Partida Rol por web

Wombagoo se rió al darse cuenta de su error. Seguro que desde fuera la situación era aún más divertida. Incluso él mismo se burlaba de su desliz.

- Vaya, qué tonto.- dijo por radio después de reírse en voz baja durante unos segundos.- Podría entrar pero la idea de Trojias es mejor, creo. Voy con el nuevo.

Se levantó (aunque costó lo suyo porque la arena era blandita y cómoda, excepto quizá por el calor infernal) y se asomó para ver el camino que tomaría. Se volvió a ajustar la capa y contempló las dunas mientras disfrutaba de los momentos de calma. En unos instantes aquello sería algo más movidito. Echó a caminar en dirección al otro vehículo y se deslizó entre la arena como una brisa ligera. Se plantó al lado de su compañero y saludó con un gesto lento.

- Perdón.- dijo con un susurro y una sonrisa.

- No te preocupes yo tampoco sabia cual era, solo me gusto este- miro para todos lados escondido atrás del Vehículo - Equipo B esperamos su movimiento- se puso en cuclillas miro a su compañero -¿Woombagoo as visto alguna novedad en sus movimientos?- de ves en cuanto Zeke miraba tratando de contar los silicoides  cercanos a ellos.

-solo veo 6 ¿a cuantos te puedes cargar con tus juguetes?- uso el intercomunicador- Repito , Equipo B esperamos su movimiento-

Listo Zeke.  Radió Trojias.  Súbanse al coche, láncenles una granada o unos tiros para llamarles la atención y huyan hacia acá.  Ya que se suban los silicoides al otro vehículo a perseguirlos, "huyan" hacia acá ustedes, pasen junto a donde puse la carga explosiva.  Una vez que hayan pasado ustedes y ellos estén encima, entonces la explotaré.   Sólo hasta entonces nosotros abriremos fuego desde las dunas, para no darles aviso de la emboscada. O debería decir "endunada".

Esperamos su movimiento.  Van.

. 

- Los silicoides están ciegos. No se han dado cuenta de nada y parecen un poco vagos.- comentó en respuesta a Zeke.- Cuando subamos al vehículo, puedo...

Se calló en cuanto oyó la voz de Trojias en su cabeza. Se llevó una mano al casco para hacer que el sonido fuera más claro y asintió varias veces mientras su colega repasaba el plan. Se rió cuando se imaginó qué pasaría si se equivocaba y hacía estallar la carga cuando ellos estuvieran encima y no los silicoides.

- ... puedo lanzar una granada para llamar su atención.- le dijo a Zeke aprovechando lo que había sugerido Trojias.- Subamos.

Sin perder tiempo subió al vehículo - Nunca saque el Holo-carnet-  una risa estridente se escucho salir de su casco, - Woombagoo no nos mates - señalando las granadas.  

Piso el acelerador a fondo y se inclino sobre el dispositivo de navegación, - HAHAHAHAHAHAHAHA- su risa estridente se amplifico cuando arranco Violentamente el vehículo, sabia a donde tenia que llegar y que era la carnada por lo que condujo violento. 

Por lo que no dudo en embestir a cualquier silicoide, en realidad parecía que lo disfrutaba.

Wombagoo asintió y subió al vehículo detrás de su compañero. Se rió con él cuando soltó ese chiste (o al menos deseaba que fuera un chiste) y se asomó a una de las ventanillas cual mascota disfrutando de la brisa. Aprovechando el arranque de locura de Zeke, que pretendía atropellar a un silicoide, Wombagoo lanzó una granada.

- ¡Hala!- exclamó al soltarla.- Que aproveche.- y acto seguido se rió durante unos diez segundos.

-Maldita sea- los silicoides rápidamente pudieron ver las intenciones del viajero saltando en el ultimo momento para salvar su vida -wonbagoo apuesto para conducir - seguía riendo estridentemente

No, fuego a discreción no, radió Trojias a los que estaban escondidos en las dunas.  No deben saber que los estamos esperando escondidos.  Dejen que se acerquen y nos pase el auto robado con el vehículo en persecución.  Y entonces... 

El soldado ya tenía en la mira a uno de los silicoides más cercanos a su duna y estaba a punto de apretar el gatillo, de repente entró en la radio la voz de Trojias exponiendo su estrategia.

-Entendido.

