Partida Rol por web

Ryuta seguía en su empeño de subir, cuando le tocó ver el momento en que Lux cayó, y los crujidos de la madera le indicaban que tal vez las estructuras del muro no estaban en las mejores condiciones. Por eso mismo, apresuró su paso hacia la cima, determinado a llegar tan pronto como pudiera, lastimosamente, las prisas le llevaron a sostenerse de rocas poco estables y terminó por barrer su equipo contra el muro en un precipitado descenso. Afortunadamente, la experiencia que había tenido al escalar la primera parte del muro le permitió maniobrar para evitar el suelo.
Al tiempo que esto ocurría, nuevos crujidos sonaron de las columnas blancas, y más preocupante aún, algunas astillas saltaron de esos grandes soportes.

Alvert no había tenido el mejor desempeño contra el muro, pero al menos el pequeño Drake pudo constatar que el granjero se encontraba bien. Sin embargo, este último no se iba a dejar vencer, así que alineó sus piolets con la roca y sin contenerse subió por el muro a una velocidad increíble, no pareciera que ni el mismo Alvert estaba consciente de su excepcional acción, pero con motivación máxima y un gran esfuerzo, terminó en la cima en un parpadeo. El gallo en su chaqueta moviendo la cabeza en círculos, probablemente mareado con tan acelerado ascenso.

Lux se sostenía de la estantería de madera, con la mente fija en llegar hasta arriba. Fue así que lo intentó una vez más, sin embargo, tal vez la transición de roca a madera fue la que la hizo colocar de su piolet de manera incorrecta y esta vez si terminó en el fondo. Aunque por lo menos, unas cajas amortiguaron su caída, así que no pasó a heridas. 

Edward se acercó a Lux preocupado, pero pudo corroborar que no había pasado a mayores. Tras esto, fue el turno del astillero para batirse en este reto contra la gravedad, y ciertamente su escalinata resultó ser más sencilla, principalmente con la experiencia que tenía en reparaciones a grandes alturas.

Con la tripulación en acción, y haciendo su mejor esfuerzo, la capitana también se esmeró en subir, de manera que con el equipo en mano, subió por la gruesa madera de la estantería, que si bien no fue una tarea fácil, Shire había logrado mantenerse arriba y subiendo. Fue precisamente que en lo alto dio unas palabras de ánimo a sus compañeros. Las cuales al llegar a los oídos de los presentes, de repente una fuente de motivación llenó su ser, dejando una cálida sensación en su pecho. Como si cualquier obstáculo que pudieran tener enfrente fuera poco.

Alvert se encuentra en la cima.
Ryuta, Shire, Edward y Ladovia se encuentran escalando.
Lux, Helena y Drake se encuentran en el suelo.

Las palabras de la capitana me animan y aun estando algo dolorida por la reciente caída, vuelvo a levantarme para mirar un instante atentamente la estantería y ver el mejor camino para subir por ella. 

Tras unos momentos de observación empecé a escalar por la estantería, asegurando cada movimiento y cada posición con toda mi concentración y de la fuerza que disponía. 

Por suerte en uno de mis intentos sobre anclar mi piolet libre en algún sitio dieron frutos, me que clavado en una parte bastante sólida de la pared y fue tal la frenada que perdí todos los demás agarres quedando colgado solamente de mi brazo izquierdo, fue en ese preciso momento que vi como ya el resto iban subiendo, al que no vi fue a Alvert que en el rato que estuve cayendo ya casi había llegado a la cima y en lo que me recuperaba había terminado. Entonces me fije en Shire que ya me había alcanzado y desde esa posición cercana a la mía dio unas palabras a toda la tripulación que por alguna razón se sintieron como si hubiera sido todo un discurso motivacional, mire hacia arriba con una perspectiva hasta ahora sabía que podía pero ahora la sensación era completamente diferente... debía hacerlo y ya además. Me había pasado todo el camino partiendo olas, una simple pared no debía ni siquiera frenarme y menos aún si esperaba llegar a ser el hombre mas fuerte del mundo, la mano derecha del Rey de los Piratas y tener la recompensa mas alta por mi cabeza, no podía frenar o alguien me pasaría sin darme cuenta.

