Partida Rol por web

Desde luego Inumaki era un autentico pirata, se marchó sin pagar la cuenta, por lo que Poe no dudó en embroncar a su capitán, diciendo que tendría que pagarle tarde o temprano.-S…si, prometo que…prometo que lo pagaré, palabra de capitán.-Sonrió levemente con un tanto de nerviosismo.

-La isla…bueno, es…ya lo veréis cuando lleguemos, seguro que os gusta mucho…es el lugar ideal para entrenar, creedme. No hay marines ni nada peligroso…bueno, “peligroso”, como sea, no os preocupéis, vosotros simplemente tenéis que seguir el rumbo y nada más, una vez lleguemos a la isla…pues…ya lo veréis.-Dijo con aire un tanto misterioso.

Aunque conociéndole…¿y si no había siquiera isla?. Fuera como fuera, Inumaki se fue junto a Zeren y le enseñó como utilizar aquella “brújula”. Dejándoos a los demás a vuestras anchas.   

Al menos así fue hasta que de repente y en un abrir y cerrar de ojos os fijasteis en algo...la otra chica que llegó con vosotros, como se llamaba, ¿Pacha?, había desaparecido...y Amantine no tardó en darse cuenta de algo, la puerta de la consulta médica estaba abierta si...pero parecía como si hubieran forzado los armarios de medicina y se hubieran llevado algún que otro medicamento. 

Parecía que os habían robado...aunque bueno, como si a Inumaki le fuera a importar. 

Se podía apreciar en mi cara el mosqueo que tenía de que todos justificaran el hurto del capitán... ¡que le ha robado a mi madre joder! Por muy capitán pirata de medio pelo que sea le ha robado a la madre de uno de sus tripulantes... pues vaya capitán -Ya te vale capitán- le terminé diciendo al hombre.

Y su explicación de como era la isla a la que íbamos tampoco es que me ayudaba a desmosquearme -Genial, un tocho de palabras para decir absolutamente nada- pensé con resignación. En fin, ya no tenía más ganas de estar por aquí... que capaz este birria-barco pega un volantazo y me caigo por la borda. Y creo que no sabiendo nadar eso podría ser muy malo. Así que simplemente me fui a meterme en el barco para dirigirme a mi habitación... y entonces pude verlo y percatarme -Genial... encima nos roban... simplemente genial- terminé pensando en voz alta al ver la puerta de la enfermería abierta a la fuerza y con los armarios forzados.

Estoy de los robos un poco hasta las pelotas, así que me dirijo a mi cuarto para dejar de pensar en este viaje tan mala idea. Fui desempaquetando mis cosas de la maleta, y cuando terminase me tumbaría en una de esas hamacas a leer... mejor tener la mente leyendo cosas que pensando en la mala idea que fue meterme en esto.