al final asintió, poco convencido. Cuando Celeste tomaba una decisión, ni los astros podían hacerla cambiar de parece, y el grandullón sabía cuando debía reconocer una batalla perdida

Caminaron durante un rato, avanzando entre la tenue luz de las lámpara como si de almas en pena se tratasen, recorriendo eternamente las calles desiertas de aquella ciudad durmiente. Quizás, realmente, si que estaban condenados: No sabían a que se enfrentaban, pero por lo que habían visto hasta el momento, no parecía que fuera a ser fácil

Entonces llegaron a la iglesia, y Jules fue el primero en entrar. Celeste le siguió, y Aleph detrás de ella, sin perderla la vista. Y luego la chica se derrumbó

¡Celeste!

Su corazón dio un vuelco, y el mundo se detuvo ¿Que ocurría? La súplica de la chica fue la llamada de atención que necesitaron sus músculos para reaccionar en aquella atmósfera enrarecida, y corrió hacia la chica

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04/04/2011, 01:28
Aleph

¡Celeste!

Aleph prácticamente se lanzó a por su amiga, que yacía en el suelo, reducida a una figura temblorosa y atemorizada. La rodeó con sus brazos de manera protectora mientras observaba los alrededores en busca de cualquier amenaza que hubiera podido causar tal reacción en la chica. Pero entonces su amiga abrió el colgante, y una cálida luz inundó la estancia. Probablemente luego tendrían que explicar eso a Damien y a los guardias, aunque en esos instantes Aleph solo tenía ojos para Celeste

Lentamente, la chica comenzó a levantarse, más confiada, y el grandullón con ella. Frunciendo el ceño, se giró hacia el altar, que emitía un débil brillo, y luego apretó los dientes

Está ahí, Jules. Sea lo que sea

Parecía como si estuviera esperando alguna palabra de permiso, un simple gesto que le indicara que podía actuar. La reacción de Celeste le había hecho tensar los músculos, y bajo ese brillo azulado, medio tapado por las sombras, el gigante ofrecía un aspecto realmente amenazador

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04/04/2011, 01:34
Aleph

 ¿Que ha ocurrido, pequeña? 

Aleph estaba bastante alterado

¿Estás bien?

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04/04/2011, 01:29
Director

Celeste descubrió que a medida que avanzaba por la nave central, sus pasos sonaban como si pisasen agua. Y era agua, de hecho. Fluía lentamente tratando de cubrir todo el suelo. El origen se hallaba en el altar, como la luz, como la...

¿Qué había allí, exactamente?

El altar estaba un poco más alto que el resto. A él se accedía por medio de unas escaleras de piedra por las que se deslizaba el agua en una suave corriente. Junto a él había una persona. Era Elisabeth.

La luz azul, cada vez más brillante, procedía de su espalda desnuda. Estaba hecha un ovillo y apoyada en el altar, sentada en el suelo. En su espalda había un dibujo intrincado y azul, más brillante que la luz que provenía del colgante de Celeste. En el suelo había dibujado un diseño parecido, con tiza, y se iba borrando lentamente. Pero mientras avanzaba, Celeste se dio cuenta de algo.

Siete círculos. Lo había visto antes.

Sin embargo, antes de que pudiera pensar en el lugar en el que lo había hecho, algo comenzó a materializarse por detrás del altar.

Medía unos cinco metros de alto y seis de largo por tres de ancho. Tenía cuatro patas. Las de delante eran gruesas como columnas, acabadas en palmas membranosas, mientras que las de atrás se asemejaban a ancas. Carecía de cuello y su cabeza acababa en una punta roma, en cuyos lados latían lo que podían ser branquias ahora inútiles. A ambos lados de la cabeza tenía dos ojos pequeños y negros. Su piel era azul oscuro y tenía aspecto de estar húmeda y pegajosa. Tenía cierto resplandor azulado. Se movió con lentitud y se encaró a los recién llegados. Y esperó, concentrado.

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04/04/2011, 02:02
Aleph

Elisabeth

Pronunció el nombre de la chica tan pronto como la vio, quizás más para asegurarse de que no era un espejismo causado por su mente que como una verdadera llamada hacia la chica, que estaba inconsciente. Y entonces, una nueva criatura surgió. Un espíritu de la naturaleza, un Dios primigenio

¿Que diablos...?