Con un cambio de aires brutal reanude mi escalada al doble de velocidad de antes, toda la distancia que había perdido en tan poco tiempo la recuperaba en casi lo mismo, de hecho no me limitaba a subir revisando cada anclaje si no que saltaba de una posición a otra para acelerar la subida lo máximo posible.

Lux hizo una detenida observación a la alta estructura de madera mientras se planteaba la ruta más óptima para escalar. Fue así como con su equipo para subir y los ánimos de su capitana, la navegante siguió su ruta y una muestra de concentración y fuerza, logró escalar piso tras piso de manera estable. Con un buen ritmo sin duda no tardaría mucho en llegar.

De haber sido el primero en empezar a escalar más alto, Ryuta ahora se encontraba en un punto más bajo. Sin embargo, con una dosis motivacional y al ver que otros le llevaban la delantera, despertó en el cocinero nuevos bríos y pujanza. Este solo era un obstáculo más, uno ante el cual no se iba dejar vencer. Fue así como una velocidad que rivalizaba con los rápidas movidas de Helena o Drake, sus piolets y crampones hicieron volar pedazos de roca al paso acelerado de Ryuta, y en un parpadeo, ya se encontraba justo en la cima. 

Edward, Shire y Ladovia siguieron consistentes en su escalada, y aunque tardaron un poco más en llegar, la joven pirata llegó desde el muro, mientras que la capitana y el astillero alcanzaron conquistaron la altura con el último peldaño de la estantería.

Alvert, Ryuta, Shire, Edward y Ladovia se encuentran en la cima.
Lux se encuentran escalando.
Helena y Drake se encuentran en el suelo.

Tras llegar a la cima de la estantería Ryuta me ayudó a alcanzar la cima mediante la cuerda:-Gracias, no pensaba que costaría tanto subir una pared.-le dije a Ryuta mientras recuperaba el aliento en el suelo de la cima. Mientras esperamos a que todos suban me adelanto un poco para vigilar que nadie nos haya escuchado con el escándalo que estamos montando aquí abajo. 

.-Parece despejado.-dije al regresar con el resto:-Helena, Drake, moved el culo hasta aquí arriba que hay que seguir.-añadí a continuación.

Ya estaban casi todos en la cima y sin muchos contratiempos, ahora era momento de planear sus siguientes movimientos, si bien no habían sufrido heridas de gran consideración, si que habían perdido demasiado tiempo en llegar a donde se encontraban  y el ataque ya había comenzado.

Al ver el mapa Edward no pudo evitar mirar las dos habitaciones blindadas, seguramente serían la cámara acorazada del lugar y la armería, y la armería era lo que le llamaba la atención, seguramente habría materiales y demás pertrechos para poder mejorar las defensar del barco, pero no era momento de anteponer se ambición personal, tenían un objetivo que cumplir y no tenían mucho tiempo para ello.

Con el terreno puesto, y todas las facilidades ofrecidas por el equipo de escalada improvisado y la extensa cuerda que sostenía Ryuta, todos pudieron subir a la cima sin problemas. Drake ascendiendo de último para en los posible iluminar el camino de todos mientras subían.

Estando allá arriba, y según el mapa, la base se encontraba a pocos metros más adelante. Y con esta, el potencial de conseguir oculta y valiosa información, armas y recursos de un arsenal de calidad de la marina, y la oportunidad de enfrentar de cara a ese capitán de la marina que tanto daño había hecho a la tripulación.
Y como Lux había podido corroborar, más allá no se escuchaba ruido de alboroto alguno. Lo que era una buena señal. Significaba que no habían sido descubiertos todavía, o aún más probable que el antes acordado ataque a la base había cumplido con su cometido de apartar a las tropas del último piso.

-Bien, llegamos -dijo Ladovia mirando hacia el frente en una camino entre la roca cuyo final se veía más iluminado que la rotunda oscuridad de la mina-. Esa Miss All Sunday, dijo que harían un ataque y que teníamos que hacer algo, lo cual no podría importarme menos -Apretó su puño tensionando el brazo-. Quiero encontrar a Sadler. Lo que pase después será el destino, pero ustedes pueden aprovechar esta oportunidad. Este cuarto grande, el Archivo, debe tener información muy importante -La joven pirata volteó a ver a Helena y Alvert-. Datos de la marina que no podríamos obtener en ningún lado -Después cambió su mirada hacia Edward y Lux-. Si estos dos cuartos están reforzados, es porque guardan algo valioso. En uno de ellos seguro que encuentran cañones y materiales como para reforzar un buque -El dedo de Ladovia señaló donde se encontraría una oficina-. Aquí es donde creo que debe estar Sadler. No es del tipo que se ensucia las manos por un pequeño ataque piratas, así que ese maldito seguro está un sillón cómodo mientras da las órdenes -Ladovio envolvió el mapa y lo guardó para después hacer tronar sus puños con la vista de frente y gesto determinado-. ¿Están listos?

