Partida Rol por web

La noticia de que el Rey pirata Monkey D. Lufy fue atrapado por la marina no tardó en dar la vuelta al mundo , y la fecha y lugar de su ajusticiamiento fueron las mismas que la del último rey de los piratas Gold Rogers . La ciudad no tardó en comenzar a recibir multitud de gentes que querían ver muerto al rey pirata o darle un ultimo adios ocultos entre las gentes del lugar , entre ellos piratas de todo tipo disfrazados para no ser reconocidos . 

Pocos días antes de la ejecución , hubo una enorme tormenta que dificultó enormemente que los ultimos barcos con espectadores pudieran llegar a tiempo por lo que hay gente que no ha llegado a tiempo para observar el rey pirata Monkey D. Lufy vivo . 

Han pasado ya 2 días y mucha gente ya se ha marchado o se está marchando de la isla lo cual ha dejado a la marina un poco más tranquila pues esperaban tumultos que finalmente no sucedieron . Pero las ultimas palabras del Rey pirata han resonado fuertes y se temen una nueva era de piratería . 

No he cambiado de lugar el Tesoro , y ahora el One piece es más grande que cuando lo encontré , aquel que lo encuentre puede quedárselo . 

Estas fueron sus ultimas palabras mientras reía aceptando su muerte , y aún siguen trasmitiendose por todos los periodicos del mundo . 

La historía se repetía. Aunque no era nada que me sorprendiera.

Las cosas seguian siendo iguales en la Marina y el gobierno y era la razón de que me hubiera puesto un nombre en clave y empezará mi misión.

Por lo demás no me afectaba demasiado aunque no parecía el caso de Ryunosuke. Por lo visto él los conocía personalmente y era probable que fuera importante, o que incluso los apreciará.

-Vamos. Seguramente el gobierno quiera exponerle un par de días más para mostrar lo poderosos que son. Así podremos presentar nuestros respetos-

Aunque todo eso me importaba poco. Habia empezado una nueva era de la piratería con lo cual muchos desesperados se volcarían en la busqueda del One Piece. Y si algo nos enseñaba la historia reciente es que la mejor manera de cazar a los piratas era buscar el dichoso tesoro.

Por favor, si hasta se sabía de Shichibukai y marines que lo habian buscado. La oportunidad de librarse de toda esa escoria era demasiado buena para dejarlo pasar.

Una maldita tormenta me ha privado de poder contemplar al rey antes de morir, no sé si debo tomármelo como algún tipo de presagio o mensaje. Y ahora estoy aquí, en Logue, sin nada que hacer o, mejor dicho, ver. Maldita sea mi mala suerte.

Deambulo por la plaza, intentando imaginarme como fue el gran momento de nuestra Era, o el principio de ésta, como se rumorea por todos lados. Barcos que han salido en todas direcciones para seguir los pasos de los dos reyes. Si todos se han echado al mar, poco me quedará aquí para seguir mi camino, si todos esos guerreros se han ido, no debería quedarme mucho tiempo aquí, salvo que quiera gresca con algún marine y hoy no estoy de humor para eso.

Doy un trago a la petaca y la vuelvo a guardar en el bolsillo interior de la chaqueta. Tenía que buscar una forma de salir de la isla, daba igual cómo y hacia donde.

-Maldita sea mi mala suerte -mascullo entre dientes-.

Me habría gustado ver al rey de los piratas, los rumores decían que un miembro de su tripulación era capaz de leer los phonegryphs... a saber cuantos habrán leido en sus viajes y que secretos habrán descubiertos... Había hecho todo el viaje para oir si decía algo al respecto y ni siquiera habia podido ver la ejecución por un maldito retraso.

El lugar esta lleno de marines por lo que deberé moverme con cuidado pero con algo de suerte buscaran presas más grandes que yo. Sin ninguna pista de donde encontrar el siguiente ponegryph me pregunto cual debería ser mi siguiente paso...

"Por fín, Loguetown"-no podía hacerse a la idea de lo sucedido,[Luffy, muerto] pensaba una y otra vez, el no haber podido llegar a tiempo será una herida de la que no podrá deshacerse-"Una lástima no haber podido llegar a tiempo, te sigo, vayamos a presentar nuestros respetos, un grande se va"-la pena invadía su espíritu, pero sabía que a Luffy no le gustaría que sintieramos pena por él, comenzaba una nueva era. Seguía de cerca a su capitán Lima, el próximo Rey de los Piratas. Hacía poco que se conocían, pero desde el primer momento hubo algún tipo de conexión "Capi ¿Crees que estarán ellos aquí?"-dijo con una pequeña sonrisa-"sería un honor volverlos a ver, te caerán bien"

Todo el lugar parece una feria más que un sitio donde hace nada se ha ajusticiado a un reo de fama mundial. El bullicio, la índole de las conversaciones que se oyen por las calles hace que todo esto parezca incluso algo amoral. El parche me pica en el rostro la cantidad de conversaciones diferentes y el volumen de las mismas hace que quiera marcharme de allí cuanto antes mejor.