En ese momento, se dio cuenta de que Celeste se estaba cerca del ser. Y que aquella cosa parecía a punto de hacer algo. Aleph desenfundó su descomunal espada, preparándose para embestir a la bestia al menor símbolo de agresividad por su parte

¿Que es esa cosa? Celeste, apártate

Se interpuso rápidamente entre la chica y el monstruo, ofreciendo su cuerpo como pantalla contra cualquier ataque a distancia. No, eso no era un animal, ni nada que se le pareciera. Y no parecía tener buenas intenciones

Eso era malo

Notas de juego

 Arma desenfundada. Aleph no ataca por ahora ;)

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04/04/2011, 13:01
Damien Goldman

Damien no podía abrir más la boca. Primero, Celeste se había encogido como una chiquilla ante aquel altar que no le daba a él tampoco buena espina. Por si fuera poco, había abierto un colgante que ahora estaba iluminado. ¿Qué tipo de brujería extraña era todo aquello? Se había criado en Gabriel y lo primero que le provocaban esas cosas era una sorpresa total, ya tendría tiempo para aberrarse más adelante si fuera necesario.

La segunda era que algo parecía estar formándose en la parte de atrás del altar y Aleph se había puesto entre Celeste y aquella cosa con ESO entre las manos. '¡Su puta madre!' es lo primero que pensó el joven cuando vió el arma por primera vez en la mansión. No quiso meterse con el tamaño de aquella cosa, al fin y al cabo era muy probable que les salvara el trasero en aquella iglesia.

Pero hubo algo, por encima de toda luz sobrenatural, hubo algo que le llamó poderosamente la atención: Elisabeth. Estaba allí, a unos metros, en el suelo. Allí mismo.

Como un resorte y sin pensar, salió corriendo a toda velocidad en dirección al altar sin mirar apenas a la bestia. No podía hacerlo si quería seguir corriendo hacia adelante y no huir. Si Eli tenía algo que ver con aquella invocación, es posible que sacándola de allí la bestia desapareciera. Y de no ser así, si conseguía cogerla, al menos la niña estaría a salvo.

- Tiradas (1)
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04/04/2011, 15:33
Jules Lázarus

Jules soltó una exclamación asombrada y desenvainó la espada. Miró al monstruo con fascinación, aguardando como hacía Aleph. Pero Damien, al contrario, echó a correr hacia él.

-¡Espera!

El burgués echó a correr detrás del joven. La intrusión en su espacio no gustó al monstruo, que con un gruñido se adelantó y balanceó como si fuese a golpearlos con una de sus patas delanteras.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Momento de tirar turno.

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04/04/2011, 18:37
Aleph

 Algo dentro de la cabeza de Aleph se activó, y como un resorte se lanzó hacia delante. Estaba claro que esa criatura era hostil como poco, y se disponía a dañar a Damien. Lo que implicaba que más tarde atacaría a Jules... Y luego a Celeste

Sabía lo que tenía que hacer

- Tiradas (1)

Notas de juego

 Corro hacia la bestia, y salto sobre ella descargando mi espadón sobre su cuerpo. Aunque supongo que primero irá Jules, porque con ese dopping... XD

Fíjate que cosas, no tenía ni idea de porque la escena se llamaba Sandor hasta que he visto esa tirada de turno ;)

Acumulo ki (la mitad de lo normal por realizar acciones activas)

Si no me da para acercarme y atacar, solo me acerco

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04/04/2011, 21:43
Jules Lázarus

Jules fue tan rápido que adelantó al mismo Damien. Su agilidad era tal que parecía que volaba sobre los restos carbonizados de los misales, apoyando sólo la punta de los pies sobre ellos para saltar por encima. Pero no iba de frente a la criatura, sino que lo alcanzó en su flanco para huir del golpe que estaba por venir.

Elevó el estoque en el aire, que vibraba por la energía que el burgués estaba canalizando, y de manera tentativa se lo clavó en la pata delantera. La hoja penetró la carne con dificultad y el monstruo apenas pareció enterarse. Iba a ser una dura pelea.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Jules, Celeste, Sandor, Damien, Aleph

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05/04/2011, 17:52
Celeste Índigo

 No me jod... ¿Qué coño es eso?

Celeste se había quedado totalmente estupefacta al ver a tal criatura erguirse delante de ellos. Que eso no era algo mundano, era trivial comprobarlo. Además, parece que la chica era una pieza clave en la aparición de la criatura. Por lo que arrancarla de su sitio podría tener muchos efectos, todos ellos igual de probables.

La desaparición del ser colosal era uno de ellos, pues al romper el fino equilibrio de lo que parecía una ofrenda con el reino real de la criatura, puede que volviera a su mundo.

Otro era que no sucediera absolutamente nada, Elissabeth era solo un desechable, algo que usar y tirar, el daño estaba hecho y no había manera de curarlo, si no es con acero.