El vehículo compacto levantó cortinas de arena mientras derrapaba violentamente en los alrededores de la nave estrellada. A pesar de los mejores intentos de Zeke, los silicoides esquivaron sus torpes maniobras a pesar de su lento juego de piernas.

No obstante, Wombagoo pertenecía a una raza evolucionada en los árboles. Las guerras kriifgban se habían librado tradicionalmente a pedradas con los soldados colgando de lianas a muchos metros de altura mientras el viento les agitaba. Su granada salió lanzada con precisión a pesar de los virajes.

Tres silicoides quedaron reducidos a gravilla en la explosión subsiguiente.

-Eres bueno lanzando cosas, cowboy-alabó Zeke girando los mandos como si quisiera estrangularlos.

-¡Y tú eres muy malo conduciendo, nuevo!-le espetó Wombagoo con una risotada enloquecida.

A pesar del caos, los alienígenas rocosos que estaban armados se reorganizaron rápidamente. Intentaron hacer puntería en el piloto pero la conducción de Zeke era de todo menos en línea recta. Gritándose palabras que sonaban como rocas chocando, los silicoides corrieron hacia el otro transporte. Zeke redirigió su conducción hacia la salida entre las dunas que le habían indicado.

Tragó saliva inquieto al pensar en conducir directamente sobre una trampa explosiva.

Pisó el acelerador al pasar por el lugar indicado. Los gritos y los disparos que le llegaban por detrás indicaban que les perseguían.

La explosión detrás del vehículo asustó a Zeke lo suficiente como para que su coche acabara estrellado contra una duna.

-Pero ¿dónde has aprendido a conducir?-maldecía Wombagoo escupiendo arena.

¡Fuego a discresión! -dijo Tojias.  Avanzó hasta ponerse a distancia de disparo con su pistola, y, tomando algo de cobertura entre la duna, le tiró al silicoide más cercano. 

La arena le encasquilló la pistola.

De nuevo. 

¡Ah, la abuela y su ritual de pacifismo!  ¡Carámbanos!  !Si abuela, que te hago caso, que te lo hago!  Dijo al cielo y tiró el objeto inútil a la arena, dispuesto a ir a recoger uno de los rifles de los silicoides caídos.  

Wombagoo se revolcó por el suelo buscando estabilidad y un poco de tranquilidad para que la cabeza dejara de darle vueltas. Se sentía como en el primer día de su prueba, después de haber comido aquella fruta venenosa... Los delirios no habían sido nada agradables.

- Si querías matarme podrías haberme tirado del vehículo en marcha... Sería mejor que esto.- comentó después de haber maldecido al novato unas cuantas veces. Tosió para quitarse la arena de la garganta y se pasó las garras por la cara para despertarse.- Chicos, ¿qué hacemos ahora?- preguntó por radio.

"Acabar con los que quedan y contactar con los supervivientes de la nave." Contesto Row, que segun sus estudios deducia que si un ser de carne podia maldecir como hizo Wombagoo entonces podia disparar.

Por su lado no vi necesidad de decir nada mas y comenzo a disparar, observando con precausion a Trojias que se habia internado adentro aunque sin mucha suerte. El primer disparo lo hizo con su rifle al mas cercano aunque hubiera una gran distancia entre él y los silicoides.

Aunque el tiro le salio torcido. "Me encuentro mal posicionado" djo en voz alta a pesar que otros se lo habrian guardado para dentro, una falla mas de su ultima actualizacion.

 Se bajo de  el armatoste el cual estaba en mal estado  y escucho todas las quejas de el perezoso -No te preocupes que puedo hacerlo ahora mismo-  apunto su rifle a wombagoo por unos segundos se quedo inquieto -me estorbas- susurro apartando al cowboy con su hombro - Yo no pedi manejar-   y disparo a un silicoide armado.

Wombagoo dio un respingo y tensó todos sus músculos al ver a Zeke apuntando su arma hacia él. Después se relajó, tomó su propia arma y se levantó.

- No hace falta hacer eso, ¿sabes?- dijo echándole en cara su actitud.- Podrías haber avisado de que conduces de pena... Así hubiéramos enviado a otro.- se rió nerviosamente y cogió otra de sus granadas para tirarla en dirección al enemigo.

Por desgracia, el viaje movidito había desequilibrado sus sentidos y no podía lanzar la granada como un digno guerrero lanza-piedras.