Partida Rol por web

¡oh capitán, mi capitán!

Y esa misma noche...

Cargando editor
29/07/2016, 16:26
Máster

Y así terminó el primer caso de los dos Casacas Negras recién ascendidos a inspector. Salieron de la casa con la sensación de que todo había sido una tomadura de pelo, con el odio subido y con el resquemor de a pesar de haber hecho las cosas bien todo quedaba infravalorado por su superior y su mentor. Cerraron la puerta tras de si y se encaminaron al puerto en busca del Dei Gloria.

Tanto Black como Le Noir sentían un profundo desprecio el uno por el otro... como hubiesen gustado de encontrarse en bandos opuestos. Por otro lado no era diferente el aprecio que sentían por su capitán o por su tutor Merlin, pero iban a seguir adelante, lo importante no era ejecutar bien la misión para la satisfacción del reconocimiento de nadie, eran Casacas Negras y lo que hacían era tan secreto y oscuro que nadie les iba a felicitar jamás, seguirían adelante porque era su deber, el deber que ofrecían a una patria que les había dado la oportunidad de salir de un miserable y turbio pasado a cambio de protegerla a cualquier precio. Después de todo Londhs era un reino rico y poderoso que sobrevivía como potencia por saber mantenerse al filo de la navaja sin titubear y tejemanejeando en la sombra gracias a su orden inquisitorial, vosotros.

La noche se presentaba fresca y larga, por eso calaron sus sombreros y abrocharon sus casacas hasta el último botón haciendo que las solapas cubrieran cuello y el rostro hasta la nariz. Y así, embozados como unos truhanes se perdieron entre las sombras de las callejas del puerto de la ciudad estado de Londhs.

Notas de juego

Retomamos exactamente donde lo dejamos

Cargando editor
29/07/2016, 17:10
Antoine Black

-Bueno, supongo que no estaría de más acercarnos a la armería a por unas cuantas cosas. Entre ellas una maldita espada- se recriminó por su torpeza por no haber ido convenientemente armado, era un inquisidor, no un guerrero, pero estaba claro que necesitaba aquel trozo de acero para defender su vida -Y tal vez una armadura para evitar que te vuelvan a agujerear mon amie- sonrió bajo su embozo.

Por alguna razón se sentía más fuerte, más seguro de sí mismo. Se veía capaz de empuñar un arma y atravesar el gaznate de cualquiera que intentase acabar con él. Incluso aunque fuese ese maldito Wells... Su lista de enemigos crecía día a día, casi se podía decir que minuto a minuto, lo cual hacía que Le Noir ya no estuviese ni entre los tres primeros... -Curioso como cambia la vida en una noche- pensó.

-Después de eso, directos al Dei Gloria y a quien quiera que sea el que lo gobierna- añadió frunciendo el ceño con odio.

Cargando editor
29/07/2016, 17:31
Guillaume Le Noir

Cuando la puerta se cerró tras ellos no quiso mirar atrás. Se habían detenido unos cientos de metros más allá, fuera del callejón y de los oídos curiosos de aquellos hombres que habían jugado con sus vidas. El odio que sentía por ellos casi hacía que él desprecio por su compañero desapareciera y diera paso a una extraña amistad que no estaría, jamás, dispuesto a asumir y aceptar. 

El pequeño triunfo que sentía al no haber contado al Capitán y sus esbirros acerca del Dei Gloria le sabía insípido y amargo, pues no habían logrado hallar el verdadero motivo de todo aquello. Era el momento de hacer lo que debían, actuar por su cuenta y resolver aquello a su manera, sin ningún titiritero que controlara los hilos como si de marionetas de trapo se trataran.

Con una nueva resolución, convencido de que pronto hallarían lo que buscaban, sonrió bajo la cálida tela de su casaca y se ajustó el sombrero hasta no ser más que una sombra en la oscuridad que se avecinaba en la lejanía. La vida giraba como una espiral y no sabía lo que le depararía el siguiente día, pero tenía una cosa clara; no volvería a dejarse vencer. 

