Partida Rol por web

Enarco una ceja ante lo de las necesidades...

Hacia ahi iba, esperemos que no los hayan atrapado... comento simplemente

La sorpresa no se abrió paso por el rostro del samurai al conocer la identidad de los que estaban causando tanto escándalo. De hecho le extrañaba no haber visto a aquellos dos rufianes ya en prisión durante el rescate. Por lo que Ryonosuke mantuvo su expresión inmutable... hasta que uno de ellos dejó caer la idea de que él era el ladrón...

La transformación que tuvo lugar en la faz Ryo era algo digno de un estudio sobre la antropología humana. Primero sus ojos se abrieron hasta casi salir de sus órbitas a la vez que sus pómulos se contusionaban y sus dientes asomaban en una clara señal de enfado por la falta de respeto. El silbido del acero al ser liberado de su funda inundó brevemente la recepción del cuartel. Ryonosuke se encontraba con la katana roja en sus manos en una pose amenazante. -¡¿A quién demonios te crees que estás llamando ladrón?!- Estalló finalmente con ira en su voz olvidando por completo la situación en la que estaban en ese preciso instante. -No permitiré que gente sin honor mancille el espíritu de una espada.- Añadió todavía colérico pero con un tono más contenido. Podría haber aguantado cualquier otro insulto con el más mínimo fundamento, pero formaba parte de su ser salvaguardar de la manera posible el camino de la espada. Y aquellos dos bandidos no harían más que mancillar el arte del kenjutsu.

Sin previo aviso, Lima propinó un puñetazo al estómago del detenido.

- Difamar a la marina no se tolerará- adivirtió, antes de seguir como si tal cosa.

*empuja a Yoshaku* - Aquí no hay nada que ver sigue caminado maldita escoria pirata. *miro a los marines con severidad* -mantener la compostura marines dos piratas no deberían causar tanto follón a cuatro marines llevarlos de una vez a la celda*Tras eso pretendo seguir nuestro camino *

Cruzais el patio del cuartel de la marina y entrais por la puerta principal. Os encontrais delante de una puerta que pone información, junto con dos pasillos quedan a ambos lados, a la izquierda y otro a la derecha. La entrada a los dos pasillos os queda a 3 metros vuestros. Escuchais a vuestros compañeros, al igual que otras voces desconocidas, que asociais directamente con la marina del pasillo derecho.

Al oír las voces, miro a Winema y no dudo.

-Vamos.

Sin pensarlo dos veces, salgo corriendo hacia el pasillo de la derecha donde se oían las voces, nunca se sabe si están en peligro. Antes de llegar llevo mi mano derecha a la funda de mi Katana empujando con el pulgar el mango de esta sacándola unos centímetros.

Mi c ompañero se lanza de cabeza sin pensar en las consecuencias, yo miro hacia los lados a ver si algun marine de por alli se alarmo y de no ser alli lo sigo con paso mas calmado intentando pareccer una trauseunte inocente mientras me mantengo alerta.

Ryonosuke con la katana roja desenfudada empieza a notar cierto aire maligno que sale de su hoja. Una pequeña aura roja intangible, que apenas se ve la cubre suavemente. Esa sensación solo la percibe él. Unas ansias de combate empieza a recorrer sus venas.

Con paso firme tras unas palabras, Oni pasa a través del grupo de marines, por un lado, mientras Lima calma la situación callando al pirata con un buen puñetazo. Estos estaban algo desconcertados e intentan reaccionar de alguna forma, tras no creerse la historia del todo, pero un pasos agitados se escuchan por detrás de ellos.

Por allí aparece Ragnok corriendo mientras carga con su katana en mano desenfundádola unos centímetros. Desde su posición puede ver al grupo de 4 marines de espalda, que se van girando con dos piratas esposados. Luego sus tres compañeros vestidos de marine, junto a Yosaku que es empujado por Oni. A unos metros del músico venía Winema andando.

*gira la cabeza al escuchar a alguien correr hacia ellos y alza una ceja al ver a ragnok correr con el arma desenfundada* ( llegan los refuerzos ) *sonríe y en un gesto rápido le quita las esposas a yoshaku *

Cuándo vi a mis compañeros, reduje un poco el paso y mientras señalaba a los cuatro marines con la mano que no estaba desenfundando mi katana pregunté:

-¿Esos cuatro sobran?

Sigo andando normalmente pero cargo en mi cerbatana, bajo mi capa un dardo con somnifero por lo que pudiera pasar.

-seis compañero *señala a los piratas que intentan arrestar preparándose para dejar a uno k.o*

Aprovechando la intromisión, al ver que los marines que estaban de espalda se estaban girando, doy un salto hacia ellos desenvainando por fin mi espada en el momento justo para que en un movimiento horizontal en abanico pase por el cuerpo de los cuatro marines sin que les de tiempo a reaccionar para terminar cayendo arrodillado de una sola pierna.

Ragnok decide usar la katana y con un buen salto logra impulsarse hasta los 4 marines que son los primeros al girarse para verlo venir. El salto es suficiente para llegar hasta ellos, pero le agota las fuerzas y cuando realiza su movimiento horizontal, esta no llega para hacerles algún daño. En ello los dos piratas aprovechan ese momento para salir en carrera y escapar. Con las manos esposadas poco podrían hacer.

Ahora Ragnok quedaba a merced de los 4 marines. Estos preparan sus escopetas para atacarle.