Quizás debería estar más 'a mi salsa' pues, en sitios como estos, un músico errante puede sacarse un dinero de manera más fácil que de costumbre pero, aunque parezca de poco sentido práctico, en lugares tan abarrotados como éste, tiendo a ponerme nervioso y a perder la calma de manera rápida.

Inclinando levemente la cabeza, para asentir de forma casi imperceptible, solo pronuncio un leve Humm para indicar mi aceptación siguiendo a los demás.

Son pocos los barcos que ya quedan en el puerto , solo barcos mercantes y algunos capitanes sin bandera los cuales es de suponer que sean piratas pero no ha habido maniobra por parte de los marines los cuales tienen su propio puerto a parte . 

A pesar de la cantidad de gente que ha habido en la ciudad y que ya se va desalojando , solo queda una posada con sitio libre dado que es la única que habéis visto hasta el momento ( el saltamontes cojo ) ; por vuestras cabezas pasa el conseguir un barco de alguna manera pues no os queda dinero suficiente para comprar un pasaje en un barco mercante , y sin duda algo de comer y beber tampoco vendría mal . 

Avanzaba en dirección a donde suponia tendrían el cadaver descabezado

-No lo se, Musashi. Pero con un poco de suerte en breves lo sabremos-

Quizás incluso tuvieramos más suerte y pudieran ayudarnos a conseguir un barco. Todavía no sabía como conseguirlo y no estaba seguro de que tipo de marines habría en la ciudad como para saber si se merecian les robasen el barco o no.

Aunque tampoco es que tuviese posibilidades de conseguirlo. Contaba con dos espadachines, uno de ellos músico, un medico luchador pendenciero y una sacerdotisa de una extraña religión

"Maldición. No teniamos que habernos separado. Solo espero que no tengamos que rescatar a nadie de prisión"

"Bien, pues al lío, tenemos que darnos prisa, la calma que esta guardando los marines no me gusta."

Musashi empezó a caminar mas rápido, la tranquilidad de los marines ante el comienzo de una nueva era resultaba extraño, ya sabían las consecuencias de algo como éso, consecuencias que pagaron caras.

"Se me ocurre algo capi, necesitaremos un barco para salir de aquí, comprar suministros y demás ¿no? podríamos mirar en alguna taberna, o incluso en alguna posada, seguro que encontramos a alguien que salga de aquí."

Miraba a su alrededor prestando atención a la gente que le rodeaba, por suerte, encontraría a algún tripulante de los sombrero de paja, seguro que estarían dispuestos a ayudarlos, o eso esperaba.

"pero sintiendolo mucho Lima, después de presentar mis respetos ante Luffi"

Maldiciendo mi suerte me decido a buscar alguna de las señales de mi religión con suerte alguno había estado en la ejecución y podrían contarme de primera mano lo sucedido... y con muchisima suerte alguno habría visto entre los presentes a algunos de los miembros de su tripulación... se rumoreaba que en la ejecución del primer rey de los piratas varios miembros de su tripulación estaban entre los asistentes...

Salgo de la plaza de la ejecución, demasiado tiempo invertido en algo que no tenía más interés que el turístico. Doy el último trago a la petaca, volcándola por completo para que cayeran las últimas gotas del último licor casero que había conseguido a buen precio. El inconveniente de no tener dinero. Me cuelgo el macuto a la espalda, donde tenía lo básico para tratar heridas y algo de ropa, y me adentro en las calles de la ciudad.

Por suerte, no tarda mucho en aparecer uno de los pocos letreros que podían alegrarme el día: una posada. Bien poco me importaba el alojamiento, no pensaba estar aquí al anochecer, pero quizás pueda conseguir un buen trago, uno que no sepa a latón y a mierda.

Vamos a ver de qué son capaces aquí dentro -pienso mientras me miro el brazo y lo pongo en tensión para que se notara el músculo-.

Sin más, me adentro en El Saltamontes Cojo.

Escuchando la conversación entre el capitán y Ryunosuke, asiento. Cuando éste último termina de hablar, digo con aire nervioso

Me parece buena idea. Por otro lado, si así ha de ser, presentemos nuestros respetos cuanto antes y movámonos. No me gusta estar con tanta gente a mi alrededor... y cuando antes nos larguemos mejor para todos.

Una vez digo ésto, miro los alrededores con semblante ceñudo vigilando.

Tras mucho buscar , no encuentras señales de tu religión o de los Muguiwaras en la zona , si hubiera alguno seguramente ya partió o sigue disfrazado para evitar a la marina ; y aunque tu exótico aspecto llama algo la atención , si se supiera que sabes leer los poneglife es muy posible que algunos de los habitantes quisieran entregarte ante las autoridades para cobrar tu recompensa . Había que andar con pies de plomo . 

