Partida Rol por web

- No logro ver nada mágico en el lugar - informa Alba al grupo después de unos segundos - No obstante no bajemos la guardia ¿Podéis ver algo más de lo que una vista mágica o mundana puede llegar a ver? - deja caer. 

-Yo no veo nada raro más allá del frío- digo como respuesta-claro que solo tengo mis ojos y oídos humanos

Dicho esto, comienzo a caminar con cautela hacia el altar que hay en el otro extremo -Veamos qué hay allí

Doy apenas un par de pasos cuando miro atrás. -les damos demasiado tiempo para prepararse

En cuanto Nenfirien se acercó al altar, todos pudieron escuchar un terrible lamento que heló la sangre de todos los presentes. Aquel grito era aterrador y lastimero a partes iguales. 

¡Es un espíritu gimiente de drow! Dijo Solom tratando de buscar para ver si lo encontraba. ¡Tened mucho cuiadado! Dijo tratando de llevarse las manos a los oídos para poder evitar escucharlo.

¡Alba! Dijo mirando a la chica recién llegada al grupo. ¿Tú eres capaz de espantar a los espíritus?

Alba siente como su cuerpo se tensa y un escalofrío recorre su columna. No es el miedo lo que la embarga si no la tensión y excitación de tener que enfrentarse a un muerto viviente, las criaturas más odiosas para ella.

Ante la pregunta de Solom cierra los puños y asiente con la cabeza.

- Puedo intentarlo - asevera.

"Un espíritu gimiente ¿Eh?", medita.

¿Un espíritu? ¿Y por qué gime? ¿Qué quieres de nosotros, espíritu? ¡Ve hacia la luz, hacia la luuuuuz! gritó Aire al aire, o más bien al espíritu. El lamento del espíritu entró en el cuerpo de Aire como si una densa masa de energía la llenara de algo amargo.

Me quedo helado al avanzar y escuchar el lamento. Ante las palabras de Solom soy incapaz de reaccionar. Apenas encuentro valor para buscar a nuestro posible enemigo, todo lo que nos hemos encontrado ha tenido la capacidad de provocar un daño letal casi instantáneo, así que temo por mi vida.

-¿Por qué avanzaste tu, precisamente tu...

Solom fue el primero en caer al suelo, sus ojos, sus oídos, su nariz y su boca sangraban. Instantes después su cuerpo cayó al suelo completamente inerte. El cuerpo de Asmodeo no tardó también en verse afectado de la misma manera, y su pelo se había vuelto completamente blanco. Ambos murieron tras aquel efímero lamento.

En cambio, Aire y Alba simplemente cayeron al suelo desmayadas. Su pelo se había tornado tan blanco como el de los drows. Estaban aterradas hasta tal punto que perdieron el conocimiento. Solo Nenfirien y Gorgo se mantuvieron en pie dispuestos a enfrentarse a aquella criatura. Pero el enemigo era demasiado poderoso para ellos, lo mejor sería dejar aquel lugar tranquilo e ignorarlo. No eran rivales para un espíritu como aquél y más después de haber visto como Alba caía al suelo gravemente herida. Tan solo tendrían tiempo para arrastrar a Aire y a Alba de la sala, de continuar alguno allí, es probable que terminasen como el drow y el tiflin.

Los gritos de Aire fueron apagados por el grito de aquel espectro. No tardó la joven en sentirse triste y desdichada, como si todo el dolor del mundo se multiplicara en su interior y ella no lo pudiera soportar. Notaba cómo su poder se escapaba por los poros de su piel, al mismo tiempo que sentía cómo si perdiera todas sus energías..

Lo único que pudo ver la jover era como uno de sus mechones se volvía blanco como la nieve antes de caer desmayada.

Un frío helador recorrió todo el interior de Alba, inmovilizándola. Notó su cuerpo entumecerse mientras un dolor intensó se apoderó de él. Sintió una debilidad enorme y la falta de aire en sus pulmones. La embargó un sonido lastimero y terriblemente triste que anuló todos sus sentidos. Finalmente pudo observar como el suelo se acercaba rápidamente hacia ella, instantes antes de perder el conocimiento.

El gigante verde, tras un momento de duda, da un paso rápido hacia delante, más rápido de lo que se había movido hasta ahora. Con sus grandes manos coge a cada una de las hembras y se las carga al hombro, una a cada lado. Son menudas y ligeras, deberían comer más. Ahora sin vacilar, el Ojo de Gruumsh no ve nada claro un enfrentamiento contra un espiritu que su grito pueda matar a las hembras que le han liberado. Uno de ellos ha muerto antes de tocar el suelo. Sólo su sangre orca le ha protedigo por su fuerte herencia.

Se da la vuelta sobre sus talones tan rápido como puede y sale de la habitación con intención de cerrar la puerta tras de sí de una patada.

El corazón se me encoge y el terror me invade. Busco la mirada de Solom para comprender algo, pero observo cómo la vida de nuestro mayor aliado se le escapa en un suspiro. Tardo un segundo en reaccionar y cuando lo hago, Gorgo ya ha cargado con las dos mujeres, pues ellas parece que aún están vivas. Salimos de la habitación para alejarnos todo lo posible antes de darme cuenta que el aire se me agota. Me detengo y respiro.

-Estamos perdidos- digo al aire antes de mirar al único compañero que queda en pie- intentemos reanimarlas para salir de aquí.

Aire abrió los ojos lentamente mientras se llevaba las manos a los oídos. Le había dicho al espíritu que se fuera, pero jamás pensó que se despediría de aquella manera tan efusiva

Vaya gritos de despedida, casi me deja sorda comentó como quien dice que está lloviendo. Miró a sus compañeros y vio también a Alba, a su lado. La dio un par de golpecitos en la pierna

¿Dónde están los raros? El elfo oscuro ese y el de los cuernos