Partida Rol por web

Sacando su diario lo abre en la pagina donde hace pocos minutos había estado escribiendo -Propulsión, Propulsión- dice al tiempo que señala garabatos y letra prácticamente imposible de leer -Estoy seguro que Rathy lo conseguirá enseguida-

Ya se encontraba perdido y no se preocupaba por la comida que se estaba preparando en ese momento o por el invitado.

  Grato eran mis ánimos al escuchar lo encantado que se encontraba el invitado de la propuesta de comer, tal que al escuchar que el joven Sakura y el encantador Wip se encargaban del la comida , pues me puse manos a las obra con la preparación de la mesa y sus accesorios, buscando que el mantel estuviese en su centro exacto, que los cubiertos en cada puesto fuera los de a juego y que el servilletero estuviese repuesto.

   Preferiría una de esas sillas si puede ser - mentaría a la vez que avanzaba en mi tarea - aunque si alguien se ve más en necesidad, no seré yo quien le impida quedarse con ella.

Sentada en mi rinconcito miré mi nuevo diseño. No era lo que esperaba, pero tal vez pudiera servir para algo.

- ¿Podré ponerle una mecha para llenarlo de explosivos? No parece ser muy útil - lo mirara como lo mirara, no parecía que pudiera hacer un escudo de explosivos con esto, pero aún así cogí la cacerola y comencé a fabricarlo con entusiasmo. Todo podía ir ser modificado si no servía para nada siempre y cuando tuviera el material para ello.

Cuando terminé le di vueltas, algo decepcionada.

- Esto no me servirá de mucho... ¡Limonada! - de un salto dejé el "escudo" en una esquina y corrí a coger mi vaso - ¡Gracias, Yami! Acompañaré a William a por los ingredientes.

Y dando saltitos me adentré con el gruñón William.

Y así fue como Rin Flare hizo una maravilla de la ingeniería que representa todo por lo que los ingenieros han pasado su vida estudiando y trabajando, logrando convertir un objeto mundano con una funcionalidad específica como era la tapa de una cacerola en otra cosa, en este caso era un escudo que no iba a funcionar como escudo... y tampoco como tapa de cacerola. Una auténtica visionaria.

Mire a mis compañeros de tripulación y a todo el ruido que estaban haciendo por la llegada del nuevo invitado, lo estaban agobiando. Sin decir mucho más empecé a tocar otra vez. 

Seguro que está cansado, puedo entretenerle o ayudarle a relajarse con un poco de música. Estaría más agusto mientras nos cuenta sus aventuras.

Segui al invitado adentro antes de eso me gire a mis compañeros, aún sin dejar de tocar.

Os cedo las sillas cogeré una caja como siempre, no tengo problema con eso.

Sylphie al escuchar la música de Kaze, pareció olvidarse de todo, del pájaro de hierro, de la comida, del invitado y simplemente se puso a bailar, como encantada por el ritmo de la melodía, sin importarle mas lo que ocurría a su alrededor. Ahora que no estaba en el nido de los cuervos, no necesitaba prestar atención a que viniese ninguno, y se podía dedicar a lo que mas le gustaba, bailar al ritmo de la buena música.

Aquella música que Kaze Aki tocaba era lo bastante buena como para amenizar un poco todo aquel viaje, al menos al punto de que aquel invitado que estaba en la cubierta no se molestara demasiado por el caos y el descontrol que aquellos piratas demostraban en realizar una tarea tan aparentemente sencilla como era poner una mesa.

Ya casi estaba a punto de bajar al bote del cerdo, cuando Ayrina me intercepto. Bueno, iré hacerlo ahora mismo, pero seguía mirando de reojo la cuerda para bajar al bote del cerdo. Me marche un poco deprimido, ya que quería montar algo nuevo en ese bote. Bueno cuando acabe volveré y empezare a enredar en él. Salí corriendo hacia el taller cuando fui interceptado por Victor. Tsss! A la sorpresa al encontrármelo de golpe. A medida que hablaba, me iba poniendo más nervioso. Estaba demasiado amable, pero entonces me sugiere la pistola de dardos y se me iluminan los ojos.

Si es una buena idea, con ella podrás disparar muchas cosas. Me quedé pálido por un segundo y empecé a gritar. NO NUNCA CONSTRUIRÉ ESA ABOMINACIÓN, SEGURO QUE QUIERES PONERME UNA INYECCIÓN. NO LO HARE, NUNCA. Terminé diciendo eso mientras Salí corriendo hacia el taller y le sacaba la lengua.

En cuanto volví de traer ingredientes para Yami volví a mi rinconcito, me metí tumbé junto a la cacerola gigante y me puse la tapa/escudo/fracaso como sombrero. Bebiendo de vez en cuando de mi vaso de limonada seguí dibujando diseños alegremente. Cuando terminé me senté entusiasmada.

- Uaaaah esto sí que es bonito - de un salto me puse de pie y salí corriendo a ver si podía ayudar con la cena o traer sillas o cajas para sentarse la gente.

Aquellos planos eran sencillos como para que Rathy pudiera seguirlos y comprender con suma facilidad el funcionamiento del dial de hierro. A partir del dial y aquellos guantes que Ayrina tenía por sí misma, esta fue capaz de mejorarlos al punto de convertirlos en un arma con mayor probabilidad de acertar así como un escudo para defenderse.