- Adelante Black, preparémonos - Desde allí podía escuchar el rumor del mar, y supo sin saber por qué que pronto sería entre las olas donde estaría su porvenir. 

Cargando editor
02/08/2016, 17:16
Máster

Esploneados por la rabia los dos inspectores se pertrecharon con un buen arsenal y se dirigieron en dirección a los amarres en busca del maldito francés, en busca del Dei Gloria. Avanzaron por las callejas oscuras del puerto con paso decidido, todos se apartaban de su camino y cuchicheaban alterados, ver a un par de Casacas Negras armados de esa manera solo podía significar problemas y de los gordos.

Llegaron a su destino y sin ningún tipo de remilgos preguntaron amenazantes a un marinero que andaba por allí donde estaba amarrado el barco francés...

El Dei Gloria... estoooo, no se lo van a creer, pero ya hace horas que ha zarpado

Esa fue su respuesta, su temerosa y sincera respuesta

Cargando editor
02/08/2016, 18:39
Antoine Black

-¡No! ¿Pero que clase de broma es ésta?- pensó Antoine al oír aquellas palabras del marino.

¿Que clase de hado o aciago destino se cebaba con ellos y su misión?. La bilis comenzó a subir psubsu esófago y una furia que le quemaba las venas.

-Busca un interceptor, el más rápido que esté atracado en el puerto- dijo con una voz tan fría que no daba a entender el fuego que tenía dentro -¡Ahora!- rugió.

Cargando editor
02/08/2016, 21:33
Director

Notas de juego

una tiradita de carisma para black

Intelecto+Carisma d10 dif 7

una de percepción para LeNoir

intelecto+percepcion d10 dif 10

Cargando editor
03/08/2016, 00:27
Antoine Black

Notas de juego

Intelecto+ Carisma suman 9 sin el d10, paso la tirada? Tiro contra otra dif? Es que precisamente el carisma es mi punto fuerte.

Cargando editor
03/08/2016, 10:58
Antoine Black
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiremos pues.

Cargando editor
03/08/2016, 12:31
Guillaume Le Noir

Iba moviéndose en silencio y con paso decidido mientras avanzaba por las conocidas calles del puerto, un lugar que incluso de noche - o más bien justo por eso - conocía al detalle. Sin embargo esta vez no se sentía como en casa, no tenía esa sensación de tranquilidad habitual cuando caminaba por aquél distrito. Simplemente quería acabar cuanto antes con aquello y tomar una compensación en sangre por los engaños, secretos y juegos de los que habían sido, Black y él, víctimas durante todo ese día. 

Cuando llegaron a los muelles y preguntaron al primero de los marinos que encontraron, la respuesta no fue de su agrado. Tuvo la idea de darle un tiro allí mismo, simplemente para desahogarse, para templar los nervios y dar una salida a la ira contenida que tenía, pero se dio cuenta - a tiempo para suerte del hombre de mar - de que el mensajero no solía tener la culpa de nada. 

Escuchó atento la petición de su compañero mientras resoplaba y miraba a su alrededor, hacia las frías aguas que se mecían bajo la noche. ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil? Pensó mientras observaba con aire crítico todo a su alrededor, una vieja costumbre de la que nunca se desprendía y que le había ayudado más de una vez. Algunos, incluso, lo llamaban suerte.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Que mala coña xD

Nota de máster: puedes usar un punto de suerte ;)

Edit: Acabamos de empezar y ya me estás haciendo gastar, esta sociedad de consumo no mola ¿eh?

Cargando editor
03/08/2016, 17:07
Máster

Con un porte inquisitorial y una tajante y severa orden el inspector Black sugirió al marino víctima de pasar por ahí y cruzarse con los imperiosos casacas, éste con toda premura señaló sin mirar apenas justo al barco que permanecía amarrado delante de ellos

El infierno, se dice que son los más veloces, pero... no son buenas gentes como vos, se dice que son piratas anexados a la armada para hacer cosas concluyó casi susurrando un secreto.