Una vez arriba até un extremo de la cuerda donde pude para luego tirar el otro, de esa manera podían todos ir agarrándose a ella para facilitar la escalada cuando fuera necesario. Junto a quien quisiera agarre me mantuve sujetando la cuerda pero cada vez que alguien llegaba a la cima le daba la mano para ayudarle con el final y recibirlo con una sonrisa.

- No hace falta que me lo agradezca, mi deber es cuidar de la tripulación tanto fuera del barco como dentro con vuestra alimentación, al igual que el tuyo dentro es llevarnos a donde queramos ir -respondí a Lux como si no fuera la gran cosa, solo hacía lo que se esperaba de mi

Una vez todo el mundo llego arriba deje la cuerda en el mismo sitio para una bajada rápida a la vuelta y me limpie las manos, también me asegure de que todos los crapones y piolets estuvieran bien colocados a mano para luego. No quería que tonterías como esta nos retrasaran luego, vete tu a saber si necesitaríamos salir a toda prisa porque nos siga la base entera. Al ver el mapa y como ya no quedaba mas que una línea recta hasta la base me volví a colocar la chaqueta bien liberando ambas espadas de sus ataduras, las iba a necesitar muy pronto. Mientras Ladovia indicaba lo que probablemente hubiera en cada lugar me fui crujiendo varios huesos del cuerpo, tenía claro donde debía ir pero algo me llamaba la atención- Hay algo que me extraña ¿porqué existe esto? -señale el camino que se alejaba de las salas (6)- Parece extraño, lo primero que podría pensar sería que es la forma de subir pero probablemente la última sala sea alguna clase de ascensor para ir a los pisos superiores. Lo que deja ese camino... me causa mucha curiosidad... Bueno, sea como sea yo me voy con Ladovia, he estado entrenando todo el viaje para esto así que voy a ir contra Sadler si o también. Os ganaré todo el tiempo posible incluso después de acabar con él así que si queréis revisar todo el lugar adelante, solo tened en cuenta que cuando el ataque cese estaremos "atrapados" con la marina aquí dentro -y sin nada más que decir desenvaine ambas espadas listo para entrar en combate en cualquier momento- Yo estoy listo.

Después de un tiempo que se me hizo eterno por fin estábamos todos arriba, ya no había más obstáculos, nos habíamos infiltrado con éxito y teníamos lo que queríamos al alcance de nuestra mano. De esas seis salas sentía atracción por el archivo, ya sabía más de la marina que la mayoría de gente, pero me costaba dejar pasar la oportunidad de investigar en sus escritos, no obstante había otra cosa por delante a la que daba prioridad. - Voy con vosotros.- Añadí después de que Ryuta se uniera a Ladovia para ir a por Sadler. - Sé que vosotros os bastaríais para derrotarle, pero quiero que vea con sus propios ojos que la voluntad de Elías sigue viva.- Miré a Helena, que por lo callada que había estado debía estar muy centrada en su objetivo. - Creo que lo que buscas está en esa habitación.- Señalé con la cabeza la entrada de la derecha (5) - Drake, ve con ella, con ese cuerpo eres más frágil y confío en ti para que encuentres algo interesante entre sus libros.

Me moví unos pasos para quedar frente a todos. - No olvidemos que esto es un saqueo, así que me gustaría que Lux y Edward buscaseis en las salas reforzadas cualquier cosa con valor o utilidad, sois los encargados de que el Sakkaku siga navegando y seguramente sepáis identificar lo que necesitamos mejor que nadie.- Solo quedaba Alvert que seguramente también quisiese enfrentar a Sadler. - Si nos sobra tiempo investigaremos las habitaciones que faltan. Nos vemos enseguida.- Me enfundé los guantes y saqué los kúnais ya mirando hacia la puerta, tras la que estaba Sadler, junto a Ryuta y Ladovia.