A apenas un par de calles de donde te encuentras comienzas a escuchar el ritmo al unísono de la marcha de un grupo de marines , desconoces cuantos son o si tendrán un cartel con tu cara , pero una cosa era segura , llamabas la tención y es posible que se fijaran en tí con más detalle que en cualquier otro visitante . 

El saltamontes cojo parecía una taberna como cualquier otra , gente bebiendo , camareras agradables a la vista , gente de aspecto duro y mucho alcohol ; pero la mayor diferencia es que había el típico jolgorio de una taberna , parecía más como un funeral sin duda por el rey pirata a pesar de que había un objeto reproduciendo una canción cantada en todos los mares por piratas de todo el mundo . 

No tardáis mucho en llegar al lugar que todavía está vigilado por marines y frente al cual puede verse varias velas encendidas y coronas de flores dejadas por gente anonima ; parece que los marines de ahí solo tienen órdenes de impedir el paso al nuevo pedestal donde fue ejecutado el rey ya que el anterior fue destruido por un rayo hace décadas . 

Todavía hay gente por los alrededores mirando el lugar con pesar y tristeza , algunos como vosotros son visitantes que en su mayor o menos medida van disfrazados o disimulando quienes son por precaución pues no se fían de la marina . Es costumbre no combatir en luto pero ambos bandos , marines y piratas se muestras precavidos y dispuestos para cualquier percance . 

No doy encontrado ninguna señal del culto en la ciudad lo que si miro y escucho por todas partes son grupos de marines... mi aspecto llama demasiado la atención y no puedo arriesgarme a que me descubran asi que entro en la primera posada que encuentro esperando que los marines pasen de largo. Tengo que buscar un barco para salir de esta isla cuanto antes... al final venir hasta aqui solo habia sido una perdida de tiempo.

-Todo el mundo debería presentar sus respetos. La muerte del anterior rey de los piratas volvio al mundo loco y desencadeno el caos y la crueldad.

Además consiguio muchas cosas que pueden gustar más o menos. Lo mínimo es saludarle como es debido-

Conteste con tono calmado y desapasionado.

-Para tí puede ser otra cosa pero recuerda que no vas a saludar a tu viejo amigo, Ryunosuke. El que hoy ha muerto no es Monkey D. Luffy si no Luffy "sombrero de paja" rey de los piratas.

Tus pensamientos y sentimientos reales no pueden mostrarse o podrás crear problemas.

La muerte de alguien, sin importancia de su vida, debería ser algo tranquilo y calmado-

"Tienes razón Lima, podría ser un problema. Si me disculpais"

Contesté a las palabras del capitán, tenía razón, los marines estaban presentes y que descubrieran que estábamos aquí sería un gran problema.

Con las palabras de Lima en mi cabeza me acerqué al pedestal vigilado por los marines. Cuándo estaba tan cerca como pude lo observé en silencio recordando el tiempo que pasé junto a Luffy y sus amigos.

"Lo siento amigo, no he llegado a tiempo"-dije mientras sacaba la katana de mi obi y plantaba una rodilla en el suelo-"gracias, fue un honor conocerte, he encontrado un capitán digno para ocupar tu lugar como el siguiente rey de los piratas, no es tan animado como tú pero me ha demostrado ser una buena persona"-me levanté-"nos volveremos a ver amigo, pero aún no"

Al fijarme en los marines algo oscuro me invadió y no pude evitar dirigirme a ellos-"ha muerto alguien bueno, alguien que ha hecho por el mundo más que la propia marina, la cuál no ha parado de corromperse, ahora no se distinguen piratas de marines"- y sin pensarlo grité-¡saludad al que será el nuevo rey de los piratas!"- lo grité mientras miraba a Lima.

[Mierda, creo que ya la he cagado]

Los marines se quedaron un momento mirando a quien había gritado , no sería la primera vez pero si desde que había muerto el rey pirata que se volvía a mencionar a un rey , y en ente caso alguien que proclamaba a un nuevo rey pirata . 

Los marines observaron detenidamente al individuo y uno de ellos sacó un pequeño den den mushi y comenzó a hablar por él ; puede que ellos no tuvieran ordenes para dejar el lugar , ero si para comunicar de cualquier actividad que pudiera derivar en algo que consideren peligroso , y esta era una de ellas . 

Así que esto es un antro de piratas lamentando la pérdida de su rey... no era motivo de fiesta, pero tampoco para que estuviesen así.

-Si los rumores son ciertos -digo en un tono suficientemente audible, al menos para los que están cerca- ha comenzado una nueva era de la piratería, no sé qué demonios hacéis todavía aquí y no os habéis lanzado al mar a reclamar algún tesoro, saquear y hundir barcos de la marina, vivir la buena vida y gastarse el dinero del pillaje en un par de noches... -al parecer mis palabras no producen el efecto que quería, a decir verdad, nunca lo hacen. Así que en un intento por dar más fuerza a mis palabras, busco una jarra que esté desprotegida e intento hacerme con ella-. ¡Brindo por esa buena vida!