Me quedo sentada en el suelo - Sillas, todas para vosotros, en mi tribu la única que tenía eso era la vieja chamán, y aún así solo la cogía los días que le dolía más la espalda -

Apuro el vasito de limonada - ¿no tendrás Sake, verdad?

Por suerte Rathy desistió la idea de seguir desmontando el barco volador, marchándose corriendo al Taller. -Aish... este Rathy... me aseguraré de llevarle algo para comer. Todos sabemos que a veces se pasa horas sin darse cuenta cuando se trata de sus inventos. - Suspiré aliviada cuando Sylphie se interpuso antes de que Darra se pusiera a zurrar el barco volador con la fregona. 

Y tan rápido como de costumbre, empezamos entre todos a preparar una mesa y sillas para comer en grupo, junto a nuestro nuevo invitado. La temperatura para comer al aire libre era perfecta! Kaze Aki hacía milagros con su música, y Syplhie era siempre una gloria verla bailar...

Y, había oído bien... trueques?  eso pintaba interesante. Faltaban sillas, pero estábamos acostumbrados a comer por turnos, algunos nos apoyaríamos en las paredes y en el suelo, pero lo importante era que nuestra capitana estuviera sentada y hablase con el Mink recién llegado. Si alguien podía sacar información y hacer buenos trueques, debían ser los que iniciaran la conversación!  Después de acabar de comer y beber, claro (o durante!). 

Esperé gustosamente a recibir mi porción, y escuchar lo que tuviese que decir ese tal Tobu.

Luego de que Mari colocara los cubiertos el medico camino hasta la mesa distraídamente y empezó a organizar milimétricamente los utensilios, además de colocarlos en orden de tamaño y posiciones específicas donde “deberían estar” mientras miraba a Rathy correr y le decía -Una promesa de doctor, si me ayudas con la pistola jamás habrán inyecciones para ti- ya se las arreglaría de forma ingeniosa cuando la vida del chico dependiera de ello, pero si conseguía el arma valdría la pena ingeniarse formas de administrar dichos medicamentos de otra forma.

Desde que Rathy se encerró en su taller solo se oían ruidos de golpes, cortes y algún que otra queja o maldición provenientes del muchacho. No paso mucho rato, hasta que Rathy abrió la puerta, saliendo entre una humareda, y con la ropa y el rostro sucios.

Oteé en la cubierta en busca de Ayrina, hasta que di con ella. Eeeeeh, Ayrina. Ven, ven, corre, mira. Dije mientras zarandeaba los brazos con alegría. Tienes que ver si te gustan o los tengo que ajustar.

Mientras comíamos llegó Rathy. Había estado temiendo por mis guantes y mi Dial desde el minuto 1 en que lo puse en sus manos, pero casi me da un vuelco cuando ví que al salir del taller salió entre humo y suciedad por doquier.  Pero que habrá hecho?!? si sólo son 2 guantes y un Dial!! 

Y entonces vino directo hacia mí, con la alegría en el rostro. - Ehh. Voy!.- Fui con él y me metí en el taller para ver qué había estado preparando aquél pequeño diablo.

Aquellos planos eran sencillos como para que Rathy pudiera seguirlos y comprender con suma facilidad el funcionamiento del dial de hierro. A partir del dial y aquellos guantes que Ayrina tenía por sí misma, esta fue capaz de mejorarlos al punto de convertirlos en un arma con mayor probabilidad de acertar así como un escudo para defenderse.

Después de tener los materiales preparé los espaguetis que me habían pedido, quizás no fueran los espaguetis más deliciosos que hubieran probado pero yo era el único cocinero aquí y era lo que había.

-Listo.

Empecé a repartir los espaguetis en porciones equitativas y equivalentes a todos los presentes y no presentes. 

-Que aproveche.

- UOOO!! - salté de alegría saliendo del taller al ver que había conseguido exactamente lo que quería. Ampliar mis guantes con el Dial de Hierro para poder generar un escudo y zurrar más fuerte cuando me tocase dar puñetazos - muchas gracias Rathyyy~ - le abracé fuerte estrujándole todo lo que pude. Que ganas tengo que los demás lo vean en acción!

-Lo prometido es deuda, elije uno de mis diales para tí - saqué la lista de todos mis diales a disposición.

Y luego me dirigí a Victor y también al resto. -MMmmm... no lo sé Victor, dejo que los demás lo decidan. CAPI! - incapaz de decidir, llamé a nuestra capitana para que lo hicieran en consenso - ¿que opináis si le doy uno de los Diales de propulsión a Victor para hacerle una pistola de dardos? pensaba usarla para crear un vehículo con BOOST ya que tengo 2 y quería poner uno a cada lado. Aunque si le doy uno a Victor podría diseñar un vehículo pequeñito con un único BOOST (con un solo Dial, en vez de 2). Lo dejo a vuestra opinión general! Avisadme si os sirve algun otro de mis Diales!

Entonces la comida empezó a servirse. - MMMM QUE BUENA PINTAAA!! - acepté el plato y me puse a comer.