       Llevaba un rato en silencio, esto era un poco mas por que estaba intentado regular mi respiración luego de aquel brusco actuar con la muralla ... lo que menos necesito ahora es malgastar Tiempo extra antes de.... , por lo que no fue hasta que llegamos a esa clase de nexo es que recién reacciono.

   Yo ire a los archivos... tenemos algo que descubrir a toda costa entre esos papeles - hablaba luego de que ya algunos dieran sus opinión a donde ir, pues Ladovia creo que entendía bien el por que me interesaba tanto ese sitio, el cual no iba a abandonar ni dar prioridad a nada hasta que bueno... - buena suerte y cuidado con el resto - haciendo una señal de despedida comenzaba a caminar por el pasillo hacia aquella sección

Al final parecía que si que podría ir a donde le gustaría ir, las salas reforzados seguro que tendrían cosas útiles para el barco y demás armamento del grupo, seguramente sería un buen beneficio para ellos.

Usted manda capitana, cogeremos todo lo que podamos- si bien Edward no tenía la costumbre de ir robando por todos lados, no tenía demasiado cariño a la marina, así que no le causaría demasiados remordimientos el saquear las cámaras de la marina.

Cuando quieras yo estoy listo, es hora de desvalijar a la marina- dijo Edward mirando a Lux.

Después que Ryuta dejó todo preparado en caso de una retirada de emergencia, se acercó al mapa e hizo notar la misteriosa particularidad de un camino incierto.

-Para que ni siquiera aparezca en los planos oficiales, significa que fue ordenado y construido en secreto -Aseguró el pequeño Drake con su extrañamente aguda voz-. Algo así puede que no sea solo obra de la Marina, sino del Gobierno Mundial. Es el tipo de cosas que yo esperaría de ellos -dijo el médico y ex-miembro de la Cipher Pol.

Ladovia hizo una media sonrisa al escuchar que el cocinero también se unía a la lucha contra el marine que más odiaba. -No te preocupes, Ryuta. Me encargaré de dejarte suficientes restos de Sadler como para que puedas cortarlos -dijo con cierta soberbia, probablemente confiando en su propio entrenamiento durante estos días, aunque la expresión de la joven pirata cambió abruptamente en cuanto escuchó a Shire. Su cara se iluminó por un momento y chocó sus dos puños con energía-. Venga, vamos a mostrarle a esa rata asquerosa que su peor error fue meterse con la mejor tripulación del East Blue.

-Claro. Eso es lo que busco -dijo Helena antes las palabras de Shire, y aunque su cara no era visible, se notaba un tanto distraída. Alistó el inyector de su brazo, y se dispuso a avanzar.

-Dalo por hecho. La marina siempre tiene un sistema de archivo, les gusta tener el papeleo siempre en un orden, así que si tienen algo bueno, lo hallaremos -El mini médico hizo una señal con el pulgar arriba mientras tenía una leve sonrisa. Y sin embargo, levantó la ceja al escuchar el destino de Alvert-. Bueno, vayamos juntos. Solo que espero que esta vez no tenga que convertirme en un bebé -Bromeó sobre la situación con su cuerpo actual... probablemente.

Antes de repartirse en los diferentes grupos para cumplir sus cometidos en el sitio, pudieron ver la sala principal de este piso de la marina. 
El sitio estaba muy bien iluminado, y la luz mostraba lo desolado que se veía, justo como Lux había sugerido por el silencio anterior. Con paredes talladas en la roca de sal y reluciente piso blanco con pequeños cristales brillantes hechos del mismo mineral.
Justo arriba en el centro, colgaba un enorme candelabro elegante, de varios pisos, y todo este era transparente, como hecho de cristal, lo que ayudaba distribuir la iluminación del sitio.

Se acercaron a la que debía ser un oficina. Y justo en el lugar pudieron ver una puerta que ambos podían distinguir como un artículo de lujo. Puerta de madera firme y lustrosa, con una perilla adornada, de hecho, Shire podía reconocer el tipo de adorno de la perilla. Parecía una especie de picaporte antiguo, pero que había sido restaurado. Sus conocimientos le en historia sugerían que se trataba de una antigua perilla destinada a oficiales de rango de la Marina, como capitanes.

