Partida Rol por web

One Piece: Chase your Dream (+18)

Zekken

Cargando editor
02/10/2019, 22:12
Director

Te despertaste en uno de los callejones de aquel enorme barco/ciudad casino, te dolía la cabeza  horrores y cuando te palpaste, notaste que tenías un buen chichón, ¿Qué te había pasado?. Rápidamente palpaste tus ropas en busca de tu dinero o tus objetos personales, ¡pero no había nada de nada!, te tocaba recapitular…para descubrir que había pasado.

Cuando todo el mundo se separó, tu fuiste un poco a tu aire, el problema es que no recordabas a donde habías ido, ¿Qué había ocurrido en realidad? Aquel callejón te sonaba, ¿era el que cogiste para ir a aquel bar a beber un poco, verdad?...¿pero quien te pudo haber golpeado la cabeza…y más importante, ¿Quién había robado al ladrón?

Lentamente te incorporaste, olía bastante a humo, pero no parecía haber nada en llamas, a lo mejor se trataba de que había ocurrido un incendio hace poco, eso y a lo mejor se te cayó una viga en la cabeza, una viga que cobró vida y te robó todo lo de los bolsillos, algo muy normal, claro.

Bueno…a pesar de estar herido y aturdido, una cosa era segura…si encontrabas a tus colegas seguro que te echaban una mano, pero el problema era…¿Dónde estaba la tripulación?

Cargando editor
08/10/2019, 23:34
Zeren

Empecé a desvelarme notando el frío y duro suelo contra mi cuerpo y la cara humedecida e intenté levantarme mientras abría los ojos, causando que me cayese de boca contra la madera de la cubierta, despertándome de inmediato. Me notaba algo mareado y con un tremendo dolor de cabeza. - Resaca, y no recuerdo nada de ayer... vaya pedal me tengo que haber cogido. - Conseguí incorporarme y el ardor que sentía en la cabeza me hizo llevarme las manos a esta y notar un chichón que sobresalía.

Intentando recordar algo empecé a mirar a mi alrededor, sin mucho resultado, y en un acto reflejo me llevé las mano a mi bolsillo interior buscando el vial roto. - ¿Eh? - Empecé a tantear mi ropa con las manos, incluso abriendo un poco la camisa para poder ver si se había enganchado a algún pliegue. - ¡No está! - No solo mi vial, aparte de la ropa, no llevaba nada encima. Me tiré al suelo con la esperanza de encontrar algo. Nada. - ¡Mis cosas! ¡Me cago en... Otra vez me ha vuelto a pasar! - Bien era sabido por quienes me conocían que el alcohol me perdía, y luego más me perdía yo y acababa tirado en medio de una calle cualquiera sin recordar ni mi nombre. Pero estaba en un barco de pijos. - ¿Me han dejado tirado como una colilla? Malditos ricos estúpidos. - Me quejé al aire. Ya estaba hablando solo.

Las pocas neuronas que hacían funcionar mi cerebro se unieron entonces, recordándome una cosa. Yo no había ido solo a aquel barco. Sin duda mis amigos estaban buscándome y quizás incluso tuviesen mis cosas. O podía ser que ellos me hubiesen robado y se hubiesen llevado mis cosas. - No, no, no. Son un tanto raros, pero son buena gente. Y les salvaste la vida con los monos. - Por el momento no iba a desconfiar de ellos.

Frotándome el chichón empecé a avanzar por aquel lugar intentando buscar alguna pista de lo que había pasado o de donde estaban mis cosas. - Ugh, huele como si se hubiesen pasado cocinando algo. Espero que no sea la comida de hoy. -

Cargando editor
12/10/2019, 13:21
Director

Estabas un tanto confundido cuando te despertaste, llegaste a intentar buscar alguna pista de lo ocurrido con tus compañeros, ¿Qué podría haber ocurrido?, olía como si hubieran hecho una barbacoa y se hubieran olvidado de sacar la carne del fuego, así que intentaste guiarte por el olor, hasta llegar a una enorme plaza donde los edificios de alrededor parecían haber sido la mayoría consumidos por las llamas o incluso haberse derretido a causa del calor y el fuego. Además de enormes charcos de agua, una fuente de incendios rota, cables eléctricos desperdigados por aquí y por allá…vamos, cualquiera diría que había pasado un huracán por la zona.

Pero ni rastro de tus compañeros, solo algunos mirones observando, y unos guardias que parecían estar hablando entre ellos con un hombre de cabello blanco, tatuado y rostro cansado.  Era de noche, pero aún así tus compañeros destacaban y no se encontraban por ninguna parte, ¿les habría ocurrido algo?

Pero te preocupó más cuando un guardia alto y de rostro duro se acercó a ti con el ceño fruncido.-¡Disculpa!, ¡Tú, si tú, te estoy hablando a ti!.-Gritó mientras se acercaba a paso decidido con un boli en una mano y una libreta en la otra.