El último que se le ocurrió a Celeste, y el que más miedo le daba es que la chica pudiera morir si algo hacían. Puede que su alma estuviera atada al bicho, y que al matarlo también muriera ella, o que el ritual fuera tan inestable que el simple hecho de cambiarla de lugar fuera perjudicial para su cuerpo. No sería la primera vez que un hechizo explota, literalmente, por no llegar a buen término.

Celeste retrocedió, mientras recitaba palabras antiguas, concentrando todo el poder que era capaz de almacenar en un momento, ya no era tiempo para secretos, era un momento de vida o muerte, y celeste no quería morir, precisamente.

A la vez, trató de bucear en sus recuerdos, por si había algo que le sonara, algo parecido en algún libro polvoriento ya leído, que pudiera dar alguna pista.

- Tiradas (2)

Notas de juego

 Acumulo Zeón.

Tiro ocultismo, y Valoración mágica, por si algo me suena.

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05/04/2011, 21:18
Director

Celeste no lo había intentado hacer nunca, pero conocía algo sobre la convocación de seres externos a esta realidad. Sabía que requería mucho Zeon y mucho conocimiento ocultista, que las criaturas debían ser dominadas por alguien para que no se descontrolaran y atacasen a cualquier persona, y que los seres más poderosos necesitaban complejos rituales para ser llamados. También sabía que había algunos que se basaban en un elemento, y tal parecía ser el caso. El agua del suelo, la forma del ser... era evidente en qué elemento estaba basado.

Por desgracia, desconocía qué efectos podía tener el derrotar a la criatura o mover de allí a Elisabeth.

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05/04/2011, 21:51
Director

El ser levantó la pata con la pesadez de un elefante y trató de golpear con ella a Damien. El espadachín dio un paso a un lado y levantó la espada para detener el golpe, que absorbió la hoja en lugar de su cuerpo.

- Tiradas (2)
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05/04/2011, 21:55
Damien Goldman

El noble rechazó como pudo el ataque de aquella aberración y se apartó a un lado para seguir subiendo a toda prisa las escaleras hasta llegar a la zona del altar. El siguiente paso era coger a la chica y sacarla de allí a toda velocidad. - ¡Elisabeth, despierta! ¡Eli! ¡Eli! - gritó Damien, intentando que la chica reaccionara. Miró de reojo a Jules, el único al que tenía a la vista en aquel momento, rezando para que llamara la atención de la bestia y no fuera más a por él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tuturururú... (8) *silba disimuladamente* Ah, me pongo en defensa total. No, no puedo, sólo A la defensiva. +10 a la defensa (155)

No eres el único ElAngel, créeme, no lo digo solo por mi turno... xDDDDDD

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05/04/2011, 22:00
Celeste Índigo

 ¡Ten mucho cuidado si la mueves! ¡Es parte del ritual de hacerlo puede que mates a Eli, o que su alma sea absorbida!

La verdad es que Celeste no tenía claro si pasaría eso. Pero con los rituales sobrenaturales hay que ir con mucho pie. También era cierto que podía suceder lo contrario y que la bestia desapareciera... pero toda precaución era poca.

- Tiradas (2)

Notas de juego

 Voy tirando turno.

Y defensa por si me ataca y tengo que protegerme. *llevo el escudo perfecto*

Me odián los dados hoy?

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05/04/2011, 22:31
Aleph

 Aleph vio como Damien lograba detener el golpe justo antes de ser aplastado. Le sorprendió que el joven pudiera detener a aquella bestia colosal con su espada, lo cuál demostraba que, al contrario de lo que había pensado al principio, Damien estaba preparado, y más que de sobra, para hacer frente a esa clase de peligros

Pero no era suficiente. Aquella criatura parecía demasiado poderosa. Demasiado peligrosa

Saltó, y luego descargó su espada sobre la piel del gran espíritu

- Tiradas (1)

Notas de juego

 130 de daño (con las dos manos)

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05/04/2011, 22:47
Jules Lázarus

La hoja del exótico arma de Aleph hizo un corte vertical que provocó que el monstruo gruñera, molesto. Se sacudió mientras de la herida manaba algo de sangre mezclada con agua. El suelo comenzó a teñirse de rojo.

-¡Damien! ¡Coge a Elisabeth y sácala de aquí!

La bestia se movía muy cerca de ella, y podría aplastarla sin problema de un traspiés, inerte como estaba. Jules dio otro salto ágil e ingrávido para colocarse a la espalda del ser, rajando su cuerpo con el estoque en el proceso. Aleph, que conocía bien el ki y la energía interior, sentía que Jules lo canalizaba para golpear con más fuerza y moverse tan raudo.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Celeste, Damien, Sandor, Aleph