Antes de entrar, Ryuta pudo percibir algo en el aire, era algo demasiado sutil, pero su sobresaliente olfato hizo que le llegara un fino aroma a perfume. Aroma que parecía provenir desde dentro de ese cuarto.

Ladovia se veía más concentrada que antes. Pero considerando lo apretado que tenía sus puños y lo tensa que se veía, era probable que otra clase de emociones eran las que llenaban a la chica.
-Destruyó la puerta, y luego entramos los tres al mismo tiempo, ¿les parece?

Llegaron al lugar del Archivo, y en efecto, pudieron rápidamente comprobar que se trataba del repertorio de información que la Marina guardaba. Adentro había montones de cajas con etiquetas que decían "Evidencia," documentos en estantes metálicos acompañados de recortes y periódicos, pero sobretodo, fila tras fila de archiveros, probablemente cada uno lleno de carpetas.
En algún lugar de ese mar de datos debía haber algo, cualquier tipo de información vinculada a lo que pasó en tu archipiélago. Con esos marines que llegaron tan de repente, y el fatídico día que tanto hizo daño a tu familia.
Sin embargo, en esta fuente interminable de palabras, uno se podría perder fácilmente, y con el tiempo siendo extremadamente limitado después de lo que habían tardado en los obstáculos anteriores, el tiempo no se encontraba de tu parte.

Helena no reparó en meterse en la habitación y empezar a abrir las cajas de Evidencia, sin duda en busca de su propia cruzada por la verdad.

El pequeño Drake se te acercó. Su gesto parecía preocupado. -Alvert, sea lo que sea que busques. Puedo ayudarte, pero me tienes que decirme de qué se trata.

Llegaron a justo donde los planos indicaban estaba el lugar reforzado. No había una total certeza de cual de los dos sería la armería, pero tendría que ser uno de esos cuartos que se veían tan protegidos.

Lo que se encontrar con el lugar al que fueron fue algo igual de sólido como lo indicaban las paredes de ese sitio, era una puerta gruesa blindada con metal. Tan gruesa que incluso, se necesitaría una gran fuerza para solo mover la puerta, aunque estuviera abierta. Sin embargo, la puerta ante ustedes se veía de lo más cerrada. Un círculo de metal con manijas, como la cerradura de una bóveda, parecía ser el único indicador que de hecho la puerta podía ser abierta.

Era un misterio que habría detrás de tan reforzada puerta, pero el hecho de que la Marina se tomara la molestia de hacer un cuarto así con esa magnitud de puerta, significaba que debía ser algo muy valioso.

Mire por un momento a Shire cuando dijo de venir con nosotros con duda, pero esa expresión cambio rápidamente a la vez que apartaba la mirada. El resto ya se habían repartido así que solo quedaba ir a lo que cada uno debía hacer por lo que avancé ya. Mis manos temblaban y parecía luchar contra mi ceño para no fruncirlo, trataba de contener mis sentimientos negativos, mantener a raya el odio y la ira era mas complicado de lo que creía, cada vez era mas difícil, cuanto mas cerca estaba de él mas se complicaba.

- Eso solo será posible si llegas a él antes que yo Ladovia -dije como una broma para relajarme pero se me notaba mucho que no estaba tan calmado como trataba de aparentar- Ahora desearía haberme quedado a pelear contra Masuda así sabría que estábamos perfectamente y que íbamos a por él -al acercarnos a la puerta fue fácil darse cuenta de que debía ser mas cara que muchas otras cosas del lugar, además... olfateé un poco el aire para asegurarme- Bastardo... él esta aquí rodeado de lujos mientras sus hombres luchan contra piratas fuera -afiancé mi agarre a las espadas listo para para entrar en combate directamente- Adelante...

     Bueno, vayamos juntos. Solo que espero que esta vez no tenga que convertirme en un bebé -Bromeó sobre la situación con su cuerpo actual... probablemente.

    Pfff... v...vale... cuando salgamos de esta me ocupo de ello... -decía un tanto mas calmado luego de ese pequeño lapso de temeridad... de echo no creo que fuera el momento, pero agracia bastante el saber que no iba a estar solo en aquel lugar ... se que también esta Helena... pero ella... como que no es la mas habladora... 

