Partida Rol por web

- Tuvo su oportunidad para ser libre. Él ya vivió su aventura. Ahora es nuestro turno- respondo, encaramándome al barco. - Zarpemos cuanto antes, los marines estarán a punto de llegar

Era prematuro zarpar hacia el grand line, pero estaba harto de esperar, harto de no poder marcar la diferéncia y harto de ver la corrupción en el mundo y de como acababan sufriendo siempre los inocentes.

- Rumbo al Grand Line, nos abasteceremos por el camino

-No creo que la mejor forma de salir de aquí sea encarándonos con los marines para salvar al viejo. Me caía bien y todo eso, así que propongo que llamemos al pez Yosaku en su honor -dejo el cubo con el animal sobre la cubierta-. En el peor de los casos nos lo podremos comer.

Con el petate al hombro doy una pequeña vuelta por el barco, dando algunos pisotones fuertes para ver el estado en el que se encontraba. Estaba claro que era viejo y habrá que rezar para que aguante hasta que lleguemos a encontrar un barco en condiciones. Pero servía para salir de la isla y eso era lo importante ahora.

 Vuelvo con mis compañeros y guardo la espada cuando noto que los malditos escaparon y se tiraron al agua. Si lo que dicen es cierto entonces es hora de irnos de paseo no les parece... Nuestro destino ya esta escrito amigos. Señalo al horizonte.

 Nos encontraremos cosas muy peligrosas en el camino y eso me hace querer irme rapido hacia la Grand Line.

Subo al barco mientras voy tocando una melodía con mi guitarra. Es cuestión de marchar ya. Vamos Winema, o prefieres quedarte en tierra?

-Bueno, viendo como está la cosa, voy a explorar un poco el barco -por no decir que voy a buscar un sitio donde ubicarme-. Supongo que alguno de vosotros sabrá llevar un barco como este, ¿no?

Porque si con todo lo que hemos liado, nadie sabe gobernar una nave como esta habrá sido una enorme pérdida de tiempo. Recojo un puñado de monedas del suelo antes de internarme en el barco. Concretamente en la parte dedicada a la tripulación, habrá que comprobar primero el estado del barco.

- ¡Venga panda de haraganes!- insto.- Todos a bordo. Tu- añado señalando a Oni.- Suelta las amarras, tú y tú- señalando a Ragnok y a Musashi- izad la gábia, la mayor y el trinquete- ordena mientras se situa en el timón.- Nos vamos de aquí pero ya. Y quien no quiera venir- añade señalando a Winema,- que se quede en tierra, ¡Vamos!

Dejo de tocar la guitarra tras las ordenes del capitán. Me pongo a ello, capitán!!! Colgandome la guitarra en la espalada y ajustando la espada a la cintura, me acerco al trinkete. Venga Mushashi, ayudame!!!

Miro hacia atras indecisa, no quiero acabar en la carcel como él pero dejarlo encerrado tampoco me parece bien... lo que si tengo claro es que yo sola en la isla no tengo ninguna posibilidad por lo que acabo subiendo al barco en silencio.

Finalmente no pude enterarme de lo que vine a buscar... mascullo entre dientes Espero tener más suerte en la siguiente isla.

Con los berris en el bolsillo y a punto de cruzar la puerta al interior del barco, escucho los gritos del capitán dando órdenes. Por suerte sólo me ha mandado a que suelte amarres, si me llega a decir que arríe una vela o algo parecido podría haber desatado el caos en el barco al tirar de la cuerda incorrecta.

-Ya va, ya va... supongo que en algún momento nos sentaremos a hablar sobre qué es en lo sabe hacer cada uno -lo dejo caer como un pensamiento en voz alta-.

Tras subir Winema a bordo, tiro del cabo que mantenía el barco sujeto al puerto, lo enrollo lo mejor que puedo y lo dejo a un lado. Me sacudo las manos satisfecho, como si hubiera hecho un gran trabajo y es que sin mí esfuerzo el barco no zarparía.

¿Que sabe hacer cada uno? Repito cuando subo al barco ¿Es mucho suponer que la mayoria de vosotros apenas sabe leer? No soy navegante pero si me dejais el mapa supongo que me las podre apañar... Supongo que alguien busco un mapa en el barco antes de soltar amarras ¿verdad? Mi mirada va de uno a otro de mis compañeros
 

-Relájate, hermana -le digo a Winema de malas maneras y enseñándole la palma de mi mano cuando presupone que ni siquiera sé leer-, puede que no sepa leer, que si sé -aclaro-, pero cuando alguien venga con ganas de gresca y te jodan el culo tendrás que recurrir a mí, que no se te olvide eso. Porque dudo que el tuerto, el que viste como mi abuelo o el que no para de gritar órdenes sin ton ni son sepa cerrar una herida.

Además -me relajo tras el calentón momentáneo- yo quería echarle un ojo al barco antes de que nos fuéramos del puerto, pero las órdenes son las órdenes -respondo con sorna y encogiéndome de hombros-.

- Necesitamos salir de la isla- respondo, girando el timón para encarar la bocana del puerto.- Conozco sus protocolos, primero cerrarán las salidas y luego nos cazarán como a ratas, tenemos que darnos prisa. Podemos volver al amparo de la noche y conseguir provisiones y un log pose, o esperar a la siguiente isla, no pienso dejar que nos destrocen nuestra oportunidad. La marina esta llena de corruptos, no podémos confiar en ellos.