Acaban de llegar, estarán todos en El conejo caldoso, ahí se suelen reunir las tripulaciones de barcos de este tipo. concluyó al fin Puedo irme?

Cargando editor
03/08/2016, 17:13
Máster

Desde que salieran por la noche del encuentro con los auténticos responsables del crimen contra el capitán, es decir su capitán, su tutor y un casaca veterano, en busca del Dei Gloria, Le Noir tenía la extraña sensación de que les observaban... Esto se hizo evidente cuando un ruido metálico se escuchó a pocos metros de ellos de entre las sombras, un soldado armado hasta los dientes se agazapaba para no ser descubierto mientras se aproximaba

Cargando editor
03/08/2016, 17:20
Director

Notas de juego

a partir de ya habrá otro jugador en esta escena, cualquier post con contenido secreto sobre vuestra misión o con contenido revelador deberéis hacerlo poniendo como destinatario únicamente a vuestro compañero. lo que digáis en voz alta o con pensamientos que no revelen información pues para todos, esta claro.

Cargando editor
03/08/2016, 17:45
Guillaume Le Noir

Sonrió mientras el marinero señalaba y el miraba de reojo a su alrededor, casi como si buscara algo, o tal vez como si lo hubiera encontrado. Luego observó El infierno, era magnífico, mucho mejor que el barco mercante en el que él mismo había llegado a la ciudad desde Francia. No le importaría tener un navío así, estaba claro, y dentro de poco iba a ser suyo. 

- ¿Aún sigues aquí rata? - Hizo un gesto de despedida al marinero, que pese a las formas estaría encantado de seguir, y en medio se cortó, como si acabara de cambiar de opinión -. No, no puedes - Se acercó mucho al pobre hombre, que había acabado por toparse con quien menos debía en aquél momento, poniéndole una mano sobre el hombre mientras le hablaba al oído, aunque en voz normal -. Llévanos al agujero ese y luego podrás largarte, ¿de acuerdo? 

No era una petición, era una amenaza y una orden, sencilla, pero peligrosa teniendo en cuenta su humor. Sin embargo ya había encontrado con quien pagaría aquél mal día, y no tenía ni idea de lo que se le venía encima. Miró a Black guiñándole un ojo e hizo un gesto a su nuevo guía para que comenzara a andar. 

Cargando editor
03/08/2016, 18:49
Gunter Leinad

Estaba bastante claro que le habían descubierto, y o eran unos incompetentes o sabían que estaba allí. Además, con lo mal que lo había hecho, sólo podía haberlo hecho peor de una manera. Hubiera sido más educado e igual de discreto saludarles, así que eso hizo. Conocía vagamente al pobre desgraciado que había caido en sus garras, y no duraría ni dos preguntas más en bloquearse no ser capaz de moverse siquiera. Si querían un valiente que les ayudase, habían metido la pata. Ese no era su mejor elecció. Conocía a la mayoría de las carroña que vivía y frecuentaba el lugar.

No podía demorarlo más: - Buenas señores. Saludó acercándose descaradamente, agarrando al pobre interrogado y lo ayudó, con un gesto fuerte y firme a ponerse en pie. No era una demostración de fuerza, sino que si no se ayudaba al tipo, no sería capaz de acompañar a nadie a ningún lado. No tenía valor ni para ponerse en pie. - Les acompaño. En su chulería demostraba lo que era. Un mando intermedio de la autoridad portuaria. En este momento la más alta, ya que su jefe había desaparecido de una manera poco ... ortodoxa. - Ya que están en mi territorio y estos lares son mi jurisdicción, les puede venir muy bien mis conocimientos y a ustedes como a mi, nos interesa lo mismo.