    Sobre el nuevo cuarto... solo tenia una emoción con que reflejar mi estado actual.

Abrumante...

        N...no creo que el tiempo me de.. p...para todo e...est..- no terminaba ni de completar mi frase repleta de ansiedad para cuando Drake estaba preguntando por mi interés - hmmmmm afhhhh... c...creo que si, que lo mejor es que lo sepas un poco mejor.. - comenzado a caminar hacia la primera de estas bandejas mayores.

     Como lo dije aquella vez en ese risco... los archipiélago de Ondori sufrió mucho ese día... nadie lo sabe con seguridad... pero lo que vi desde aquella colina es algo que no voy a olvidar...

      La marina... aquel navío echo casi de hojalata... y ese brillante luz que borro todo lo que hubo encima de aquel islote...

       Nunca mas los Marines tuvieron la decencia de volver a mostrar su rostro mas que para resolver algún incidente grave...

      Yo... bueno... - para dejar un poco de lado lo que estaba haciendo - siento haber desconfiado de ti ese día... a...aun le tengo resquemor a todo lo que tenga que ver con... bueno... ellos..

Una vez decidido el plan, se separaron cada uno a hacer su cometido, era hora de saber que les esperaba en aquella sala acorazada.

Cuando llegaron a su destino se encontraron con la puerta de la cámara, seguramente cerrada a cal y canto, suponía que los marines no serían tan idiotas como para dejar la puerta abierta. Derribar la puerta quedaba descartado, harían mucho ruido y tardarían demasiado, así que solo quedaba el forzar la cerradura y aunque eso no era su fuerte su que sabía algo del funcionamiento de aquellas cerraduras blindadas, todo el mundo tenía un pasado algo oscuro.

Así que se acercó a la puerta y se puso a inspeccionarla antes de ponerse a forzarla, solo les faltaba que empezara a sonar una alarma y llamar la atención de los marines que estaban luchando por la base.

Finalmente nos dividimos en grupos y a Edward y a mi nos dejan las habitaciones reforzadas que se supone que hay cosas valiosas. La primera de ellas tiene una buena puerta reforzada con remaches de acero, bisagras triples, muy resistente al fin y al cabo. 

.-Creo que nos costará abrir esta puerta......-empecé a decir y a examinarla detenidamente:-pero creo que podremos con ella.-concluí tras examinar la cerradura de la puerta. 

Ladovia vio a Ryuta por unos momentos, la intuición del cocinero le decía que probablemente quería decirle algo, sin embargo, cualquier cosa que fuera, la hizo a un lado y avanzó hacia la puerta. Miró a la fina madera frente a ella con claro enojo y, poniéndose en posición de combate, destruyó la lujosa puerta y se adentro en el cuarto junto a ustedes.

Lo que se toparon, era tal la una visión menos probable de lo que pensaban. En la habitación, ya había gente esperándolos. Al frente dos marinos, ambos sosteniendo gruesos escudos, que por alguna razón brillaban en ciertos puntos específicos como si tuvieran pequeñas partículas brillantes. Detrás de cada uno, otros marine tenían en sus manos cristales afilados como cuchillas.
Y en el centro de todos esos marinos, había alguien cuyo abrigo blanco delataba su alto rango en la marina. La misma persona de la cual provenía esa fragancia a perfume, y se trataba de... una chica bajita. Llevaba una especie de mochila negra en su espalda, mientras que ajustaba dos guantes sin dedos en sus manos. Un guante negro y otro blanco.

-¡¿Tú no eres Sadler?! -Exclamó Ladovia, quizá con más ira que si el capitán hubiera estado ahí.

-Comandante Hallie Tannen, para su información -La chica dijo con tanta soberbia que podía llenar el cuarto entero-. Me dieron instrucciones de ir hacia arriba a defender, pero yo sabía que había algo raro con el ataque, ¡y aquí están! Así que déjenme mostrarles, porque es una mala idea meterse en una base de la Marina, escoria pirata.

El lugar era más bien pequeño, pero largo, había pocos muebles, solo resaltando un lujoso escritorio y un librero en el fondo.

La comandante bajita los señaló directamente hacia ustedes-. ¡Ataquen, ahora!

La comandante está a 5 metros de ustedes, igual que los marine con escudo. Algo más atrás de ellos están los marines con cristales filosos.