Ragnok continuaba esperando que su compañero llegase hasta él para obedecer las órdenes del capitán.

-¡Vamos, Mushashi, por favor! ¡No tenemos todo el tiempo del mundo!

Se dirigió a los demás.

-¡Si no salimos pronto, podríamos no salir nunca! ¡Todos, dad lo mejor de vosotros mismos!

Des de el barco a lo lejos podeis ver un grupo de tres marines que van haciendo su ronda habitual hablando entre ellos equipados con su escopeta reglamentaria.

Agarro el timón con la mano izquierda y hago girar la rueda para encarar la proa a la bocana del puerto arovechando el viento.

- Saquemos a esta chica de aquí- comento, concentrado, mientras la vela mayor se hincha a medio gas, como con desgana.- Hace poco viento, pero bastará para salir de puerto- comento.

- Muy bien, ahora no nos alejaremos mucho- informo, una vez fuera del puerto.- Nos quedaremos a una distáncia prudencial y rodearemos la isla. Fondearemos por el otro lado y atracaremos en un sitio tranquilo, bajaremos a tierra de nuevo con un bote y conseguiremos lo que nos faltan. Provisiones, un log pose y demás instrumentos de navegación y, además, sacaremos a ese pobre hombre de la cárcel.

Mientras giró el timón otra vez para encarar la carraca a sotavento y poder fondear hasta un sitio seguro, pregunto a la tripulación.

- Esta bien, todos queremos partir hacia la Grand Line por diferentes motivos. No os mentiré, he visto lo que puede hacer la marina y me repugna, así que mi objetivo es derrocar a todos y cada uno de los elementos podridos del sistema, especialmente los Sichibukai- explico.- No será fácil, no será bonito, pero lo intentaré hasta mi último aliento. Si queréis ser mis nakamas, debéis saberlo ¿Hay algo que queráis decir antes de convertirnos en los Piratas del Rayo?

Si... por fin... el barco había salido del puerto y nos encaminábamos al Grand Line, se me había hecho eterna la búsqueda del barco y una tripulación que supiera manejar un barco, tampoco estaba la cosa para pedir mucha competencia. Hasta que el del timón decide que es buena idea dar la vuelta -que ya empezábamos mal-, atracar en la otra punta de la isla para reabastecernos -peor, porque habría que cruzar la isla con todas esas cajas en las manos-, liberar al viejo -mira por donde, eso no me importaba demasiado, incluso lo haría de buena gana- y, lo peor para el final... ¿Piratas del rayo?

-Mira, niño -empiezo de mala gana ante la charlita que nos acababa de dar- puedo entender que tuvieras que entrar en la marina para darte cuenta que era una mala idea, no pasa nada, nadie nace sabiendo. Sobre esa meta tuya de desbancar a los Sichibukai, muy noble por tu parte, pero es tan buena idea como enrolarte en la marina. Y, hablando de buenas ideas -me cruzo de brazos- ¿antes de trazar tan majestuoso plan, ese de desembarcar en la otra orilla y llegar a tierra con un bote, te has parado a mirar si al menos tenemos uno? Hemos salido tan rápido que apenas hemos podido ver qué había útil en el barco y qué no merecía la pena llevar. Las prisas no traen nada bueno.

Y lo mejor para el final... ¿de verdad quieres llevar ese nombre taaaaan cutre? Las grandes tripulaciones llevan el nombre de su capitán, ese que inspira temor con sólo escucharlo. Y, ya que estamos hablando sobre el capitán, ¿quién te ha dicho que tú das las órdenes? -le señalo con el dedo, y luego me señalo a mí mismo mientras sigo hablando-. De donde yo vengo esas cosas se ganan, al igual que el respeto.

Espero pacientemente que Oni termine su exposición.

- ¿Veis? Es por eso que os hablo ahora. Para dejar claras las cosas- respondo.- Los piratas son entes libres, pero la ley del mar dicta que tiene que haber uno, y sólo uno, que gobierne la nave. ¿No queréis que sea vuestro capitán? Muy bien, por mi no hay problema, decidlo y seguiré mi camino. Esta es una tripulación de hombres libres y se hará lo que decidamos todos. Ahora, si yo soy el capitán y vosotros sois mis nakamas, tengo que sacaros de aquí antes de que la marina nos encarcele- explico, señalando los tres marines que asoman por el puerto.

- Fondearemos en una cala cercana y nos acercaremos a la costa con uno de los botes que llevan todas y cada una de las naos. Especialmente una que perteneció a un pescador enamorado del mar- añado, respondiendo al comentario de Oni.- Y si no quieres ser mi nakama, allí tienes el mar, estamos muy cerquita de la costa- termino.

Dejo a dos discutiendo tonterías en la cubierta del barco, no me interesa. Parece que al final volveremos a intentar sacar al tipo de la carcel... eso en cierta medida me interesa ya que quiero preguntarle detalles sobre al tripulación aunque creo que los debio conocer antes del momento que realmente me interesa.

Empiezo a deambular por el barco para conocer su distribución y que tenemos para saber que nos puede faltar. Busco sobretodo catalejos, brujulas, mapas o cualquier otro elemento imprescindible para navegar.