Cargando editor
03/08/2016, 20:40
Guillaume Le Noir

Observó por el rabillo del ojo como el soldado salía de su escondite y se acercaba a ellos. Automáticamente y como si sólo se estuviera apoyando dejó que sus manos se acercaran a las pistolas que guardaba cargadas en el cinturón. Aquél tipo no había terminado de hablar cuando sus dos armas estaban ya desenfundadas y apuntando a su pecho, donde sería difícil fallar. 

Dejó que terminara su presentación y ladeo la cabeza decidiendo si aquél hombre demasiado osado para su gusto o completamente estúpido para su interés. 

- Debes de estar muy seguro de ti mismo, para acercarte después de habernos estado espiando, monsieur... - Dejó la frase en el aire un segundo, esperando la contestación con el nombre del guardia portuario, y luego decidió que no requería tal información -. Verá, la cosa es que no nos gusta que nos vigilen, ni que nos interrumpan, ni los desconocidos, ni los agentes portuarios a decir verdad. Para ser sincero, no nos gusta usted, y me temo que se ha entrometido en algo fuera de su... jurisdicción. 

Sonrió a Black, sin dejar de apuntar. 

- ¿Qué hacemos con él? Lleva un rato siguiéndonos, puede que sepa algo que nosotros no, o puede que sepa demasiado de lo que nosotros también. En cualquier caso o nos deshacemos de él o tendrás que averiguar las cosas antes de continuar.

Cargando editor
04/08/2016, 08:06
Antoine Black

La analítica mente de Antoine llevaba trabajando aquellos últimos minutos a marchas forzadas. Seleccionando, estudiando y almacenando toda aquella información.

No pudo evitar que una leve sonrisa aflorara a sus labios al escuchar las palabras del marino

no son buenas gentes como vos

Recordó sus años en el Volaverunt. Estaba convencido de que los hombres que pasaron por sus manos no opinaban lo mismo.

Luego Le Noir empezó a hacer su teatro callejero parisino, haciendo que aquel pobre diablo se muriera de miedo en lugar de colaborar. Por suerte para él apareció uno de aquellos paletos con uniforme a los que llamaban guardia portuaria.

Un tipo peculiar sin duda, con un ego tan grande como el de su compañero. Sin duda traería problemas. Empezó a hacer alarde de su cargo y su "jurisdicción", demostrando una vez más porque era un paleto con uniforme, y allí estaba... La lucha de egos...

-No se lo tome como algo personal. A mi no me gusta nadie- dijo con total sinceridad. -En cuanto a las competencias y jurisdicciones...- dijo sacudiendo una mota de polvo imaginaria de la manga de su casaca negra -Como bien sabrá nosotros sólo rendimos cuentas ala capitán Von Breth y a su majestad el rey, ahora si es tan amable, y ya que ha despachado a nuestro guía, necesitamos llegar al Conejo Caldoso para hablar con el capitán del Infierno. ¿Podría llevarnos usted?-.

Cargando editor
04/08/2016, 09:16
Director

Notas de juego

iba a encajaros con una nota de ambientación para relajar los ánimos y juntaros como grupo, pero el post de Black es impecable en ese aspecto. Es decir:

los casacas tienen toda la jurisdicción, tienen inmunidad e impunidad para hacer lo que les rote sin rendir cuentas a nadie más que a su capitán y al rey (por supuesto). por otro lado, los casacas habitualmente usan su rango para servirse de la ayuda de guardias y soldados que están obligados a ayudar. esta ayuda la usan para facilitarse la vida, en otras palabras, si por la tarde hubieseis usado este recurso de ayuda otro gallo hubiera cantado en el combate callejero que tuvisteis.

ahora a esperar las reacciones de Le Noir y Gunter  (el cual es sargento y por lo tanto no es tan paleto XD)

Cargando editor
04/08/2016, 13:23
Gunter Leinad

Miraba sorprendido a las pistolas, que luego le fueron indiferentes en unos instantes, y centra sus ojos con los del tirador frustrado. Si fueras a dispara lo hubieras hecho ya. Le susurra con chulería. Conocía mejor el lugar que ellos, de eso no había duda, pero no podía permitir que se metieran solo en la boca del lobo. Ellos no lo sabían, pero parece que se cazan más moscas con miel que con mazas.

-No se lo tome como algo personal. A mi no me gusta nadie-

A esto contestó sin dudarlo: - Pues a mi no se, jamás me he comido a nadie. La sorna que acompañaba a sus palabras hacía entender que estaban perdiendo el tiempo con estas presentaciones tan pacíficas. Y justo en ese momento zarandeó otro poco al muchacho que había usado para sus "agradables prácticas". Seguro que al decir lo de comer a algien el pobre desgraciado se termina de cagar de miedo. Disfrutaba con aquello. No era su estilo, pero era divertido. Además, al escuchar el nombre de aquel lugar hizo una mueca de asco. - El peor caldo que podrán probar jamás, no se lo recomiendo.

En otra pizca más de chulería, no lo suficientemente demostrada aún, se presentó, apartando con la mano izquierda, ya que con la derecha sostenía al aterrado chico, las pistolas con cierta delicadeza. - Soy el Sargento Gunter Leinad. E hizo una leve reverencia, y estaba claro que esa muestra de cortesía haría mella en ellos. Si son lo mínimamente educados, corresponderán a su presentación. Si no lo son ... pues igual sólo son la escoria que no desean los "Casacas" y por eso están dedicados a esta mierda de trabajo.

Notas de juego

Creo que hay errores de concepción. No he soltado aún al muchacho. Creo que se dan cosas por supuestas y que yo creo que no son.

Cargando editor
04/08/2016, 17:24
Director

Notas de juego

Creo que hay errores de concepción. No he soltado aún al muchacho. Creo que se dan cosas por supuestas y que yo creo que no son.

bueno, aparte de que el chaval seguramente es mas viejo que cualquiera de vosotros (se habla de un marinero no de un niño) y que no lo has soltado para que huya, no veo meadas fuera de tiesto... si me explicas que se da por supuesto te lo aclaro o se corrige si se da el caso

Cargando editor
04/08/2016, 19:32
Guillaume Le Noir

Apartó con odio la mirada del sargento y miró hacia su compañero con recelo. ¿A qué jugaba? No era propio de él aquella amabilidad, y además parecía no haber atendido a una sola de sus palabras. 

- ¿No me has escuchado? Nos ha estado siguiendo y vigilando desde hace un rato. Esta rata nos espiaba y ahora parece deseosa de acompañarnos, ¿no aprendiste en el callejón? ¿necesitas otra emboscada? - Hablaba como si el guardia portuario no estuviera ahí o simplemente no importara, y en cierto modo era mejor para él. Sin embargo el tal Gunter volvió a hablar, altanero y jactancioso, como si les estuviera haciendo un favor y no fuera más que una cucaracha que en esos momentos les estaba retrasando. Volvió a centrar su atención en él, que en esos momentos se inclinaba al presentarse, y sonrió con un gesto malicioso. Aquél tipo no sabía para nada en lo que se había metido, con quien jugaba. Le recordaba demasiado a los corruptos cargos de París que se aprovechaban de los pobres y desamparados, dejándose sobornar por aquellos infames explotadores que tanto tiempo le habían mantenido en sus garras, en vez de hacer su trabajo; ese hombre era ambicioso, petulante y orgulloso, tenía ínfulas de superioridad, y sería él mismo quien se encargara de devolverle al barro del que provenía -. Oficial Leinad - Inclinó la cabeza mientras guardaba sus pistolas, ajustándolas en el cinturón, y observaba con una mezcla de interés y maldad -. Para ti somos Señor - Señaló a su compañero, y luego a sí mismo -. Y Señor, un placer. Sin embargo, tenemos prisa. Suelta a ese pobre hombre y llévanos donde te hemos pedido amablemente. Es una orden.